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Capítulo 51

YoonGi estaba fastidiado.

A pesar de que la insensibilidad era uno de los adjetivos propios al que tradicionalmente las personas relacionadas con él, junto con la irascibilidad y la crueldad, momentos como estos realmente ponían nerviosos a sus hombres.

Su autocontrol le permitió mantener sus feromonas lo más bajas posibles. No quería provocar un accidente al alterar la concentración y control de Ömer al volante. Seokjin iba a su lado, concentrado en su propio nudo de ideas. Era una de las pocas veces que él se lo permitía, el tomar su lugar al lado de YoonGi, como su mano derecha.

Seokjin tenía la mala costumbre de ser extremadamente modesto, con un puesto tan grande en el mundo que los regía, el moreno tendía a ser poco avariciosos en la mayoría de cosas. A pesar de la insistencia de YoonGi en remarcar su puesto como sag el, Seokjin aún tenía el hábito de comportarse como cualquier miembro de la fuerza militar de La Roja.

Nunca pedía nada, no objetaba y cumplía con todo lo que YoonGi demandará; sin embargo, había sentido una brecha que los dividía en los últimos meses. El gama se preguntaba si su advertencia era la razón por la que había tal distanciamiento. El apego entre sus hombres y TaeHyung era un alivio casi silenciosos para él, pero la relación que el omega tenía con Seokjin le causaba cierta incomodidad a su lobo.

Dar vuelta a tal asunto solo lo estaba poniendo de mal humor, por lo que se decide concentrarse en estudiar los ladrillos de cada casa o establecimiento que pasaban. Prefería poner su atención en los problemas del trabajo a la situación obligada del harem que hundirse en esas aguas.

Había intentado dirigir la línea de sus pensamientos en otra dirección diferente a lo que le había puesto de ese humor, pero el silencio de su mente bailaba una y otra vez hacia el eco de la pregunta de TaeHyung.

''¿Por qué te desagrada el matrimonio?''

YoonGi toca su cabeza con irritación al recuerdo; la curiosidad en los ojos cristalinos de TaeHyung esperando por una respuesta sincera lo que perseguido desde que salió de casa. No quería retroceder en la unión que habían formado, pero había cosas para las que no estaba listo. Expresarse le resultaba difícil, el explicar ciertas actitudes de su parte por vestigios de una infancia controlada y fallida era una pérdida de tiempo para él, especialmente cuando el núcleo de todo estaban en la relación de su familia.

Como todo lo arcaico en las costumbres de su familia, el matrimonio era una de las bases importantes para la estabilidad de su clan. La mordida era muestra de poder, pero el título que se otorgaba como haseki era rigurosamente deseable.

¿De qué servía que tu retrato estuviera en la casa principal, o tu marca recién hecha en la curvatura de tu cuello? ¿De qué servían las joyas y regalos cuando no hay un título que confirmara el poder que tenías?

Anek Hasmet, su fundador, había sido el único amir en unirse en matrimonio con su pareja, por lo que el poder de Eylem al ser visto como su igual era algo desesperadamente anhelando por todas las parejas de los regentes de La Roja. Todos en la línea, hasta llegar a YoonGi, había tenido un harem, incluyendo a su padre.

YoonGi había visto lo que la ambición y el poder causaban en lo que llamaban el verdadero amor. A pesar de que su madre fuera la primera pareja de su baba y su posición tenía preferencia por la línea sanguínea con los Yilmaz, ella nunca fue la única. Su valor disminuía aún más al ser una alfa, por lo que su puesto no era seguro.

YoonGi había tenido más hermanos y hermanas aparte de DaeMin, pero ninguno de ellos pudo nacer y vivir más de tres meses. Esos vínculos que jamás pudo concretar habían sido víctimas de la indiferencia gélida de su padre, la competencia ardura en el harem, la presión del consejo y la envidia asfixiante de su madre.

El matrimonio, al igual que el nacimiento de herederos y la obtención de títulos y favoritismo, eran solo formas para escalar al poder, no había amor verdadero en eso.

―YoonGi―un chasquido cercano lo llevó fuera del pozo de recuerdos oscuros. La mano de Leon estaba cerca de su rostro, invadiendo su espacio personal, como siempre. YoonGi le dio un manotazo y gruñó irritado.

―Ah, tan violento como siempre―Leon voltea los ojos y se da la vuelta para seguir por los pasillos negros de la sede de investigación.

YoonGi gira el anillo en su mano y observa al personal en pose de reverencia. Había tenido un lapso donde su razón había estado ahogado en el lado oscuro de su mente, no se había dado cuenta de cuando llegaron y como había llegado hasta la puerta principal.

Acciones poco comunes emanaban de él siempre que llegaban a involucrar a TaeHyung.

Con un suspiro molesto decide seguir a su amigo.

―Más te vale que valga la pena, Leon―advierte mientras saca un cigarro del bolsillo de su abrigo, encendiéndolo mientras verifica la presencia del olor común de las feromonas de sus hombres atrás de él, cuidando su espalda y pisando sus talones.

―No tienes idea―la voz de Leon suena casi emocionado, si YoonGi no lo conociera lo suficiente no creería que ese tono chillón fuera el habitual de siempre. Su amigo está apunto de decir algo más cuando vuelve a girar hacia él, pero su boca se queda abierta en confusión.

―¿Qué?―cuestiona YoonGi molesto. Leon lo observa pasmado y está a punto de tropezar varias veces antes reír sonoramente.

―¡Nada, nada, pero... amigo mío jamás pensé que fueras ese tipo de alfa!

YoonGi frunce el ceño.

―¿De qué hablas?

―El olor de tu omega está en cada centímetro de tu piel. El matiz da un claro mensaje de advertencia para cualquiera que quiera acercarse a ti. ¡Jamás pensé que te dejarás perfumar!

YoonGi se detiene lentamente, aparta el cigarro en su mano y acerca la manga de su abrigo a la nariz. El olor de freses y tulipanes le golpea de inmediato. ¿Cómo no se dió cuenta?

Lanza una mirada gélida atrás suyo, sus hombres apartan la mirada de inmediato. Seokjin solo lo ve indiferente mientras alza los hombros.

―Lamento arruinar tu luna de miel, pero esto es importante también―Leon ríe mientras acelera el paso antes de que YoonGi pueda intentar golpearlo.

El gama truena los dientes y decide seguirlo en silencio. Su lobo tenía divergencia en los pensamientos acerca de esta nueva marca que TaeHyung había dejado. Él, como hombre, se encuentra encantado. Una diminuta sonrisa quiere asomarse desde la esquina de sus labios.

Las luces alrededor van tomando matices más bajos a medida que pasan los laboratorios y las salas, YoonGi observa a través de las ventanas los cuartos de estudio, hace uno que otro gesto cuando los doctores o científicos pasan y se inclinan.

―Si mis suposiciones son correctas este tipo de descubrimiento definitivamente será un parteaguas para el estudio ABO―Leon ajusta su bata mientras empieza a divagar en sus propias palabras susurradas. YoonGi chasquea los dedos cerca de su oído.

―Al punto―exige YoonGi cansado, los olores mezclados molestan su sentido agudo del olfato.

―Estuve estudiando las pocas muestras de sangre de tu hürrem. Indague hasta el núcleo de sus células y encontré alteraciones minúsculas. Definitivamente hay un cambio biológico en él, YoonGi―Leon disminuye su velocidad una vez que llegan a la oficina que había proclamado como suya, una mirada es suficiente para que Jungkook interprete el mensaje―¿Has oído de la metamorfosis AOG, verdad? Un mito que ha sido incomprobable hasta nuestros avances científicos de hoy en día.

YoonGi exhala en humo casi pausadamente.

Esperen aquí.

Los alfas atrás de él asienten, quedándose estáticos en el pasillo.
Mientras YoonGi y Leon se adentran a la oficina, el gama logra percatar nuevamente la chispa de incomodidad en los ojos azules de Seokjin. Aun así, no dice nada.









El silencio y la tranquilidad en el palacete no eran algo que se consideraba común a medio día. Pero tampoco era evento un improbable, más aún cuando las turbulencias de los últimos días habían avivado la tensión en el ambiente.

Exceptuando el sonido de la manecilla del reloj en una esquina del cuarto, no había otra astilla que rompiera con el silencio entre boca y boca de las personas sentadas alrededor de la mesa de jade.

TaeHyung observa el rostro tranquilo de Belma, su mano quiere levantar su propia taza de té pero el entumecimiento de sus músculos no le permite otra acción más que la de respirar.

―Debes saber la razón de esta reunión privada―la voz elegante de la alfa suena con claridad en el amplio espacio que les rodea.

―Tengo una idea, Büyük Valide―la voz de TaeHyung suena casi rasposa, pero es capaz de ocultarlo.

―Entonces iré al punto―expresa la mujer, sus uñas largas trastabillan sobre la mesa en un movimiento molesto―. Deja de arruinar el futuro de nuestro imperio, no hundas más nuestra imagen.

TaeHyung cierra los ojos y aparta la mirada. Esperaba esto, pero no se encontraba preparado. Preferiría estar en una reunión como la de hace unas horas, de vida y muerte frente a Ali Yilmaz. Cualquier situación menos está.

―Señora Hasmet, si me permite...

―¿Cuándo dejarás de ser tan egoísta?―la voz de Belma interrumpe a TaeHyung, sus feromonas empiezan a hacer presión para doblegar a su lobo. El castaño agradece que estuvieran solos, no quería involucrar a los sirvientes en un conflicto de esta índole―. No me sorprende que seas tan necesitado de atención, los omegas siempre ruegan por cuidados y afecto, eso es entendible, pero querer mantener tu puesto cuando ya no aportas nada a este clan es inepto de tu parte.

―Yo...―intenta comenzar nuevamente TaeHyung, haciendo oídos sordos a las palabras agudas.

―¿Aún te llamas a ti omega? Has puesto el título de Hürrem en un nivel terriblemente bajo, ¿Cómo esperas ser la base de este imperio cuando no eres capaz de hacer lo mínimo para garantizar su futuro? ¡Ni siquiera has seguido el tratamiento que nuestros doctores te han recomendado!

TaeHyung traga pesadamente. El tema de su infertilidad lograba sacar punzadas desde el fondo de su corazón, ver la poca empatía que tenía esa mujer como madre le hizo ver la realidad de esta situación. El desprecio que sentía solo hacía que quisiera vomitar.

Alfas, todas iguales.

―Si Büyük Valide ha terminado con sus acusaciones falsas y palabras huecas, por favor, permíteme explicar esta vez a mi―los ojos de Belma se agradan, luciendo casi alarmados por el reto que se percibía en las palabras del omega―. Le recuerdo que la decisión de con quien pasar la noche solo recae en el amir regente. No me culpe por las acciones que su hijo ha tomado.

La boca de la mujer se tuerce en burla.

―¿Ahora saber atacar? ¿Un poco de poder y ya crees dominar todo? Recuerda tu lugar, solo eres un omega que vino de la nada, llegaste a este lugar por meros encantos de suerte.

TaeHyung inhala lento.

Paciencia. Paciencia. Paciencia.

―Mi género como omega y mi posición ha sido cuestionada desde que puse un pie en esta familia, mi probidad creció de valor alguno cuando mi capacidad de procrear se conoció como inexistente. He sido juzgado muchas veces por mi papel de omega, pero no permitiré que mi título como hürrem se vea manchado por incriminaciones.

―¿Hürrem? ¿Aún te crees merecedor de tal título?―el desdén de la alfa es perceptible en sus ojos, inconforme con sus insultos venenosos, añade―. No eres más que un omega de solo palabras.

TaeHyung aprieta su mano bajo la mesa, sus feromonas estaba empezando a responder a las de Belma.

―𝑽𝒊𝒏𝒆 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒆 𝒑𝒂í𝒔 𝒆𝒏 𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒗𝒐𝒍𝒖𝒏𝒕𝒂𝒅, 𝒆𝒏𝒄𝒂𝒅𝒆𝒏𝒂𝒅𝒐 𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒖𝒏𝒊ó𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒒𝒖𝒆𝒓í𝒂 𝒚 𝒄𝒐𝒏 𝒖𝒏 𝒉𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒑𝒂𝒓𝒆𝒄í𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒑𝒓𝒆𝒄𝒊𝒂𝒓𝒎𝒆, 𝒂𝒅𝒐𝒑𝒕é 𝒚 𝒂𝒑𝒓𝒆𝒏𝒅í 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒕𝒖𝒎𝒃𝒓𝒆𝒔, 𝒍𝒂 𝒍𝒆𝒏𝒈𝒖𝒂 𝒚 𝒍𝒂 𝒆𝒔𝒄𝒓𝒊𝒕𝒖𝒓𝒂 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂𝒔 𝒇𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒆𝒏 𝒎𝒊 𝒑𝒊𝒆𝒍el oxígeno alrededor se estaba volviendo cada vez más asfixiante, mientras la voz de TaeHyung iba tomando volumen Belma se encontraba pasmado por la intensidad del olor que emanaba del omega―¡𝑺𝒊𝒏 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒓𝒕𝒂𝒓 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒕𝒐 𝒆𝒙𝒕𝒓𝒂ñ𝒂𝒓𝒂 𝒎𝒊 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒊𝒂 𝒐 𝒆𝒍 𝒍𝒊𝒈𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒊𝒅𝒐 𝒅𝒆 𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆𝒏í𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐, 𝒎𝒆 𝒐𝒓𝒅𝒆𝒏𝒆 𝒂 𝒂𝒄𝒆𝒑𝒕𝒂𝒓 𝒆𝒍 𝒑𝒂𝒑𝒆𝒍 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒆 𝒊𝒎𝒑𝒖𝒔𝒊𝒆𝒓𝒐𝒏, 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒓𝒆𝒈𝒍𝒂𝒔 𝒚 𝒐𝒃𝒍𝒊𝒈𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒊𝒏𝒄𝒍𝒖𝒔𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒂 𝒎𝒂𝒚𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒎𝒊 𝒓𝒂𝒛ó𝒏 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒆𝒏𝒕𝒆! ¡𝑪𝒖á𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒊 𝒍𝒐𝒃𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒄𝒂𝒔𝒊 𝒊𝒏𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒆𝒏𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒎í 𝒕𝒐𝒎𝒆 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒔𝒑𝒐𝒏𝒔𝒂𝒃𝒊𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆 𝑳𝒂 𝑹𝒐𝒋𝒂 𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒓𝒂𝒔 𝒀𝒐𝒐𝒏𝑮𝒊 𝒏𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂 𝒂𝒒𝒖í, 𝒏𝒐 𝒕𝒖𝒗𝒆 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒏𝒊𝒏𝒈𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒓𝒂𝒎𝒂𝒔 𝒑𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒆𝒋𝒐, 𝒏𝒐 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒃𝒂𝒏 𝒎á𝒔 𝒊𝒏𝒕𝒆𝒓𝒆𝒔𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒗𝒆𝒓 𝒂 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒎𝒆𝒕𝒆𝒓 𝒂 𝒍𝒂 𝒄𝒂𝒎𝒂 𝒅𝒆 𝑴𝑰 𝑴𝑨𝑻𝑬!

Belma golpea la mesa con furia contenida, los gruñidos empiezan a emanar de su pecho. Sus manos tiemblan y se aprietan hasta romper la porcelana en sus manos.

―¡Pequeño mocoso! ¡Estás frente a mí, estás hablando con la madre del Amir actual! ¡Büyük Valide!

―¡Y usted está aquí, hablando con el mate de su hijo y Hürrem dirigente! ¡Título que me permite ser la voz de esta dinastía!

TaeHyung se incorpora de su silla mientras mantiene la mirada. Belma se siente mareada y extrañada ante la situación. ¿Cómo es que este omega tiene tanta presencia?

Los ojos de la alfa estudian a la figura frente a ella, ninguno de los dos cede en el extraño conflicto que se ha formado entre ellos.

A lo lejos y casi sin un entendimiento claro, suela el adhan desde la mezquita de Aya Sofia, llamando a la segunda oración del día. Mientras los parlantes proclaman el ''Hayya 'ala-s-Salah'' TaeHyung se permite unos segundos para volver a un estado de mente tranquilo.

Las feromonas se apaciguan poco a poco, al igual que el calor del enfrentamiento.

Es hasta que TaeHyung da un suspiro largo que vuelve a tomar asiento. Toda la atención de Belma sigue descansando sobre él, después de unos minutos en el mismo silencio inicial, la expresión de la mujer cambia a un brillo de reconocimiento, como su se acabara de dar cuanta de algo.

―Tú...

―A partir de este momento―le interrumpe el castaño―, he determinado por la autoridad y derecho de mi posición, que usted, Belma Hasmet, no se inmiscuirá en asuntos del harem. No sin mi previo permiso.

La alfa abre los ojos sorprendida, sus facciones se tuercen al borde de la histeria y su aliento se atora en su pecho. TaeHyung lo observa impasible, estudiando el caos en los ojos de Belma.

―¡Muhafizlar!―llama TaeHyung al aire. En cuestión de segundos tres de los alfas que custodiaban la puerta entra a la sala, sus expresiones son duras e inexpresivas.

Hürrem―los tres se inclinan por unos segundos hacia él, después se incorpora y se dirigen a hacer lo mismo con la mujer―. Büyük Valide.

Büyük Valide'ye bizzat camiye kadar eslik edin. Daha fazla namaz vaktinizi çamak istemiyorum |Escolten personalmente a Büyük Valide a la mezquita. No quiero robar más de su tiempo de rezo|

Otro crujido horroroso suena apenas TaeHyung termina de hablar. Belma había lanzado contra el piso lo que quedaba de la taza en su mano, el omega apenas da una mirada hacia los pedazos de porcelana que se expande sobre el mármol.

―YoonGi sabrá de esto―la voz de Belma tiembla de enojo, el rencor suena en cada sílaba. TaeHyung voltea la mirada e ignora los pasos pesados que pasan a su lado.

Sus ojos se cierran lentamente en la soledad que le permite la habitación vacía, el sonido del adhan se apaga pausadamente.

Alá es grande.

Adhan: El Azán, es la llamada a la oración que los musulmanes usan con el fin de atraer a los fieles a las mezquitas cinco veces al día, para la realización de sus oraciones.

ALV cómo quien dice el Taehyung se le puso al brinco a la suegra de un dos por tres, pero en sí ya soporto mucho de que esa mugre vieja le esté hechando en cara su infertilidad.

Pero bueno les tengo un anuncio muy importante.

Con este capítulo solo nos faltan 6 capítulos más para estar a la par de la actualización, con la autora original, pero siendoles sincera no se como voy a comodar mis tiempos ahora, no muchos saben pero apartir de mañana entro a clases presenciales de la universidad y no les miento tengo un gran miedo porque no es lo mismo que estar en linea que presencial y también de que no se si pueda con la presión de mis clases y de no poderles actualizar.

Quisiera que realmente me contestaran esto les gustaría que los últimos 6 capítulos se los suba de jalón el próximo domingo o hago actualización de mis otras dos novelas que tengo por el momento.

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