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Capítulo 26


Los pocos faroles en la calle iluminaban el pavimento en las calles bajas de Estambul, la ciudad tenía una belleza rebosante en la arquitectura patrimonial por el día y la espiritualidad era desbordante en el ambiente. Sin embargo, la magnificencia característica del día se transformaban en un ambiente más oscuro por la noche, donde la diversión y el libertinaje no eran del todo prohibidos.

El rugido de los motores y el humo a los alrededores junto con las risas del montón de gente hacían el escenario más jovial en los presentes.

El lugar era reservado y oculto, pero miles de celebridades del continente asistían para saciar la sed de una vida anónima donde las cámaras no existían.

Los silbidos y las celebraciones con mezcla en pocas maldiciones se avivaron alrededor cuando la meta fue sobrepasada, un ganador como resultado.

El moreno sintió fuertes de sus compañeros apretándolo efusivamente en victoria. El casco apretaba su cabeza, y fue refrescante la brisa en sus cabellos mojados.

Yüce Seokjin, basarilariniza bir zafer daha. |El gran Seokjin, otra victoria a tus logros.|―ríe Tristán a su lado, mientras Jack y Kim están discutiendo por los resultados de lo que parece ser una apuesta precedida a la carrera, a pesar de los fuertes gritos tienen un matiz de camarería en sus rostros.

―¡Seokjin! ¿no pudiste perder aunque sea una vez?―se queja el asiático mientras hace expresiones exageradas―Aigo, ahora le tendré que pagar a este gorila dos grandes.

Seokjin ríe mientras niega con la cabeza.

El amir les había dado tiempo libre después de que terminara el kis. Las carreras ilegales no era una manera muy sana para divertirse y casi no iban a esos lugares, pero Seokjin prefería desestresarse con la adrenalina a la hora de correr, los chicos no objetaron, emocionados por coquetear con las modelos alrededor.

―Seokjin es así, ponle una meta e irá por ella.―llega Ömer a su lado mientras choca las palmas con todos. Azra estaba muy cansado y se quedó en la eve para dormir, algunos otros alfas siguieron su paso y otros simplemente se perdieron en la ciudad de noche para divertirse a su manera.

―Ojalá aplicará esa regla con los omegas, ¡te mueven los ojos y los ignoras por completo hombre, espero que no esté muy oxidado abajo!

Todos ríen ante la broma de Tristán, y Seokjin da una mueca divertida cuando empieza a hacer sonidos extraños y morbosos. Puede que sea de diferentes caminos, pero los alfas siguen siendo alfas.

―Estoy seguro que tengo más experiencia que tu Tristán―responde Seokjin divertido a su manera.―Los omegas que salen de tu cuarto tienen una cara tan melancólica, ¿Qué les irás a hacer, no quieres que te de un consejo o dos?

El rubio borra su sonrisa y los demás continúan riendo para cambiar su burla a otro objeto.

―Seokjin―escucha una voz suave atrás suyo con un olor a durazno desbordante. Era Milena, una nueva modelo que ascenso en Rusia que estaba asentada en Estambul, los hombres la habían visto seguido ahí junto con otro grupo de omegas de la misma empresa.

―Milena, hola―asiente Seokjin en saludo y la rubia le sonríe más, escucha un sonido de Kim atrás ahogado por un golpe de Tristán.

―Hola, chicos―se dirige a los demás manteniendo su rostro amable.

―¡Milena, casi pensé que hacíamos de plantas! Seokjin préstame ese rostro atractivo que tienes una noche.―bromea Tristán, Milena extiende su sonrisa y el encanto de la omega altera el olor de los alfas atrás de Seokjin, quien se resiste a virar los ojos por la falta de control que podría tener sus amigos a un omega dulce. Siempre son presas fáciles por eso.

―Vamos Tristán, sabes que los aprecio a todos―contesta la omega mientras toma la mano de Seokjin―Pero esta vez me gustaría hablar con Seokjin a solas.

El brasileño escucha a sus amigos chiflar y dar otras palabras burlonas, deseándole aliento innecesario para después oír sus pasos alejarse un poco.

―Bien, ¿en que puedo ser útil?―habla Seokjin dando una mirada a su hombro para ver a los otros alfas manteniendo una mirada sobre ellos, la confianza en el rostro de la omega se pierde y de un momento a otro el rojo tiñe su pálido rostro. Como si hubiera apretado un botón automático en ella y toda la seguridad se hubiera esfumado.

―Bueno, yo... bueno―tartamudea la chica y Seokjin se ve divertido por la situación.

―Vamos Milena que no muerdo, ¿hay otro grupo de alfas molestándote?, puedo pedirle a Jack que vuelva a encargarse de ellos.―ofrece amable el moreno.

Desde que había perdido a su hermana por un tiempo, situaciones de acoso hacía omegas como Milena realmente le hacían dar un paso al frente para encargarse de la situación, como hubiera querido que pasara con su hermana años atrás.

―No, no, todo ha estado bien, agradezco todo el apoyo que nos han dado―niega Milena con un tono más rojo en su piel, el color carmín realzando aún más sus pecas.

Seokjin se percata que el olor a durazno se vuelve más intenso y frunce el ceño en confusión.―¿Entonces?

La omega suspira fuertemente y cierra los ojos por lo que parece ser un minuto entero. El alfa espera pacientemente y cuando Milena abre los ojos el brillo de sus esmeraldas aumenta.

―Seokjin, la verdad es que desde hace un tiempo me has interesado―comienza en apenas un susurro―Quería invitarte una copa esta noche ya que estás aquí, es más fácil encontrar una aguja en una alfombra que verte por aquí, quiero aprovechar la situación.

El alfa razona y entiende el olor dulce en incremento saliendo de la omega, se estaba presentando como una posible pareja para él, situación que siempre lo ponía en un aprieto no tan poco común. Meditando sus palabras intentando encontrar un tono de voz correcto―Milena yo...

―Se qué hay muchos y muchas omegas que quieres escapar tu atención, pero realmente creo que una copa no le hará mal a nadie.―le interrumpe Milena captando el tono de incomodidad en el alfa.

―Milena, realmente creo que eres muy hermosa y encantadora―murmura Seokjin con una sonrisa, ganando otra de parte de la rubia―Pero tengo trabajo mañana, tal vez otro día o cuando estés libre...

La voz del alfa se apaga poco a poco, tratando de dar a entender el mensaje suavemente. La mujer desvanece su sonrisa y da una mueca en un intento de aceptación, había captado el fondo de las palabras en el moreno, no habría copa en un futuro.

Siendo una omega muy famosa en su patria y los medios, la realización de un rechazo le daba una pesadez horrible en su estómago, sin embargo, no había puesto sus expectativas muy altas y no sintió el golpe en su orgullo tan fuerte.

De todos modos no seria la primera del lugar en ser rechazada por el moreno.

―Vale Seokjin, entiendo―susurra Milena con la decepción palpable en su rostro y el alfa huele salado en el ambiente―Felicidades de todos modos.

Seokjin quiere despedirse pero la omega de una vuelta y sale a correr con su grupo de amigos que la esperan atrás, viendo cómo la dirigen rápidamente a una calle continua Seokjin se empieza a sentir culpable por el rostro lloroso en la mujer, los omegas podían ser muy sensibles y Seokjin no le gustaba ser causante de la melancolía que podían tener a un rechazo.

Atrás suyo siente la esencia de sus compañeros acercándose.

―No puedo creerlo―Ömer llega se clava en su espalda―Dime que no rechazaste a Milena Rausky.

Seokjin encorva sus hombros y siente un golpe en su nuca.

―Con la cara que te dieron estoy seguro de que este año no tendremos ninguna oportunidad con los omegas de la empresa Líbano―se queja Tristán con una expresión de aflicción falsa.

―Ojo que si nos dicen que te van más los alfas o los betas no te criticaremos.―dice Ömer siguiendo el juego, pero Seokjin sabe que le quieren sacar información, no es la primera vez que se interesan en su vida sexual, o la falta de ella para ser correctos.

―Simplemente no estoy interesado en nadie.

―Adamate un poco, Seokjin.―regaña Kim mientras le da otro golpe e juego al brasileño.

―Prefiero concentrarme en mi trabajo―contesta Seokjin mientras empieza a limpiar su casco.

―Hürrem tampoco es un frágil hoja Seokjin, sabemos eso―Jack le espeta serio.―El amir tampoco te ha pedido tanta fidelidad.

Seokjin no contesta y empieza a empujarlos para que se dirijan al club cercano de los Hasmet, argumentando que sería más tarde y los mandaría a entrenar otra hora la próxima semana su no se apuran. Todos empiezan a quejar y apuran su paso, exceptuando a Ömer, quien le da una mirada preocupada.

―¿Estás bien, Seokjin?―se acerca el alfa, el brasileño frunce el ceño y camina la moto con cuidado―Te he notado raro estos últimos días.

―Estoy bien Ömer, nada de que preocuparse―le calma el brasileño con una cálida sonrisa, el otro hombre duda pero después de unos segundos asiente inseguro.

Kim empieza a hacer otras bromas saliendo del lugar y la calma en Seokjin se asienta poco a poco, siempre era un bálsamo desestresarse con sus amigos.

―Perros del jefe no importa su pedigree, siguen siendo perros.

Las risas se apagan y detiene sus pasos, Seokjin capta el olor horrible a pólvora detrás suyo, no tiene que darse la vuelta para saber de quien se trata.

―Al menos somos mejor comparados a las ratas de tu tipo, Cacek―contesta Seokjin mientras da media vuelta, la sonrisa cínica del alfa tuerto lo saluda―Ni las pandillas bajas te quieren con ellos.

El rostro divertido se deforma en el rostro del alfa, Seokjin ve la expresión en el lugar donde debería estar un ojo hacerse más pequeña por la rabia. Cacek solía ser un compañero suyo, era hace cinco años cuando aún trabaja codo a codo con él y lo podía considerar un hermano.

Eso fue hasta el amir lo descubrió robando a los otros en la eve, un acto muy poco propio considerando que si cualquiera de ellos pedía dinero a su jefe, él lo daría sin chistar y sin pedirlo después.

YoonGi no lo mató, pero la confianza traicionada le arranco el ojo para dárselo a Jabir frente al ojo de todos.

El brasileño aún recuerda los alaridos mientras el gama extraída con maestría el órgano con su propia mano, ver cómo la mascota de la casa se lo tragaba de una sola vez hirió definitivamente el orgullo de Cacek.

―No necesito nada de ti, solo lárgate―brama Jack en advertencia, a pesar de ser el más tranquilo de todos su límite se ponía a cuestas si de traición se trataba.

―Vámonos―ordena Seokjin, la tensión estaba avivándose y no podía permitir causar una pelea pública.

Todos se vuelven e ignoran el olor acido de Cacek detrás suyo, dispuesto con continuar su camino al club.

―También quería mandar mis felicitaciones la amir, he visto al nuevo hürrem en la portada de una revista famosa.

Todos detiene su paso automáticamente, el olor cambia en el ambiente y Seokjin les tiene que dar una mirada en advertencia a los cuatros alfas para calmarlos. Cacek sabía que era una falta muy grande dirigirse así a ellos, en la calle y enfrente de tantas personas.

―¿Cómo te atreves a dirigirte así?, no estás al nivel ni siquiera para mencionar sus títulos―gruñe Kim, dando un paso que es detenido por Seokjin.

Lo que parecía ser un círculo íntimo de conversación enfocado en ellos, se disolvió rápidamente para tener la atención de todos, convirtiéndose en el núcleo de interés de la noche.

Seokjin muerde su labio y extiende una curva falsa en su rostro, era el único que tenía en control sus feromonas―¿De verdad quieres hacer esto?

―¡Oh! pero Seokjin sólo quería venerar la belleza de hürrem, es claro que está a la altura de todas las expectativas que quería a la altura de todas las expectativas que quería la familia del amir para su pareja.―contesta el otro mientras cruza sus brazos―Los veo a ustedes igual de felices y comprendo tu continuo rechazo a otros omegas. Con la cara de puta que tiene no dudo que tú, Seokjin, sea quien mas saque provecho de la situación.

La tensión de disipó, el silencio fue un vestigio corto, uno y dos segundos pasaron y los jadeos de sorpresa se escucharon por la desvergüenza del alfa sin ojo, todos en Turquía conocían a YoonGi Hasmet y a su familia, el conocimiento de un nuevo hürrem en su dinastía se acrecentó cuando los medios los captaron en la Anasofya. Hablar mal de la familia Hasmet era un pase directo para tu destrucción.

No tardo mucho para que los cotilleos se convirtieran en gritos extasiados de sorpresa ante la escena difusa de dos figuras en el lugar.

―¡Seokjin, Seokjin!

―¡Para hombre!

De un momento a otro el alfa no se encontraba parado en medio de la diversión y el éxtasis, pues su vista se había trasformado para dar lugar a la sangre frente a él y la adrenalina en su cabeza que no le permitieron pensar. Sintió pares de brazos alzándolo, pero logró arrancarse de todos para seguir con los golpes salvajes en un rápido movimiento.

Empezó a sentir líquido en sus nudillos y el control desaparecer poco a poco.

Fue hasta que se sintió flotando y la sensación de un cuerpo fuerte atrás de él que se percató de la realidad del momento. Jack lo sostenía con aseveración, Tristán y Kim estaban dando ligeros golpes en su rostro para enfocarlo en la situación.

El brasileño no los escuchaba y un pitido en su oído incrementaba constantemente. Fue hasta que Ömer le lanzo algo liquido que pudo estabilizar su mente.

―Hombre, ¡¿estás escuchando?!―grita Tristán mientras le da otro pequeño golpe e su cara.

Seokjin cierra los ojos y los abre para enfocar su vista en el cuerpo inclinado más atrás de ellos, había gente rodeándolos y la mirada en rabia de Cacek se mezclaba con toda la sangre corriendo por su rostro―¡Kurusu! ¡Aptal!

―Está bien Seokjin, está bien. Se lo merecía el orospu çocugu―Ömer murmura mientras da una pequeña examinación al rostro confundido y enojado de Seokjin, la sangre no era suya afortunadamente.

Había cometido una falta, amir no los regulaba para explotar al segundo. Este tipo de situaciones estaban en su entrenamiento, si provocan una pelea y saltaran a la mínima grosería hacia su amir o familia causarían problemas y llamarían la atención. Es por eso que el control era fundamental, él nunca había actuado así.

―Kim respira―susurra Jack aún sosteniendo al moreno, viendo cómo el otro alfa respiraba desigual, todos estaban conteniéndose para no sacar las armas escondidas en su ropa y terminar el trabajo, estaba prohibido hacerlo sin la orden de amir.

―¡Ethot proklyatyy otmorozok!

El olor alrededor que resultaba de una pelea entre alfas podía ser detonante para despertar agresividad en los demás presentes. La tensión se sintió pesada y descontrol podría estar próximo.

―Sería mejor irnos.―habla Tristán.

―Suéltame―pide Seokjin suspirando y controlando su olor.

―Seokjin creo que...―comienza Ömer a su lado.

―Suéltame, estoy bien.

Jack vacila en sus movimientos y lo deja lentamente, Seokjin acomoda sus ropas y da una última mirada al cuerpo ahora inconsciente en el centro.

―¡Llame alguien una ambulancia!―grita uno de los organizadores de las carreras. Seokjin limpia la sangre en sus manos con su camisa y se apresura a ponerse el casco para ignorar los gritos alrededor.

―¡Hey Seokjin, espera!

El moreno no hace caso y gira la llave en su moto para encenderla. El derrape hace un sonido agudo y el motor ruge agresivamente.

―¡Seokjin!

Conduce y curvea en una calle continua, sintiendo un ahogo por el vestigio de rabia de la pelea aún presente, sube el cristal de su casco y el viento resulta refrescante por un momento cuando golpea su rostro.

El medio de la nubles en su mente palabras de su amir rezonan en sus oídos, donde la sangre parece arrebolarse con más intensidad.

".―Jurarás lealtad, tus compañeros serán tus hermanos a partir de ahora, y renunciarás a la vida normal para morir y vivir por mi mano.―"

Un trueno lejano se escucha rompiendo los cielos, las luces pasan rápidamente teniendo de blanco por un momento los edificios.

El alfa se inclina y acelera con más fuerza, las primeras gotas del cielo cayendo poco a poco y mojando sus ropas.

La nube en su cabeza se agranda, un vestido de una esencia de frutos rojos llegan con ojos grises cristalinos mirándolo.

Aumenta la velocidad.

"―Protégelo.―"

El pitido de espera en el teléfono suena tres veces, Seokjin las contó cuando ignoró las llamadas de Jack y Ömer.

Siente la humedad de su playera adherirse a su cuerpo y el viento se siente con más intensidad a la alta altura del edificio. Pasa sus manos nerviosamente por su cabello mojado mientras la lluvia se vuelve más intensa.

―¿Olá?―contesta una voz del otro lado del teléfono, el brasileño pega su oído más a la pantalla para poder escuchar sobre los truenos.

Avó |Abuela|―suspira Seokjin sentándose al otro lado, reconociendo el tono de su nieto.―Estuve a punto de marcarte pero pensé que estabas ocupando, ¿Cómo has estado?

―¡Seokjin, cariño!―responde la mujer al otro lado, reconociendo el tono de su nieto―Estuve a punto de marcarte pero pensé que estabas ocupado, ¿Cómo has estado?

El alfa empieza a sentir frío por la baja temperatura y siente su garganta raspar, cerrando los ojos intenta acomodar sus palabras―Bien avó, quería llamarlas para saber cómo habían estado, ¿Azul esta bien?

Escucha una risa y la preocupación en su espalda se deshace poco a poco, como si el agua se llevara las piedras en su cabeza también.

―Ella está bien Seokjin, estamos todos bien.―responde su abuela tranquila. Runia era su nombre, como su madre, en situaciones como esas, el conocimiento sabio que las palabras se sosiego que podía darle su abuela eran la mejor opción para calmar a su lobo intranquilo. Después de un momento y preguntas habituales, la mujer va apagando su tono alegre y carraspea su voz―Pero...¿tú estás bien? Te escuchas agitado cariño.

El alfa agarra su cabeza fuertemente, como si la pregunta de su avó fuera la palanca para liberar el huracán de emociones que guardaba. Su olor se estaba volviendo ácido y la intranquilidad poco característica en él hacía que le doliera la cabeza.

Siempre había tenido la costumbre de ir a lugares altos cuando estaba así, como si la altura lo separara del piso de sus preocupaciones. Esta vez no fue el caso.

―Abuela, creo que he fallado en mi trabajo, yo...―dice el moreno sin poder continuar, no sabía qué decir o por qué camino dirigir sus pensamientos. Sentía que cualquier cosa que hiciera no estaría bien, nunca se había sentido tan perdido al hablar con su persona favorita como en ese momento, mordiendo su labio fuertemente mientras siente el sabor de la sangre decide decir lo primer que está en su cabeza―Siento que he cometido traición.

El celular se queda en silencio por un momento y Seokjin aprovecha para controlar su respiración mientras espera una respuesta, una solución o un regaño. Después de lo que parece ser una eternidad ser abuela hace un sonido en entendimiento, sin una pizca de alteración en él.

―Seokjin... eres el hombre más leal que conozco, tu corazón es tan grande que ni siquiera me explico cómo puede caber en ese pecho tan pequeño―habla la mujer al otro lado, manteniendo neutralidad en su voz, años de conocimiento centrados escuchándose en cada vocal―Sea lo que sea que hagas o hicieras, tú familia siempre estará apoyándote, porque te amamos y conocemos. No te rindas, cualquier decisión que tomes te llevare por el camino correcto.

El alfa expira y baja el celular por un momento, viendo el cielo con las ligeras luces de los rayos parecen ser más descubre el fondo de las palabras de su abuela, siempre había sabido como dar un clavo en el lugar correcto.

"―Protégelo―"

Viendo la ciudad frente a él y la parsimonia con la que las gotas se desliza por las vigas y los vidrios de la casa sopesa una a una sus ideas.

Por lo lejos ve a una mujer apresurándose mientras cierra el puesto de flores que tiene, un señor ayudándola. Al otro extremo de esa calle ve a niños correr mientras sus madres los persiguen con sonrisas en sus rostros. Y en la esquina del lugar ve a dos personas, salvaguárdense de la tormenta en la oscuridad, una mantenía todo su esfuerzo en proteger a la otra de salvarla de las gotas salvajes que incrementaban con prisa y cuando otro trueno fuerte se escuchó, se arremolinaron más cerca, sin importar la humedad en todo su cuerpo y la expresión de cansancio en su rostro, la persona más alta no quita el brazo protector sobre la más baja.

Ve la pantalla en su celular con los segundos contando el tiempo de la llamada y vuelve a acercar el aparato en su oído, con un tono más tranquilo susurra―Gracias, avó.

Un sonido de aceptación fue su respuesta y aunque no pudiera ver a la mujer directamente sabía que mantenía una sonrisa en su rostro, dando una palabras de amor.

―Cariño―susurra su abuela lentamente, el alfa espera a que continúe―A veces amar es suficiente.

El moreno sonríe y cierra los ojos; su avó, siempre sabia, siempre acertaba con tanta razón en cada problema presentado.

Antes de que Seokjin pudiera contestar la voz automática de móvil se escucha, anunciando el fin de la llamada.

―Seokjin.

La mirada preocupada y de sorpresa del omega hacen sentir culpable al moreno con más pesadez de lo usual, la realización de su error por la evitación intencionada a su hürrem le daba las cuentas en ese momento.

―¿Cómo está, hürrem?―dice mientras extiende una sonrisa diminuta, acción tan habitual para su cansancio.

No había dormido en toda la noche y se la pago gran parte de ese tiempo rondando por las calles mojadas. Fue hasta hace dos horas que Ömer llamó y decidió contestar.

Él no le dijo nada y tampoco le reclamó, Seokjin agradeció la compresión silenciosa de su amigo y preguntó sus órdenes para ese día. Había asuntos que amir tenía que hacer con algunos problemas en ciertas propiedades, y como si tuviera un séptimo sentido desarrollado le pidió a Ömer que le dijera que podía tomarse otro día libre.

Había estado dos horas paseándose a las fueras de la empresa antes de convencerse a pasar. Lo que lo llevaba a la escena del momento.

El castaño lo observa dudoso y junta sus manos en nerviosismo―Bien, pero...―la inseguridad se hace presente en voz, altercando su peso sobre uno y otro de sus pies―Seokjin, ¿podemos hablar?

El alfa da un gesto para detenerlo, después pediría perdón a Alá por faltar a su hürrem. Sentía que si no se decidía a expresarse en ese momento el miedo le ganaría y cerraría su boca con ladrillos.

Hürem, quiero disculparme por mi imperdonable comportamiento en los últimos días―Seokjin clava sus rodillas al piso y da una reverencia larga, siente manos rápidas en su espalda para prepararlo.

―Seokjin, espera ¿Qué haces?―el tono preocupado del castaño hace dudar al alfa pero se traga la acción para sí mismo, el olor que exaltaba del omega denota lo alarmado que estaba.

En cambio, Seokjin se incorpora y agarra una mano del omega, mantiene sus rodillas en el piso y la pone en su frente.

Hürrem―murmura serio, lo suficiente para mantener a TaeHyung callado. El alfa suspira fuertemente y cierra los ojos.―No volverá a pasar esto, no esperará ninguna falta de mi parte y siempre me encontraré a su lado o importa las situación, lo juro.

La mano en su frente tiembla un poco y Seokjin la dirige a sus labios sin presionar, un signo de auténtica veneración.

Un jadeo sale de Taehyung en estupor―Seokjin...

―𝐏𝐨𝐫𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐨 𝐬𝐢𝐞𝐦𝐩𝐫𝐞 𝐬𝐨𝐲 𝐲 𝐬𝐞𝐫é 𝐬𝐮 𝐚𝐠â 𝐥𝐞𝐚𝐥.

El sonido del reloj en la pared y los autos en la metrópolis parecen tan lejanos a los oídos del alfa, no se atreve a hacer ningún movimiento, no cree que sus músculos respondan.

Por fin, se decide a afianzar su agarre mientras abre sus ojos poco a poco, ojos grises mirándolo con confusión, una sonrisa se extiende en el omega y se inclina mientras extiende sus brazos.

Un brazo cálido lo rodea, el alfa se encuentra en un estado de pasmo total por un segundo.

―Gracias, Seokjin.―susurra su hürrem. Su olor expresa su alivio y felicidad, soltando la preocupación de días pasados.

El alfa asiente y contesta el abrazo con fuerza. Todo estaría bien ahora.

Agâ leal: Era un nombre para los nobles u oficiales del ejército, el leal es muestra de que será fiel hasta la muerte a su amo\jefe\líder o en este caso hürrem.

deminyoongisoy Este es el capitulo que te dije y que me emocione 😊❤️❤️

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