04
Jimin se acomodó en el sillón con Yoongi a su lado, esperando pacientemente el momento en que este decidiera hablar
—Todo inició cuando yo era pequeño, en mi ciudad natal, Daegu. Cuando tenía seis años aproximadamente, estábamos en casa cenando con mi mamá y mi papá, y de un segundo a otro unos sujetos allanaron nuestro hogar, entraron derribando las puertas y ventanas e iban armados hasta las orejas. No eran policías —Yoongi juntó su entrecejo, quizás no le gustaba recordar—. Uno se dirigió hacia mi papá, apuntándolo con un fusil de asalto en el corazón, obviamente en ese entonces yo no reconocía ningún tipo de arma, pero cuando crecí y entré a este mundo...te doy por sentado que entendí y aprendí muchas cosas.
Jimin asintió, no sabía mucho que decir, no tenía idea de a que mundo se refería.
—El otro sujeto fue hacia donde mi madre, pero a diferencia del primero, este no solo le apuntó...si no que también tuvo el descaro de dispararle directo en la cabeza, el grito de dolor que lanzó mi papá te juro, Jimin, que nunca voy a ser capaz de olvidarlo, incluso ahora, después de más de 20 años, lo sigo recordando, se quedó arraigado en mi cabeza como un parásito deseoso de venganza —Jimin intentó buscar la mirada del pelinegro, pero vio tanta oscuridad y dolor en ella que prefirió apartarla—. A mi me tomaron en brazos y yo no sabía que hacer, solo observaba como ellos saqueaban nuestra casa y disparaban a diestra y siniestra, y cuando esos tipos se fueron, únicamente quedamos mi padre y yo. Mi papá se arrastró hacia el cuerpo de mi mamá y comenzó a llorar, su rostro estaba destrozado por el disparo y obviamente ya no respiraba, pero aún así mi papá gritaba su nombre y la sacudía, insistiendo en que despertara. Ahora...está en un hospital psiquiátrico, hace dos años tuve que ingresarlo ahí porque cada vez iba empeorando. Nunca superó la muerte de mi mamá, no pudo mantener un trabajo por más de dos meses luego de eso, hasta que llegó un punto en el que simplemente dejó de trabajar.
—¿Un hospital en Daegu? —preguntó bajito.
—Sí, en Daegu.
Jimin frunció el ceño—. Y...¿entonces por qué usted está aquí? ¿Por qué no se quedó con él en Daegu? —de haber conocido a su progenitor, Jimin no lo dejaría solo después de todo lo que vivieron.
Yoongi sonrió y lo miró como si lo estuviera regañando, pidiéndole paciencia para que lo dejara continuar—. Los vecinos llamaron a los policías y a la ambulancia, pero era demasiado tarde, las personas ya se habían ido y no capturaron a ninguno. Luego, en las noticias salió todo, también salió el detalle de que esos personajes eran participantes de bandas callejeras y que provenían de Seúl, incluso afirmaban que ellos habían venido a esta ciudad para saquear algunas poblaciones porque supuestamente estaban abastecidas de drogas. Ahí entendimos que nuestro hogar estaba bajo sus planes desde hace mucho tiempo y que no sería el primero ni mucho menos el último —Jimin volvió a mirar a su mayor al sentir que se quedaba en silencio, tenía los finos labios juntos en una línea y la mirada perdida, pareciera que estaba procesando como decir lo siguiente—. Así que desde ese momento yo juré que me iría a Seúl, formaría mi propia banda, mi propio equipo, y sería igual que ellos, con la única diferencia, de que nosotros no mataríamos a personas inocente, si no que las protegeríamos y haríamos todo lo que esté a nuestro alcance para ayudarlas. Era muy pequeño y ya sabía que lo quería hacer en un futuro, ningún niño debería estar pensando en eso, deberían estar jugando y siendo felices.
—Entonces...eso es lo que hace ahora —susurró a modo de afirmación, uniendo los cables en su mente.
Yoongi asintió—. Si a una mujer o a un hombre lo están asaltando, nosotros tomaríamos prisionero al asaltante, haciendo que la persona atacada no sufriera peligro alguno, lo mismo que hicimos contigo en ese callejón. Cuando tenía unos 16 o 17 años le conté los planes a mi padre, al inicio se mostró reacio y no creyó que fuera capaz de hacerlo, aún era muy pequeño, pero de igual manera terminó apoyándome. De esa forma fue que cuando cumplí la mayoría de edad nos trasladamos a Seúl caminando, porque no teníamos dinero ni siquiera para el transporte. Y aquí fue donde conocí a Hoseok —Jimin notó que Yoongi se colocó nervioso e incluso titubeó un poco sobre que tanta información debía revelar, al parecer se acabó el hablar con total libertad, estaba entrando en peligro de revelar información clasificada de su equipo—. Él fue el primero que estuvo conmigo, en las altas y en las bajas, quiso realizar conmigo mis planes, y yo lo acepté, de apoco fueron llegando más personas. Y luego de conseguir mucho dinero de la forma más ilegal que existe, logramos comprar un cuartel, armas, e incluso una variedad de autos, uno de ellos, como ya te diste cuenta, es el hyundai azul que maneja Hoseok.
Yoongi lo miró con preocupación contenida, Jimin entendió que ya no había vuelta atrás, su ansia de curiosidad lo estaba llevando a ese camino—. Pero así como nosotros tratamos de hacer el "bien", hay muchas bandas callejeras que nos quieren eliminar, y una de ellas, es la del tipo que te envió el mensaje —ahí estaba su temor de qué pasaba cuando las personas que secuestraban pertenecían a bandas callejeras, ahora lo sabría, incluso lo estaba viviendo en carne propia—. Jimin, nosotros siempre tendremos riñas, pertenecemos a la calle, a las armas y a días infinitos de guerrillas. Para mi suerte, tengo personas leales en mi guardia, mi grupo es leal. Pero eso no significa que estemos a salvo, y ahora que conoces nuestro secreto, tú tampoco lo estarás. ¿Eres capaz de entender eso? ¿De saber que en cualquier momento podemos morir?
Jimin tragó grueso, no estaba seguro de que podría sobrellevarlo, no estaba acostumbrado a eso. Su vida era demasiado monótona para que cambiara así de un día a otro.
⭐
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro