Capítulo 29: Esto no es un adiós
Finalmente, el tan esperado día de graduación había llegado. Cada estudiante portaba su mejor uniforme y el típico gorro de graduación. A mi lado se encontraban mis amigos; unos lucían ansiosos mientras que otros lloraban porque ya no se verían más. Posiblemente, yo hubiese estado en esas circunstancias y, de hecho, aunque me parezca ridículo, puede que al final también termine igual que ellos.
La ceremonia da inicio unos quince minutos después. Cada docente se pone en pie para entregar el diploma a cada uno de nosotros, mientras que los demás nos reciben con aplausos. Cuando es mi turno, avistó a mis padres en la mitad del salón, del otro lado se encuentra el padre de Mulán y la señora Jihyun, quien ahora es la prometida del señor Xhao Xingxu. Es curioso, pero sabíamos que al final ese par terminarían juntos.
―Jeon Jungkook, por haber sido un excelente estudiante y un representante del equipo de lacrosse, te otorgamos una mención de honor ―el coach me estrecha su mano y, seguido, me felicita en voz baja.
―Muchas gracias, coach ―hago un reverencia para él y pasó al frente para mostrar mis triunfos.
Las siguientes dos horas se distribuyen entre todos los graduados y videos-memorias de los momentos más importantes de nuestra etapa y de algunas cosas que dejaremos atrás. El rector de la escuela da su aburrido y largo discurso sobre la importancia de vivir nuestras etapas y de lo mucho que extrañaremos la escuela. Vale, lo admito, extrañaré la escuela más que nada. Supongo que, fue aquí donde pasé la mayor parte de mi infancia y conocí personas que, de alguna manera, marcaron mi vida.
Especialmente por el trío de chicos que caminan en dirección a mí. Mingyu fue incondicional, al mismo tiempo, era la voz de la razón y el más sensato del grupo. Taehyung era la parte positiva y emotiva del grupo; no admitiré que terminé creyendo en sus disparates del tarot, sin embargo, en algunas ocasiones lograba sacarme una sonrisa. Soohyun era la parte noble de nosotros y, de alguna manera, nuestra luz en el túnel oscuro. Jamás creí que ellos marcarían tanto mi vida. Estoy agradecido.
―¿A dónde iremos? ―pregunta Mínghào acercándose junto con Mulán y Hyori.
Al verlo tan animado, recuerdo que nunca le agradecí por sus consejos, que, aunque me parecían estúpidos, siempre me ayudaron. Hyori era una cómplice más en los juegos por hacerme ver la realidad de mis sentimientos y, finalmente, pero no menos importante, Zhao Mulán. Mi novia, mejor amiga y consejera. A diferencia de Soohyun, la castaña logró estabilizarme y me hizo ver la importancia de la amistad. Aprendí a valorar lo que tenía. Me hizo ver que no hay sentido en una vida donde todos huyen de ti porque eres prejuicioso y estúpido. A todos ellos, doy gracias por convertirme en la persona que soy hoy.
―¿Podemos ir a la casa de tu tío? La vez pasada la pasamos increíble ahí ―comenta Hyori, recargando su cuerpo en el hombro de Mingyu.
―Podemos pasar la noche ahí, organizar una fogata y poner algo de música ¿Ustedes que dicen? ―propuso Mulán, mirándonos a cada uno de nosotros.
―Será nuestra última reunión como grupo ―susurró Tae, haciéndonos mover algunos sentimientos que queríamos ocultar ―. Voto por la idea.
―También yo ―opiné, tomando la mano de mi novia ―. Deberíamos hacer de este día algo inolvidable.
Todos estuvieron de acuerdo. Quizás era el sentimiento lo que nos movía, pero no pudimos evitar aquel deseo de darnos un abrazo grupal. Entre tantas personas, el trío de idiotas de Dongmin, Myungjoon y Jinwoo, se pasearon frente a nosotros haciéndonos un saludo militar a la distancia. Mínghào, Taehyung y yo correspondimos ante aquello, dejando muy en claro que nos encontrábamos en tregua.
―No perdamos el tiempo y vayamos a buscar nuestras cosas porque nos espera un gran día ―agregó Taehyung.
Era tan extraño verlo tan animado después de que había terminado con Soohyun, sin embargo, ella actuaba muy natural sin dar a conocer sus emociones. Igual que siempre.
Un rato más tarde, mientras nos instalábamos en la casa del tío de Mínghào, encontré un sobre entre mis cosas. En la parte de atrás tenía la firma del susodicho, realmente no supe si debía reírme o enojarme por lo cursi que me parecía la situación. Levanté la vista y lo vi jugar con los chicos en el patio trasero de la casa. Rechisté con diversión y me acomodé en los escalones de la escalera que conducía a la segunda planta. Una de las primeras cosas que noté al abrir el sobre fueron algunas fotos, una de ellas fue nuestro último partido. Se trataba de una foto grupal con el equipo de lacrosse, otras de Tae, Mínghào y yo con el uniforme; más abajo, había varias fotos de momentos que viví con los chicos, otras donde sólo estábamos Mulan y yo, y una mía durmiendo con la boca abierta.
―Ah, idiota, la universidad te quedará chiquita para esconderte de mí ―murmuré para mí.
Reí en silencio y me dispuse a leer el contenido de su carta. ¿Un hombre enviándole una carta a otro hombre? Bah, que ridículo.
Carta de Mínghào el guapo para el idiota y para nada atractivo Jungkook
❝Sé lo que estás pensando... Un hombre enviándole una carta a otro hombre, que ridículo ¿No? Pero esto no es con el fin de enamorarte porque, para empezar, no eres mi tipo de chico y segundo ya sabes la situación con eso de nuestros signos. Jeje, bien, ahora si, importancia a lo importante.
Bah, ya olvidé lo que iba a decirte... ¡Hola! Eso es un buen inicio, perdón por el título de la carta y por algunas fotografías, pero supuse que te gustaría mantener esos recuerdos ahora que nos distanciaremos todos. Ya que mencioné el tema, partiré de ahí. Jeon, al principio fuimos un desastre, pero si hoy llegamos a esta tregua a la cual llamamos amistad, es todo gracias a mí. No me agradezcas, soy muy modesto ¿Lo ves? Bah, seguro te estás riendo de mí, pero lo cierto es que... Me recuerdas mucho a un Mínghào que conocí hace un tiempo.
Al principio me negué a aceptarlo y me daba miedo que mi historia se repitiera en ti. Perdí a una persona que era importante para mí y no quería que tú perdieras a tus amigos, mucho menos que te escondieras en la miseria y el dolor de la soledad. Créeme, no es bonito estar ahí y me arrepiento tanto por no haber ayudado a mi amigo del pasado. Jungkook, eres un idiota, pero te respeto como rival y te aprecio como amigo. Tuviste la suerte de conocer personas increíbles y tienes a tu lado a una chica maravillosa. Valora mucho eso.
Ah, viejo, una de las cosas que más me asustaba de irme a la universidad, era tener que irme solo. ¿Recuerdas esa noche que me preguntaste que para mí eran las cosas más fáciles? Realmente no es así ¿Sabes por qué? Porque muy aparte de mi familia, nadie más estará esperándome. Me asustaba el hecho de enfrentar una etapa yo solo y, aunque suene idiota de mi parte, me alegré cuando supe que tú también te irías a Stanford.
Tal vez te parezca ridículo, pero, sé que en ti, encontraré el camino de regreso a casa. Llevo una parte de mis amigos en ti. Veo mi antiguo yo en tu manera de actuar y me nace la necesidad de no dejarte solo nunca.
Te agradezco por cada cosa que de manera inconsciente que hiciste por mí. Fue difícil aceptar que Mulán te quería a ti, pero me alegré por los dos, lo sé, soy el mejor amigo del mundo jeje Pero, fuera de todo, me enseñaste a que, no siempre puedo obtener lo que quiero y aunque mis sentimientos por Mulán aún siguen vigentes, no arriesgaría a perder nuestra amistad por un tonto capricho.
Me despido escribiendo un completo y heterosexual te quiero, por favor, mantengámonos sanos en el futuro y tomemos el futuro en nuestras manos. Yo estaré para apoyarte cuando sientas que no puedes más y sé que tú estarás para mi cuando piense lo mismo❞
Una sonrisa se dibujaba en mi rostro, mis manos aun sostenían aquel papel con letra cursiva y sin faltas de ortografía. Bajé la mirada por un instante, sintiendo que, si él era capaz de expresar lo que sentía ¿Qué me lo impedía a mí?
―Hey, idiota, vamos a jugar voleibol ¿Te sumas? Aún tenemos un juego pendiente tú y yo ―Mínghào me lanzó la pelota, la cual pude atrapar rápidamente.
Me puse en pie y le lancé la pelota de vuelta. Mínghào no borraba esa sonrisa socarrona de su rostro; me acerqué a él y le extendí mi mano. Por un instante, me quedó mirando con desconcierto, sin embargo, accedió al apretón.
―Gracias por ofrecerme tu amistad. Gracias por lo que hiciste por Mulán y por mí, pero, sobre todo, gracias por ser ese molesto grano en el trasero que jamás permitió que mi vida tomara rumbos diferentes.
―Tienes una extraña manera de agradecer ―soltó una risa burlona ―. Pero, sigamos como hasta ahora, sé que llegaremos muy lejos.
―¡Oigan, princesas, dense prisa, luego se besan! ―espetó Mingyu a la distancia.
Mínghào y yo nos miramos con algo de gracia y, a la cuenta de tres, le sacamos el dedo medio al pelinegro, seguidamente, no vio venir nuestras intenciones, por lo que terminó cayendo al agua de manera abrupta. Hyori reía, Taehyung festejaba lo que habíamos hecho y Mulán y Soohyun nos regañaban a los dos.
De todas mis cosas favoritas, agradecía que ellos estuvieran entre mis mejores momentos de la vida.
Llegada la noche, mientras veíamos como la fogata empezaba a consumirse, tomé la mano de Mulán y la arrastré hasta otro lugar donde pudiéramos estar solos. Taehyung y Soohyun estaban cerca del agua, supongo que arreglaban sus términos y Hyori, Mingyu y Mínghào yacían dormidos en sus asientos.
―¿Sucede algo? ―pregunta con algo de curiosidad.
―¿Te he dicho que te quiero? Porque en verdad te quiero ―sus ojos se abrieron en grande, dilatando esas hermosas pupilas ―¿Te he dicho que eres hermosa? Porque en realidad eres la más hermosa del lugar. ¿Te he dicho que amo tus ojos? Porque en verdad los amo. ¿Te he dicho que me encanta todo de ti? Porque en verdad creo que eres perfecta.
Ver como sus ojos se llenaban de brillo y como sus manos se aferraban a su pecho, me indicaban que no esperaba eso de mi parte. No pude evitar sonreír y atraerla hasta mi pecho. Estaba bien si ella no me decía lo mismo porque, para mí, lo más importante era que ella tuviera claro mis sentimientos. Quería a Mulán completamente y sin restricción alguna.
―Kook, realmente me toma mucho por sorpresa ―suelta una risa nerviosa y acomoda sus mechones castaños detrás de su oreja ―. Tú eres importante para mí ¿Sabes? La mitad de mi corazón está en tus manos y aunque miles de kilómetros nos separen, mi corazón seguirá llamando tu nombre.
―Mulan, cuando sientas que las cosas no funcionarán házmelo saber. Buscaré la forma de que esto funcione, hallaré la manera de hacerte feliz, aunque no estemos juntos.
―Lo haremos juntos, Kook, no tienes que hacerlo solo ―sus manos acariciaron mi rostro ―. Te prometo que, sin importar lo que pase, aquí voy a estar esperándote siempre.
La atraje hacia mi pecho una vez más y rodeé su cuerpo con mis manos. Tal vez éramos jóvenes aun, inexpertos para nuestra edad, pero tan soñadores como un par de niños. Había encontrado una razón para ser una mejor persona, aprendí el verdadero significado de la amistad y conocí personas irremplazables. Vivir la mejor etapa de mi vida junto a ellos fue de las mejores cosas que pudo haberme pasado.
Ahora nos enfrentamos a un futuro incierto, con caminos desconocidos, sin embargo, sé que puedo acudir a ellos sin importar las distancias.
Tres semanas después, partimos de Corea, dejando nuestra vida en ellos y nuestra juventud en aquellas calles. Las lágrimas que derramamos mientras estábamos en el avión, tendrían su recompensa en el futuro y aseguraba que valía la pena, porque esto no era un adiós. Siempre regresaríamos al lugar donde encontramos la felicidad y nos reencontramos con las personas que consideramos nuestra familia por elección.
Fin.
Pueden creer que olvidé que debía subir los últimos dos capítulos JAJAJAJA
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