Una vez dentro del Hyundai, Hoseok los saludó—. Por lo que veo, bastante intensa la cosa. ¿Ambos están bien?

Yoongi lo miró con indignación—. Sí, estamos bien, aunque el dolor de cuerpo que tengo es horrible —se abrochó el cinturón de seguridad con una mueca de dolor—. Vamos a la base, necesito que me saquen esta bala.

Hoseok arrancó y en menos de media hora se detuvieron frente a un gran cartel blanco que en letras de color burdeo rezaba "Orfanato Cheonsahui Nun" con una fachada bastante simple pero muy linda. Estaba cercado con una reja de madera y con pasto por todas partes, para darle un toque rústico y acogedor.

Cuando el semaforo dio verde Hoseok rodeó el orfanato y se posicionó en la parte trasera. Jimin se impresionó al notar que Hoseok presionaba un boton oculto detrás del volante y a raíz de esa acción se abría un cuadrado en el suelo. Movió la palanca de cambio, presionó el acelerador y desendieron por ahí, sumergiendose un minuto completo en la oscuridad. Finalmente llegaron a un estacionamiento sumamente grande, que abarcaba fácilmente unos 300 autos incluyendo trailers de guerra y camiones, pero en ese momento sólo habían tres autos, un camaro blanco, un mercedes benz plateado y lo que Jimin identificó como un jeep negro. Hoseok estacionó al lado del aunto blanco y se bajaron.

Entre gruñidos de dolor y con un brazo de Yoongi sobre los hombros de Hoseok caminaron a paso lento hacia una puerta que daba al interior del famoso cuartel principal. Al abrirla, a Jimin le faltó poco para que su mandíbula se desencajara y tocara el suelo.

Era una habitación sumamente amplia, hileras de escritorios con sus respectivos computadores y asientos abundaban en el lugar. En cada escritorio frente a un computador había un hombre o una mujer tecleando a paso rápido y hablando por un pequeño micrófono que salía como una extensión del audífono que llevaban sujeto a la cabeza. Cuando ingresaron, el murmullo del lugar se intensificó y algunos levantaron la vista, pero otros simplemente los ignoraron, muchos rostros estaban extremadamente serios, con ceños fruncidos e incluso con grandes bolsas debajo de sus ojos.

Un chico de piel relativamente morena, brazos fuertes y cabello rubio se acercó a ellos corriendo, abrazó eufóricamente a Hoseok, hizo una reverencia muy pronunciada ante el pelinegro y besó a Jimin en la frente con toda la confianza del mundo—. Yoongi Hyung, no hay muy buenas noticias. Hace menos de una hora atacaron el cuartel 5. Intenté localizarte para informarte pero ni tu radio ni tu celular respondían, además estabas sin escolta y te negaste a llevar un chip rastreador y... —el joven hablaba rápido, sin pausa y con notoria preocupacion.

—Respira, Tae —lo reprendió Hoseok con una pequeña sonrisa, logrando que el mencionado se relajara un poco y le sonriera de vuelta.

Yoongi se removió con dolor—. Taehyung, ve a verme a mi oficina dentro de media hora, quiero todo detallado, hombres muertos y heridos, cuantas provisiones dejaron, todo ¿de acuerdo?

El chico asintió y volvió a su escritorio que estaba ubicado en una esquina de la primera fila—. Hoseok, necesito que les informes a los cuarteles restantes que desde ahora todo personal tendrá una pistola a su servicio, inclusive quienes trabajan como rastreadores. Si no aumentamos la seguridad nos van a joder.

—A tu orden, hermano —Hoseok hizo una reverencia y se dio vuelta, pero antes de siquiera dar un paso, Yoongi lo volvió a llamar—. Ten cuidado, idiota, Dywen esta merodeando por quien sabe donde y tú sabes muy bien que si te mueres todo esto se va a la puta —el nombre de Dywen era nuevo para los oídos de Jimin, aunque suponía que era el mismo de los mensajes y el atentado de hace unos minutos.

Hoseok soltó una carajada y asintió—. Tendré en cuenta eso de ser cuidadoso.

Yoongi sonrió y negó con la cabeza—. ¿Vamos?

—Vamos —siguieron caminando por el corredor hasta llegar al final y abrir otra puerta, esta vez había pasillo a la izquierda y a la derecha y uno en frente. En los tres pasillos habían muchas puertas, Yoongi cojeó con ayuda de Jimin hacia el corredor de la derecha y entró en la primera puerta, en donde se nombraba:

"Enfermería"

Tocó dos veces la puerta y una chica bajita de sonrisa dulce le abrió—. Oh, señor Yoongi, otra vez por aquí, pase pase. ¿Qué le trae ahora?

—Bala en la pierna.

—Vengan por aquí —la chica los guió a una camilla, Yoongi sacó el brazo del hombro de jimin y se sentó en ella, lo hicieron bajarse los pantalones y recostarse. Mientras curaban a Yoongi, Jimin se dedicó a mirar el lugar, se encontraba bastante limpio y bien cuidado, estaba plagado de camillas y en unas cuantas de ellas habían personas recostadas con bolsas de suero o de sangre colgadas en sus costados. Jimin suponía que eran los heridos provenientes del cuartel 5.

Algunas de las enfermeras que estaban ahí se dedicaban a limpiar los utensilios, otras a barrer, sacar la basura, y un tipo estaba abriendo una escotilla que había en el techo, para que el aire circule. Un hombre y una mujer entraban por la puerta con cajas de provisiones nueva y las ordenaban en dos grandes estantes que estaban al fondo de la sala.

Incluso vio a dos niños pequeños perseguirse y empujarse, hasta que un chico los reprendió y les dijo que a esta hora debían estar en clases, los niños bajaron la mirada y volvieron por la misma puerta por la que entraron.

La chica que estaba atendiendo al pelinegro se bajó la mascarilla y se quitó los guantes quirúrgicos—. Listo, ya está. Yoongi, no puedes hacer movimientos bruscos con esta pierna, tienes que evitarlos a toda costa, y no te preocupes si no la sientes, es el efecto de la anestesia local —Yoongi se incorporó y un poco aturdido se abrochó los pantalones—. Las heridas de roces de balas se te curarán en un par de días, a los hematomas les coloque una pomada que debería inhibir el dolor que te puedan ocasionar, y procura cambiar la venda de tu pierna constantemente hasta que cicatrice por completo ¿vale?

Yoongi bajó de la camilla y caminó hacia Jimin para situarse a su lado, ya mas recuperado—. Muchas gracias, Jisoo. 

La chica le sonrió—. Vamos, los acompaño a la puerta, y por cierto, ¿cuál es el nombre de tu dulce amigo?

—Soy Jimin, un gusto —cuando llegaron a la entrada, Jimin le tendió la mano y Jisoo se la recibió con cariño —un placer, Jimin, mi nombre es Kim Jisoo, si serás el aprendiz de Yoongi, es mejor que te vayas acostumbrando a este lugar, ya es la tercera vez que se aparece por aquí en el mes.

Jimin dejó escapar una pequeña sonrisa y asintió. La chica irradiaba un aura fraternal, logrando que se sintiera muy a gusto con ella, ahí se dio cuenta de que la poca gente que ha conocido de esa organización es muy agradable.

Yoongi cojeaba pero no tanto como antes. Caminaron hasta la última puerta del mismo corredor y entraron en ella, era una pequeña sala con un pasillo a su izquierda. Yoongi lo guió por aquel corredor e ingresó en la segunda puerta, la cual tenía su nombre escrito, Jimin notó que la primera puerta tenía el nombre de Hoseok.

Adentro era todo muy bonito, al fondo de la sala había un escritorio, el cual estaba rodeado por tres grandes estanterías llenas de libros. En el otro extremo de la sala había un sillon inmenso, y dos pequeñitos a su lado. Y también había otra puerta, hasta ahora con su interior desconocido para Jimin.

—Ven, siéntate, dentro de un rato llegará Taehyung. Y ahora que estás involucrado con nosotros, necesitas entender como funciona todo esto de los cuarteles, con el paso del tiempo te iré explicando las demás cosas.

Yoongi se sentó detrás del escritorio y Jimin tomó asiento en una de las sillas que habían en frente—. ¿Cuantos cuarteles hay? —preguntó con curiosidad. 

—Tenemos cinco, todos son muy similares a este, con la única diferencia de que son un poco mas pequeños y no constan de enfermería ni de alojamiento —Yoongi abrió su computador y le mostró una fotografía del orfanato—. Bien, mira, este hogar para menores es nuestra fachada ante las autoridades y ante las otras mafias, nosotros nos ubicamos debajo de ellos. Sabemos que es riesgoso para los niños, pero en caso de que ocurra un ataque o algo por estilo, tenemos un plan de emergencia para evitar que salgan heridos.

Luego cambió de imágen y le mostró un plano matemático bastante amplio—. Esta es la base con la cual se construyó el cuartel principal. Funciona muy parecido a una recidencia comunitaria, aquí se alojan personas que han pasado por tu misma situación y necesitan protección, o aquellas que vienen desde afuera pero colaboran activamente con esta organización. Aquí se les alimenta, se les enseña e incluso pueden tomar clases de defensa personal —cambió de imagen, pasando a otro plano, pero esta vez mas pequeño—. Los demás cuarteles están construidos con esta base, solo cuentan con el comedor y salas de estar para los tiempos libres, cada trabajador de esos cuarteles vuelven a su hogar al terminar su turno. 

Jimin solo asentía ante todo lo que decía el pelinegro, estaba muy impresionado, porque él, de 23 años que solo aspiraba a una carrera de biólogo marino, Yoongi con 27 años ya tenía toda una organización bajo sus manos. 

Dos golpes en la puerta y se oyó un "permiso" por parte de Taehyung, venía con un montón de papeles en sus manos y una tableta bajo su brazo, se sentó al lado de Jimin y le sonrió, colocando todos los papeles sobre el escritorio—. De acuerdo, como ya sabes, atacaron el cuartel 5, lo dejaron sin ninguna provisión. Lo lograron gracias a que una gran cantidad de sicarios estaban vigilando las calles, por lo tanto sólo quedaban aquellos que estaban en su hora de almuerzo. Claramente no se esperaban que los atacaran.

Yoongi cerró su computador y le prestó total atención a su informante—. Bien ¿se llevaron incluso las armas?

—Así es —el pelinegro asintio al oír la respuesta de Taehyung—. Dejaron 30 hombres heridos, entre ellos 5 mujeres, 10 muertos y 300 personas vivas y con heridas de menor rango —a medida que Taehyung le informaba los detalles, iba cambiando de hoja, dando a entender que ahí estaba la informacion de la cual hablaba—. De las computadoras sobrevivieron 50, 10 fueron destrozadas y 3 quedaron en mal estado, poiblemente si son llevadas a algún técnico las pueden salvar. En mi opinión el cuartel se puede reconstruir, tardará un par de mese si todos trabajan, reponer las computadoras y las armas junto con los trozos de pared saldrá una suma un tanto elevada, pero podemos pagarla. Las personas con riesgo vital ya llegaron a este cuartel y fueron tratadas.

Yoongi se desordenó el cabello y suspiró—. Bien. Se reconstruirá el cuartel 5, yo me encargaré de coordinar eso. En cuanto a la defensa, ya le dije a Hoseok que informara a los cuarteles restantes que desde ahora todo personal manejará aunque sea una pistola, de esa forma tendremos menos bajas —el pelinegro se inclinó hacia el lado y abrió un cajon del escritorio, de ahí sacó un sobre blanco y se lo tendió a Taehyung—. Necesito que consigas escopetas ak-47, fusiles de asalto M4 y sub fusiles PP2000 para los sicarios que salgan a campo abierto, pistolas Beretta 93R para el resto del personal y revolvers para los novatos que ingresen. Ahí en el sobre está detallado a quién debes llamar y las ofertas que debes realizar para conseguir las armas, luego busca a Hoseok para terminar de ver cualquier detalle. Y lo más importante es que se distribuya el personal del cuartel 5 en los cuarteles restantes ¿correcto? No quiero a nadie más en ese cuartel aparte de los constructores, escoltas y un equipo de primeros auxilios.

Tehyung ordenó todos los papeles rápidamente y se guardó el sobre en  uno de sus bolsillos—. Correcto ¿Algo más que le gustaría agregar? —preguntó con una tierna sonrisa

Yoongi negó—. Nada más, Tae, muchas gracias, si hay novedad, informame de inmediato.

Asintió y se despidió cortésmente con una inclinación—. Bueno, entonces me retiro, nos vemos Yoongi hyung, nos vemos chico rubio. 

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