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05


No podía creerlo, en verdad que no.

JeongIn llegó al lugar dónde, literalmente sus padres y YiZhuo le esperaban.

—Al fin, ya estaba a punto de llamarte. Ven, tesoro.—dijo JiSoo.

—Madre, no es por ser grosero pero trabajo, ¿lo sabes?.—mencionó sobando su sien.

JiSoo sí sabía, sabía perfectamente en que clase de trabajo estaba JeongIn. Nunca le impuso hacerlo porque después de todo, era heredero absoluto de la fortuna Yang, lo que incluía esa otra parte que a ella no le gustaba pero que, estaba obligada a apoyar.

—Vamos hijo, te visitamos cada año porque te queremos y deseamos pasar tiempo contigo—aludió la mayor—. Además, hoy YiZhuo nos mencionó que no le dedicas el tiempo suficiente.—comenta viéndolo seriamente.

JeongIn observó a la azabache, quién, mantenía una expresión apenada en su rostro, si se tomó enserio el papel de novia consentida y berrichuda—. Deberías hacer un espacio en tu agenda para estar con tu pareja, hijo. No te sobreexijas tanto en tu trabajo.

Yang veía los ojos de su madre, por ello es que detestaba tanto juntarse en familia... Porque sabe bien que acatará cualquier cosa que le pida, ni por más mínima que llegase a ser.

—De acuerdo, lo intentaré.—dijo sin más.

Oyó a JiSoo y a YiZhuo aplaudir alegres por haber cedido a tal petición. JeongIn quiso en verdad, suspirar con fuerza. No podía creer el descaro de la menor al mencionarle dicha mentira a su propia madre. JungKook a su lado, sólo le dió palmaditas suaves en modo de reconfortación.

El de cabello grisáceo definitivamente hablaría con Ning después. Mujer descarada.

Finalizando dicha conversación, ordenaron un delicioso almuerzo conformado por carne de ternera, ensaladas mixtas y una buena botella de vino dulce.

JiSoo estaba demasiado entretenida al conversar con YiZhuo mientras que, ambos hombres Yang se dedicaban a asentirles y opinar de vez en cuando. JeongIn no podía quedarse tanto tiempo, debía regresar a sus responsabilidades de jefe de la mafia. Por ende, no sabía si era propicio intervenir o simplemente levantarse e irse sin despedirse.

Optó por la primera opción.

—Estuvo todo muy entretenido, sin embargo, me deberán disculpar por mi temprana retirada pero tengo negocios importantes que atender—mencionó de pie—. Nos vemos en casa.—hizo un ademán de mano como despedida.

En ese preciso instante que se encontraba dando la vuelta, escuchó la autoritaria voz de su madre detenerlo.

—Al menos despidete propiamente de tu novia, Yang JeongIn.

JeongIn cerró sus ojos con fuerza, de ninguna manera besaría a YiZhuo.

—No se preocupe suegra, Innie debe tener prisa.—aludió Ning en un tono ¿desanimado?.

JungKook permanecía en silencio, si él abría su boca, de seguro le tocaría dormir en la alfombra del dormitorio.

Esta niña no ayuda sino que empeora la situación.

Una sonrisa torcida apareció en él, girando sobre su propio eje, vió a su madre cruzada de brazos sin ningún tipo de empatía y a su lado, YiZhuo cabizbaja.

¿Entonces si quería que la besara?.

JeongIn caminó hasta el puesto de su pareja, arrodillarse era una completa humillación hacía su frívolo carácter. No obstante, ahí estaba, besando su mejilla como el ridículo romántico que no era en absoluto.

YiZhuo por su lado, sonrió y le devolvió el beso en la otra mejilla. Había sido tan profundo que, una extraña sensación apareció en ellos.

—Cuídate amor.

—Igualmente tesoro, cuidense.—mencionó como último antes de irse de aquel restaurante.

Por inercia, los dos tocaron sus anillos a la vez sin darse cuenta.


Mediante el anochecer, YiZhuo contemplaba la hermosa luna llena. Desde el balcón de su habitación, sus pensamientos fueron inundados de recuerdos dolorosos.

A este punto, se preguntaba si alguna vez su familia pensó en ella o siquiera hicieron el intento de buscarla.

Rió amargamente, sintiéndose estupida por imaginar que aquello fuese real. Sólo fue un objeto de intercambio.

Agradecía internamente en haberse topado a JeongIn esa noche de huída, él la protegió y le dió un hogar dónde vivir. Aunque sólo fuera por conveniencia, el mayor la respetaba y en ningún instante, intentó sobrepasarse ni pedir otra cosa a cambio de fingir una relación amorosa, hasta se sentía como si realmente fuese la novia del joven mafioso.

La consentía mucho.

También añadía el hecho de conocer a los padres de JeongIn, ambos eran sumamente simpáticos y amables con su persona, sobretodo JiSoo, quién, en los pocos momentos que llevaban conociéndose, se comportó como toda una suegra y madre querida.

Ojalá hubiese sido así su verdadera madre.

De golpe, una fría ventisca generó que su cuerpo temblara de lo helada que esta fue.

No dudó en ingresar a la habitación y cerrar las puertas.

Fijándose la hora, dedujo que JeongIn tal vez no regresaría a dormir. Con un suspiro, apagó las luces y se recostó en la cama.

Sonrió observando el gigantesco peluche de zorrito a su lado, pues, al llegar a casa y entrar al cuarto, halló tal regalo sobre la espaciosa cama. Rió cuando encontró la nota debajo del muñeco.

"Es para evitar que me patees en la noche."

—Gracias.—susurró abrazando finalmente a ese precioso zorrito afelpado con aroma a rosas.

Cerrando sus ojitos, se acomodó bien entre las sábanas y dando un leve suspiro, quedó completamente dormida.

JeongIn llegó minutos después, sin hacer ruido, entró a la habitación. Lo único que iluminaba aquel amplio sector era el brillo de la luna a través del balcón. Fijó sus orbes en la cama, con cautela, se acercó y encontró a una adormilada YiZhuo abrazando el gigantesco peluche que encargó para ella.

Su cansado cuerpo le pidió acostarse, así que lo hizo. Sólo se sacó sus zapatos, camisa y cinturón, quedándose únicamente con su pantalón puesto.

Ni siquiera supo en qué instante cerró sus ojos y el sueño se apoderó de él.


Dos semanas transcurrieron rápidamente para JeongIn, dos en las cuáles pasaba obligado a atender a su caprichosa novia. Es que, no entendía el poder que YiZhuo tenía sobre él, literalmente iban a lugares que ella quería o le compraba cosas que ni sus guardaespaldas podían comprender. JiSoo y JungKook aprovecharon de ir a visitar las playas de Busan, su verdadero hogar.

—¿No crees que te estás tomando demasiados privilegios?.

—¿Qué?.

YiZhuo apenas lo oía, llevaba una hora dentro del jacuzzi. JeongIn bufó, estando parado en el marco de la puerta, ingresó hacía dentro de esas cuatro paredes y se sentó sobre el retrete.

—¿Por qué dijiste esa vez que te tengo descuidada?.

—Estaba en mi papel de actriz, JeongIn-ah—dijo cerrando sus ojos—. No creí que tu madre fuera tan exigente en ese sentido.

—Ella es exigente y comprensiva, dos puntos en contra para mí porque no puedo llevarle la contraria ni por más que quisiera—alude sobando su sien—. Te vió triste y sus instintos maternos salieron a flote.

—Es admirable, ahora entiendo de dónde sacaste esa compasión—sonríe aunque JeongIn no la viese—. Va, está bien, quizá exageré un poquito pero recuerda que soy tu pareja y es evidente que deba exigir tiempo para mí también.

Yang alza una ceja, de pronto, una sonrisa socorrona aparece en él y va directo hacía YiZhuo. Apoya sus manos en los hombros desnudos de la menor, causándole un chillido del susto.

—¿Y con tiempo te refieres a...?.—susurra sobre su oído, haciéndole masajes, quería provocarla y ver hasta dónde era capaz de llegar.

—N-no es...-

Un pequeño pero sonoro gemido salió de sus labios, Dios, las manos de JeongIn eran mágicas.

—¿Te gusta así?.

YiZhuo se retorció en su lugar, a medida que él continuaba con lo suyo, ella aumentaba sus gemidos.

—¿Por qué gimes, eh?—vocifera burlón—. Sólo son masajes...

Un "cállate y sigue..." de YiZhuo, causó que riera y continuara.

Bastaron un par de minutos para que, ahora mismo él estuviera dentro del jacuzzi. Con sólo ropa interior puesta, compartiendo el mismo espacio que la menor, quién, avergonzada le dió la espalda. Sus mejillas ardían intensamente debido a cómo ambos se encontraba ahora mismo.

JeongIn atrajo el cuerpo de la azabache a él, rodeando su cintura, hizo que la espalda de YiZhuo chocara con su pecho.

—Si eres tan buena actriz, ¿qué tanto eres capaz de soportar esta posición?.—susurró sobre el desnudo cuello femenino.

YiZhuo tragó en seco, cerrando sus ojos, se dejó llevar por las palabras de JeongIn, el cual, empezó a depositar suaves besos alrededor de su espalda y hombros.

—¿Q-qué quieres lograr con esto?...

—¿Lograr? Bueno, creo que es obvia mi respuesta...—dijo dejando un chupón en el cuello de YiZhuo, cosa que generó un alto gemido—. ¿Qué tanto me suplicarás para follarte?.

—N-ni en tus sueños—aludió de pronto, sintiéndose húmeda a la vez que su trasero empezó a restregarse contra la evidente erección de JeongIn—. E-eres u-un bastardo...

—Un bastardo que te pone muy caliente, pequeña. Tú sólo ordena, yo me encargaré de conceder tu petición.—mencionó llevando uno de sus largos dedos hacía la entrada de YiZhuo.

—Ya... Deja de hacerlo—suplicó—... Dios, JeongIn-ah...

Efectivamente estaba siendo masturbada por los dedos del mafioso, el cual, con su otra mano, sujetó su cuello y sin previo aviso, aprisionó la boca de YiZhuo a la suya en una sucio beso lleno de lujuria y excitación.

Vería hasta dónde era capaz de llegar su caprichosa novia.



Jsjs, nueva actualización... 🤭🤭🤭

Espero les guste mucho el capítulo.<3

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