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TREINTAIUNO.

Bajó las escaleras acomodando la correa de su mochila sobre el hombro, tenía tiempo de desayunar algo antes de partir, por lo que se encaminó hacia la cocina encontrándose a su padre en el camino.

—Buenos días, hijo.

—Buenos días, abeoji.

Tomaron asiento en la pequeña mesa redonda que se encontraba en la enorme cocina. JungHyun estaba terminando de beber su café mientras leía un libro, una sonrisa ladina enmarcaba su rostro, una que a JungKook le daba cierto miedo. Su padre solía ser un tanto impredecible a veces.

En silencio, sorbió de su sopa de algas como si fuera lo más importante en ese momento. Ese día tendría ocupado con temas relacionados de la universidad. Con tantas cosas, había dejado en segundo plano el próximo examen para finalizar su carrera. Debía ponerle más empeño y esfuerzo ahora que las cosas en su vida se encaminaban.

—Te espero en el despacho, hijo.

No se atrevió a mirarle directo a los ojos, así que solo asintió enfrascado en terminar su comida. Estaba muy seguro que tendría que contarle como surgió todo con la rubia. E inclusive, sentía la necesidad de contarle otras, no tan necesarias.

Entró, luego de lo que se le hizo una eternidad haciendo tiempo. Los nervios lo atacaban como si de una travesura descubierta se tratase. Se sentó frente a su padre, quien detrás del escritorio terminaba una llamada de trabajo. Esperó, revisando su celular.

—¿Y bien? Te escuchó.

Su voz quedó estancada en medio de su garganta, carraspeó para darse más claridad. ¿por dónde empezar?

—Bueno... como viste ayer, Maelie y yo... estamos en algo.

—¿En algo? ¿solo eso?

—Estamos juntos, ella y yo nos gustamos mucho.

JungHyun sonrió, ya lo sabía desde hacía mucho tiempo, solo que confirmarlo lo hacía real. Y le alegraba por ambos jóvenes.

—Sabes que si tu madre se entera, no le gustará. Hay rumores en la editorial que ella ignora por su propia cuenta, porque cree que Maelie y tú tienen una buena amistad y relación de trabajo.

Suspiró, agachando la mirada a sus manos entrelazadas sobre la madera del escritorio.

—Si, lo sé —miró el rostro de su padre en busca de algún regaño, más solo encontró una mirada comprensiva y amorosa— quiero que omma lo sepa, quiero que sepa que Maelie es mi novia, pero temo que pueda llegar a despedirla o algo peor.

—¿Acaso tu madre es un monstruo para que creas esas cosas?

—No, claro que no, pero sé que se molestara mucho por no ser sincero antes. Sabes que es muy estricta con eso del trabajo y las reglas, no sé si lo tome a bien que mi pareja sea su asistente —tragó— aparte hay otro tema del porque no quiero que omma lo sepa.

—¿De qué hablas?

Inhaló una buena cantidad de aire inflando sus pulmones como si eso le diera el suficiente valor de poder soltarle al hombre frente suyo toda la verdad. Exhaló rápidamente y...

—Kim Shiho y yo hemos tenido una relación basada en el sexo durante varios años.

Silencio, silencio y sorpresa. JungHyun no sabía cómo reaccionar ante aquella inesperada y morbosa confesión.

—Tú y ella —pensó durante unos momentos, hasta caer en cuenta— ¿Maelie?

—No lo sabe, y no sé si quiero que lo sepa —agachó la mirada, avergonzado— no sabría cómo mirarle a la cara, porque inclusive cuando yo decía quererla aún me enrollaba con Shiho.

—Me decepciona saber estas cosas, tú siempre te has mostrado sincero y transparente. No crítico tu vida sexual, esa es tu decisión, pero sí criticó la persona con la cual decidiste llevarla a cabo, ¡por Dios Santo, JungKook!, Shiho es una mujer casada.

—Lo sé, lo sé, appa. Te juro que termine esa relación, te juro que cuando Maelie y yo empezamos lo nuestro, ya no tenía nada que ver con noona.

—¿Entonces qué te preocupa?

—Lo que pueda hacerle a Maelie.

—No entiendo, hijo. Shiho no es una mala mujer, la conozco hace muchísimos años, siempre ha estado al lado de tu madre, siempre con una sonrisa ayudándonos y apoyándonos.

«No la conoces como yo lo hago», dijo JungKook en su interior.

—Lo que me has contado cambia mi visión por completo —hizo una pausa, pensativo— debes decirle la verdad a esa muchacha, no importa lo que pueda pasar, si realmente lo que siente es sólido sabrá comprenderte. Yo la veo muy madura, no dudo en que se moleste al principio, pero lo sabrá entender si eres realmente sincero.

—¿Y si no?

—Pues tiempo y paciencia, hijo. No es fácil, ni siquiera para mí que lo estoy digiriendo.

—Lamento decepcionarte.

«Si supiera lo de Dyonisus, sería peor»

—Haz lo correcto, JungKook. Sigo creyendo en ti, demuéstrame que lo que te hemos inculcado con tu madre no fue en vano.

Mas presión, sentía mucha más presión. Admitía sentir un gran alivio al contarle a su padre unos de sus oscuros secretos. Quería encontrar el momento adecuado para confesarle a su novia sobre su pasada relación, quería ser sincero y seguir adelante con su vida. Quería pensar que Kim Shiho y todo lo que tuvo con ella quedó en el olvido.

Su atención se encontraba en muchas cosas, ya tenía la fecha exacta del día de su examen, eso lo tenía ansioso. Tendría que encerrarse a estudiar, a poner todo de si para dar la excelencia. Lo haría, antes debía organizar una sorpresa para su linda novia. Tenía organizado algo en mente, su romanticismo lo estaba inspirando a darle pequeños regalos como flores o chocolates, notitas o comida. Cómo aquellos hotteok con relleno de té verde del puesto cerca de la editorial que descubrió que a su rubia le gustaban.

El hecho también de tener que decirle sobre su pasada relación. Temía de la reacción, una peor de la de Dyonisus, la cual seguía rondando por su cabeza si había sido suerte o simplemente debía darse así. No quería decepcionar a nadie, no quería decepcionar a sus padres, demasiado había echo por esconder lo de ser stripper, podía quedarse tranquilo en ese sentido al dejar ese trabajo. Ya no había porque preocuparse. Solo pensar y calcular su siguiente movimiento para que todo saliera bien.

Princesa💖
¿Entonces no vendrás a la editorial?
16:06✓✓

No, tengo que arreglar unos asuntos en la universidad antes del examen.
Pero podríamos salir a beber algo luego.
Y quedarme contigo está noche. Te extraño
16:06✓✓

Princesa 💖
Mejor te quedas en tu casa, debes descansar, debes mentalizarte para el examen, alimentarte bien.
16:06✓✓

Tú podrías alimentarme bien 😏
16:07✓✓

Princesa 💖
🙄
Eres increíble, JungKook.
16:07✓✓

Rio imaginando el rostro sonrojado de su rubia. Ella muy correcta y tímida, él todo juguetón y pervertido. Su sonrisa fue desvaneciéndose al encontrar una llamada perdida de su madre. Se encontraba en la biblioteca de la universidad, tenía poca señal, aún así, podía recibir algunos mensajes y enviar otros.

Mi cielo, ¿mi madre está contigo?
16:08✓✓

Princesa 💖
No, salió, tenía un almuerzo con tu padre, ¿por?
16:08✓✓

Recibí una llamada perdida de ella. Tal vez no sea nada importante.
16:09✓✓

Ni bien envío el mensaje su celular comenzó a vibrar con una llamada entrante de su madre.

—Omma.

Mi amor, necesito un gran favor —notó la voz de su madre algo afectada.

—¿Pasó algo? Omma, ¿están bien? ¿es Joonhyung?

No, no, nosotros estamos bien. Pero necesito que vayas a la dirección que te enviaré por mensaje. Es urgente.

—No entiendo.

Yo estoy junto a tu padre en una reunión con algunos acreedores. No puedo salirme, hazme este favor, luego iré ni bien terminé aquí.

—Esta bien.

Eres un sol, debo dejarte, mi vida. Gracias en verdad.

Colgó, JungKook chasqueó la lengua al caer en cuenta que ni siquiera le había comentado sobre la razón del porque debía ir a dónde fuera que lo iba a mandar. Tal vez algún tema de trabajo. Negó, porque Maelie lo sabría entonces. Algo personal, se la escuchaba preocupada, pero si no tenía que ver con su padre o su hermano, entonces las opciones cada vez eran nulas.

Hasta que leyó la dirección en el mensaje que su madre le envío un minuto después. Él conocía perfectamente la ubicación. Ese lugar donde tantas veces se había refugiado junto a su amante, dónde pasaba incontables calientes momentos y dónde creyó, en algún momento, como su segundo hogar. Era aquel departamento que compartió con Kim Shiho.

La pregunta era: ¿Por qué lo mandaba allí? Y sobre todo ¿Cómo es que su madre sabía de ello?

No iba a entrar en pánico, no iba a darle lugar a los peores pensamientos que su cabeza comenzaba a hilar. No, todo estaba más que bien. Su madre no pudo haber descubierto nada porque sino se hubiera vuelto loca, confiaba en que su padre tampoco diría nada, entre ellos había quedado sellado esa conversación. Shiho tampoco sería capaz, no le convenía, perdería mucho, demasiado si sale a la luz la relación que tuvieron.

Sus nervios hacían a su estómago doler, conducir por las calles se le dificultaba si no podía concentrarse en el camino, no paraba de imaginar, de armar cientos de escenarios catastróficos dónde perdería todo. Perdería a Maelie. Debía calmarse, tal vez solo estaba siendo paranoico y solo se trataba de otra cosa totalmente diferente. Si, era eso. Tal vez necesitaba ayuda con algo de la editorial y punto. Ayudaría y luego de marcharía, evitaría todo tipo de contacto muy cercano con esa mujer.

Para su buena suerte —o mala— los códigos de seguridad al ingresar al lujoso edificio eran los mismos de siempre. No pudo evitar preguntarse si los había dejado pensando que tal vez él volvería, pero no. Subió al ascensor, jugando con su celular entre sus manos. Sentía su garganta muy seca. Se paró delante de la puerta de madera color blanco. En ese piso habían solo dos departamentos. Tocó timbre esperando, golpeando la punta de sus borcegos en el suelo de alfombra gris.

Dejó de respirar cuando la puerta se abrió. Dos pares de ojos mirándose con demasiado asombro y otro tipo de emociones completamente diferentes.
Shiho sorprendida por ver al pelinegro frente a la puerta. No era a quien esperaba.

JungKook estupefacto por ver el bello rostro de la morocha dibujado con moretones violáceos y amarillos, sobre todo alrededor de su boca y mejilla.

Ella no se contuvo, soltó un sollozó lastimero aferrándose al cuerpo masculino, temblaba mucho y JungKook no pudo ignorar el estado deplorable, así que la abrazó, la contuvo sintiendo lastima. Entró al interior del apartamento con Shiho aún abrazada a su cuerpo. Su llanto le causaba algo feo en el pecho. Se veía realmente mal. Ahora entendía a su madre.

No podía no preocuparse. A pesar que ya no sentía nada por ella, intentaría ayudarla.

Miró con atención la tetera eléctrica, el agua llegando a su punto de hervor. Sirvió el líquido en la taza, rápidamente tomando color del té de manzanilla. Se dirigió con cuidado hacia la sala donde Shiho se encontraba sentada en uno de los sofás de cuero. Tenía ligeros espasmos en su cuerpo a causa del llanto. No había parado de hacerlo y su rostro se encontraba hinchado. Recibió la taza con tranquilidad agradeciendo en voz baja.

—¿Qué pasó? —escuchar la respuesta le daba mucho miedo. La observó beber unos sorbos, dejar la taza en la mesa de café de cristal y levantarse de su lugar para sentarse junto a él refugiándose de nuevo en sus brazos.

—Siwoon lo descubrió todo, descubrió que tengo un amante, JungKook.

El nombrado comenzó a hiperventilar. Había firmado su sentencia de muerte. Pronto se sabría toda la verdad y está vez perdería todo.

—¿Qué?

—Tranquilo, no sabe que eres tú. No sabe quién fue, solo sabe que he tenido una relación extramatrimonial con otro hombre.

—Shiho, este departamento...

—Tampoco sabe de este lugar.

Su corazón no dejaba de golpear su pecho queriéndose salir, su respiración no quería volver a la normalidad, nada lo dejaba tranquilo. Inclusive tenerla casi encima de sus piernas le incomodaba. Toda ella le traía un mal sabor de boca.

—Será mejor que llame a omma.

—No, no te vayas, por favor, quédate conmigo. YooSun vendrá luego, pero no quiero quedarme sola, por favor, JungKook —sollozó, apartándose solo un poco— si quieres puedes quedarte por aquí, intentaré no incomodarte, pero no me dejes sola, por favor.

—Tranquila, no te dejaré sola, pero quiero saber si mi madre tardará más —se levantó, tomando distancia— bebe el té, ahora regreso.

Se alejó, con sus manos tiritando de los nervios. ¿Cómo fueron a terminar así? Marcó el número de su madre en un intento por llamarla. Nada, solo la voz de la contestadora. Suspiró, entrando al chat con su novia.

Princesa 💖
¿esta todo bien? ¿Necesitas algo?
16:10✓✓

Mi cielo, no creo que podamos vernos hoy, lo siento.
Olvidé que tenía planes con Joonhyung.
19:20✓✓

Princesa 💖
Está bien, mi bunny bonito. No te preocupes.
Disfruta tu tarde noche con Joon ☺️
Enviale saludos de mi parte. Descansa y come bien.
Te amo.
19:21✓✓

¿Por qué mentía? ¿por qué no decirle la verdad?, que se encontraba con Shiho por un problema personal mientras esperaba a su madre quien le pidió el favor de ir a verla. Maelie sabía la relación de amistad que Kim Shiho y los Jeon llevaban. Era normal que se vean, no sería nada extraño.

«Pero aun no sabe sobre la relación que tuviste con ella y ya es hora de decirle»

Chasqueo la lengua, frustrado, comenzó a escribir la verdad a través de un mensaje, se detuvo al caer en cuenta que tendría que desmentir su anterior mentira, sintiéndose mal por usar a su hermanito.

—¿Entonces es verdad? —volteó, bloqueando la pantalla y dejando el aparato sobre la mesada de la cocina— estás con alguien.

Verle los moretones en su rostro le dolía. Por más errores que cometiera, nadie, absolutamente nadie se merecía ser violentado.

—No, hablaba con Sonja —«Y más mentiras, Jeon»

Shiho soltó una risita por lo bajo acercándose más.

—¿En serio ya no sientes nada? ¿me olvidaste tan rápido? —sus ojos se abnegaron de lágrimas— dijiste que querías algo real, dijiste que querías una mujer que pueda darte todo lo que hay en una relación amorosa —sonrió, mirando hacia sus pies descalzos— yo podría dártelo todo, Kook, podríamos tener algo real.

Quiso reír, le causaba gracia que ante la absurda y traumática situación en la que se encontraba aún quisiera una oportunidad que ya se encontraba perdida desde hace tiempo. Negó, sin apartar la mirada de los ojos de la morocha.

—Shiho, entiende que no podemos, esto tarde o temprano iba a pasar. ¿Crees qué porque te divorcies no tendremos problemas? —cambió el peso de su cuerpo hacia su pie izquierdo— piensa en el daño que le haría a la empresa saber sobre nuestro idilio, o que engañaste a un importante ministro de la nación con un tipo veinte años menor que tú —hizo una pausa— mi madre, ella sufriría al saber que su mejor amiga y su hijo se enrollaban —negó— esto no es lo que queremos.

Shiho tenía la mirada perdida hacia una de las paredes, su razonamiento era totalmente diferente. 

—Entonces, no sales con nadie.

—No, no salgo con nadie, estoy soltero, solo, tranquilo, disfrutando de mi mismo.

Ella quería carcajearse en su cara y decirle lo que sabía.

—¿No extrañas la pasión? ¿no extrañas esos momentos de perdición?

Ya no, se respondió JungKook en su interior. No desde que estuvo con Maelie.

—Sabes que hay maneras, y sabes que siempre he tenido amigas cercanas —encogiéndose de hombros—  cómo te dije, estoy disfrutando.

Shiho se sentía indignada, se sentía impotente por no poder decirle al pelinegro lo que tenía atorado en su garganta. Estaba más furiosa por el simple hecho que un error le basto que su esposo la haya golpeado. Tampoco sabía si fue correcto callarse el nombre de su amante, pero en algo había razón y era en que si llegase a salir a la luz la verdad. Tanto ella como JungKook y sus familias perderían mucho.

El timbre del departamento sonó, llamando la atención de ambos. El chico salió rogando que fuera su madre, solo quería largarse de ahí de una buena vez. Abrió apenas saludándose, cuando YooSun recibió en sus brazos a una afectada Shiho, a pesar de las situaciones externas, ellas se querían y se consideraban muy unidas. Algo que Shiho sabía que acabaría en algún momento, y solo eso, le dolía.

—¿Estás bien? —preguntó YooSun, peinando hacia atrás los cabellos de su amiga— es un desgraciado, mira como te dejo, ¿ya hiciste la denuncia? Sino lo haremos ahora.

Tanto JungKook cómo Shiho se alarmaron.

—No, no podemos —la detuvo dejando impactada a la otra— no entiendes Sun, Siwoon tiene un alto cargo en el gobierno, tiene contactos, él saldrá ganando.

—¿Te estás escuchando? Te quedarás de brazos cruzados cuando él te golpeó, te violentó y vaya saber que más. Shiho, lo denunciaremos —la morocha quiso detenerla— nosotros también tenemos contactos. Los medios son mucho más pesados. Diremos la verdad y...

—¡No entiendes que no puedo! ¡Le fui infiel!

Dos de ellos contenían la respiración y eran los que llevaban la misma sangre. Shiho sollozó, estaba sobrepasada.

—Amiga.

—He tenido una relación extramatrimonial con otro hombre —dijo mirando velozmente y de soslayo al pelinegro— le fui infiel a Siwoon durante muchos años y no sé como lo supo.

YooSun estaba en shock, jamás había imaginado eso de su mejor amiga. Pensó que la conocía bien.

JungKook también estaba en shock, procurando mantener la calma y no explotar en un ataque de pánico que le haría soltar toda la verdad. Solo quería marcharse de ese lugar y refugiarse en los brazos de su único lugar seguro. Maelie.

No había palabras para describir toda la situación. Solo que ambos Jeon apoyarían a la morocha en la decisión que ella tomase. YooSun, aunque decepcionada, se quedaría esa noche junto a su amiga. JungKook regresaría a su hogar a descansar.

—Sera mejor que regreses a casa, hijo. Tu padre ya sabe lo que pasó, le conté hoy en la tarde —eso lo tenía peor— ve a descansar, gracias por quedarte con ella mientras tanto.

Se dejó abrazar sintiendo la calidez maternal. La sensación de malestar se arremolinaba en las paredes de su estómago. Si tan solo ella supiera toda la verdad. Ese brillo con que su madre lo miraba, desaparecería.

La abrazó más fuerte, besándole la frente. No quería dejarla sola junto a... Shiho, pero salir de allí era más importante que seguir quedándose. Casi que corrió, entrando a su auto, cerrando las puertas con seguro y desarmándose de todo lo contenido. 

Estaba aterrado de perderlo todo. Pero no lo permitiría porque sabía que su novia estaría allí para apoyarlo, para quererlo y cuidarlo. Si, todo saldría bien y sería feliz.

En multimedia se encuentra nuestra querida y adorada Kim Shiho. (Nótese el sarcasmo 🤭)

Me sorprende que siempre que el MaeKook aparece en algún evento o en público temen que Shiho haga algo. Pues les diré que no. Pasarán otras cosas que llevará a la parejita a replantearse la relación que tienen. Ya verán y ustedes me dirán 🤭

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