Capítulo 12: Bajo las estrellas
La primera noche en la casa campo del tío de MíngHào estuvo realmente pacífica. Esperaba al menos un par de chistes en doble sentido, cervezas, música y uno que otro secreto oscuro por parte de los demás, sin embargo, obtuve todo lo contrario.
Tuve que reconocer que me sorprendió en demasía ver a MíngHào tocando una guitarra y cantando. No sabía que tenía habilidad para la música o, en su defecto, que cantara bien. Fue muy relajado, tanto así, que sentí que su voz fue un tanto relajante. Nos fuimos a dormir realmente temprano y aunque al principio me pareció una locura, terminé compartiendo tienda con Tae. No fue tan incómodo como esperé, ya que, de por sí, había estado bromeando con lo del abrazo de SooHyun. Me alegra mucho que ahora estemos mejor y que pueda tener una conversación con un poco más de palabras. En horas de la mañana, atravieso la puerta trasera y me voy rumbo a la cocina por un vaso con agua; ahí, justo me encuentro con Mulán y MíngHào, quienes parecen estar compartiendo un par de secretos.
―Buen día ―pronuncio cuando estoy lo suficientemente cerca.
―Buen día ¿Cómo dormiste? ―pregunta la castaña, sirviendo un vaso extra de jugo de manzana ―. Toma.
―Gracias ―murmuro ―. Y dormí bien, Tae no se siente, tampoco hace ruidos ―los otros dos asienten ―. ¿Qué tal ustedes?
―Bueno, las chicas estuvieron muy conversadoras, entramos en confianza y le hicimos un interrogatorio a SooHyun por su relación con TaeHyung ―la castaña elevó sus comisuras con algo de diversión.
―¿Por qué no me sorprende? ―negó el pelinegro ―Con MinGyu no hubo mucho para contar, sólo sus tontas historias de terror que me provocaron pesadillas ―llevó su mano hasta su frente ―. ¡Tuve que mear en una botella!
―No era necesario que nos contaras esa parte de la historia, de verdad ―negó la única chica presente.
Luego de eso, los demás aparecieron por la puerta trasera. HyoRi corrió a servirse un vaso de jugo, mientras que SooHyun nos saludaba desde la distancia, ya que, quería ir a tomar un baño. Tae y MinGyu, por su puesto, que comenzaron a preguntar por el desayuno y sobre las actividades del día.
Para sorpresa de todos, Mulán se ofreció a preparar algo rápido; SooHyun dijo que ayudaría y aunque no me gusta involucrarme con cosas de comida, acabé preparando la masa para los panqueques. Mulán propuso un desayuno estilo Chino, a lo que SooHyun sugirió que fuera una combinación de lo Chino y lo tradicional de Corea.
Luego de desayunar, los chicos se encargaron de limpiar los platos y arreglar la cocina. Fuimos al supermercado para comprar un par de cosas que necesitaríamos. HyoRi se encargó de hacer una lista de todo lo que debíamos buscar y, en grupos, nos repartió los quehaceres. Con Mulán, debíamos buscar la sección de carnes frías y comprar todo tipo de embutidos. Ella no se mostró muy a gusto y terminó confesándome que las carnes frías no son algo de su gusto. Luego de eso, pasamos por la sección de dulces, a lo que ella se enfocó en escoger una caja de galletas de mantequilla y una barra de chocolate Hershey's, también escogió una para mí, pero en lugar de ser chocolate negro, fue una barra de color blanco. Nos encontramos con los demás en frente de la caja registradora, cada uno llevaba un carrito con cosas diferentes.
―Mulán ¿Te gustan las fresas? ―preguntó MíngHào, a lo que la castaña asintió ―¡Genial! Compré unas cuantas para ti.
―Gracias, Hào.
El pelinegro la observó con detenimiento, formando una vez más ese extraño ambiente que sólo ellos saben crear, haciendo que todo lo demás a su alrededor, desapareciera. El carraspeo de HyoRi nos trajo a todos de vuelta a la realidad y digo todos porque incluso yo, terminé perdido entre mis miles de pensamientos.
En horas de la tarde, luego de almorzar, los chicos propusieron ir al lago a bañarnos; por supuesto nadie se negó y aunque MinGyu renegara de la idea, fue uno de los primeros en llevar a MíngHào hasta la orilla. Me preguntaba en qué momento se habían hecho tan cercanos, porque, en lo que yo recuerdo, nunca estuvieron cerca de dirigirse la palabra. Supongo que todo ocurrió cuando decidieron incluirlos en este dichoso viaje.
―¡Ven con nosotros, JungKook! ―gritó Tae, levantando la mano desde la distancia.
En el momento quise negarme, pero terminé siendo arrastrado por MinGyu y MíngHào, quienes tomaron mis piernas y brazos para luego tumbarme en el agua.
―¡Son unos hijos de-
―No, no, no, sin groserías, cabrón ―el más alto levantó su mano en frente de mí y se hizo el indignado ―¡Mulán, iré por ti!
Las piernas de MíngHào terminaron moviéndose muy rápido y antes de lo que esperaba, Mulán terminó igual de empapada que nosotros. HyoRi amenazaba a MinGyu con lanzarle una silla si llegaba a acercarse a ella, sin embargo, por más que quiso infundirle miedo, terminó como todos nosotros. SooHyun si lo hizo por voluntad propia.
Extrañamente, no podía apartar la mirada de MíngHào y Mulán, ya que, parecían estarse divirtiendo mucho. Daban la impresión de una pareja en un momento romántico que sólo disfrutaban ellos. No entendía por qué me molestaba tanto la idea de que estuvieran tan juntos y comportándose de la manera en la que lo hacían.
A pesar de que la temperatura no era la más agradable, todos parecían estar divirtiéndose mucho. Terminé empapado por el gran chapuzón que me dieron los inútiles aquellos, sin embargo yo parecía ser el único al que no le bajaba la temperatura y podía imaginar que en cada minuto que pasaba comenzaba a aumentar rápidamente hasta lograr los 55° y si no me relajaba y subía a los 60°, mi cuerpo sufriría hipertermia en pocos minutos.
―¡Kook, ven con nosotros! ―gritó Tae una vez más desde la orilla.
Mis piernas no se movieron un centímetro, ya que, mis ojos se encontraban fijos en una escena un tanto "incomoda" para mi. Mulán y MíngHào se encontraban un poco alejados de los demás, salpicándose agua como una pareja de novios en su primer viaje juntos. Diría que es normal, pero al ver cómo MíngHào rodea la cintura de la castaña, doy por hecho que no lo es. Los demás ni siquiera se dan cuenta y yo soy el único que parece querer ir hasta allá e interrumpir todo y, de hecho, es lo que precisamente estoy haciendo.
―¡Hey, Jeon, que bueno que te nos uniste! ―menciona MíngHào al ver que estoy aproximándome a ellos ―¿Quieres jugar con nosotros? Mulán siempre quiere salirse con la suya.
―Me parece una gran idea, pero incluyamos a los demás ―trato de aguantarme el enojo que se supone, no debería sentir porque Mulán no me gusta.
Los demás se acercan segundos después que MíngHào y Mulán se lo piden. Jugamos algo relacionado al voleibol. Terminó en el mismo equipo de Tae y HyoRi, dejando a SooHyun y a Mulán en el equipo de MíngHào. MinGyu dijo que sería el árbitro improvisado, ya que, no tenía muchas ganas de jugar. El deporte no es lo suyo, sin embargo, no se salvó de los lanzamientos que HyoRi tenía preparados para él. Disfruté cada golpe que se llevaba el rostro de MíngHào y saboree una victoria prevista, ya que, HyoRi fue de gran ayuda.
―Nada mal, ya tendremos nuestra revancha, Jeon ―mencionó el pelinegro y él, al igual que yo, supo que el dichoso juego no era más que una advertencia.
Llegada la noche, preparamos la fogata por la que tanto había insistido TaeHyung. Organizamos una hoguera cerca del lago, llevamos comida, unas cuantas bebidas y sillas cómodas. Esta, al ser nuestra última noche en la casa de campo, habíamos decidido no armar las tiendas y simplemente ver hasta donde podíamos aguantar, al final, las habitaciones de la casa seguían disponibles y las chicas seguirían durmiendo juntas.
―Tengo una grandiosa idea ―mencionó MíngHào.
―No vamos a contar historias de terror, Míngidiota, eres un maricotas ―me fue inevitable no soltar una risa desdeñosa. HyoRi había dado justo en el clavo.
MíngHào solo bufó y ayudó a que el fuego no se apagará. Mulán llegó luego de un rato acompañada de MinGyu. El chico venía enseñándole uno de sus libros y ella parecía interesada en aprender lo que sea que aprendiera MinGyu.
―¿Entonces no haces parte de una secta? ―preguntó la castaña.
―No.
―¿No haces sacrificios?
―No.
―¿Tampoco-
―¡No! ―respondió él ―¡A todo lo que vas a preguntar, no!
Tuve que reprimir una risa porque sabía que todas esas preguntas que Mulán le estaba haciendo a mi amigo, eran provenientes de la peliplata que se encontraba organizando la mesa con la comida. Tae y SooHyun conversaban tranquilamente en uno de los asientos. A simple vista jamás notarías que son pareja, pero, en realidad, sí lo son. Quizás por eso nunca noté lo que pasaba entre ellos.
Me doy cuenta que al final, mi superficialidad y mi ego, sólo me tenían una venda puesta a la realidad. Jamás esperé a que mi primer amor se fijara en uno de mis mejores amigos, no porque TaeHyung no tuviera un buen físico, sino, porque creía que no estaba a mi nivel y el único que importaba y el que merecía ser reconocido, era yo. Suelto una risilla nasal al darme cuenta lo idiota que debí haber sido y lo mucho que debieron aguantar ellos por mi culpa.
Un poco más tarde, terminamos todos formando un círculo alrededor de la fogata. Todos poseemos un semblante amarillento, producto de las flameantes brasas del fuego. Las estrellas brillan como nunca y la brisa es un poco suave, sin la necesidad de llegar a ser molesta.
―MíngHào, eres escorpio ¿verdad? ―pregunta mi amigo, a lo que el antes mencionado asiente.
―¿Por qué?
―Por algo ―sonríe con picardía ―. Mulán, al final nunca me dijiste que signo eres.
―Soy piscis.
El rostro de Tae se iluminó y, por primera vez en mi vida, sentí curiosidad por saber lo que sus dichosos astros dirían sobre ambos signos. Relamí mis labios y mis manos se juntaron en un signo de ansiedad.
―¿Ustedes nunca han pensado en ser pareja? ―mis manos dejaron de moverse y mis ojos se clavaron en la humedad de la tierra ―Porque sus signos tienen mucha compatibilidad, es sólo ver como se llevan para saber que serían una excelente pareja.
―¿Tú crees? ―pregunta el pelinegro con un grado de diversión ―¿Tú que dices, Mulán?
―Yo digo que es una mierda de mentira, ni siquiera existe eso de la compatibilidad ―responde MinGyu.
―¿Por qué tienes que arruinarlo todo, estúpido aries? ―el chico rueda los ojos ―. Apuesto a que ni siquiera sabes que eres compatible con HyoRi ―la mencionada escupe el líquido que anteriormente tenía resguardado en su boca.
―¡¿Qué has dicho?!
―¿Por qué están sordos? ―nuevamente rueda los ojos ―. Escucha, tú eres escorpio, y MinGyu es aries, son compatibles, aunque, si quieren que su relación perdure, deberán poner de su parte. Piénsenlo, también serían exitoso.
Ni siquiera me molesté en decir una sola palabra. Tomé una lata de cerveza y la tomé prácticamente en un instante. ¿Por qué seguía molestándome una estupidez como esa? Nunca le he hecho caso a Tae por su estupidez con los signos y esa mierda, tampoco debería hacerlo ahora.
Cerca de las dos de la mañana, la mayoría se había quedado dormido en sus asientos, a excepción de MinGyu, Mulán, SooHyun y yo. Me puse en pie y me acerqué a la orilla del lago para estirar las piernas, necesitaba aclarar mi mente y analizar lo que recién estaba sucediendo. Mulán hizo presencia minutos después.
―¿No estás cansado? Digo, hoy hiciste muchas cosas ―mencionó, abrazando su cuerpo.
―También te pregunto lo mismo.
―En realidad, estaba pensando en lo que dijo TaeHyung ―aplanó los labios y se agachó para remojar sus manos con el agua ―. ¿Tú crees en eso de los signos y los astros?
Mi respuesta siempre ha sido clara, pero en esta ocasión, por más que me mentalizara que ninguna de sus palabras tenía sentido, no lograba estabilizarme. Es cierto eso de que ellos se llevan bien y que incluso dan ese aire de noviazgo, pero quería creer que era estúpido.
―¿Importa acaso lo que yo crea? ―respondí, fingiendo desinterés.
―A mí me importa ―pese a que no me estaba viendo, sus palabras no titubearon. Me sentí pequeño, a sabiendas de que ella era quien se encontraba cerca del suelo ―. Debí preguntar si era compatible contigo.
―¿Qué tal si la respuesta era negativa?
―¿Te detendrías solamente porque alguien dice que no podemos estar juntos?
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