A Yoongi le vendaron el brazo y le pusieron un parche en su frente, le dijeron que por ahora evitara movimientos bruscos con la cabeza y también que evitara hacer fuerza con su brazo, debido a que la herida se podría abrir y comenzar a sangrar. Yoongi le dio las gracias a la chica y la despidió en la puerta.

Horas después entró Taehyung, con sus ojos mas pequeños de lo que ya eran y con papeles en sus desgastadas manos. Se sentó al lado de Jimin, justo en frente de Yoongi y dejó los papeles sobre la mesa. -Adivina quien fue- Le dijo a Yoongi con una sonrisa torcida en su rostro.

El pelinegro arrugó su nariz -Dywen

-Exacto- Sacó una hoja de papel en la cual estaba la imágen impresa de un hombre moreno de cabello negro, en un costado de la imágen se encontraban los datos personales de él. -Jungkook le disparó a este sujeto dos veces, una vez en el torso y otra en la pierna, por lo tanto las balas no llegaron a matarlo, pero si a inmovilizarlo de cierta manera. Como fue el único que sobrevivió Robert lo tomó y lo interrogó hasta que el hombre confesó, dijo que Dywen los había enviado para realizarnos un emboscada y llevarnos con el- Taehyung se removió nervioso en su asiento.  -Yoongi hyung...Dywen quiere a jimin, pero también nos quiere a nosotros, en especial a ti y a Hoseok, y por suerte nos quiere con vida, de lo contrario el disparo que Hoseok y Namjoon recibieron hubiera sido en la cabeza. El tipo confesó que nos podían herir, pero no matar.

-Dywen es un idiota- Masculló Yoongi, estaba molesto y frustrado por lo descuidado que fueron. Aunque el reciente acontecimiento solo podía significar una cosa: Había un soplón. Porque si no ¿De qué otra forma podría Dywen haberse enterado de que justo ese día se reunirían con Robert?

A Taehyung no le pasó desarpecibida la mirada perdida que tenía su líder, le dio un leve vistazo a Jimin, quien solo se encogió de hombros al desconocer que era lo que le pasaba a Yoongi. Pero Tae no era estúpido, tenía sus ideas. -Hyung...¿Estás pensando que alguien nos delató?

El pelinegro se llevó una mano al puente de la nariz y suspiró. -Si. Pero las posibilidades son muchas, podrían ser personas de nuestro propio cuartel...como también puede que hayan sido personas ligadas a la mafia del tipo con el cual nos reunimos, al que irónicamente, ni siquiera le preguntamos su nombre.

-Estamos con las manos atadas.

Yoongi asintió y al ver la cara de extremo cansancio que cargaba Taehyung, decidió que por ahora el chico tenía un merecido descanso, lo que menos quería era sobre-explotar a su gente. -Ve a dormir Tae. Si el soplón no hace otro movimiento, no tendremos forma que saber quién es, por eso solamente nos queda esperar.

Taehyung le sonrió dulcemente y antes de salir por la puerta, hizo una pequeña reverencia a ambos presentes, podía estar cansado pero nunca sería descortés.

En algunas ocasiones Yoongi se mareaba y necesitaba la ayuda de Jimin para sentarse o recostarse, en otras su herida del brazo comenzaba a sangrar de forma escandalosa provocando que al otro día no tuviera las fuerzas suficientes para levantarse. Pero con el pasar del tiempo las heridas se fueron cerrando, Jimin visitaba a menudo a Namjoon y a Hoseok, a Namjoon le dieron el alta de antemano debido a que la bala que le llegó en el brazo era de un calibre 5-6, es decir, relativamente pequeña.  Aunque al igual que Yoongi, tenía ciertas limitaciones con su brazo. En cambio Hoseok se quedó mas tiempo, ya que a pesar de que tenía chaleco anti-balas la herida penetró en una parte delicada.

Cuando Jimin se enteró de que a Namjoon le dieron el alta no dudó ni un segundo y se fue a instalar en la habitación del moreno, tomando a este por sorpresa.- Me alegro de que puedas mover ese brazo, ya quiero que vuelvas a acompañarme a la universidad, el hombre que me asignaron ahora es demasiado serio- Dijo jimin con un pequeño puchero en sus labios, después de todo era verdad, porque su acompañante actual solo se limitaba a sentarse al lado de jimin y observar. ¡Ni siquiera comía!

-Dentro de un par de días ya estaré contigo de nuevo- Namjoon le sonrió y le hizo un espacio en su cama para que se sentara, ya que Jimin se había limitado a quedarse parado en el umbral de la puerta, esa era una invasión un tanto extraña. - Ven, siéntate, supongo que quieres saber sobre Seokjin.

Jimin se acercó y se sentó, la pieza era pequeña pero reconfortante, tenía televisor, un equipo de música y un mueble en el cual suponía guardaba todas sus cosas. También se podía ver una repisa al lado de su cama que estaba llena de cuaderno y papeles, muchos de ellos tenían letras escritas en tinta negra. -Así es, la verdad es que tengo muchas dudas, porque en primer lugar, no sabía que Seokjin pertenecía a una mafia/organización.

Namjoon rió y sus preciosos hoyuelos hicieron presencia en sus mofletes. -Créeme pulgita que yo tampoco lo sabía, lo descubrí el mismo día que tú, pero por obvias razones tuve que aparentar que ni siquiera lo conocía. Y bueno, Jin me contactó por mensaje y dijo que cuando nos veamos me daría una explicación de todo. Acordamos una cita dentro de la semana que viene, así que ahí te cuento las novedades.

Jimin asintió, feliz de que su amigo comenzara a tener algo, por mínimo que sea, con un chico que a su aprecer era bastante atractivo y de buen corazón.

El resto de la tarde Namjoon le enseñó los nombres de alguna de sus armas favoritas, le mostró su colección de balas y le habló sobre cuanto odiaba a Dywen, e incluso le enseñó algunas cosas básicas sobre las armas de fuego.- Pero lo mas importante, es que nunca, pero nunca cierres los ojos cuando vayas a disparar, porque la bala puede llegar a cualquier parte menos a tu objetivo.- Y ahí Jimin se sonrojó, sabía que Namjoon decía eso porque cuando le disparó al tipo detrás del auto cerró los ojos.

-Lo tendré en cuenta.

Jimin regresó a la habitación de Yoongi ya bien entrada la noche, trató de ser sigiloso y le dio resultados, pero cuando llegó a la cama y se tendió junto al pelinegro se topó con la sorpresa de que la temperatura corporal de su amante fácilmente podría estar bordeando los 39 o 40 grados.

-Yoongi hyung- Pasó su mano suavemente por las mejillas del pelinegro y en cada roce sintió como la palma de pequeña mano tomaba una temperatura cálida -Hyung despierte, está ardiendo.

-Estaba preocupado por ti pequeño- Al sentir el tacto delicado de su pareja Yoongi abrió los ojos y le sonrió débilmente.

-Hyung....- Jimin le besó la frente- Llamaré a la enfermera.

Por primera ve de todas aquellas en que Jimin le decía "llamaré a la enfermera" Yoongi no protestó, y cuando su hyung no protestaba Jimin sabía que era porque se sentía realmente mal y no tendría la fuerza suficiente para seguir evadiendo el problema.

Al cabo de cinco minutos ingresó una chica y un chico, saludaron a Jimin y lo siguieron a la habitación, se arrodillaron frente a Yoongi y le tomaron la temperatura.  Cuando se percataron de que estaba a punto de llegar a los 40° lo desvistieron y lo metieron a la tina con agua templada, el equilibrio perfecto entre fría y caliente, cuidando de que no sucediera el efecto contrario. Lo dejaron ahí por unos minutos y luego con la ayuda de Jimin lo secaron y lo envolvieron, le colocaron pijama y lo volvieron a recostar en la cama.

-Jimin-ah ¿Yoongi a estado mucho tiempo pegado en el computador?- Le preguntó el chica mientras vendaba nuevamente el brazo de un Yoongi prácticamente inconsiente.

-Tal vez a pasado más de lo debido, porque cuando llego de la universidad Yoongi hyung está al computador, a veces incluso llega a conectarse en mitad de la noche.

El chico asintió y se levantó, hurgó un rato en el maletín que portaba su compañera y finalmente consiguió lo que buscaba: Un frasco transparente con cápsulas rojas en su interior -Cada vez que Yoongi se sienta mareado o con pérdida de sangre dale una de éstas, ya verás como al día siguiente se siente mejor ¿De acuerdo?

Jimin asintió, no debería estar desconfiando de aquellas personas, pero debía admitir que las cápsulas le causaban cierto recelo. -Ahora trata de que duerma destapado, logramos bajar la fiebre pero no corramos el riesgo de que vuelva a subir.

-De acuerdo- Jimin los despidió en la puerta al igual como lo hacía Yoongi y luego volvió sobre sus pasos, depositó el frasquito dentro del cajon del velador y se recostó al lado de Yoongi, le acarició su pecho semi desnudo y recorrió con la llema de sus dedos las finas líneas blanquecinas ya cicatrizadas que tenía en sus pectorales.  Trazó círculos y figuras sin sentido, quedándose despierto y velando el ligero sueño de Yoongi.

-Jimin...Ya sabes que te quiero ¿Verdad?- Le preguntó Yoongi al cabo de un par de horas, aún con los ojos cerrados.

-Claro que lo sé, usted se encarga de que siempre lo tenga presente.

Oyó la suave risa de Yoongi y lo sintió darse vuelta para quedar frente a él y envolverlo en sus brazos- Y me encargaré de que siempre lo sepas -Un pequeño beso en su frente y otro en sus labios, aquello ya era costumbre de Yoongi -Gracias por cuidarme bonito, así le das un descanso a Hoseok- Otro beso en su frente- Volvamos a dormir, ya estoy bien- Y lo estrechó contra su cuerpo que ya había recuperado su temperatura ambiente, lo rodeó por la espalda y aspiró el tenue olor que desprendía el pequeño cuerpo de Jimin, y con ese olor en sus fosas nasales sucumbió nuevamente al dulce mundo del sueño.

Pero lamentablemente no todo iría bien. Las cosas comenzarían a complicarse, los enfrentamientos con Dywen serían cada vez mas frecuentes, sin embargo podrían mantenerse bajo control.

Pero un día, un enfrentamiento no fue sostenible, y como tal, Dywen consiguió lo que tanto quería.

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Dos caps en un día, disfutenlos ;)

¿Qué creen que pase ahora? uwu