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- ¿que los encontraste como?
- ¡ya me oíste! El joven amo Killua lo tenia acorralado mientras Gon estaba todo sonrojado jajajajaja - contó con sorna la rubia -
- Bisky, el amo solo se estaba alimentando - afirmó mientras negaba con la cabeza -
- ¡No sólo se alimentaba Kurapika! - posó sus manos en su cintura para denotar su seguridad en lo que estaba apuntó de decir - Killua se esmero en no causarle dolor alguno a Gon, y este parecía disfrutarlo ¿que no lo ves?
- ¿el que?
- aishh olvídalo - una sonrisa traviesa apareció en su femino rostro - estar tanto tiempo con Leorio te ha tostado el cerebro
Ahora el sonrojado era otro.
- ¡B-Bisky!
- ay eso si lo entiendes ¿no? - sin ninguna pizca de delicadeza empezó a empujarlo fuera de la cocina - En ves de poner esa cara de idiota ponte a hacer tus deberes
- p-pero el almu-
- ba ba ba ¡nada de peros! Ya Gon viene en camino
- no ha desayunado nada - dijo ya en el pasillo -
- dejamelo a mi
El blondo iba a replicar, más un fuerte portazo le hizo callar.
- buena suerte Gon - musitó para retirarse del lugar -
Luego de asentir con su cabeza ante aquellas palabras, Gon salió de la oficina para dirigirse a paso rápido hacia la cocina en donde una rubia de ojos rosados lo esperaba con una enorme sonrisa en el rostro.
Su corazón latía con fuerza desmedida mientras que sus pómulos estaban teñidos de un fuerte carmín delatando su evidente nerviosismo.
El señor Killua no parece tan malo... Era lo único que podía pensar en esos momentos.
Sin darse cuenta ya se encontraba en frente de la puerta, pero antes de poder tocarla, una mano lo arrastró hacia el interior.
- ¡tardaste! - chillo la mujer que minutos antes había interrumpido la merienda del joven amo - te pondría a correr de inmediato de no ser porque no has desayunado debidamente.
El azabache ni pudo parpadear al ver un plato de cereal con fruta enfrente de su rostro.
- un desayuno nutritivo y balanceado - al ver que no reaccionaba la fémina frunció el ceño - ¡¿que esperas?! ¡A comer que no hay tiempo!
- ¡s-si!
Tras comer la última cucharada, Gon empezó a hervir agua mientras Bisky hacia arroz en la olla.
Con destreza, sus manos acaneladas picaban la verdura para el guiso de la carne molida.
La rubia se encargaba de vigilar la pasta mientras rayaba el queso parmesano sobre un plató.
- y dime Gon - llamó para terminar de rayar el enorme pedazo de queso - ¿que tal ha estado tu primer día?
- oh! Eso... Creo que bien - murmuró para hechar el picado en el sartén y comenzar a saltearlo -
- ¿crees? - se dirigió a la nevera para sacar del congelador la proteína -
- no lose, casi entregó tarde el desayuno y demore un poco para empezar con el almuerzo - suspiro agobiado -
- en mi opinión, vas de maravilla para ser tú primer día
- ¿Usted en verdad lo cree?
- ¡por supuesto! A decir verdad, se ve que puedes mantener calmado al amo Killua - musitó guiñando un ojo -
- eso me anima demasiado - no se dio cuenta de la segunda intención del comentario - gracias señorita....
- Biscuit - presentó con ligera decepción de la ignorancia contraria - pero me puedes llamar Bisky
- mucho gusto Bisky - le brindó una cálida sonrisa mientras ponía la carne en el sarten -
Creo que ahora puedo entender porque a Killua le llamo la atención.
- el gusto es mio
Ambos rieron en señal de confianza para dirigir su completa atención en lo que estaban cocinando.
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