Ahí estaba yo, besándome con mi profesora de inglés, sin saber a dónde nos llevará todo esto.

Jamás debí de seguir ese beso, solo fue algo que pasó y ya, y es que la maestra era tan sexy y ardiente que no pude resistirme.

Me acercó más a ella con sus manos, tomándome de la cintura y fundiéndome con un beso, que cada vez subía más de tono.

Con sus manos grandes, acarició mi cintura por debajo de mi camiseta. Gemí.

- No sabes cuánto esperé este momento- Besó mi cuello haciéndome gemir- No sabes cuánto tiempo soñé con tenerte debajo de mi y hacerte mil cosas- Decía con la respiración entrecortada.

- Folleme, folleme como nunca ha follado a nadie maestra Manoban, me he portado muy mal- Susurré a su odio, causando que ella me apretara más.

Ella quitó desesperadamente mi camisa, dejándome en brasier, que tiempo después quitó también.

- Son tan lindos- Bajó hasta mis pechos, chupando mi ya erecto pezón izquierdo.

Un "bip" nos interrumpió, era el sonido de mi teléfono.

- ¿Hola?- Dije agitada- Amm... Sí, ya voy, n-nos v-vemos ahí- Colgué la llamada.

Tomé mi camisa y me la puse, después mi chaqueta y salí de aquella aula, sin decir nada, estaba confundida.

Estuve a punto de tener sexo con la Maestra Lalisa, ella besa tan bien.

Siempre tuve estos sueños con ella, donde me cogía tan fuerte que me hacía gritar, lo se, soy extraña y pervertida pero al fin se había echo realidad lo que siempre soñé.