
『ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 76: "ʀᴇꜱᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏꜱ"』
—Este es el fin...
Después de escuchadas las palabras de Eren decidimos con los muchachos, buscar a Connie y a Jean. Aún confundidos con lo que había ocurrido hace unos instantes, nos reencontramos.
Jean continuó con sus palabras.
—Nunca pensé que él decidiera acabar con todos los que están fuera de estas murallas, todo para que ellos, junto con el odio desaparezcan. Nuestros enemigos desaparecerán y todo lo que quedará será un mundo en blanco... lo que ellos temían pasó, todos porque nos trataron como los monstruos a exterminar—Jean le amarraba la boca al niño que estaba en el dirigible cuando volvíamos desde Marley a la Isla—dicho de otro modo, ellos sembraron lo que cultivaron... ¿no había otra forma de evitarlo?
En eso solo mirábamos a nuestro alrededor y como los miles de titanes colosales caminaban sin detenerse. Esto había ido muy lejos. Querer destruir el mundo y masacrar a gente inocente es llevarlo directamente a niveles inimaginables.
—P-pero esto... es llevarlo al extremo—dijo Armin con una miradas del terror—hablamos de una masacre a escalas inconmensurables.
—No pensé que Eren fuera capaz de hacer eso solo para protegernos...—respondí.
—¿Sería correcto detener a Eren? Él rechazó el plan de Zeke para esterilizarnos, así como sacrificar a Historia para obtener el poder del titán fundador. Así como dijo ______, todas sus acciones han sido para protegernos a nosotros. Eren sacrificó a todos más allá de las murallas, pero los únicos beneficiados de todo esto somos nosotros.
Un ruido nos interrumpió mirando a nuestro alrededor y vimos como los titanes comenzaban a moverse. Ellos se acercaban al área en el cual nosotros estábamos.
—¡Imposible!
Se acercaron rápidamente aplastando el tejado en el cual nosotros nos encontrábamos. Activamos nuestros equipos cayendo en uno más cercano.
—¿Por que atacan a los soldados? ¿acaso ya acabaron con los de Marley?—preguntó Connie confundido.
—Pero si Eren controla al fundador, ¿no debería ser capaz de controlarlos?—Armin tenía razón. Eren podía manejar a antojo a cada titán en pie, pero es como si se hubiese olvidado de ellos.
—Parece que solo quieren comida, ¡vámonos!
—¡Un segundo Jean!—Mikasa lo detuvo—¿Qué harás con el niño?
—Este niño se comió al mandíbula, no podemos dejar que ande a sus anchas, pero si se lo damos a comer a alguien que este transformado en titán, podremos salvarlo, por ejemplo al comandante Pixis...
—No, mi madre... se lo daremos a mi madre—respondió Connie y todos lo miramos. Él tenía la mirada en el suelo
—Connie—Jean acomodó al pequeño, mientras Armin se dirigía el peligris—este niño es candidato a guerrero... así como lo fueron Reiner y los demás, matarlo solo traería un conflicto entre Reiner y el carguero, ya que Marley está por desaparecer no hay motivos para enfrentarnos a los demás.
Connie apretó sus puños con rabia.
—¿Acaso dices que mi madre no importa?
—Eso no es lo que dije—respondió Armin con ambas manos hacia el frente, defendiendo su postura, en cambio Connie se levantó de su puesto y tomó a Armin de la camisa.
En eso, me levanté intentando interponerme entre los dos, al igual que Mikasa quien había tomado la muñeca de Connie.
—¡¿Por qué crees que sigo yendo a esa aldea? ¿tan difícil es comprenderlo? ¿y que hay de ti? ¿no fue porque te comiste a Bertholdt que volviste con nosotros?!
—¡Connie basta!—estaba yendo demasiado lejos. A pesar de los años, Armin se seguía sintiendo culpable por ser el elegido y no Erwin. Aún así, para él es un tema delicado que sigue doliendo. Esas palabras traerían nuevamente a Armin la culpa de ese día.
Armin solo se quedó estático en su lugar.
—Traeré a mi madre de vuelta... ni tú ni nadie me va a detener.
Sin haberlo visto con anterioridad, un titán de 10 metros se acercó con velocidad, golpeando fuertemente el techo donde nos encontrábamos, separándonos al instante. En eso, Connie le arrebató el niño a Jean.
Caímos sobre el tejado de la casa siguiente activando nuestro equipo de maniobras.
Ya no habían murallas en esta isla, por ende, nuestra opción era regresar a la edificación más alta del distrito, abastecernos y atacar desde ahí.
No quedaba más remedio que acabar con aquellos que se habían convertido en titanes. Esperando a que aquel martirio se acabara de una vez por todas y para aquellos a quienes atesoramos en algún momento.
Acabar con la mayoría de titanes a nuestro alrededor había sido agotador... fue como volver años atrás cuando salíamos de expedición, pero con la diferencia de que sabíamos que aquellos titanes eran nuestros compañeros y conocidos.
A pesar de eso, fue lo mejor. Pero saber quienes estaban detrás de ellos, lo hacía una tarea difícil, así como lo fue con Dieter y ahora con el comandante Pixis, para saber también que Nile había ingerido del vino contaminado.
Todas estas pérdidas nos dolían profundamente en el alma, sobre todo a mi. Ellos fueron hombres buenos y que en su momento me ayudaron cuando más los necesite.
Limpié la lágrima que caía de mi ojo rápidamente para seguir observando como los titanes colosales seguían su camino. Era como si jamás se terminaran de ver en el horizonte creyendo que su cantidad era ilimitada.
—Por lo menos ahora este lugar es seguro...—Sentí la voz de Jean a mi lado mientras que observaba el retumbar al igual que Onyankopon y yo.
—¿Qué fue esa visión? ¿Qué quiere hacer Eren?—el moreno se dirigió a Jean esperando respuestas y creo que hasta su momento la respuesta nos la dió Eren mismo.
Proteger a esta isla y a sus habitantes por el odio que el mundo nos tiene y el retumbar fue el resultado de aquello.
—Exactamente lo que parece—respondió Jean.
Ahora mi mente se centró en buscar alguna pista del paradero de Levi y Hange. No podía quedarme aquí sin hacer absolutamente nada.
Al darme la vuelta, vi entrar a quien menos me esperaba encontrarme.
—¡Floch, ¿estás bien?!—gritó uno de los que parecía ser un Jaegerista preocupado por el pelirrojo. Él se soltó de quien lo acompañaba en ese instante, manteniendo el equilibrio por si solo.
—Parece que mientras estaba ocupado tratando de sobrevivir, los muros se vinieron abajo.—esta vez su mirada se dirigió hacia mi, sintiendo mi cuerpo temblar de la rabia.
—_______, no creí volver a verte de nuevo...—fue lo que salió de su boca. Yo presioné mis puños con enojo.
Vi de reojo que Jean se dio la vuelta.
—Así que todavía estás vivo...
—Si, gracias por preocuparte, aunque ¿sabes?...no puedo permitirme morir...
Esta vez estaba equivocado, por que yo misma me encargaría de mandarlo a la tumba.
Mis pies se comenzaron a mover a su dirección, para tomarlo y empujarlo hasta dejarlo en el suelo. Ya sobre él, cerré mi puño y comencé a golpearlo en repetidas ocasiones en el rostro aun detenerme.
Después de lo que pasó, el que nos haya buscado y querer matar a Abner no se lo iba a perdonar jamás.
Mis golpes continuaron, manchándose mis manos de sangre hasta que sentí unos brazos rodeando mi cuerpo separándome rápidamente de él. Aún no acababa, por lo que intenté forcejear para seguir golpeándolo.
—¡__________, basta!—Jean se había encargado de alejarme de Floch.
—¡Jean, este miserable tiene que pagar por todo!—al querer zafarme de él, Jean me abrazó por la espalda, evitando que pudiera hacer algo con mis brazos.
Dos soldados se acercaron a Floch y lo auxiliaron. Lo ayudaron a ponerse de pie mientras él con su mano, se limpiaba la sangre que corría por su boca debido a los golpes que le di.
—¡Por tu culpa, mi hijo casi es asesinado por los estúpidos Jaegeristas! ¡Te juro que haré que pagues desgraciado! ¡Jean, suéltame!
—¡________, por favor... Tranquilízate!
—¡¿Como quieres que me calme?! ¡Quería lastimar a Abner! ¡No sé dónde está Levi ni Hange.. Todo por sus estúpidos planes!
Se alejó de ellos para verme con absoluta molestia a los ojos. Le arrebató el arma a uno de los soldados, para acercarse a nosotros y apuntar aquella arma directo a mi cabeza.
Jean me soltó dejándome detrás de él al ver que Floch tenía claras sus intenciones.
—¡Floch, detente! ¡No lo hagas!—esta vez el arma estaba frente a Jean, pero aún así, me puse frente a Floch viendo la consternación de Jean por tal acto.
—¿Qué esperas? ¿Por qué no disparas?—pregunté desafiante mirándolo a los ojos.
Floch dio una pequeña risa nasal.
—En mi vida una mujer me había golpeado de esta manera... Eres muy valiente ______ y muy lista. Siempre admiré eso de ti.
—Yo te creí diferente Floch y no eres más que un maldito traicionero.—él reafirmó su agarre en el arma para mirarme a los ojos, mientras que con su otra mano limpiaba los restos de sangre de su labio, lugar donde lo había golpeado.
—Sabes _______, te estimaba mucho y te había tomado cariño... creo que demasiado.
No es que hayamos compartido grandes momentos ni nada parecido, pero habíamos superado como lo poco y nada que quedó de la legión lo que había pasado aquí en Shiganshina.
—¿Qué estas diciendo Floch?—pregunté aún sorprendida.
—Lo que escuchas... te tomé mucho cariño, pero...—lo interrumpí abruptamente.
—¡¿Que clase de cariño es el que me tienes? ¿Así demuestras esos sentimientos? ¿Hiriendo a quienes te importan?!—Alcé la voz furiosa.
—Te dije que mis planes habían cambiado y ya no hay vuelta atrás. Ahora mi meta es liberar al pueblo de Eldia, aún si estás tú o cualquier otro en mi camino.
Iba a golpearlo nuevamente, pero Jean volvió a tomarme de los brazos.
—¡Voy a matarte! ¡Te vas a arrepentir!
—¿Que tú vas a matarme? No me hagas reír.—volvió a poner el arma cerca de mi cabeza—Antes de volver a ponerme un dedo encima, te volare los sesos. Y ¿sabes? ni tu vida, la del capitán, ni de tu pequeño bastardo me interesan. Ya no nos sirven para nada. Solo son un estorbo y no me hagas perder más el tiempo, que aún tenemos cosas que hacer.
—¡Floch, eres un...!
Él apuntó el arma hacia arriba y disparo para que guardáramos silencio. Me dio una mirada antes de alejarse de nosotros, acercándose a la rubia quien estaba en completo estado de shock sentada en medio de la sala.
—Yelena, reúne a los voluntarios—le apuntó de igual manera el arma en la cabeza—estamos restringiendo a todos...
—¡Oye Floch, ¿Quién demonios te pidió que empezaras a actuar colmo si fueses el rey de este lugar?!—exclamó Jean al ver que tomaba el control del lugar.
—¡Me alegra que preguntaras Jean! ¡Todos escuchen! ¡hace 10 meses, Eren me contó su plan! ¡dijo que usarían a Zeke para obtener el poder del titán fundador!
—¡¿Qué dijiste?! ¡Tú sabías todo desde un principio!—me zafé del agarre de Jean quedando de pie.
—Así es... reuní camaradas para ayudar a Eren y hoy su plan tuvo éxito—se volteó para ver la fila de voluntarios de Marley que estaban a un costado—ustedes voluntarios han perdido a su líder y ahora es el turno de su patria. Gracias al retumbar no existirá , pero les daré una oportunidad... el que quiera prestar su fuerza ¡POR EL BIEN DEL PUEBLO ELDIANO, QUE HABLE!
—¡No haremos tal cosa que crees que somos bastardo...—no terminó sus palabras cuando Floch le disparó matándolo al instante.
Nadie hizo un solo movimiento al ver la escena.
—¡Muestren respeto a este hombre que vivió como orgulloso voluntario hasta el final negándose a ser sometido incluso ante un disparo! Pero por orgullo no es algo que valga la pena morir... ¿prefieren morir así?
Los voluntarios temblaban en su lugar al ver a su compañero fallecido bajo el mando de Floch.
—No te creas la gran cosa Floch, no eres más que un títere que se dejó manipular por Eren. Eres tú el que no sirve para nada.—Floch se arrodilló frente a nosotros mientras Jean me volvió a sujetar.
—¿Sabes para que sirves tú? Solo sirves para seducir a tus superiores y engendrar bastardos.
Intenté atacarlo nuevamente y no pude evitar, soltar un grito de la rabia, pero unos soldados pusieron sus armas apuntándonos a Jean y a mi.
Esta vez no pude evitar derramar lagrimas de la impotencia de escuchar sus palabras.
—¿Qué es lo que pasó Jean, ____?—Mikasa apareció y al vernos así se acercó quedando junto a nosotros.
—Escuchen, hablo en nombre de Eren. Él está resolviendo todos los problemas fuera de la isla y yo eliminaré cualquier resentimiento que quede dentro de ella, de todas formas sobrevivimos este infierno hace ya cuatro años y ahora finalmente tenemos esto, ¿lo entienden?
—¿Se acabó?—preguntó Jean en un hilo de voz.
—Si Jean, se acabó...vuelve a ser como el de antes, no necesitas pelear más. Únete a nosotros...
—Oye Floch, el capitán y la comandante, ¿Dónde están? ¿Qué les pasó?
—Ah...—el pelirrojo dio un suspiro y apoyó una de sus brazos en su rodilla—lo lamento, sobre todo para ti _______, pero Zeke les arrebató la vida.
«Escúchenme todos los súbditos de Ymir»
—Esto es... es Eren—dijo para si misma la castaña mientras estaba frente a su construcción para poder trasladar a Levi quien en ese momento había reaccionado—¡Levi!
Él, con dolor se incorporó en su lugar.
—El titán bestia... ese pedazo de mierda... ¿Dónde está?—Hange lo tomó de los hombros, evitando a que se levantara por completo, volviendo a recostarse en su lugar.
—No te levantes, estás muy lastimado...
—¿Qué es lo que ha pasado?
—Es una larga historia, pero Zeke se fue con los Jaegeristas a Shiganshina y ha pasado día y medio de eso... Levi, ¿Qué fue lo que ocurrió?—Él le devolvió la mirada a Hange.
—Lo arruiné.. lo dejé escapar de nuevo.—levantó su mano derecha viendo como en ella, faltaban dos de sus cinco dedos.
—Tranquilo, nadie te está culpando de eso, ahora lo importante es que descanses. Estoy segura que quieres vengarte, pero por ahora...—Levi la interrumpió.
—Si seguimos aquí escondidos, no nos llevará a ningún lado...—Hange se sorprendió.
—¿Así que me estabas escuchando?—preguntó la castaña tímidamente.
—Si, pero no podemos seguir así. Yo no puedo... tengo que regresar con ellos. Ahora mi angustia es saber si están a salvo, no me puedo fiar de nadie en estos momentos, todo el mundo ahora es peligroso y puede pasarles cualquier cosa...—Hange volvió a poner sus manos sobre sus hombros.
—Cálmate, ¿Si? Buscaremos la forma de reunirnos con Armin y los demás, ahí sabremos que es de ______ y Abner.
—Tienes razón...—Levi apuntó al la pequeña carreta fabricada—¿Qué construyes? te conozco, no eres capaz de mantenerte fuera de la acción...
—Tú si me conoces...—ella le sonrió mientras acomodaba algunas cosas.
—Hange.—sintió el llamado del pelinegro a su espalda, girándose para verlo.
—Dime Levi.
—¿Lograste... entregarle mi carta a _________?—dijo débilmente, pero con la esperanza de escuchar buenas noticias. Hange le sonrió.
—Si, lo hice.
Él la miró rápidamente al escuchar esa confirmación de aquella carta que había enviado para hacerle saber que por lo menos en ese instante estaba bien.
—¿Qué fue lo que te dijo?—preguntó con rapidez.
—Ella estaba muy feliz de recibir noticias tuyas y que te extraña mucho—aunque a Hange no se lo dijo directamente, sabía perfectamente como ella se sentía. Lo extrañaba demasiado y sabía que quería que regresara lo antes posible a casa.
—Solo espero esté bien... también la extraño.
Hola de nuevo!!! Quería compartir un capítulo más, ya que tal vez me demore un poquito más en publicar uno nuevo. Esto ya que tengo que prepararme para los exámenes de la escuela😭
Espero les haya gustado y que la rayis y Levi se reúnan... y si es que😳
¿Qué piensan con lo que pasó con Floch?👀vaya que se merecía sus buenos golpes jajaja
Weno, ahora sí los dejo y nos leemos pronto✨❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro