『ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 53: "ꜱʜɪɢᴀɴꜱʜɪɴᴀ"』
ʜᴀʙʟᴀʙᴀᴍᴏꜱ ꜱᴏʙʀᴇ ᴇʟ ꜰᴜᴛᴜʀᴏ
ᴄᴏᴍᴏ ꜱɪ ᴛᴜᴠɪᴇʀᴀᴍᴏꜱ ɪᴅᴇᴀ.
ɴᴜɴᴄᴀ ʜᴜʙɪᴇꜱᴇ ᴘᴇɴꜱᴀᴅᴏ,
Qᴜᴇ ᴜɴ ᴅɪᴀ ᴛᴇ ᴘᴇʀᴅᴇʀɪᴀ.
-ᴋᴀᴛʏ ᴘᴇʀʀʏ-
—No digas eso. Yo solo te pido que sigas haciendo lo que corresponde y no te detengas para nada.—Ella miró hacia el frente, cambiando el tema radicalmente.—Al parecer estamos por llegar, iré a avisar a los demás.
Vi como le dio dos palmadas a mi espalda, alejándose de mi presencia.
Me dolía pensar que a pasar de todo, debía seguir con esto y posiblemente, dejar a mis compañeros morir.
¿Cuándo se acabará toda esta pesadilla?
El sol aparecía suavemente por sobre las colinas que estaban cerca de la ciudad, dándonos la aprobación de comenzar con la operación. El clima estaba totalmente despejado, notándose a la vez una ligera niebla que se levantaba sobre el suelo dado la humedad. Los caballos corrían pasando por las casas que estaban ligeramente deterioradas y otras completamente destruidas.
El volver aquí, hacía que pasaran demasiadas imágenes por mi cabeza, muchos recuerdos me inundaban en este momento, en el cual regresábamos a nuestra ciudad natal.
Nunca creí que seríamos capaces de volver, de recuperar lo que es nuestro.
—¡El sol ya está saliendo! ¡Tengan cuidado con los posibles titanes que puedan estar escondidos!—el comandante gritó para que gran parte de los soldados le oyera—¡Que empiece la operación de retorno a Shiganshina! ¡Todos, cambien al equipo EDM3D!
Con cuidado, me levante sobre mi caballo, activando mi equipo de maniobras anclándola por los techos de las casas hasta llegar al borde de la muralla y subir a la cima de este. Todos, hasta este momento, portaban las capuchas de sus respectivas capas, evitando dar a conocer alguna identidad. Esto nos daba la ventaja de que si Bertholdt o Reiner aun rondaban por acá, no se enteraran de la localización de Eren hasta que la puerta esté completamente sellada.
Llegamos a la cima de la muralla, observando todo el paisaje que el distrito nos ofrecía. Eren debía ir a la puerta exterior. Era lo primero que se debía hacer, sellar ese agujero.
Desperté de mis pensamientos, viendo nuevamente hacia el interior de las murallas. Lo que me causaba ruido de todo esto, que no había absolutamente ningún titan por los alrededores.
No habia movimiento.
No había titanes a la vista.
Era lo más extraño, ya que el sol había salido y lo más "normal" es que aquí estuviese repleto de los gigantes.
Todos esto era demasiado extraño, algo no andaba bien. Pero la misión debía continuar. No podíamos quedarnos sin hacer absolutamente nada.
Alguien se elevó por los aires, cayendo a una velocidad impresionante, siendo rodeado por una luz y un par de rayos cayendo del cielo. Se escuchó un estruendo, reconociendo al instante la figura del titan de Eren, siendo cubierto por el inolvidable cristal del que una vez estuvimos rodeados.
La puerta exterior había sido sellada en su totalidad. Alguien había bajado en auxilio de Eren, siendo probablemente Mikasa. Aún no se veía ningún tipo de enemigo o titan en el área lo que mis nervios empezaron a a aumentar.
Esto era malo sin duda. Alguien tuvo que intervenir y lo más seguro es que Reiner y Bertholdt estén planeando algo para atacar a Eren y a toda la legión. Se lograron ver las bengalas de color, dando la confirmación de que la puerta estaba sellada en su totalidad.
Eren lo logró. Mi pequeño Eren lo consiguió.
El jamás cree en sus capacidades y cada uno de nosotros le insistía en que debía creer en él y confiar mucho más en sus habilidades y poderes.
Sentía que no era hora de acercarme aún. Mi posición era junto a Eren y los demás, pero ante eventual aparición, sentía que todos se distraerían si me aparecía así como si nada ante ellos.
Vi que comenzaron a moverse rápidamente y lo más seguro es que a la puerta interior esta vez. Todavía era muy temprano para cantar victoria, si aun no sabíamos donde estaban los traidores, no podíamos retirarnos y dar por terminada esta misión.
Comencé a acelerar mi paso junto con el de los demás, quedando a una distancia prudente.
Solo espero que no se desate una tragedia de lo que más adelante nos tengamos que lamentar.
A lo lejos se logró ver como las bengalas daban la señal de que la puerta exterior ya estaba completamente sellada. Esto era un paso relevante para seguir adelante con el plan.
Ahora lo que seguía era cubrir la puerta interior que estaba a nuestros pies, bajo la muralla.
Lo más seguro es que todos ya se dieron cuenta, pero no hay nadie de quién estar al pendiente de luchar, es decir, no hay titanes cerca de los que debamos ocuparnos. En una situación normal, lo primero que debíamos hacer era deshacernos de aquellas criaturas antes de cerrar toda entrada o salida de Shiganshina.
Algo pasaba aquí. Algo que nos está preparando el enemigo del cual debemos estar muy atentos. En cualquier momento atacarán y eso es lo único que sabemos hasta el momento.
—Acabo de averiguar comandante—el rubio, acababa de subir el muro hasta donde me encontraba.
Nos notificó que habían restos de lo que parecía ser una fogata, llamando la atención del joven.
—¿Qué encontraste Arlert?—pregunté apenas llegó.
—Un equipo completo de campaña estaba disperso por el lugar. En el suelo habían varios elementos, entre ellos 3 tazas, las cuales contenían restos de un liquido parecido al té. Al parecer, habían más de dos personas sobre el muro y los restos de la fogata que encontramos—lo sabía. Ellos aun permanecían aquí.—además las tazas estaban frías.
—Algo aquí no cuadra. Usamos nuestros recursos e hicimos uso en su totalidad de los caballos y el equipo de maniobras para llegar hasta aquí lo más rápido posible. Ellos debieron por lo menos tener 2 minutos desde que fuimos vistos o escuchados en el bosque. Es imposible que un jarro se enfríe en menos de 2 minutos. Ellos debieron enterarse de alguna forma que nos estábamos acercando al distrito, teniendo el tiempo suficiente para prepararse.
—¿Quiere decir que tenían vigías además de las tres personas que había sobre la muralla? ¡Eso significa que hay más enemigos escondidos!
Vi la cara de espanto del menor al pronunciar mis palabras y al parecer estaba temblando. A pesar de ser un joven sin experiencia, era brillante y su mente nos ha salvado de varias situaciones. Le estaré eternamente agradecido.
—Debemos buscar la localización de ellos antes de que quieran atacarnos—me giré completamente hacia él—Armin, tu mente nos ha salvado de apuros una y otra vez. Ahora, necesitamos tus habilidades más que nunca—levante mi mano en una seña, llamando a un grupo de soldados para que se acercaran—toma a todos los hombres que sean necesarios para buscar cerca de la puerta interior.
Armin solo mostraba pánico en sus ojos y al parecer no reaccionaba. Le tomé el hombro, despertándolo de su transe, asintiendo lentamente a mi petición.
—Soldados, ahora están bajo el mando de Arlert. Busquen por todos lados y si ven algo inusual, notifíquenlo.
—¡Si señor!
Los demás seguían corriendo con dirección a la puerta interior, que quedaba a unos cuantos metros más.
Un bengala fue lanzada desde el costado de la muralla. Algo estaba pasando, pero a pesar de eso, el movimiento de los soldados seguía su curso dentro del muro. Le dije a Floch que me juntaría con él cuando estábamos partiendo.
Una bengala nuevamente fue lanzada, pero esta simbolizaba la "pausa" de esta operación. Debíamos agruparnos y esperar nuevas instrucciones. Vi que los demás avanzaron hasta llegar a un punto medio donde había más gente.
Esta vez era mi oportunidad para al sector donde el pelirrojo estaba. Si la misión estaba detenida, podría ir volver sin problemas.
Me lancé sobre el muro y me fui deslizando por este hasta llegar finalmente hasta el techo de una casa que quedaba frente a la muralla. Por sobre el conjunto de soldados que habían colgados, junto con las cuchillas de su equipo dándole golpes a la pared.
¿Qué están haciendo?
Es como si le dieran golpes al muro, algo así como cuando tocas la puerta antes de entrar a una habitación. ¿Por qué? ¿Qué están buscando? ¿No será que...
¿Están buscando a Reiner y a Bertholdt dentro del muro?
Esto me hizo recordar la vez que se combatió con la titan hembra en Sina y se logro avistar un titan dentro de los muros. Según esta lógica, ellos podían estar dentro.
Todo esto está comenzando a calzar. El que no hayan titanes y el que no aparezcan por ningún lado.
Sabia que Eren estaba seguro, así que partí cruzando el muro, cayendo por sobre el costado de la muralla, viendo como un grupo relativamente, cerca de la entrada grande junto con los caballos. Ahí debía estar Floch.
Llegue a mi destino, moviéndome por encima de los soldados, tratando de buscarlo ya que todos estaban con sus capuchas puestas y era una tarea mas complicada.
—¡_______!—me giré sobre mi eje, viendo como aquel joven agitaba sus manos para poder localizarlo. Me acerqué rápidamente, llegando a su lado.
—Floch... ¿Todo en orden por aquí?—dije un tanto agitada al trotar hasta llegar a este punto.
—Hasta el momento todo bien. No se ha presentado ningún problema.
—Eso es malo.—corregí.
—¿Por qué lo dices?—soltó confundido.
—No hay ningún titan cerca y tampoco han aparecido.
—Tiene razón...
—Debemos estar atentos, en cualquier momento pueden aparecer...—una luz y rayos cayendo por sobre el otro lado de la muralla me hizo detenerme y mirar en la dirección de la cual venía aquella luz.
Eren era imposible que se transformara, ya que estaba sobre el muro. Desde que deje ese lugar, lo más seguro es que hayan encontrado o más bien haya aparecido uno de los traidores.
El titan colosal haría mucho mas desastre al transformarte, así que por descarte, lo mas probable es que haya sido Reiner.
—¡¿Qué esta pasando?!—exclamó Floch asustado, ya que los caballos estaban inquietos.
—Esos cobardes salieron de su escondite—respondí, aun mirando hacia arriba.
Si Reiner aparecía, lo mas seguro es que Bertholdt también lo haría, destruyendo gran parte del lugar. Necesitaba saber que estaba pasando.
—Floch, quédate aquí y esperen instrucciones, yo iré a ver que esta....
Un temblor.
El movimiento del suelo se comenzó a elevar, haciendo que nos tambaleáramos y que los caballos nuevamente comenzaran a relinchar. El movimiento era tal que algunos soldados no podían mantenerse de pie.
Otra luz segadora se vio a nuestras espaldas pero a la lejanía de donde estábamos. Era como si una persona se convirtiera en titan en reiteradas ocasiones.
¿Qué carajos pasaba?
El temblor se detuvo, mientras que los demás intentaban calmar a los caballos.
—¡_________, espera!—sentí la voz de Floch llamarme, pero lo ignoré totalmente. Active mi equipo de maniobras hasta llegar al tejado de un inmueble, viendo la espantosa panorámica del momento.
Un titán cubierto de pelo, así como se había logrado ver en el castillo Utgard, en el cual estaban la gran parte de la tropa de cadetes 104 durante la noche tras la investigación de la supuesta brecha en la Muralla Rose, ese mismo día en el cual esos dos dieron a conocer su identidad.
El famoso Titan bestia.
Junto con él, una decena de titanes de distintos tamaños, que van desde los 3 hasta quizá los 10 metros.
Esto era el ataque del enemigo, estaban esperando el momento perfecto para hacerlo.
El titan mayor se estaba moviendo, realizando unos movimientos extraños. Al parecer tomó una gran roca estando listo para lanzarlo. Aquel pedazo de roca, fue lanzado sin piedad, dirigiéndose directamente donde estábamos. Si no lo esquivamos, podríamos morir aplastados.
Antes de que llegara tal objeto sobre nosotros, baje del techo y me posicioné tras la casa para evitar que cayera cualquier otro objeto sobre mi.
—¡Cuidado! ¡Cúbranse!—Fue lo único que logre gritar a todo pulmón cuando la roca cayo a unos metros de nosotros y de los equinos.
Pedazos de roca y de madera volaban por los aires cayendo unos trozos sobre todos los soldados, incluyendome. Cuando todo pasó, esperé que no haya otro ataque y me acerqué a Floch que estaba de cuclillas en el suelo, cubriendo su cabeza.
—¡Floch, ¿Estás bien?!—me agaché quedando a su altura. El levantó la mirada, mostrando terror en ella, pero a la vez mostraba preocupación.
—Yo... Yo estoy bien, pero usted...—apunto con su dedo índice mi frente.
Llevé mis manos a ella, pasándola por mi frente, viendo como corría un hilo de sangre sobre esta. Ni si quiera me había dado cuenta que me había lastimando, seguramente cuando cayeron los restos de roca y madera sobre nosotros.
Ante tal adrenalina, no me percate de eso.
—Se lastimó—susurró. El pelirrojo estaba como en una especie de shock, así que lo tomé por los hombros para que reaccionara.
—¡Floch!—lo moví para que me mirara—No pasa nada, estoy bien. Ahora debemos movernos de aquí lo más rápido posible. Debemos sacar a los caballos y llevarlos a aun lugar seguro.
Él solo asintió lentamente ante mi orden. Lo ayudé a ponerse de pie para comenzar a actuar.
Vi la roca que estaba cubriendo la entrada, evitando el paso de los caballos. Maldita sea, esa cosa tiene puntería y sabía exactamente donde caería.
Quieren acabar con nosotros, aquí y ahora.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro