『ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 52: "ʀᴇᴛᴏʀɴᴏ"』
—Genial, necesito que me ayudes con algo el día de mañana, pero esto queda entre nosotros.
—Siento que después de haberla empujado y botado, es lo mínimo que puedo hacer. Lo que usted me diga, yo lo haré. Puede confiar en mi.—respondió confiado.
—Espero creer en eso.
—No la defraudaré.—no quería que fuera de esta forma conmigo, así que le di la libertad de que me tuteara.
—No me trates de usted, solo dime ________.
—Me costará trabajo, pero lo intentaré—se sonrojó unos instantes.
—Muy bien Floch, esto es lo que tienes que hacer...
La partida de la legión sería esta tarde, ya que se planeaba avanzar hacia la muralla María durante la noche para evitar algún tipo de inconvenientes y evitar la demora en la ida, planeando llegar al amanecer y realizar la misión durante solo un día.
Ya era hora de partir, pero yo aún no me movía de mi habitación, sabía que Levi vendría a verificar de que no me moviera de aquí. Hange vino a visitarme y hablamos las cosas, pidiendo perdón, yo acepte sus disculpas quedando bien nuevamente, pero se retiró en un instante, ya que debía terminar algunos asuntos por petición de Erwin. Después de que Levi se fuera, daría inicio a mi plan.
Con respecto a Eren, Mikasa y Armin, fueron a los primeros que me acerque para hablar y despedirnos. No dejaban de abrazarme y consolarme de que pronto estaríamos juntos. Y así iba a ser.
Nos veríamos nuevamente en nuestro hogar.
Shiganshina.
Sentí unos golpes en la puerta, ya enterándome de quién era. Levi entro a mi habitación sin siquiera esperar alguna aprobación de mi parte. Yo estaba sentada en mi cama y apenas entró se acercó a mi para sentarse a mi lado. Ya estaba listo, vestía su uniforme, además de unas protecciones en sus codos, junto con parte del equipamiento para la nueva arma que Hange y algunos ingenieros lograron realizar, pero aún no traía su equipo de maniobras.
—¿Aún estás molesta conmigo?—habló mientras dirigí mi mirada hacia él, pero la bajé al instante, negando con mi cabeza.
—No, pude comprender por qué lo hiciste, pero me apena no poder estar con ustedes y con los muchachos. Puede pasarles cualquier cosa—y no estaba equivocada, estaba segura de que las bajas serían muchas y no quería perder a nadie.
Levi tomó mi mentón y levantó mi rostro para mirarlo nuevamente.
—No quiero que te angusties, haré lo posible por traer a todos con vida. No puedo permitir perder a las personas que más me importan.—nuestra distancia se acortó y Levi capturo mis labios en un beso.
Con suavidad, movía sus labios sobre los míos. No había prisa en sus movimientos, es como si quisiera recordar y sentir cada rincón de ellos. Nos separamos por falta de aire, viendo como sus labios estaban sutilmente rojos.
—Volveremos pronto—dijo sobre mis labios.
—Regresen a salvo—lo abracé y el aceptó, atrayendo mi cuerpo al de él.
Nos separamos y se levantó dándome una última mirada antes de salir de mi cuarto, regalándome una pequeña sonrisa de su parte, respondiendo de de la misma manera. Cuando por fin, quedé sola nuevamente, decidí que ya era hora.
«Levi, yo tampoco puedo permitir perder a las personas que más me importan»
Me puse de pie y comencé a prepararme para no retrasarme y partir sin dejar rastro y evitar que alguien me viera salir de mi habitación.
Me comencé a vestir con mi uniforme respectivo y esta vez tomé unas tijeras que tenía disponible. Decidí cortar mi cabello, dejándolo en una melena. Primero, para más comodidad; segundo y lo más importante, para no levantar sospecha. Puse solo mi arnés, ya que Floch tendría mi equipo completo. Finalmente coloqué mi capa, junto con la capucha, saliendo de mi habitación rápidamente. Miré por todos lados y no habían moros en la costa de los cuales debía preocuparme.
Seguí mi camino esquivando a varías personas, hasta que llegué a la parte trasera del lugar, encontrándome con Floch en el sitio acordado. Al verlo a simple vista, traía todo lo que necesitaba para ir. Mi uniforme estaría completo con las protecciones necesarias, así como las que tenia Levi y Hange, junto con el gas correspondiente al equipo de maniobras.
—No la reconocí. Creí que no vendría—dijo asustado, en tanto Floch me facilitaba las cosas.
—Nada iba a impedir a evitar venir. Gracias por traer todo.—dije terminando de acomodar el último detalle, quedando con el uniforme completo.
—No se preocupe, sabe que puede pedirme lo que sea.
—Gracias. Puedes retirarte, así no levantaras sospechas de que no estas en tu puesto.—asintió. Se giró para irse, pero se detuvo, acercándose a mí nuevamente.
—Ah, lo olvidé. Su caballo ya esta ensillado y aún está en el establo. Debe ir con cuidado, aún hay gente rondando por ahí.
—Lo más seguro es que quede junto a ustedes después de que logre ubicar a Eren y a los demás.
—La estaré esperando entonces.
Tomé aire y terminé de hablar—Gracias Floch, no olvidaré esto, lo prometo. Y te dije que no me trataras de usted—sonrió tímidamente.
—Es que no me puedo acostumbrar, pero lo intentaré... Cuídate mucho __________—soltó con notable sonrojo en sus mejillas. Asentí agradecida mientras veía como Floch se retiraba.
—Espero que todos regresemos a salvo—dije para mi misma.
Fui al establo a ver mi caballo y era el único que estaba allí, ya listo para partir. Espero que ni Levi ni Hange se hayan dado cuenta de esto. Pero ya no había marcha atrás.
Floch me informó que se juntarán en una caravana para subir la muralla y bajar a los caballos. Decidí salir en el último grupo y posicionarme en la parte de atrás para evitar ser vista, para después adelantarme y seguir en mi puesto. Después de todo, el plan lo conocía.
La noche ya estaba sobre nosotros, el miedo y los nervios eran más latentes que nunca. Lo único que iluminaba nuestro camino eran las linternas que se habían fabricado hace muy poco, siendo más eficientes que las antorchas.
Los galopes cesaron, ya que estábamos relativamente cerca de llegar, solo nos faltaba la caminata por el sendero propuesto sobre la montaña y ya estábamos de vuelta en Shiganshina.
Todos estábamos con las capuchas puestas, encontrándome con la dificultad de que mi ubicación fue modificada, ya que quise adelantar mi paso hasta llegar a un aproximado donde supuestamente estarían Eren, en el sentido de que desconocía quien estaba a mi alrededor. Pero a esta altura, ya estábamos demasiado lejos para que me mandaran de vuelta, debíamos seguir y acabar con esto.
Le dije a Floch que me reuniría con él, pero en plena oscuridad no podía moverme de mi lugar, hasta que por lo menos empezara a salir el sol.
No sabía en que sector y en qué grupo iba, ya que todos en ese momento me daban la espalda y no lograba ver con quién carajos estaba. La poca iluminación que tenía tampoco ayudaba en nada.
Todos estaban en absoluto silencio, sin mencionar palabra alguna, si que uno y otro murmullo, algo que no lograba escuchar con claridad.
Un ruido me hizo despertar de mis pensamientos al detenerme con brusquedad junto a mi caballo. Alguien que iba por delante de mi, hizo que el caballo tropezara gracias a la poca iluminación que le daba al equino al caminar por el bosque. El animal comenzó a relinchar generando ruido en unos pocos segundos.
Me detuve en seco, evitando cualquier contacto con cualquier persona, ya que no sabía qué o quienes estaban a mi alrededor.
—Oye, con cuidado. Mantén iluminado por donde caminas.—logré escuchar a lo lejos una voz gruesa que sonaba firme y algo molesta, haciéndome parecer bastante familiar.
Maldita sea, si era la persona que pensaba, mi tumba sería aquí mismo.
—Si, perdón—se disculpó el responsable del incidente.
Si Levi estaba cerca, lo más seguro es que los demás también. Apenas el conflicto pasó, empecé a adelantar mis pasos para quedar un tanto apartada.
A unos 3 metros a mi costado derecho, sentí como comenzaron a hablar.
—... Es que me siento mal, incluso se toma la molestia de hacer algo tan sencillo como llevar a mi caballo—comentó una voz masculina.
—Debes guardar toda la energía posible hasta que lleguemos allá—esta vez fue una chica la que habló.
—Claro, eso lo sé.
—Está bien Eren, solo tienes que descansar.
Quedé perpleja unos segundos. Giré mi cabeza levemente al escuchar el nombre del ojiverde y no había duda. Ellos también estaban aquí.
Al saber que los tenía tan cerca, me saqué un peso menos de encima. Agradecía que al menos tenía a Levi—y si es que era él—cerca, junto con su escuadrón.
Y si mi suposición era correcta, Hange también debería estar rondando cerca.
—¡No uses su nombre aquí estúpido! Puede haber enemigos en todos lados—al parecer fue la sutil voz de Jean, quién lo regaño.
—Tienes razón–dijo cubriendo su boca.
Al escuchar que Eren y los demás estaban aquí me dejaba un poco más tranquila. Después de unos minutos, comenzando a procesar todo lo que ocurriría más adelante en horas de la mañana, vino a mi mente un recuerdo de una conversación que Levi y yo tuvimos hace un tiempo y que ahora, cayó en mi mente.
Esto siendo mucho antes de que se me negara estar aquí. Al parecer, Levi había olvidado todo lo que hablamos, estando de acuerdo con Erwin ante esa decisión.
Mis pasos iban a un rumbo en especifico, con algo de miedo, pero decidida a poder dejar esto en claro de una vez por todas. Ya era bastante tarde, el silencio era tanto que llegaba a ser molesto y esto debido a las altas horas de la madrugada.
No podía dormir si no hacía esto hoy y ahora. Además, sabía que él estaba despierto.
Mis pensamientos rondaba los rostros de los 3 jóvenes que han estado conmigo desde hace ya varios años, todo lo que han pasado y todo lo que hemos vivido, sacándome una sonrisa, recordando tanto momentos hermosos como los difíciles. Pero el tema central, no solo los incluía a ellos, si no a otra persona en especial.
Llegué a mi destino y toqué dos veces esperando confirmación para entrar. No sentí ninguna voz, pero si unos pasos acercándose a la puerta.
Esperé a que la puerta fuese abierta y así fue. Aquellos ojos azul grisáceo se toparon con los míos, abriéndolos aún más al verme de pie frente a él.
—¿_________, qué haces aquí?—dijo en un tono de voz razonable, dado la hora. Yo jugué con mis dedos aún nerviosa.
—Yo... Quiero hablar contigo, ¿se puede?
—Claro, pasa—abrió la puerta en su totalidad y me se hizo a un costado para dejarme entrar y cerrar la puerta a su espalda.
Su oficina siempre está impecable, siendo agradable la estancia allí. Me quedé de pie esperando a que se acercara.
—¿No puedes dormir?—me preguntó de la nada.
—No.
Él hizo un gesto para que me sentara en el sillón que había ahí, junto a él y acepté. Vi que se acercó a su escritorio mientras yo miraba a mi alrededor cuando nuevamente estaba a mi lado.
Me acercó una taza en la cual tenía su té ya listo y calentito. Estiré mis manos aceptando el tierno gesto de su parte.
—Gracias—lo tomé con ambas manos sintiendo como el calor inundaba mis manos frías.
Levi tomó asiento junto a mi soltando un suspiro, como si estuviera cansado.
—¿Tienes mucho trabajo?—inicié la conversación para comenzar a plática que tenía en mente.
—Más o menos, es papeleo más que nada. Aprovechando el insomnio, lo más seguro es que lo termine en unas horas más.—apoyo su espalda en el respaldar del sillón.
—Deberías descansar más seguido Levi, puedes enfermar si no descansas lo suficiente—dejé la taza sobre la mesita que había frente a nosotros.
Vi que posó su mirada en mi, haciendo que también lo mirara.
—Lo mismo digo para ti. No me gusta verte en ese estado, de verdad me preocupas—sentí mis mejillas arder unos instantes bajando mi mirada a mis pies.
—Lo que menos quiero es que cargues con tanta preocupación por mi salud.
—Me preocuparé de todas formas, pero me sorprende verte aquí a esta hora. Dijiste que querías hablar conmigo, ¿Qué sucede? ¿Estás bien?
Lo miré unos segundos viendo la angustia en su rostro.
—Yo estoy bien, pero necesito hablar algo importante contigo.
—Te escucho—posó una de sus manos sobre la mía, acariciándola con su pulgar.
Nos quedamos así unos momentos, hasta que una de sus manos pasó a mi rostro acariciándolo suavemente y pasando un mechón de mi cabello por detrás de mi oreja.
Ante tal acción, me costaba pronunciar las palabras que quería que escuchara.
Levi al ver que no hablaba, acortó su distancia hacia mi y levantó mi rostro haciendo que lo mirara una vez más.
—Tiene que ver con Erwin, ¿verdad?—él me conoce bastante, mi comportamiento me defraudaba, así que solo asentí.
—Es en parte. Tiene que ver con el retorno a Shiganshina.
Ahora su semblante se torno serio. Relamió sus labios para comenzar a hablar.
—________, desde el día en que la operación se lleve a cabo, correremos mucho peligro, así que lo único que te pido, y espero que si hagas caso, es que te mantengas bien y a salvo. Por favor—tomó mi mano y besó suavemente los nudillos de ella, haciendo que mis mejillas se tornaran rosas por un instante.
—Lo haré, y es por esto a lo que vine a hablar contigo. Quiero que me prometas una cosa—él asintió rápidamente y a mi mente volvieron Eren, Armin y Mikasa. Me acomodé en mi puesto para comenzar a pronunciar palabra.—la muerte de cualquiera de nosotros puede estar a la vuelta de la esquina...
Él me miró sorprendido y me iba a interrumpir pero no se lo permití.
—_______, no quiero....
—Por favor Levi, solo déjame terminar.
El azabache solo asintió.
—Hay que ponernos en todos los escenarios posibles. En el caso de que yo tenga que sacrificar mi vida, lo haré y espero que respetes esa decisión y no quiero que por eso te desconcentres de tus objetivos en esta misión. Solo debes seguir. Sé que quieres cuidar a Erwin a toda costa, ya que él nos llevará a la victoria de la humanidad y lo sabes muy bien. Prométeme que si esta misión fracasa, te llevaras a los muchachos, sobre todo a Eren y a Erwin de aquí. Ellos son la clave de todo esto y no podemos permitir que mueran. Sabes lo lejos que hemos llegado gracias a ellos.
Levi se quedó estático unos segundo procesando todo lo que le dije y esperaba su aprobación.
—¿Has pensado qué será de mi si te pierdo?—su semblante se volvió triste, haciendo que pusiera mis manos sobre su rostro.—no me puedes pedir eso.
—Perdóname, por favor, pero sabes que no podía ser así. Puede pasar cualquier cosa y tienes conocimiento de aquello. Prometo ser cuidadosa y e intentar no morir, pero por favor, Prométemelo—suplique en voz baja.
—Si me haces prometer eso, prefiero mil veces que te quedes aquí.—debatió.
—Levi, por favor...
Sus ojos se cerraron unos segundos mostrando dolor en su rostro ante mi petición. Pero, era lo que debía hacer. Levi tenía altos niveles de poder sobrevivir y era el más apto para tomar el control de la situación si lo ameritaba. Las posibilidades eran muchas e inciertas, pero Erwin ha hecho demasiado para lograr todo esto.
Si, él me lastimó, pero esto era más relevante y más importante que cualquier otra cosa. Eren también debía sobrevivir. Ellos traerían la libertad que tanto hemos buscado.
Levi me tomó de la nuca y me dio un rápido, pero suave beso en mis labios. Se separó de mi, juntando nuestras frentes, manteniendo sus manos a los costados de mi rostro.
—Con el dolor de mi alma, lo prometo—afirmó dolido.
—Gracias—me atrajo hacia el y me abrazo fuertemente, como si no quisiera separarse de mi jamás.
—¡Titan a la izquierda!—mi recuerdo se vino interrumpido, por un grito masculino al ver al gigante sobre nosotros—¡Todos iluminen el área!
Todos los que poseían linternas apuntaron a la dirección correspondiente, iluminando al titan que se encontraba a unos cuantos metros de nosotros. Varios soldados se pusieron en guardia, en el caso de comenzar a pelear con el titan visto. De igual forma sacamos nuestras cuchillas listos para atacar, pero el gigante no se movía ningún centímetros, haciendo que bajáramos la guardia ante eventual situación.
—Está bien, al parecer está dormido. No parece ser de esos que se mueve por las noches. Dejémoslo ahí y avancemos—estaba segura esta vez. Era la voz de Hange.
Esta vez preferí alejarme de los demás, era lo mejor que podía hacer ahora, hasta por lo menos estar por sobre la muralla y sobre el distrito de Shiganshina.
—¿Será que ya estamos al pie de este lugar? Solo vamos en bajada.—pregunté insistente en saber nuestra localización.
El camino estaba algo difícil de atravesar, lo cual debíamos ir más lento para evitar accidentes.
—Al pasar la montaña estaremos allí—asentí siguiendo nuestro camino.
Faltaban un par de horas para que amaneciera y a pesar de que no lo demostraba, tenia una sensación muy extraña. Algo no andaba bien.
En mi cabeza no pasaba más que la preocupación de esto era como una especie de ruleta. Cualquier cosa podía pasar y todo es incierto.
Sentí que alguien tomó mi hombro, haciendo que girara mi cabeza para ver de quien se trataba.
—¿Alguna novedad por este sector?—Hange se posicionó a mi lado para dar reporte mientras avanzábamos.
—Todo va en orden, por lo menos aquí. Al parecer ya estamos relativamente cerca.
—Si, tu escuadrón no tiene problemas hasta el momento.
—Gracias Hange—respondí un poco desganado. Aún no entendía el por qué me sentía de esta manera.
Como si algo, dentro de mi me dijera que debía estar más atento que lo que ya estaba.
—¿Hay algún problema?—su rostro mostraba preocupación, pero intenté evadir el tema.
—No, no pasa nada.
—¿Hablaste con _________ antes de partir?—preguntó de la nada.
—Fue lo primero que hice antes de irnos.
—¿Qué te dijo?
—Que quería estar aquí, pero que a pesar de todo comprendía el por qué se le negó todo esto.
—Es bueno escuchar eso, a mi me dijo algo muy similar.
—Si, no sabes cuanto agradezco de que haya quedado. Si algo le hubiese pasado aquí, yo... —con solo imaginármelo, no era capaz de poder siquiera emitir palabra alguna—yo... Me muero junto con ella.
—Levi, no digas eso. Por lo menos ella está bien. Tal como Erwin y tú querían, a salvo.
—Me hizo prometerle una vez que si la misión fallaba, debía sacar a Erwin y a Eren de aquí, dejándola en Shiganshina sin importar si moría.
—En cierto modo, tiene razón. Nunca hablamos de eso, pero la posibilidad está. En caso extremo, deberías hacerlo.
—¿Y qué pasará contigo?
—Yo solo soy un soldado más Levi. Erwin y Eren son los que nos libraran de estas apestosas murallas.
—Lo lamento—miré hacia el frente, evitando cruzar mirada con Hange. Ella volvió a posicionar una mano sobre mi hombro, haciendo que me topara con su mirada nuevamente.
—No digas eso. Yo solo te pido que sigas haciendo lo que corresponde y no te detengas para nada.—Ella miró hacia el frente, cambiando el tema radicalmente.—Al parecer estamos por llegar, iré a avisar a los demás.
Vi como le dio dos palmadas a mi espalda, alejándose de mi presencia.
Me dolía pensar que a pasar de todo, debía seguir con esto y posiblemente, dejar a mis compañeros morir.
¿Cuándo se acabará toda esta pesadilla?
¡Hola a todos! ¿Cómo están? Espero que estén muy bien.
Este es el último capitulo que dejaré publicado hasta nuevo aviso, pero no se preocupen que pronto volveremos a las pistas╰(✿'⌣'✿)╯♡ Lo mas probable es que sea ya por la quincena de Diciembre, eso lo veré como este con temas de tiempo.
¿Qué creen que pase más adelante? Yo estoy muy ansiosa de poder seguir publicando capítulos, pero ya saben, faltan detalles y algunos por escribir.
Gracias y nos leemos muy pronto.(ノ◕ヮ◕)ノ*:・゚✧
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro