╔═══❖•ೋ° °ೋ•❖═══╗
Capitulo 5: La Sala
╚═══❖•ೋ° °ೋ•❖═══╝

Phoebe

-¿Desde cuándo vienes a aquí?- pase mi mano por una de las viejas y empolvadas bibliotecas mientras admiraba el hermoso lugar.

-desde niño, lo descubrí en uno de esos domingos en los que papá y el padre Carter hacen sus reuniones cristianas en la capilla de aquí- hizo una mueca, el odia esas cosas-pero, ¿Sabes?, Descubrí algo loco...- me detuve y lo miré interesada.

-¿Que cosa?-

-yo, encontré este lugar cuándo me escondía de mi padre, el, estuvo buscándome por horas, en todos los pisos, corredores y salones, gritando como loco mi nombre y no me encontró hasta que salí por mis propios medios, luego de que me regañaran mucho y cuando digo mucho es mucho. Les conté donde había estado mi padre dijo que jamás, en sus 47 años asistiendo a esta escuela había visto o escuchado de la sala y que todo era un invento mío para no asistir a la reunión- se levantó del banquillo junto al arpa y se acercó a una mesa con una bandeja llena de diferentes bocadillos, tomo dos y antes de comerselos volvió a hablar-eres la primera persona además de mi en descubrir el lugar- se sentó en uno de los sillones.

- jamás escuché hablar de algo así, parece mágia - me senté frente a el.

-recuerda Pho, estamos en Mistery, nada en este lugar es normal...-

Y cuánta razón tenía Anthony, aquí nada es lo que parece...

[...]

Sábado, 08:06 AM, ¿Quién rayos se levanta tan temprano?, ¡Y más en finde semana!.

-deja de quejarte Phoebe Whittemore, fué tu idea limpiar este lugar y a esta hora- Tony me apuntó con el plumero y yo resoplé sin poder replicar, el tenía razón, fue mi idea limpiar y decorar la habitación.

-y tú, como mi amigo tenías que detenerme, sabes que muchas veces tengo ideas terribles- reímos.

Terminé de barrer y miré uno de los cuadros que había en la pared frente a mi. En ella se podía apreciar a un hombre de larga y reluciente cabellera pelirroja como la mía, blandiendo una espada y en su mano derecha un escudo con el logo del instituto, se me hacía conocido...

-oh, el es uno de los fundadores de este castillo, Cedric Caristeas, era, en sus tiempos un guerrero, se dice que ganó muchas guerras - me miró y luego volvió su vista al cuadro-se parece a tí-

-no es cierto, solo el cabello tenemos igual-

-si, aja y la sonrisa idéntica, los ojos del mismo color, los hoyuelos al sonreír y ambos son zurdos, mi teoría es que el es tu antepasado- sonrió orgulloso de su teoría.

-eso Tony, súmale otro misterio a esta ciudad- rodé los ojos con diversión y escuché su risa.

Pasamos el resto de la mañana limpiando el lugar entre risas y recordando anécdotas de nuestra Preadolescencia, para la hora del almuerzo habíamos terminado nuestro trabajo así que decidimos solo tomar un par de cosas de las máquinas expendedoras del segundo piso, después de todo nadie sabía que estábamos en la escuela.

-creo que ya es hora de llamar a los chicos- tiré el envase vacío de refresco y tomé mi celular pero Tony me detuvo.

-¿Y si no la encuentran?, ¿Y si piensan que estamos locos?- se le veía preocupado.

-Tony, tranquilízate, todo estará bien son nuestros amigos, jamás pensarían eso de nosotros-