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VEINTITRÉS.

Yeon Maelie.

Volteo sobre el colchón quedando boca arriba, mis párpados se abren lentamente por alguna extraña razón, no puedo deducir que hora es, pero aún está todo oscuro en mi habitación. La otra extraña razón es que le estoy sosteniendo la mirada a unos ojos pardos que bien conozco, me mira desde su posición parado al costado de mi cama, se inclina lentamente colocando ambos brazos a los lados de mi cabeza y siento su cálida respiración sobre mi rostro.

Su nombre sale de mis labios como una leve exhalación, él me calla con un leve siseo de los suyos, acorta la distancia, siento sus besos sobre la piel de mi cuello, su nariz acaricia detrás de mi oreja y yo me muerdo el labio inferior por la sensación tan exquisita que me recorre el cuerpo. A los segundos o minutos, no estoy segura, siento un peso extra en mi cama y sé que lo tengo casi encima de mí. Por muy raro que parezca apenas nos llevamos muy poco de altura, sin embargo su cuerpo musculoso en la posición en la que nos encontramos me hace ver mucho más pequeña entre sus brazos.

Se sostiene con uno de ellos pasando su mano debajo de mi nuca mientras sus besos pasan de mi mandíbula a mis labios. Un beso suave y dulce, uno que lo hace tomándose el tiempo de disfrutarme o eso pienso yo. Me aferro a sus hombros sintiendo, a través de la tela de su camisa, su temperatura caliente cuando su mano libre comienza a acariciar con lentitud el costado de mi cuerpo, mi brazo, mi cintura, mi cadera, mis muslos deteniéndose más tiempo ahí, los estruja y roza con sus dedos haciendo hervir mi piel.

No recuerdo haberme puesto un camisón de tiras, recuerdo haberme puesto una camiseta oversize y unos shorts, sin embargo, ese detalle dejó de interesarme cuando su mano comenzó a rozar la piel de mi muslo interno, tan delicado como lento, tan tortuoso como excitante, estaba enloqueciendome con su tacto, con su boca que a cada segundo parecía necesitado. Era de esos besos hambrientos que te dejaban sin aliento. Me estaba quedando así, no pudiendo evitar gemir en su boca cuando sus dedos rozaron mi intimidad a través de la tela de mis bragas.

<<Maelie despierta>>.

Mi mente gritaba, pero yo seguí disfrutando de lo que aquel pelinegro me hacía. De su boca devorando mi cuello con sus bajos jadeos en mi oído, de su fornido cuerpo refregándose con el mío, de sus dedos adentrándose a mi intimidad y volviéndome loca con aquellas falsas embestidas. Me estaba llevando al cielo y aún quería más de él. Él quería más de mí y yo lo dejaría tomar todo. Sentí la presión en mi vientre bajo aún con sus dedos bombeando en mi interior, su boca y lengua se apoderaron de la mía y me deje venir gimiendo su nombre en alto.

Abrí los párpados sintiendo mi pecho subir y bajar aceleradamente, mis piernas debajo las sábanas se encontraban apretadas abrazando una de las almohadas, mis manos hechas puño se encontraban a los costados de mi cabeza. Podía jurar que estaba sudando inclusive, ¡Mierda! Acabo de tener un sueño húmedo con JungKook. ¡Dios mío! No puedo creerlo, acabo de tener un sueño erótico, acabo de venirme pensando en él y sentirme avergonzada es poco. Me siento un poco aturdida así que tomo asiento sobre el colchón encendiendo la luz de mi velador, reviso la hora en mi celular cargando; las cinco y media de la madrugada. Gruñó frustrada, ahora no podría seguir durmiendo, menos mal que era sábado y hoy no iba a la oficina gracias a que YooSun me dio el día.

Me recosté con el aparato en mi mano entrando a Kakao Talk, más específicamente al chat con la última conversación con él, dónde intentaba hablarle, darle los buenos días o invitarle a tomar un café, siempre recibiendo una negativa de su parte. Hasta que el miércoles recibí un mensaje suyo diciendo que sentía estar tan distante, pero que necesitaba tiempo para pensar y que verme o hablarme no lo ayudaban en lo más mínimo. ¡Genial! Ahora que si tengo claro mis sentimientos, él decide que ya no quiere nada.

<<Linda, fue tu culpa por tardar tanto>>.

Me siento frustrada, ya no se que más hacer, es la primera vez que esto me pasa. Ni siquiera con mi primer y único novio. Es estresante estar enamorada e intentar llamar la atención del chico que te gusta. Debería preocuparme solo por mi futuro y mis sueños. ¿En qué momento deje que se metiera en mi corazón?

Jeon JungKook.

Ya estoy cansado, peino hacia atrás el cabello húmedo por el sudor que cubre mi visión. El malnacido de Hobi hyung se ha cargado encima una de las coreografías más difíciles hasta ahora y aún no le gusta como lo hacemos a pesar de que, para nosotros quedó perfecto. Lo veo a través del enorme espejo del salón como le indica a NamJoon hyung algunos detalles que quiere pulir en él. Yo me alejo hacia mi bolso en una esquina de dónde saco una botella de agua, bebo una gran cantidad con mi vista cayendo en Yoongi hyung sentado en pose indio con su celular en sus manos. Trae una cara de pocos amigos y sé que se trata de YangMi, el muy idiota me había comentado que habían pasado al siguiente nivel con la castaña. Tuvieron sexo.

Menudo suertudo. Y yo aquí desesperado por alejar a la mujer que amo por haberme acostado con otra.

Me siento a su lado adoptando la misma pose que él, mi respiración está normal, sin embargo el cansancio en mi cuerpo se siente, solo quiero dormir un par de horas antes del show de esta noche.

—¿Te respondió? —niega con la cabeza, frustrado deja caer el celular entre sus piernas.

—Créeme que he intentado hablarle, decirle la verdad, pero tengo miedo de su reacción, le he estado escondiendo cosas y ella odia las mentiras.

—No sé que decirte hermano, estoy peor que tú, sin embargo, debiste decirle antes de comenzar todo esto la verdad, tal vez las cosas serían diferentes.

Bebo otro sorbo de agua y siento su mirada asesina hacia mi persona.

—Claro —sarcasmo puro— lo dice el que acosaba a la rubia sin descanso, el que fue sincero con sus sentimientos besándola de sorpresa y que por no aceptar su rechazo se acostó borracho con su amante.

Ahora ambos nos miramos fijamente queriéndonos asesinar mutuamente. No me siento orgulloso de eso ¡Maldita sea! ¿Cuál es la necesidad de recordarme algo que ni yo recuerdo? Podría decirse que Shiho se aprovechó de mí, pero conociéndome, en el pasado ambos nos emborrachábamos y terminábamos teniendo sexo. Sé que está mal, sé también que no debo sentir culpa cuando Maelie y yo no somos nada. Aún así, el sentimiento está y quema horrible.

Quiero hablarle, quiero verle, pero no quiero confundirla más. Ella quiere decirme algo y no quiero escuchar de sus labios que prefiere nuestra amistad <<eso es lo que piensas tú>>, dice mi subconsciente. El domingo a la noche me costó demasiado llevarla de regreso a su hogar teniéndole a solo centímetros de mí, cuando ya tenía en mente hacer mi vida ignorándole, pero ahí voy, cayendo de nuevo ante su hermosa presencia. Dios, quería hacerle tantas cosas, sin embargo solo me contuve en besar su frente y sentir tan solo una milimétrica porción de sus labios. Huí como un cobarde y aquí estoy, con los dedos picando por escribirle.

—¡Muevan sus traseros! ¡Quiero un ensayo general con las vestimentas!

Se escucha el quejido general de los cuatro y a duras penas nos levantamos para ocupar nuestros lugares.

—Estamos chorreando la gota gorda y tú quieres que nos pongamos esas túnicas con las máscaras que pesan —la queja de JiMin solo hace que Hobi lo mire de mala manera, con esa mirada que nos aterra, porque ese hombre da miedo cuando hacemos algo mal en las coreografías. El rubio baja su cabeza adoptando sumisión.

—Lo diré por ser el mayor de todos aquí, no tengo ganas de usar esa mierda, no tengo ganas de seguir bailando esto una y otra vez, ya me lo sé de memoria, así que confórmate con un último ensayo con las máscaras porque luego de esto me voy y nadie me va detener, ¿entendiste?

Si Hobi hyung daba miedo, ni les cuento cuando Yoongi hyung se enojaba, de todos aquí, el pálido era el peor.

Accedió rodando los ojos, así hicimos el bendito ensayo general con las máscaras puestas una vez más. Saliendo la gran mayoría satisfechos y con el mismo pensamiento, está noche sería inolvidable.

Yeon Maelie.

Me dejo caer en el sillón luego de preparar el segundo bowl de pochoclos, por la mañana decidí levantarme, desayunar y limpiar el departamento por completo así mantenía mi mente ocupada, cocine para tener comida hecha para una semana y no preocuparme luego de regresar del trabajo. Hablé con YangMi, me invitó está noche a salir algún bar a beber algo, creo que pensamos igual porque decidimos ir a este lugar llamado Dyonisus y solo Dios sabe que pasará.

Creo que ella también necesita despejarse después de todo lo ocurrido con Yoongi. Quedé impactada cuando me contó que ellos habían pasado al siguiente nivel, que habían llevado la relación al sexo aún sin ser algo, en partes me alegra, pero a la vez, sabiendo lo que ella sentía era una porquería que no tuvieran las cosas definidas. Cómo yo con JungKook. Mis dedos pican por hablarle, pero me contengo, vuelvo mi atención a la laptop dónde tengo una película, “Love Rosie” aunque no le presto demasiada atención porque se va a mi celular a un costado del sillón.

Resoplo reprochándome mi actitud, me siento frustrada por no poder simplemente enviarle un estúpido mensaje donde diga todo lo que siento, que él también me gusta y que no fue mi intención lastimarlo, pero debía entender que mi posición es difícil cuando básicamente soy empleada de su madre. Mi cabeza va explotar si sigo aquí pensando y repensando. Sobre todo porque no me puedo quitar el sueño erótico que tuve con JungKook. Eso me hizo ver que estoy jodidamente a punto de enamorarme y me da miedo.

Ni siquiera termino la película, cierro y guardo todo, decido tomar un baño relajante avisándole a YangMi que iría más temprano a su departamento para poder cambiarnos e ir a Dyonisus. Y no puedo evitar sentir una extraña sensación en la boca del estómago, como si un mal presentimiento se estuviera acercando. Tal vez porque no ha salido nada bien, tal vez estoy preocupada demás sobrepensando las cosas. Debo darle tiempo al tiempo y todo saldrá bien.

Con mi bolso listo salgo de casa, tomó el metro que sé, me deja a solo metros de la casa de mi, ahora, rubia amiga. Me rio al verla, ese color le queda muy bien y no evito burlarme un poco diciéndole que me ha copiado, seguido me halaga que este enamorada de mi. Ella apenas me sonríe entre medio de un fuerte abrazo como saludo cuando me recibe en su casa. Estamos, ambas, de la misma manera y es un desastre. ¿En qué momento nos fuimos a enamorar las dos?

Ha caído la noche, solo falta una hora y aquí estamos hablando de cualquier cosa mientras nos maquillamos y peinamos.

—Te dará una fuerte indigestión por comer tantas cerezas, amiga.

Puchereo, de camino hacia aquí me antoje e hice una pequeña parada para comprar un kilo de cerezas. Le ofrecí a YangMi, pero pareciera que tiene el estomago cerrado y solo ha probado dos. El mío por desgracia está tan abierto que sería capaz de comerme una vaca entera. Harta de seguir en este ambiente decadente de tristeza y auto subestimarnos, pongo algo de música que aligere todo, funciona después de un rato porque YangMi comienza a cantar y bailar, la sigo su actitud me contagia y sé que ella es un alma aventurera de radiante alegría.

Un último vistazo al espejo y estamos listas. Confieso que nos hemos esmerado en nuestro aspecto quedando más que bien. Si está noche, JungKook no cae ante mí, me rindo a pensar que soy buena conquistando. Tomamos un taxi, indicándole al chófer la dirección del bar que no queda muy lejos, pero que por los altos tacones que cada una trae se dificulta si optábamos por la caminata. Lo siento, pero antes muerta que sencilla.

¿Es normal sentirme tan nerviosa por, simplemente, venir a un bar? Lo que si sé, es que mi curiosidad aumenta en el mismo momento en que nos vemos en la cola del lugar, la fachada se ve diferente de como lo vi la primera vez donde vine a buscar a JungKook. Se ve demasiado llamativo y la música del interior se puede escuchar hasta aquí a la calle. Observo con atención la clientela y debo decir que hay un mix de todo tipo —sin menospreciar, ni criticar— me siento un poco fuera de lugar.

Entramos, gracias a que mi gemela rubia echo conversación con el guardia de seguridad de la puerta, casi que no pudimos entrar por lo lleno que se encontraba. Alcance a escuchar que los sábados hay un show muy famoso al que todos quieren asistir y mi curiosidad vuelve a aumentar considerablemente preguntándome de qué se trata todo esto, el ambiente dentro era muy diferente a lo que creí, era un tanto… peculiar. Debí preguntarle a JungKook en su momento.

Sentí a YangMi jalarme de la mano hacia una mesa casi al final del abarrotado lugar, dos chicas se encontraban sentadas allí y por casualidades de la vida había dos asientos desocupados. Se presentó muy amigable, envidiaba que fuera tan sociable, yo no puedo hablar sin sentir que estoy siendo molesta.

—Choi Hera —se presenta la morena de rostro impecable.

—Kang Jisung —lo hace luego la que parecía una modelo de Victoria’s Secret.

Yo lo hago después de un codazo de mi amiga. Esas chicas eran realmente muy bonitas sintiéndome un palo vestido sin chiste, tampoco pude evitar observar que las cuatro veníamos con vestidos negros, cada una con sus remarcadas diferencias, pero iguales a la vez, casi como algo irónico del destino.

Sim embargo, eso me duró poco cuando en segundos me encontré concentrada en buscar otra cosa, o mejor dicho, a alguien más. YangMi se dio cuenta a lo que intente restarle importancia, sus palabras me dieron un poquito más de esperanzas.

—Tranquila, puede que lo veas, no hay que perder la fe. Podrás decirle todo lo que sientes y serán felices por siempre, ya sabes ese cuento.

A pesar de sus problemas, ella siempre tiene las palabras correctas para todo. Ella también se merece ser feliz junto a Yoongi, se merecen ambos estar juntos y quererse, se nota que lo hacen y solo espero que las cosas entre ellos se resuelva más rápido antes de que YangMi se vaya a EEUU, si decide irse.

—Espero puedas tener esa conversación con Yoongi amiga.

—Ay, están hablando de hombres —escucho que dice la morena exuberante, ya quisiera tener un poco de su conducta despreocupada.

Vuelvo mi atención a mi alrededor, las luces de colores comienzan a bajar e intento llamar la atención de una de las chicas que atienden en diminutas telas para pedirle algo de beber, mi garganta de repente está muy seca. Sin embargo, algo más extraño llama mi atención y es que Hera acaba de pásarle a YangMi su celular con la foto del supuesto chico que la trae loca y que por alguna extraña e irónica casualidad del destino comparte con otro tres chicos que conocemos muy bien.

—¿Están preparadas para una noche movida? —la voz grave y sensual de un hombre se escucha en alto, pero yo no puedo quitar mis ojos de aquella foto grupal.

Yoongi y JungKook junto al moreno alto de nombre NamJoon y al rubio llamado JiMin. Díganme qué esto es una maldita broma porque no entiendo nada y la fuerte sensación en la boca de mi estómago crece convirtiéndose en náuseas. El mal presentimiento está más latente que nunca.

—¡Con ustedes damas, el show mas esperado de esta noche! ¡Olympus Harem!

Y el telón se abrió.

Jeon JungKook.

Luego de colocarme el aceite necesario en mis abdominales me colocó el traje —no he comido en todo el día para verme bien— me siento nervioso, creo que todos están igual, es algo extraño, el ambiente está extraño. Yoongi está extraño y su ansiedad contagia a todos. Pareciera que está apunto de vomitar, aún así sigue con su conducta pasivo agresivo cada que nos acercamos para hablarle y molestarlo.

—No entiendo que me pasa.

—Tu problema tiene nombre y apellido hermano —respondo, arreglando mi traje frente al espejo— Seo YangMi.

—Hoy me echó del departamento —comenta, sentándose en uno de los futones del camerino.

Creí que no iría, que dejaría pasar hoy para que las cosas entre los dos se calmen, al parecer me equivoqué. Hyung está más que predispuesto a contarle toda la verdad a noona, creo que está empezando a aceptar lo que siente por ella, al fin está abriendo su corazón a algo que no creía. Y entiendo su miedo, yo también lo sentí en su momento, la diferencia es que, creo fervientemente que YangMi siente lo mismo por él. Es obvio que deben estar juntos.

—Yo le dije a Maelie que trabajamos juntos —ay Dios, yo y mi gran bocota. Ahora tengo seis pares de ojos mirándome fijamente perplejos. Recordatorio: golpearme por ser un bocazas.

—¿Por qué hiciste eso? —me preguntó mi pálido ahora azabache amigo. Trago saliva porque sonó muy molesto y no lo culpo por decir aquello sin tacto.

—Quería contarle, al final no pude decirle mucho, solo que trabajamos juntos aquí —respondo a la defensiva, no deja de mirarme con claras señales de querer asesinarme.

—Le hubieras dicho sobre ti solamente, JungKook, ¿por qué rayos me metiste a mí en tu revelación?

—Maelie no dirá nada… —digo intentando aligear el ambiente tenso, no obstante, no sucede, parece que las cosas se ponen peor y en cualquier momento saldremos a escena.

Con esto compruebo cada día más, que me estoy cansando de la vida que llevo. Namjoon hyung es quien toma la palabra como única voz del bien y la madurez intentando calmarnos, no puedo evitar sentirme mal y enojado conmigo mismo al ver a Yoongi devastado por mi culpa.

—Hyung, no lo hice para perjudicarte a ti, lo juro. No le dije mucho, solo que trabajamos aquí, no que bailaba, no que era stripper...

—Esta bien, JungKook. Todo está bien, daremos el show para beber después hasta perder la conciencia.

¡Oh no! Esa idea no me gusta y se la hago saber. 

—Paso, la última vez que hice eso ya saben lo que sucedió, no quiero cometer errores —sujeto la máscara en mis manos con el recuerdo en mi mente de Shiho confesándome que habíamos tenido sexo. Dios, soy un idiota.

—Tú eres mi compañero de bebidas, SeokJin estará feliz de embriagarnos mientras le paguemos —aun así no me convence.

Hobi hyung grita que solo nos queda cinco minutos, se acerca sonriente alentándonos y diciendo lo orgulloso que se encuentra de nosotros sin olvidar mencionar que lo sacamos de quicio unas tres veces. Nos exije siempre y esa es su forma de demostrarnos su amor. Yoongi no evita hacer un comentario fuera de lugar haciéndonos reír, pero termina ganándose un día más de ensayo para la próxima coreografía. Hobi sigue estresandose porque JiMin olvidó su máscara y no evitamos reír disimuladamente por sus caras.

Yoongi hace un comentario respecto a la máscara y es que este plástico no tiene hilos con los que sostenerlos a nuestro rostro e intento alejar un revoltijo en mi estómago, esto es diferente cuando lo usual sería llevar antifaces o en mi caso, un cubrebocas, así que simplemente ignoro todo y caminamos en dirección al escenario. Veo a Minsuk y Yeri venir hacia nosotros y me toma por sorpresa cuando la pelirosa se abalanza sobre mi para besar mi mejilla.

—Mucha suerte, mi Kook —le sonrió con simpleza. No más problemas por favor.

—Las chicas te llueven, eh. Mira como caen por ti —el sarcasmo Min en acción.

—Ay cállate —ruedo los ojos— la que quiero que caiga no lo hace, así que me da igual.

No da igual.

—Pobre, fuiste friendzoneado —le fascina tocarme los cojones.

—Al menos fui sincero con lo que siento —contrataco, colocándome la máscara y tomando mi puesto en el escenario. 

El pesado telón se abre, “mmmh” de Kai suena por los parlantes y la ovación no se hace esperar. Los primeros movimientos son lentos, nos movemos en nuestros lugares. Luego hacia los lados y cada uno toma su puesto para bailar su parte sobre el escenario, la ropa de a poco va saliendo, prenda por prenda acompañado de un sensual movimiento. Los gritos y el dinero vuelan como si de dientes de león se tratara, me siento eufórico y veo por el rabillo del ojo que Yoongi hyung baja del escenario dispuesto a buscar alguna clienta privilegiada para sus movimientos pélvicos y seguramente algún beso caliente.

Yo evito hacer esa parte, no es lo mío, solo me muevo meneando mis caderas con mi pantalón abierto viéndose parte de mis boxer Calvin Klein, me los quito lanzándolos a un costado del escenario. Muerdo mi labio inferior y siento la máscara moverse así que lo acomodo y sigo bailando, mis manos acarician mi pecho bajan por mi abdomen y agarran mi bulto simulando unas embestidas.

Giro y eso hace que la maldita máscara se caiga, tardo unos segundos en darme cuenta de dónde cayó, al mismo tiempo que me doy cuenta que a los demás les pasó lo mismo, a los cuatro se nos cayó logrando que la multitud enloqueciera, y no entiendo si lo hacían porque al fin conocían nuestros rostros o porque pensaron que era parte del show. Sonrió, luego de esto regañaran a Hobi por su absurda idea de usar esto. Se desvanece cuando veo a Yoongi mirar con atención y horror en su rostro a un determinado lugar. La misma dirección en que lo hacen JiMin y Nam hyung. Yo lo hago tambien segundos después. Y me arrepiento en el mismo segundo en que cruzo con su mirada verdosa.

Mierda, mierda, mierda. Dios nos odia y me tienta girar para gritarle eso a NamJoon burlándome, pero no puedo hacerlo porque el pánico me paraliza cuando veo a Maelie levantarse sin poder descifrar su rostro. No, no, no, bonita por favor no.

Es ahí que me doy cuenta que todo se fue al mismísimo infierno.

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