Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 28: Una difícil decisión

Sábado por la noche. Mi cabeza daba vueltas y más vueltas con respecto al mismo tema. Lanzaba una pequeña pelota y la atrapaba con una sola mano. Solté un suspiro y me removí en mismo puesto, ya llevaba rato en la misma posición y lo que más rondaba mi cabeza, era el hecho de que tenía que hablar con Mulán y contarle sobre mi elección. Dentro de lo más profundo de mi interior, existía el miedo de que ella reaccionara igual que Taehyung y nuestra reciente relación se viera afectada por algo que hace parte de nuestro futuro.

Me pongo en pie y me acerco a la ventana, notando las pequeñas estrellas que alcanzó a percibir desde la distancia. Puedo notar que no es tan tarde, incluso me atrevo a afirmar que recién van siendo las siete de la noche. La pantalla de mi teléfono se ilumina, anunciándome la llegada de un mensaje. Me alejo de la ventana y tomó el aparato, encontrándome con un mensaje de Mínghào.

«¿Recuerdas esa lata de cerveza que prometí darte? Tengo una más, por si quieres salir de tu casa y acompañarme en la acera»

«Pdta: Estoy afuera de tu casa»

Negué con diversión, apagando la pantalla de mi móvil y buscando una camisa un poco más abrigada, ya que, pese a que el invierno aún tardaba un poco, las noches solían ser algo inquietantes. Mis padres se encontraban conversando algo en la sala y mi hermana Hanna dormía en las piernas de mi madre.

―¿Saldrás? ―pregunta en cuanto me ve.

―Un amigo me está esperando afuera ―respondí con simpleza ―. ¿Ustedes ya van a dormir o algo?

―En un rato ―responde mamá ―. Diviértete con tu amigo.

Asentí, pasando de largo, metiendo una de mis manos en los bolsillos, mientras que, con la otra, abría la puerta para poder salir. La brisa fría de la noche me golpeó desordenando mi cabello al instante, pero muy poco me importó. Mínghào me lanzó la lata de cerveza sin siquiera avisarme de que lo haría. Bah, imbécil.

―¿Qué quieres? ―preguntó, abriendo la lata.

―Hola, Jungkook, yo también estoy bien, y vine a ver tu fea cara porque me encanta verte todo el tiempo ―ríe de manera irónica y sarcástica.

―No eres mi tipo, pero resaltó tu buen gusto ―me acerco a él, sorbiendo de la lata.

―Ah, Taehyung diría que virgo y escorpio realmente no son compatibles, supongo que por eso nos llevábamos mal al principio ―Mínghào se deja caer en la acera ―. Sigues siendo un maldito presumido.

―Y tú me sigues rompiendo las pelotas cada que puedes ―imito su acción, dejándome caer junto a él ―. Todos somos algo, idiota.

Mínghào deja un golpe para nada amistoso en mi brazo, haciéndome quejar al instante. Lo escucho reír y negar, sin embargo, a los segundos se queda en completo silencio. Supongo que, al igual que yo, también tiene cosas en las que debe pensar. No distingo entre melancolía o tristeza lo que cubre su mirada, pero de lo que estoy seguro, es de que su visita no fue por casualidad.

―¿Has hablado con Mulán? ―pregunta, arrojando la lata vacía a un tacho de basura.

Tardó algunos minutos en responder, lo cual le da tiempo a él para pensar en que ni siquiera he hecho el más mínimo intento por contarle de mi decisión.

―No he podido hacerlo ―suelto un suspiro y juego con la lata ―. Para ti es fácil, no tienes que dejar a nadie.

―¿Qué hay de mi familia? ―levanta sus cejas y me mira con suspicacia ―Escucha, sé a lo que le temes, pero... ustedes esperaron tanto por estar juntos ¿Por qué tendrían que terminar simplemente porque quieren cumplir sus sueños? En mi opinión, eso sería algo completamente egoísta, Jeon.

―Lo sé, pero es justamente porque esperamos tanto que me asusta hablarle de mi decisión ―hablé, sintiéndome frustrado ―. No llevamos tanto tiempo y ya tendremos que separarnos.

Bajé la cabeza teniendo miles de pensamientos sobre cómo hablaría con ella, y tuve otros más al imaginar cómo reaccionaría ante mi decisión. Para ser honesto, ninguno de los escenarios que imaginaba eran gratos para ambos. Mínghào pasa su brazo por mis hombros y ríe divertido. Es algo extraño, sin embargo, no le digo nada.

―Jeon, que los separen miles de kilómetros, no impide que sigan queriéndose ¿Sabes? ―movió sus hombros con simpleza ―. Mulán muy bien pudo quedarse conmigo, o sea, no es por nada, pero soy mil veces más guapo que tú.

―Al punto, idiota ―lo miré con molestia, pues su comentario había sido innecesario.

―Vale, amargado ―soltó otra risa ―. El punto es que, Mulán sólo te verá a ti, no importa si te vas a la luna o al fondo del océano. Mulán tiene un claro cartel en su corazón que grita: «Me gusta Jungkook» a los cuatro vientos. No puedes adelantarte a nada que no ha ocurrido. Habla con ella, estoy seguro que te entenderá.

―¿Tú crees?

―¿Cuándo te he fallado? ―guiñó su ojo de manera coqueta, lo cual sólo provocó que le diera un golpe y me alejara rápidamente de ese idiota ―Ah, que eres tímido. Vale, lo tengo claro, no más coqueteos para ti.

Fuck you ―le saqué mi dedo medio.

Love you.

Y a pesar de todo eso, agradecía que él me dijera todo eso; supongo que era lo que necesitaba para animarme a hablar con ella. Me acerqué a la entrada de mi casa y, mostrándole, mi dedo miedo a Mínghào por segunda vez, me despedí de él. En la mañana buscaría a Mulán y hablaría con ella.

Las clases de estas últimas semanas estaban siendo muy tranquilas, especialmente para los de último año. Supongo que, al estar cerca de la graduación, lo que más importaba, era tener todo listo. En cierto punto, me gusta la idea de iniciar una nueva etapa en mi vida; la universidad era otro mundo y la posibilidad de estudiar lo que quería, era lo que más me mantenía animada.

No obstante, soy consciente de que algunas cosas no siempre resultan como se esperan. Entre nosotros manteníamos la posibilidad de que todos nos mantuviéramos juntos, sin embargo, el futuro nos tenía preparadas muchas sorpresas. Mínghào se iría a Stanford junto con Soohyun y aunque Jungkook aun no lo mencionara, sabía que él también tenía planeado irse.

―Hey ¿Todo bien? ―Mingyu toma asiento frente a mí.

―Eso parece ―trato de darle una sonrisa, sin embargo, en lugar de eso, sale una muy fea mueca ―. ¿Dónde está Hyori?

―Dijo que estaría buscando a Taehyung para que hablara son Soohyun ―levantó sus hombros con relajo y de su mochila sacó un manga de anime ―. ¿Qué te preocupa?

Suelto un suspiro y dejo caer mi mejilla sobre la palma de mi mano. Algunos mechones de mi cabellera van a dar hasta mi rostro, pero con rapidez los apartó y los acomodo detrás de mi oreja.

―Mingyu, ¿Cómo reaccionarías si supieras que Hyori planea irse, pero no te lo ha dicho? ―el pelinegro levanta ambas cejas y frunce sus labios.

Mantiene una expresión interrogante en su rostro, aun así, puedo darme cuenta de que está buscando una respuesta bastante sensata para mí.

―Supongo que... me enojaría al principio, porque es algo realmente natural ―levanta los hombros con relajo ―. Pero creo que después la entendería y lo hablaría con ella. Lo más probable, es que ella no supiera cómo decírmelo.

―¿Tú crees? ―pregunto, abultando mis labios.

―Es lo más probable, pero conociendo a Hyori como lo hago, ya me lo habría hecho saber, no con sus palabras, pero sí con sus acciones. Ella no es muy buena ocultando sus sentimientos.

Mingyu tenía razón. Tal vez Jungkook no ha encontrado el momento adecuado para decirme; quizás, estoy haciendo las cosas complicadas para él, así que seré yo quien lo busque y le diga que no tiene que preocuparse por nada. Me despido de Mingyu y le agradezco por sus palabras, aun cuando él se me queda viendo con misticismo. Recorro los pasillos con apresuró, buscando encontrarme con él por simple casualidad.

Revisó en el salón de química, pues hace un rato me dijo que estaría ahí, sin embargo, no lo encuentro. Lo más lógico es que se encuentre en los vestidores, por lo que me dirijo allí. Atravieso la puerta, encontrándome con algunos chicos semidesnudos que sólo me miran con pena y burla. Niego repetidas veces y salgo de ahí, tratando de borrar esas imágenes inapropiadas de mi cabeza. Me detengo a la mitad del pasillo, retomando la respiración y preguntándome en dónde podría encontrarlo.

Después de algunos segundos, finalmente se me ocurre un lugar: el campo de lacrosse. Me apresuro en llegar hasta allá y, justamente, lo veo ahí jugando con Taehyung y Mínghào.

―¡Mulán! ―saluda Mínghào, moviendo su mano de manera animada.

Levantó la mano y seguidamente la bajo, apoyándola sobre mis rodillas para recuperar la respiración. Pareciese que corrí una maratón y ahora no puedo recuperar el aliento.

―¡Agua, agua, Mínghào idiota! ¡¡La perdemos!! ―escucho la voz de Taehyung alertando al pelinegro.

Jungkook se acerca y me acerca hasta él, desordena mi cabello y seca mi sudor con sus manos para, seguidamente, dejar un beso en mi frente. Escucho algunos quejidos por parte de los otros dos, sin embargo, luego de aquello, se apartan a una distancia un poco considerable, dándonos privacidad a Jungkook y a mí.

―¿Estás bien? ―me pasa una botella con agua ―Luces en verdad cansada.

―E-es po-porque corrí mucho ―doy sorbos largos a la botella ―. Tengo que hablar contigo de algo importante.

Lo veo alzar las cejas, parece que lo he tomado desprevenido y me gusta, porque siento que puedo decirle todo sin que se lo espere.

―Yo también tengo que hablar contigo de algo ―baja la mirada y toma mis manos.

―Escúchame antes, luego me dices lo que quieras ―ladea su cabeza, sin embargo, eso me da pase para dejar un beso en sus labios y convencerlo para que me escuche. Levanta sus comisuras y ahora es él quien me devuelve el beso ―. Sé que te irás a Stanford, y no, no me lo dijo nadie, pero sé como debes de sentirte al pensar en que eso causará problemas en nuestra relación.

―Mulán...

―Yo estaría encantada si te quedaras, pero estaría pensando solamente en mí. Antes de conocerme, sé que tenías el sueño de irte a la universidad de Stanford ¿Y sabes qué? Tienes mi apoyo incondicional. No tenemos por qué terminar. Podemos intentarlo, no será sencillo, pero al menos deberíamos intentarlo ¿No crees?

Esperé alguna reacción de su parte; quizás una sonrisa o un par de palabras que consolidaran mi discurso, sin embargo, lo que recibí o mejor dicho lo que sentí, fueron sus brazos rodear mi cintura y su cuerpo juntándose con el mío. Una sonrisa tímida se escuchó de él y de inmediato supe que había alivianado su carga, pues sus hombros se relajaron y su respiración ya era más tranquila.

―Gracias ―murmuró ―. Gracias por comprenderlo, Mulán. Realmente me sentía asustado de que termináramos igual que Tae y Soohyun.

―No podemos terminar algo a lo que no le hemos dado oportunidad de intentar ¿No lo crees?

Asintió levantando las comisuras de sus labios.

―Te quiero, Mulán.

Y cuando estuve a punto de decirle que sentía lo mismo, mis labios son callados por los suyos. ¿Quién era yo para negarme? Correspondí a su beso, dejándome envolver por sus brazos, sintiendo los latidos de su corazón. Ahora sabía que estaríamos bien. 

6/8 

Ya sé que es noche para andar publicando, pero estoy a nada de concluir con esta grandiosa adaptación, so...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro