02
YiZhuo estaba impresionada de si misma por enfocarse tan bien en el papel de novia. Incluso se enteró muchas cosas acerca de JeongIn que por alguna razón, le generaron unos cuántos escalofríos en su espina dorsal.
No esperaba en verdad, saber que aquel guapo y arrogante chico fuese el mismísimo jefe de la mafia coreana. Lo veía demasiado joven para ocupar un puesto de tal prestigio. Y a simple vista, no aparentaba serlo.
Digamos que era un contraste entre claridad y oscuridad.
Apenas se despidieron de todos, Yang compró unas cuantas obras de artes que sobrepasaban los millones de wons. Incluso le permitió escoger algunas que fueran de su interés, cosa que sorprendió a YiZhuo.
Olvidaba que debía actuar como la novia consentida del jefe.
—¿Dónde vives?.—preguntó JeongIn una vez la camioneta se puso en marcha.
Ning cabizbaja, sintió vergüenza de responder. Pues, no tenía dónde ir más que a un parque cualquiera.
—N-no t-tengo h-hogar—susurra apenada—. Déjame en una estación de autobuses, yo me las arreglaré.—dijo esbozando una forzada sonrisa.
JeongIn miró de reojo a sus guardaespaldas, los cuales hicieron exactamente lo mismo.
—Está bien, iremos de regreso al hotel, reserva una habitación para YiZhuo, que esté frente a la mía.—ordena.
ChangBin asiente y en cuestión de segundos, marca el número del hotel.
—No es necesario, de verdad, ya hiciste mucho por mí y-...
El de cabello grisáceo tapó su boca con uno de sus dedos.
—Escucha, supongo que ya sabes quién soy, ¿cierto?—Ning asintió moviendo su cabeza—. Y supongo que te das una idea de lo que ese poder implica, ¿no?—la menor volvió a afirmar—. Excelente, fin del tema.—mencionó sonriente.
Apartando su dedo de ella, se limitó a revisar su celular.
YiZhuo formó un leve puchero y quedó callada por el resto del camino.
Para cuando Bang Chan aparcó la camioneta en el estacionamiento subterráneo del edificio y bajaron de ésta, JeongIn dejó muy atrás a su acompañante, quién, se quejaba por el dolor de sus pies debido a los tacones.
—¡Oye! ¡Espérame!—dice a duras penas, casi cayéndose de no ser por ChangBin—. Maldita sea.—insultó frenando en medio del estacionamiento, dispuesta a sacarse aquel molestoso calzado.
Yang emitió un suspiro agotador, volvió hacía ella y sin esperar que objetera nada, la cargó en brazos al estilo nupcial.
YiZhuo chilló atónita.
—Asi te apresuras.—alude ya dentro del ascensor, dónde bajó con sumo cuidado a la menor.
Delante, Chan y ChangBin estaban callados pero con ganas de reírse.
Tardaron segundos en llegar al piso correspondiente. Seo le hizo entrega de su tarjeta de acceso a la azabache.
—Mañana temprano saldremos, asi que espero no te duermas tarde.
Con ello, JeongIn ingresó a su habitación, dejando a YiZhuo con la palabra en la boca.
—Grosero.
Colocando su tarjeta de acceso, ingresó a su habitación. Observó que ésta era ridículamente enorme, por supuesto, siendo curiosa, inspeccionó cada parte hasta llegar hacía el dormitorio.
—Woah!.
YiZhuo arrojó sus tacones a un costado para, rápidamente lanzarse sobre aquella gigantesca cama.
Ni se molestó en cambiarse, sólo supo que, cuando cerró sus ojos, no despertó en toda la noche.
—Ya que estamos a solas, Innie—Chan trajo consigo tres shots con una pequeña botella de whisky—. Sé honesto con nosotros, ¿por qué ayudaste a esa muchacha? Es decir, no eres de esas personas que le tienden una mano a cualquier persona.—dijo sirviendo la bebida.
JeongIn bebió de un sólo trago, el contenido del pequeño vaso antes de contestar.
—Me sirve, por así decirlo—expresa calmadamente—. Saben que, a pesar de manejar los negocios de mi padre, él y mi madre han insistido por demasiado tiempo que consiga una pareja, independientemente del género. Y bueno, hallé que ella era ideal para ocupar tal puesto, es todo.—explica.
—Ya veo, o sea que, sólo la usarás por un tiempo y luego la desecharás.—intentó entender ChangBin.
Yang sólo sonríe, bebiendo otro shot más antes de irse a dormir.
—Por cierto, dile a Mina-noona que haremos una parada en su boutique por la mañana.—informa como último.
Chan asintió observando a su jefe, entrar a su respectivo cuarto.
Intuía que esa tal YiZhuo ocuparía un papel más importante que ese en la vida de JeongIn.
A la mañana siguiente, la joven china se removió sobre la cama al punto de caerse en el suelo, logrando despertarse del todo.
—Auch, mi trasero—lloriqueó levantándose apenas—. Uh, no fue un sueño entonces...—esboza viendo el dormitorio principal de aquella habitación.
Tenía aún puesto su vestido de anoche, su cabello un tanto desordenado y el maquillaje algo escurrido.
Unos toques se oyeron abajo, YiZhuo abrió en grande sus ojos al recordar que saldría con JeongIn.
Revisó la hora en el reloj de pared, eran casi las ocho de la mañana. Bajó rápidamente cuando los golpes fueron un poquito más insistentes.
—Lamento haberme quedado dormida, estaba-...
—Oh no se preocupe, sólo vengo a dejarle su desayuno. También enviaron esta caja y esta bolsa. Con permiso.
La mayor se retiró una vez dejó la bandeja dentro, Ning agradece tímidamente y cierra la puerta despacito.
Con mirar ambas cosas, supo que se trataba de ropa nueva y calzado nuevo.
—Versace.—leyó.
Intrigante, vió la camisa de lino blanca y un pantalón negro de jeans, las zapatillas blancas eran exclusivas de Dior.
Su estómago sonó de repente, ese tentativo desayuno la llamaba a gritos pero antes de siquiera probar un bocado, fue a ducharse y vestirse.
Tardó alrededor de unos quince minutos en hacer las dos partes. Cepilló su largo cabello oscuro y colocó crema hidratante en su rostro.
Cuando finalmente estuvo lista, volvió a la cocina y allí, con todo el amor del mundo, degustó su rico desayuno de café con leche y crema batida y un trozo de pastel de chocolate bañado en crema y merengue.
Fue interrumpida por el sorpresivo ingreso de JeongIn, el cual, vestía una camisa negra con los tres primeros botones desabrochados, pantalón beige, zapatos negros.
YiZhuo casi se atraganta con su café cuando éste apareció en la cocina.
—Dios, me asustaste—menciona llevándose una mano a su pecho—. ¿Qué haces aquí tan temprano?.—cuestionó limpiando las comisuras de sus labios.
—¿Temprano? Ya son casi las nueve y por si no sabes, no dispongo de tiempo para esperarte. Asi que ve a lavarte tus dientes, busca tu abrigo y vámonos.
Ning no tarda en asentir, bien, lavarse los dientes no fue un problema pero si tuvo un inconveniente porque no contaba con un abrigo.
—Eh... JeongIn-ah—llamó captando la atención del aludido—. No tengo nada para abrigarme... ¿Está bien si voy así?.
El inexpresivo rostro de Yang, generó que YiZhuo se encogiera en su lugar, viéndolo salir, creyó que se había enojado y que la echaría a patadas por literalmente, no contar con nada a mano.
—Este seguro te quedará, quizá algo grande pero es lo suficientemente cómodo para tí.—menciona al hacerle entrega de una chaqueta de cuero negra.
Una sonrisa surcó los belfos de la menor, quién, recibió la prenda, procediendo a colocarsela.
Si, le quedaba un tanto grande pero eso era lo de menos.
Como la noche anterior, subieron a la camioneta con rumbo a la boutique de Myoui Mina. Luego pasarían a comprar otras cosas que le hicieran falta a YiZhuo y su viaje terminaría en la enorme mansión de Yang, dónde Ning se hospedería por un buen y largo tiempo.
—¿Adónde vamos, JeongIn-ah?.
—Daremos un tour por algunas tiendas de por aquí.—responde observando el nublado cielo.
—Ya veo...—murmura enfocando su vista en la ventana.
Una llamada entrante, sacó a Yang de sus pensamientos. Notando que se trataba de Yuna, sonrió y atendió.
YiZhuo intentó no mostrar demasiada curiosidad en la plática, no obstante, fue imposible.
Oía risas de las dos partes, parecía como si fuesen muy cercanos entre sí... Lo que más le importó rescatar de aquella conversación fue la bonita sonrisa de JeongIn.
Si lo suyo iba para rato, en algún momento, intentaría ser ella la causa de verlo sonreír así de lindo.
No me resistí a traerles esta fic con una ship entre los maknaes de skz y aespa y más con la temática mafiosa jsjdjdj, espero les guste mucho.<3
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