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Capítulo 13: No ha pasado nada

Me gustaría decir que logré algo al mencionar que sentía curiosidad por saber si era compatible con Kook. Supongo que mi comentario lo dejó muy en claro, ya que, después de regresar de la casa campo, no me ha vuelto a dirigir la palabra. Tal vez solo éramos un premio de consolación para él y ahora que tiene a sus amigos de vuelta, no nos necesita más. Creo que no debí esperar mucho de él, aun así, mis ilusiones aumentaban cada vez que él estaba cerca o incluso cuando sólo me daba una mirada.

Sé que nunca debí aferrarme a los pocos gestos que tenía conmigo, sin embargo, todo se desbordó esa noche cerca del lago, donde una mísera pregunta me dejó mucho en que pensar. Me dejé llevar y simplemente dije algo que probablemente lo asustó.

Suelto un suspiro pesado y dejo que mi cabeza repose en el pupitre, mis brazos cuelgan a un lado de mi cuerpo y mis ojos se enfocan en la desgastada pintura que le da color a las paredes. Suelto otro suspiro pesado y cierro los ojos por unos minutos. Los exámenes acabaron la semana pasada y ahora sólo queda la semana cultural de la escuela; hasta ahora han mencionado lo de elegir a la reina de curso. Algunos me dijeron que yo sería una gran opción, pero realmente no creo que yo sea la candidata indicada. HyoRi es más apta, e incluso SooHyun, pero ella estará a cargo del comité musical y TaeHyung junto con JungKook serán parte de los eventos deportivos, más a aparte que tendrán un partido justo esa misma noche. MinGyu estará en el comité que promueve la lectura, así que lo más probable es que me una a él, más a aparte de que me lo había propuesto.

―Hola, bonita ¿Qué te sucede? ―mis ojos se abren en el momento en que MíngHào abre la boca ―¿Está todo bien?

―Si ―tomo la compostura y cambio mi semblante negativo por uno un poco más sonriente. ―¿Ya sabes a qué comité te unirás?

―Soy el capitán del equipo de lacrosse, es obvio que lideró el comité de deportes ―reluce una sonrisa divertida, misma que me levanta los ánimos y me obliga a olvidarme de tonterías ―. Vamos, HyoRi y MinGyu están discutiendo porque quieren el mismo sitio para el comité.

MíngHào ni siquiera espera a que le dé una respuesta; toma mi mano con suma ligereza, me pone en pie y me arrastra por los pasillos de la escuela. Noto que afuera todo es un alboroto; papeles vuelan de un lado a otro, los estudiantes se reúnen en grupos, otros improvisan y otros simplemente se nos acercan para pedirnos que hagamos parte de su comité. Cerca del campo de lacrosse avistó a HyoRi, no logro escuchar lo que trata de decirle a MinGyu, sin embargo, es muy evidente que tarde o temprano le acabaran saliendo humo por las orejas. MinGyu, por su parte, sólo la mira con un gesto que indica lo cansado que está por discutir con la peliplata.

―¿Te unirás al comité de HyoRi? ―pregunta.

―Me iré con MinGyu, me mostró una lista de libros interesantes que puedo leer durante las vacaciones.

El chico asiente y aparta la mirada de mí para enfocarse en el grupo de chicos que comienza a reunirse cerca del centro del campo.

―Mulan, debo ir con ellos ¿Estarás bien tú sola?

―Si, claro, no te preocupes ―asiento con una medio sonrisa pintada en los labios.

―¡Prometo recompensártelo! ―besa mis manos y sale disparado hacia el grupo de chicos.

Levantó las comisuras de mis labios y suelto un suspiro más. Hecho mi cabeza hacia adelante y avanzó en la dirección contraria, perdiendo de vista a HyoRi y a MinGyu, así mismo, MíngHào comienza a hacerse lejano.

Me doy la oportunidad de observar la mayoría de los stand que han puesto los chicos de los otros cursos. Algunos son muy llamativos, otros muy científicos y otros son un poco simples. Terminó en frente de un puesto que me causa un poco de gracia, especialmente por el lema y la decoración. En primera instancia creí que TaeHyung haría parte de este comité, sin embargo, fue uno de los primeros en unirse al de deportes. Una chica vestida de médium se acerca sosteniendo una especie de bola de cristal, pasa su mano alrededor de esta y me sonríe con curiosidad.

―¿Necesitas que te adivine el futuro? ―se deja caer en el tablón de su stand y me enseña un par de cartas ―. Soy muy buena.

―No, realmente no estoy interesada en esas cosas, gracias ―hago una reverencia para la chica.

―¿Te asusta la respuesta? ―mi cuerpo se tensa, no doy para verla al rostro y lo único que se me ocurre es caminar lejos de ella, pero vuelve a hablar ―. Jamás lo sabrás si no lo intentas, linda.

Me detengo y la miró por unos cortos segundos, ella sonríe con tanta inocencia que incluso me da miedo. Mis manos sudan y mis piernas comienzan a temblar. Sacudo mi cabeza y me hecho a andar en la misma dirección sin detenerme a mirar con quien me tropiezo. Mis lentes van a dar a un lado y yo caigo por otro lado. Iba tan sumida en mi cabeza que olvidé que mi estatura no es muy favorable a la vista de los más altos. Su mano se extiende a mi altura y me ayuda a poner en pie, seguido, me hace entrega de mis lentes, los cuales ahora tiene uno de sus vidrios ópticos rotos. Genial.

―Bonitos ojos.

Cerca de las tres de la tarde, dejo mi stick y mi equipo cerca de los vestidores. No jugaremos, sino, hasta llegada las siete de la noche. Tae se encuentra más nervioso que de costumbre, sin embargo, SooHyun hace todo lo posible por calmarlo. Verlos así de juntos sólo me hace pensar en que he evitado a Mulán en todo el día y, es que, realmente no sé cómo lidiar con sus palabras ¿Fue acaso una confesión? No, imposible.

Pero de todas formas no debería pensármelo tanto. Fue una tonta pregunta sin sentido, no por aquello voy a determinar que algo está pasando entre nosotros. No hemos cruzado muchas palabras y la mayor parte del tiempo está cerca de MíngHào. Es más fácil que termine gustando de ese idiota que de mí, no porque me esté infravalorando, sino, porque yo aun no sé qué es lo que pasa conmigo. Es decir, hace apenas unos meses que apareció y no podía verla porque me sacaba de quicio, y ahora necesito verla para al menos estar tranquilo. Es una estupidez y desconozco el momento en que esto comenzó a pasar.

―¿Qué hay? ―MíngHào atraviesa los vestidores con más ánimo de lo habitual.

Le hago un asentimiento de cabeza, mismo que él corresponde. Hemos decidido llevarnos bien mientras tengamos un partido importante. Somos jóvenes maduros, bueno, yo más que él. Se acomoda a un lado de mí y se retira su blazer de color negro. Bajo este, lleva una polera de color blanco, junto con unos jeans ajustados y zapatillas deportivas.

―Oye ¿Has visto a Mulán? ―habla una vez más ―. Fui a buscarla a su casa, pero JiHyun me dijo que había salido con alguien, pregunté si se trataba de HyoRi, pero dijo que había sido un muchacho. Creí que hablaba de ti.

―No, no nos hemos visto desde la mañana.

Entrelazo mis dedos y los dejo reposar sobre mis rodillas. MíngHào se me queda viendo, de seguro piensa que algo ha pasado entre nosotros, pero ese es el punto. Entendería que mi conducta fuera así, de haber pasado algo con la castaña, pero ni siquiera hubo una aproximación de nada.

―¿Qué ocurre?

―Nada.

―Le gusta Mulán y no sabe cómo admitirlo porque es un idiota, eso es lo que pasa ―levantó la vista solamente para acribillar a TaeHyung por su reciente intromisión ―. Alguien debía decirle, Jeon.

MíngHào comienza a reír, pero al ver de que mi rostro se mantiene exactamente igual que al principio, deja de hacerlo y toma su semblante inicial. Patético. Intenta decir algo, pero prefiero ponerme en pie y salir a tomar un poco de aire. Afuera el ambiente es un poco más alegórico, los stand ofrecen muchos bocadillos y la música comienza a retumbar por los alrededores. Por un lado puedo ver al coach intentando seducir a la psicóloga, pero esta sólo pasa de él y se junta con el grupo de maestros.

―¿Nervioso? ―pregunta MinGyu, posicionándose a un lado de mí.

―Sabes que no ―levantó las comisuras de mis labios.

Unos minutos silenciosos nos acompañan, nuestras miradas se concentran en todas las personas que caminan de un lado a otro mientras ríen o van acompañadas por alguien que quizás no pertenece a nuestra escuela.

―¿Quién es él? ―pregunta MinGyu, rompiendo el cómodo silencio de antes.

―¿Quién es quién?

Mi mirada busca aquello que captó la mirada de mi amigo y, antes de que él dijera algo, yo había dado con el objetivo. Llevaba puesto una falda beige hasta la mitad de los muslos, ajustada con un cinturón negro en la cintura. Una camiseta básica de color blanco y un blazer del mismo color de su falda. Todo su atuendo iba a juego con unas espectaculares botas militares de color blanco. A su lado venía un tipo que probablemente pertenecía al equipo de fútbol americano, su rostro se me hace muy conocido, sin embargo, no sé de quién se trata.

―¿Desde cuando se conocen? ―pregunta una vez más ―Lucen muy amistosos.

―No tengo ni la menor idea ―aprieto mis labios, sin apartar la mirada de ellos ―. ¿Sabes como se llama?

―Lee DongMin, diecisiete años, de signo aries, y va en nuestro mismo grado, pero en otro salón, obviamente. Capitán del equipo de fútbol americano, es todo un galán el condenado.

Miro a TaeHyung, quien acaba de posicionarse aún lado de MinGyu junto con SooHyun y MíngHào, quien al igual que yo, no sabe qué decir o pensar con respecto a ese tal Lee DongMin, sin embargo, una risa divertida se escapa de su garganta y se acerca para rodearme los hombros.

―Si no te apuras, alguien más te arrebatará algo más y esta vez no seré yo, Jeon. 



Hola y adiós :)

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