『ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 67: "Qᴜɪᴇʙʀᴇ"』
—¡Mamá!
Abner extendió sus brazos y llegó corriendo a mi lado. Con felicidad me arrodillé para quedar a su altura para llenarlo de besos y abrazos.
—Abner... te extrañé mucho. ¿Te portaste bien?—pregunté al tenerlo en mis brazos.
—Si mamá, me porte muy bien y jugamos mucho... —Abner desvío su mirada y vio que a lo lejos venía Levi.
—¡Papá, también volviste!—se alejó de mi y corrió hacia su dirección.
Levi lo recibió tomándolo en sus brazos.
—Hola mi pequeño—ambos de abrazaron, generando una sensación de ternura en mi interior.
Ya estábamos en casa, Armin y Mikasa se encargarían personalmente de Sasha, junto con Jean, Connie y Hange, quien debía dar la noticia correspondiente, por lo que llegarían más tarde.
—Papá, mamá, miren—me extendió una hoja de papel—¡Hice un dibujo! —expresó emocionado.
—¿Qué dibujaste, cielo?—recibí encantada aquella hoja, acercándome a él para que me explicara su dibujo.
En ella habían varios rayones de diversos colores y lo que parecían ser tres personas.
—Este soy yo—me mostró la figura más pequeña—y él es papá y esta eres tú mamá.
En su retrato, ambos estábamos tomados de las manos, lo que hizo sentirnos de ese momento algo tenso dado a nuestra discusión.
—Te quedó hermoso—me acerqué a besar su mejilla, a lo que él sonrió.
Me separé de ellos, ya que Ada estaba frente a la puerta.
—Ada, gracias por cuidar a Abner.—Agradecí al tenerla ya frente a nosotros.
—Gracias Ada—Levi también le agradeció.
—No me agradezcan, saben que yo soy feliz cada vez que va a la casa. Se portó muy bien, así que no se preocupen.
—Es bueno saberlo. Gracias de todas formas.
Levi se retiró con Abner en sus brazos en dirección a la casa, dejándome con Ada.
Yo en tanto solo me puse a pensar en que no hemos podido hacer nada. En todo este tiempo, desde que Eren se infiltró, no se ha logrado absolutamente nada y lo que sigue del plan, no se si seguirá en su curso y si ese es el caso, me asustaba de las cosas empeoraran.
Levi después de ayudarme a limpiar mis manos en del dirigible, se levantó y me dejó sola. Aún se mostraba molesto por la situación. Ahora tampoco mostró interés en dirigirme la palabra nuevamente.
—_________—Ada movía su mano sobre mi cara, reaccionando rápidamente.
—Perdón, no te estaba escuchando...
—No traes buena cara, ¿pasó algo?
—Solo estoy cansada... eso es todo.
—¿Las cosas no van bien?—preguntó preocupada. Yo solo suspiré pesadamente.
—No, las cosas no van muy bien. Estoy un poco cansada de la situación.
—No tengo todo el conocimiento de lo que pasa en realidad, pero espero que pronto puedan encontrar una respuesta a sus problemas.—le sonreí por sus palabras.
—Eso espero.
En eso veo salir a Dieter, su esposo. Al verme me dio una sonrisa en gesto de saludo.
—¡_______, volvieron! ¿Todo bien?—Ada tomó su hombro al ver que quería llenarme de preguntas. Yo solo negué.
—Cielo, tal vez no debamos seguir el tema.
—Tienes razón, una disculpa.—Dieter apenado, se disculpó.
—No se preocupen, está bien. Gracias por todo y por cuidar a Abner—la abracé para despedirme de ella y de Dieter.
Mis pasos se dirigieron a la casa. Al entrar, vi que Levi estaba con Abner, pero apenas me vio entrar, desvió su mirada hasta el pequeño, besando su cabello y salió de la casa rápidamente. Ni siquiera me dijo donde iría.
No nos hemos dirigido la palabra desde que discutimos y eso hacía que las cosas se tensaran mucho más entre nosotros.
Lo dejé pasar, ya que Abner me llamaba en reiteradas ocasiones, acercándome a él.
Mientras las horas pasaban, Abner se quedó conmigo y compartimos durante toda la tarde. A pesar de estar un poco cansada, quería pasar la mayor parte del día con él. Lo había extrañado demasiado.
El tiempo pasaba muy rápido y a pesar de todo, he podido disfrutar de como Abner ha ido creciendo y aprendiendo muchas cosas.
Es un niño muy alegre y muy inteligente, es amoroso con todo el mundo, especialmente con los animales que es lo que más adora en el mundo.
Levi simplemente se derrite ante los encantos de Abner. Ama pasar todo el tiempo que tiene con él y hasta puedo decir que son inseparables.
Eso ha sido así desde que Abner nació.
La tarde había caído, cuando Mikasa y Armin llegaron a casa, junto con Hange. Abner los fue a recibir felizmente a la entrada. Aun después de la muerte de Sasha, los tres intentaron poner la mejor cara para el pequeño.
—¡Armin! ¡Mikasa!—chilló emocionado y acercándose rápidamente a ellos.
—Hola Abner—Armin lo tomó y lo abrazó. Era una imagen bastante adorable, ya que al tener el mismo color de ojos y cabello, de verdad parecían hermanos.
—Hola Abner—Mikasa también lo saludo, acariciando su mejilla.
—¡Tía Hange!—también se abalanzó sobre la castaña feliz al verla de nuevo.
—¡Mi pequeña canija, cada día más lindo y más grande!—respondió igual de alegre que Abner.
—¡Ya soy muy grande, tengo 4 años!—levantó su mano y mostro cuatro de sus cinco pequeños deditos.
—Pues ya eres todo un hombre—respondió ante la ternura del menor.
—¡Si, así puedo cuidar a mamá así como lo hace papá!—soltó con total inocencia.
—Abner, eres muy adorable—Hange lo abrazo y besó su mejilla, para después bajarlo.—Mira lo que te traje.
Hange le dio un libro con una infinidad de dibujos de animales, insectos y variadas descripciones de ellos. Abner alegremente la volvió abrazar para agradecerle el detalle.
Yo me levanté de mi lugar, viendo como él se acercaba a mi.
—Mamá, ¿puedo ir a mi habitación a ver los dibujos?—al acercarse a mi, abrazó el libro con total emoción.
—Si cielo—y rápidamente obedeció a mi aprobación. Se retiró felizmente con el libro en sus manos.
Apenas vi que Abner se alejó, miré a Armin y a Mikasa, quienes se notaban agotados y sobre todo, transmitían tristeza en su mirada.
—Chicos...
Ellos bajaron su vista, llena de angustia por lo sucedido. Yo me acerque a ellos y nos abrazamos. Ambos escondiendo sus rostros, así como cuando eran más pequeños y estaban tristes.
—Los traje ya que necesitan descansar. Quiero que repongan energías.—habló Hange al ver que nos habíamos separado.
Dirigí mis manos a sus mejillas, acariciándolas suavemente.
—Tomen un baño y vayan a descansar. Yo les voy a preparar algo, ¿si?—ambos a sintieron y partieron cada uno de sus cuartos.
Mientras tanto, Hange y yo nos quedamos en la sala.
—¿Ya avisaron a los Blouse sobre... lo de Sasha?
—Si, llegaron apenas recibieron la noticia. Estaban devastados. Mañana será su entierro.
—Entiendo... Era una chica muy buena. Esperemos pueda descansar después de todo. Lamento no haber hecho más por ella—Hange solo asintió.
—Connie dijo que estaba agradecido de que estuvieras ahí. Ayudaste a que Sasha se fuera tranquila...
—¿Y qué es de ellos? ¿Jean y Connie?
—Muy tristes... Ellos eran inseparables. Esperemos que con el tiempo esa herida pueda sanar—yo solo asentí a sus palabras
—Con respecto a esos niños que subieron al dirigible, ¿Qué hicieron con ellos?
—Ellos están apresados, al igual que Eren y Zeke y por cierto, ¿Levi no está aquí?—cambió el tema y miró a su alrededor al no ver al azabache en la casa.
—No, llegamos y salió inmediatamente. No sé dónde la verdad.—dije al recordar esa escena durante la mañana.
—Creí que estaría aquí con ustedes. Tal vez se quedó por el tema del arresto de Zeke—bufó molesta—Le dije que no se preocupara, que todo estaría en orden.
—Si él lo está vigilando y se siente más tranquilo, por el momento no hay de qué preocuparse—respondí.
—Aún tenemos que ver ciertos temas con respecto a él y a Eren, pero necesito que todos estén descansados, por que se nos vienen muchas cosas de ahora en adelante. Debemos hacer las investigaciones pertinentes y ver que lo que siga del plan funcione...
Al mirar mejor a Hange, la notaba más seria que lo normal. Su rostro se notaba cansado y tenía otro tipo de expresión en ella. Después de ser nombrada como comandante de la legión ha sido un gran peso que lleva sobre los hombros.
—Hange, ¿tú cómo estás?—pregunté al verla derrotada en el sillón. Ella levantó la mirada un tanto sorprendida.
—Yo... ¡Estoy bien! ¡Tenemos que seguir descubriendo muchas cosas...!—respondió. Quería sonar animada como siempre, pero fue todo lo contrario, así que decidí interrumpirla.
—Hange, por favor, no sigas fingiendo... Te conozco muy bien y por tu semblante puedo notar lo cansada que estás...
Posó la mirada sobre mi, pero la apartó rápidamente, soltando una ligera risa nasal.
—A ti no puedo ocultarte nada, ¿verdad?—soltó un suspiro, dejándome aún más preocupada.—tienes razón, estoy muy cansada. Desde que asumí como comandante me he llevado la peor parte de todo esto y a veces creo en que no puedo seguir adelante, pero pienso en todo lo que sacrificamos para llegar a este momento que no puedo dejar todo de lado un día para otro... Erwin no me lo perdonaría nunca.
—Hange, perdón—me acerqué a ella y la abracé.
—Pero ¿Por qué te disculpas?—apenas reaccionó a mis palabras, me abrazó.
—Eren ha causado muchas cosas este último tiempo y de cierta manera, me da impotencia el no saber como ayudarte... Perdóname.
—Oye, no digas esas cosas. Nadie me había preguntado como realmente me sentía y tú has sido la única que lo ha hecho.—Hange tomó mis manos—el que estés preocupada por mi me hace extremadamente feliz y no sabes cuanto me ayuda a seguir adelante, además de tener el cariño incondicional de Abner que es lo que me anima a continuar. Al verlo, pienso en que podemos mejorar este mundo para que pueda crecer libre y sin restricciones.—Hange se separó de mi, tomándome de los hombros—En cuanto a Eren, no tienes por qué pedir disculpas por él.
—Ambas estamos unidas a lo mismo. Quiero lo mejor para mi hijo y es por eso que intento hacer lo mejor posible. Por él y nuestros futuros. Aun así, Eren ha actuado a nuestras espaldas dejándonos en un absoluto riesgo.
—Debimos ser más cautelosos con él, pero aun así, debemos continuar y no quiero que vuelvas a decir esas cosas... ¿Porqué piensas así ________? Me extraña viniendo de ti.
—Hange, ¿Crees que al ir a Marley, haya ayudado a Eren a pensar un poco las cosas? ¿O solo perdí mi tiempo?
—Pero ¿Qué dices?, el que hayas estado ahí, pudo haber sido bueno para él. Tanto tú, como Mikasa y Armin son importantes para Eren y tal vez... pueda haber algo que le ayude a recapacitar.
—Ya no sé que pensar... yo también quiero recuperar a Eren. A ese joven que estaba dispuesto a entregar su fuerza para ayudar a la legión y a quienes más quería, pero ya no sé qué creer de él. Quiero pensar que algún día recapacite y vuelva con nosotros.
—Esperemos lograr algo, pero todo es incierto y debemos prepararnos para lo que sea. No hay que angustiarnos antes de tiempo, haremos lo posible para arreglar esto.
A pesar de que todos teníamos esa esperanza de que se lograran solucionar las cosas, aun así la preocupación se mantenía y la tensión era cada vez más grande.
Pasado el tiempo, Hange se despidió y se retiró rápidamente, mientras que yo me fui a la cocina y les preparé algo rápido a los muchachos para que comieran y descansaran.
Fui al cuarto de Armin y estaba sentado sobre su cama, con el cabello húmedo. Me acerqué a él dejando su comida en el mueble.
—Te traje algo. Apenas termines vas a dormir, ¿de acuerdo?
—__________, ¿Qué haremos con Eren?—me preguntó, ignorando todo lo que dije.
Armin alzó la vista llena de preocupación y angustia. Todos estábamos en la misma situación y compartíamos esos mismos sentimientos.
Me acerqué a él, sentándome a su lado. Él solo continuó.
—Después de la misión, creí que lograríamos algo, pero me equivoqué. No sé que podremos hacer y estoy muy preocupado por esto. ¿Crees que hablando las cosas cambie de parecer?
—Veremos si él accede a hablar con nosotros.—respondí.
—Debemos hacer el intento. No perdemos nada con hacerlo.
—Ninguno de nosotros quiere dejar solo a Eren. También quiero ayudarlo, pero no sé que tanto podemos hacer. De todas formas, podemos intentarlo una última vez, pero él también debe poner de su parte.—Armin desvío la vista hasta el suelo.
—Supongo que tienes razón, pero ¿hablaremos con él? ¿Aun que sea por última vez?—preguntó esperanzado a lo que yo no podía negarme.
—Eso lo iremos viendo Armin. Ahora come algo y descansa. Lo necesitas mucho.—lo abracé y besé su frente y me aseguré de que comiera antes de dormir.
Salí de su cuarto y me fui directo al de Mikasa, pero no estaba en él. La busque hasta que llegué y la encontré recostada en la cama de Eren.
Tenía la mirada perdida y ni siquiera se percató cuando ingresé. Me parte el corazón verla de esa manera.
—¿Mikasa?
Al nombrarla, se dio cuenta de mi presencia en el cuarto y se levantó de la cama, quedando sentada en ella, abrazando la almohada.
—Te traje algo para que comas.
—No tengo apetito...—respondió en voz baja.
—Hace un tiempo atrás, tanto tú como Armin me pedían por favor no dejara de alimentarme. Necesitas comer algo.—Me acerqué dejando su alimento a un costado.
Me senté junto con ella en la cama, quedando de frente.
—Mikasa, me preocupa verte de esa manera. Entiendo que Eren sea lo más importante para ti, pero no quiero que te sigas descuidando. Me preocupa que enfermes.—dije tomando una de sus manos.
—Yo estoy bien...—respondió cabizbaja.
—No Mikasa, eso no es es estar bien.
Ella solo llevó sus piernas a su pecho y abrazó la almohada, llenando sus ojos de lágrimas.
—Solo quiero que Eren vuelva a casa... no puedo soportar estar lejos de él. Lo necesito... y Sasha...
Escondió su rostro en la almohada, mientras comenzaba a llorar. Yo la atraje hasta mi, sintiendo también como temblaba por el llanto que emitía.
Repetía el nombre de Eren entre sollozos y no pude evitar derramar un par de lágrimas, pero necesitaba estar fuerte para ella.
Mikasa solo me abrazó mientras se desahogaba en mis brazos. Yo solo la acariciaba, intentando calmar su tristeza, aun que sabía que era imposible.
—Ahora piensa que Sasha puede descansar y no pasará por todo esto. Ella siempre estará contigo. Tranquila... en cuanto a Eren, haremos el intento nuevamente. Esperemos que acceda a volver con nosotros y que cambie de parecer—o eso era lo que quería creer.
—Es lo único que quiero. Que vuelva—limpié las lágrimas que caían de sus ojos.
—Esperemos que así sea. Ahora come algo—le acerqué su comida y me quedé con ella hasta que terminara todo.
Apenas terminó, la arropé para que descansara. Acaricié su cabello negro hasta que logró quedarse dormida.
En absoluto silencio, salí de la habitación y fui directo a la de Abner.
Él estaba observando muy concentrado el libro que Hange había traído para él, además de tener varios dibujos en el suelo.
La noche había caído y Levi aún no llegaba a casa y creo que a estas horas de la noche, no llegaría hasta mañana.
Abner se quedó dormido en sobre el suelo con el libro junto a él.
Lo tomé en mis brazos, abrí su cama y lo dejé cuidadosamente sobre ella. En eso Abner tomo mi mano con fuerza y no la soltó.
—Mamá... —dijo somnoliento. Se había despertado.
—Dime cielo—respondí suavemente.
—¿Puedes dormir conmigo?—dijo frotando su ojo, mientras bostezaba.
Me recosté con él, acurrucándolo a mi lado. Acariciaba su suave cabello rubio mientras veía como sus ojos se cerraban nuevamente.
Mis ojos comenzaron a pesar, dejándome entrar a ese lugar donde mis preocupaciones desaparecían por unos instantes.
—Eren, te estoy haciendo una pregunta. No recuerdo haberte cortado la lengua para que no hablaras—dije ya con la paciencia al límite al ver que el joven dentro de la celda no respondía.
Solo se quedo mirando el suelo.
—¡Eren, maldita sea, responde!—alcé la voz—¡¿Que mierda pasa por tu cabeza? ¿Acaso no te das cuenta de todo lo que hiciste?! ¡¿Qué es lo que planeas?! ¡Habla!
Aún así no recibí respuesta y tampoco iba a cooperar.
Solo chasque mi lengua y me giré para retirarme, con él no conseguiría nada. Me detuve en la puerta y giré mi cabeza una última vez para verlo.
—Es una lástima verte como un pedazo de escoria Eren, además de ver como las personas que te tienen aprecio se decepcionen de ti.—me di la vuelta y salí de ahí.
Estaba seguro que él sabía a quienes me refería.
Es tan difícil ver que después de tantos sacrificios en todos estos años para salvarle la vida y que de un momento a otro decida actuar por su cuenta, olvidando todo lo que hicimos por él.
Todo fue en vano.
Salí de aquel lugar encontrándome con Hange.
—¿Lograste hacer que hablara?—yo negué con mi cabeza.
—Es un fastidio. Solo perdí mi tiempo con él.
—¿Y Zeke?—preguntó, mientras seguíamos caminando.—¿Fuiste a verlo también?
—Solo me aseguré que la vigilancia del lugar fuera apta para ese simio, pero no quiero ni verle la cara.
—Entiendo. Levi, hay cosas que tenemos que dejar listas si o si. Ya lo hablamos y es hora de que se lleve a cabo.
—De acuerdo.
Hange y yo nos dirigimos a una sala en especial. En ella, aseguramos varias cosas y ya teníamos confirmadas varias más.
—¿Ya tienes confirmados a los soldados que irán conmigo?—pregunté al verla pensativa.
Al ver que le hablaba, me miró y reaccionó.
—Si, ellos ya están al tanto y están preparando los últimos detalles. Ahora lo que reste de esto, lo debemos hacer con mucho cuidado y bajo una supervisión estricta. Pasado mañana parten al lugar acordado.
—Bien... Entonces ya está.
—Levi, Eren y Zeke están ya asegurados por ahora, ¿Por qué no vas a casa? Ve a descansar un poco
—No puedo irme todavía. Aun tengo que preparar cosas para llevarnos a Zeke.
—Supongo que ya hablaste de esto con _________. Al menos ella sabe que tendrás que irte de casa un tiempo, en lo que nos reunamos con los demás y sigamos con esto, ¿o no?
No le respondí, me mantuve en silencio.
—¿Le comentaste de esto?—volvió a preguntar.
—No Hange. No lo he hablado con ella—ahora después de la discusión, no sé cómo lo tomará.
—Levi, ¿acaso discutiste con _________? Siempre te pones así cuando discuten.
—¿Así como?
—Estás un poco más distraído, te irritas con facilidad y estás más insoportable que de costumbre.—respondió. Yo solo la ignoré.—Yo no sé como ella te soporta.
Si me sentía un poco más irritado, pero es por que no quiere entender que yo solo quiero cuidarla.
—________ no me dijo nada, pero pude darme cuenta sola. Hace unas horas fui a la casa dejar a Mikasa y Armin, además de hablar un par de temas con ellas. ¿Se puede saber qué le dijiste?
—Solo le dije que debió haberse quedado en casa.—Hange me miró con desaprobación.
—Ahora entiendo todo... que poco delicado eres Levi, siempre tan bruto—alzó un poco la voz regañándome.
—¿Qué?
—Te hago el recordatorio de que para __________, Eren es como un hijo más. Ponte en su lugar unos instantes y piensa lo difícil que es ver que una persona importante, a quién llegas a considerar un hijo, llegue a hacer todo lo que hizo. Piensa por un momento que es Abner, ¿dejarías todo de lado con tal de recuperarlo?
Ahora las palabras de ________, resonaban en mi cabeza.
"¡¡...Lamento si no serví de algo en esta ocasión y perdón por estorbar al intentar volver a recuperar a mi familia!! ¡¡perdón por hacer el sacrificio dejar a mi hijo para ayudar a que esto no siga empeorando y para mejorar este mundo que se ha vuelto una mierda!!"
—Aún así, casi se agarra a golpes con Zeke. Solo no quiero que le pase nada y no la lastimen—respondí al mismo tono que Hange.
—Puede que en este instante no sean heridas físicas las que tenga o le hayan causado, sino que son heridas emocionales y de eso es lo que no te has dado cuenta. Hay otros modos de demostrar que quieres cuidarla, pero las palabras pueden ser tan hirientes como las mismas acciones.
Esta vez, la castaña cambió su tono de voz por uno más calmado. Todos ante esta situación estamos cansados y sobre todo queremos solo vivir tranquilos. El que ______ este tan unida a Eren lo hace aun más difícil.
Pero Hange tiene razón. Al hablarle de esa manera, solo logré hacerla sentir mucho peor.
Eran altas horas de la noche y no había movimiento alguno en las calles. El camino de regreso a casa había sido en total silencio, haciéndola algo incomoda para mi. Al llegar a las afueras de la casa, dude al poder ingresar, pero no podía quedarme afuera toda la noche.
Al entrar, todo estaba en completo silencio y oscuridad. Tal vez todos estén durmiendo.
Tratando de hacer el menor ruido posible, me fui directo al área de las habitaciones. Logré ver a Armin en su cuarto y Mikasa en el de Eren durmiendo sin problemas. Me dirigí al dormitorio, donde creí que la encontraría, pero no estaba ahí. La cama estaba intacta.
Mis pasos se dirigieron al cuarto de Abner y ahí fue dónde los encontré. Ambos estaban dormidos, tomados de las manos.
Sonreí al verlos de esa manera.
El frío a esta hora se lograba sentir, por lo que busqué una manta y cubrí a __________, esperando a que no despertara. También cubrí mejor a Abner, pero este se comenzó a moverse, quedándome quieto en mi lugar.
Abrió sus ojos y ese mismo color azul que tenía Erwin se encontraron con los míos.
—Papá, volviste—dijo en voz baja, somnoliento y batallando para mantenerse despierto.
—Si, pero shhh—llevé uno de mis dedos a mi boca para que guardara silencio. Me arrodillé para hablarle lo más cerca posible—mamá está durmiendo.
Él volteo y encontró a ________ durmiendo, para volver a mirarme.
—Perdón, te quité a mamá—soltó inocentemente, lo que me causó mucha ternura.
—Puedes dormir con ella, está bien—Abner me dio una pequeña sonrisa.—ahora sigue durmiendo.
Abner tomo mi mano y la dejó en su mejilla, cerrando sus ojos para quedarse dormido profundamente.
Me quedé observándolos unos minutos más. Me levanté y me dirigí a la puerta de su cuarto, me di la vuelta para verlos antes de cerrar la puerta completamente.
Amo cuando estos dos son tan paternales🥺✨
Hola a todos, ¿Cómo están?
Lamento la demora en publicar, pero he tenido un par de asuntillos, pero ya volvimos🤗
También me disculpo ya que los Banners los saqué, ya que habían unos problemas de normativa según Wattpad, así que estoy trabajando con eso. #wattpadnomeodies :(
Bueno, quería compartirles algo que tiene que ver mucho con los sentimientos que expresa rayis con respecto a Eren.
Hace un tiempo, hable con una mujer que la conozco hace mucho y nos contaba a mi y a mi mamá que su hijo estaba inserto en lugares donde tenía malas influencias y hacía cosas que no eran buenas para él. Ella expresaba su angustia y la rabia hacia ella misma de no poder ayudarlo a sacarlo de ese mundo y que citando sus palabras, quería que "regresara a casa"
Mientras escribía este capítulo me acordaba mucho de ella y me podía poner en su lugar por unos instantes. Tal vez no pueda conocer a profundidad los sentimientos de una madre hacia un hijo, pero si puedo saber como iba afectando su diario vivir.
Para tranquilidad de todos y a pesar de la dificultad, ese hombre ha ido dejando todo ese mal atrás y está cambiando su vida y de cierta forma, me logré inspirar gracias a su historia.
Pensemos en aquellas personas que nos rodean, que pasan por algún tipo de dificultad y que también podamos ser capaces de ayudar.
Perdón, fue mucho texto😂 pero espero se haya entendido.
Gracias por llegar hasta aquí y nos leemos en el siguienteeee capitulooo (ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧
PD: Les dejo unas fotos de Levi y Abner 🥺✨❤️
Levi, hazme 3782277328 hijos <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro