-Así es pequeño, soy yo- La sombra se agachó, lanzó las armas a un lado y abrazó a Jimin como si su vida dependiera de ello- No tienes idea de cuanto e anhelado este momento- Apretujó a Jimin entre sus brazos cubiertos por una chaqueta de cuero y lo besó por toda la extensión de su rostro demacrado.

Jimin quería reir y llorar, quería abalanzarse a los brazos de Yoongi y no soltarlo jamás, quería decirle cuanto lo había extrañado, todas las veces que también anheló este momento, quería contarle todo lo que le habían hecho, y el como se había sentido. También quería preguntarle por Namjoon, si aún esta con vida, por Hoseok si ya se había recuperado, por su gatito Chimmy y por un sin fin de cosas más. Pero en lugar de hacer algo de eso, solamente huyó de los abrazos y besos que el pelinegro le proporcionaba, arrinconándose en el fondo de la estancia, con los ojos llenos de lágrimas y el desprecio hacia si mismo floreciendo en su mente y corazón.

-No me toque Yoongi hyung, no huelo bien, estoy asquerosamente sucio- Al pronunciar aquellas palabras vio la duda en el cuerpo de Yoongi, no podía ver claramente producto de la oscuridad que reinaba en el lugar, pero con la pequeña luz que se filtraba por la puerta era suficente para que pudiera distinguir la expresión de dolor del pelinegro.

-Jimin...tengo poco tiempo- Comenzó en voz baja, sentándose en el cartón y apoyando su espalda en la fría pared de cemento- No puedo sacarte de este lugar ahora, nos matarían antes de que crucemos la puerta de entrada. Yo...sé que no lo has pasado de maravilla aquí, sé que...que te violaron- Yoongi se frotó la cara con sus manos y se quitó un poco de sangre que bajaba lentamente por su cabeza, el pelinegro ni siquiera sabía si esa sangre era de él o de algún otro sujeto, estaba tan concentrado en llegar hasta este lugar que olvidó por completo el bienestar de su propio cuerpo.

-Pero no por eso dejaré de amarte- El corazón de Jimin dio un vuelco, levantó su cabeza despacio y tuvo el valor de mirar a Yoongi a los ojos, su expresión de cansancio y dolor reflejaba que entrar a este cuartel había sido una tarea ardua, y salir con vida probablemente sería mucho peor. Pero aún así, aún en aquellas circunstancias, el pelinegro pronunció esas palabras con total sinceridad.

-¿Usted me ama?- Preguntó con un atisbo de duda, temiendo que Yoongi se retractara y cambiara de opinión.

El pelinegro giró su cuerpo despacio y le devolvió la mirada- Por supuesto que te amo Jimin, te amo desde el primer día que te vi, y no dejaré de hacerlo porque huelas mal, ni tampoco porque hayan hecho algo indebido con tu cuerpo- Yoongi tomó sus manos y las besó- Por favor, permiteme estar estos diez minutos que tengo contigo, allá afuera mis hombres están resistiendo para que yo lograra subir hasta acá. Pronto tendremos que iniciar la retirada, o nos mataran unos a uno- Una dulce caricia fue a para a sus abultados mofletes -Pero no puedo llevarte conmigo, porque estamos en su territorio, son demasiados como para combatir contra ellos, esto es solamente el inicio de lo que se aproxima.

Jimin bajó su cabeza, había tenido la vaga esperanza de que Yoongi habría ido por el, pero sabía que no todo sería tan sencillo, sabía que al entrar en aquel cuartel era muy arriesgado. Realmente no lo culpaba, solo tenía miedo de morir en aquel lugar.

En medio de todo el ruido de balas y golpes, insultos y gritos, Jimin se acercó lentamente al cuerpo de Yoongi y se acomodó entre sus piernas, descansando la cabeza en el pecho del pelinegro y aprovechando la oportunidad de aspirar su perfume, ese olor a hogar...

-Debes resistir un par de semanas mas- Le susurró al tiempo que lo rodeaba por la cintura y le acariciaba su pelo con tanto amor que Jimin incluso llegó a sentirse mareado y a olvidar que no se había bañado hace dos o tres días- Confía en mi cuando te digo que estamos planeando todo con lujo y detalle para no fallar. Sólo tienes que ser paciente un poco más ¿de acuerdo?

Jimin asintió, iba a hablar, pero una sombra apareció de improvisto en la puerta, tenía el arma en la mano e iba a disparar pero Yoongi se le adelantó y tomo su Beretta 93R, disparó tres veces y el hombre ya estaba tendido en el suelo, agonizando. Yoongi siguió hablando normalmente, como si momentos atrás nunca hubiera matado a un sujeto a solo metros de ellos. Que loco era el mundo. Que desquiciada estaban las personas.

-Posiblemente Dywen haga lo que quiera contigo, debes prepararte para lo peor, y prometeme que pase lo que pase, no me odiarás- La voz de Yoongi tenía dolor, dolor y angustia, la peor combinación que pueda exsistir en el mundo -Por favor Jiminie, prometemelo, no sería capaz de soportar que me odiaras. Que cualquier persona lo haga, me da lo mismo, pero no tú, todos menos tú.

Jimin se despegó de Yoongi y le tomó las suaves y blancas mejillas- Tranquilo hyung, le prometo que pase lo que pase no lo odiaré- Y lo decía de verdad, Yoongi no tenía la culpa de que en el mundo existiera gente tan retorcida de mentalidad como lo era Dywen. El pelinegro y sus hombres lo único que buscaban era apartar a las personas de la maldad de las bandas callejeras, y por hacer eso, terminaban metiéndose en líos aún más grandes, de los cuales posiblemente muchos no salían con vida. ¿Y qué ganan ellos? Absolutamente nada, pero aun así lo hacen, lo hacen para librar al mundo de la maldad.

Yoongi le besó el rostro y se frotó los ojos para limpiarse unas pequeñas lágrimas que luchaban por salir, Jimin nunca había visto al pelinegro tan afligido y al borde del llanto, pero al tenerlo así frente a sus ojos, una punzada de dolor recorrió su corazón y el instinto de protección salió a flote.

-Nunca lo había visto llorar hyung- Yoongi soltó una pequeña risita y le dio un suave beso en la mejilla.

-No estoy llorando bonito, solo son unas gotas de lluvia que se me acumularon dentro del ojo- Yoongi sorbió su nariz y lo abrazó, Jimin rió por la escusa tonta que le inventó Yoongi y le devolvió el abrazo, su hyung estaba de vuelta.

Se quedaron así hasta que una sombra volvió a aparecer en el umbral de la puerta, pero esta vez Yoongi no disparó, solo suspiró. -¿Qué tal va la carnicería allá abajo?- Preguntó el pelinegro separando delicadamente a Jimin de su cuerpo.

-Una locura hermano, Jungkook y sus hombres están entreteniendo a Dywen, pero dudo de que resistan mucho tiempo más- Ese era Hoseok, Jimin sonrió para sus adentros, aliviado de que estuviera con vida, sabía lo importante que era ese hombre para Yoongi. Aunque en su mente aún rondaba el nombre de otra persona- Un gusto verte nuevamente jiminie, ya temía que solo estuvieran tus huesos aquí.

-Este lugar es un asco, pero te alimentan bien, así que dudo morir de inanición Hoseok rió y se adentró en la estancia, Jimin se paró con la ayuda de Yoongi y se reunieron en el centro del cuarto.

-Namjoon, ¿Namjoon está bien?

Finalmente tuvo el valor de preguntarlo, y la reacción por parte de los chicos en frente suyo no fue la que esperaba, ambos se miraron por unos segundos con expresión de duda y luego de un rato Yoongi se aclaró la garganta- Namjoon respira...pero está inconsiente. 

Los ojos de jimin se aguaron, por lo menos aún está con vida, Namjoon había resistido, soltó un suspiro de alivio y las lágrimas rodaron por sus mejillas. -¿Creen que despierte?- Preguntó con un hilo de voz. Su amigo estaba inconsiente, pero con vida.

-Cuando....cuando hospitalizaron a Namjoon, tuvieron que emplearle descargas eléctricas, y el médico dijo que probablemente no sobreviviría.- Hoseok se aclaró la garganta -Pero lograron estabilizarlo, le transfundieron sangre y le sacaron todas las balas, sin embargo, él seguía sin despertar. Y realmente no sabemos si algún día lo haga. Lo siento pequeño-. Hoseok guardó silencio y jimin dio por terminado el relato.

Tragó grueso y lo abrazó, siendo inmediatamente correspondido por Hoseok- Por favo díganle que más le vale que esté despierto para cuando yo regrese, o me encargaré de arrojarle una cubeta de agua fría- Sintió el temblor del cuerpo de hoseok al reírse, y eso le alegró un poco su triste corazón. Había oído de que las personas que estaban inconscientes de igual forma podían comprender lo que les decían, y él tenía la esperanza de que Namjoon despertara, aún si tuviera que ser con agua fría o a punta de pistola.

Cuándo se separó se dirigió hacia donde Yoongi y le rodeó el cuello con sus brazos, el pelinegro lo sujetó por la cintura y le plantó un profundo beso en los labios- Esto es para ti- Se separó un poco y de su chaqueta de cuero sacó una pequeña bolsita de género y se la entregó a Jimin- Son gomitas de caramelo que le robé a la cocinera, come una cuando nos extrañes, pero procura que no te le encuentren-. Jimin asintió y le robó otro besito en los labios a Yoongi.

Hoseok llevaba una radio en alguna parte del cuerpo que justo en ese momento comenzó a sonar, emitiendo estática -Señor Jung, esperamos sus órdenes para la retirada- Se oyó la explosión de una granada -Llamaron refuerzos, no podemos quedarnos mucho mas- Hoseok miró a Yoongi y suspiró, luego presionó el botón de la radio y habló por ella -Estaremos abajo en un minuto, preparen todo.

Ambos se dirigieron hacia la puerta y Hoseok fue el primero en salir por ella, despidiendose de Jimin con una triste sonrisa.

Yoongi se volteó a mirarlo y le dirigió una pequeña pero reconfortante frase. -Volveremos por ti jimin, te lo prometo- Y la puerta de hierro se cerró delante de él, envolviéndolo nuevamente en la fría y extensa oscuridad que reinaba en aquel lugar.

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