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Los rayos de sol se colaron en la sombría habitación, haciendo que una venita se marcase con fuerza sobre su blanquecina frente.

Cómo buen vampiro que era odiaba a muerte aquella esfera brillante.

- maldita sea - murmuró con molestia para abandonar su cómoda cama - ¿quien cierra así de mal las cortinas?

Luego recordó que Kurapika había estado todo el día ocupado por lo que sólo pudo haber sido el.

- ni modo

Justo antes de poder tocar si quiera la tela negra de la cortina, gentiles pero sonoros golpes resonaron por la habitación.

- joven amo Killua - llamó suavemente - el desayuno está listo

¿Tan tarde es? Pensó el albino.

- pasa Gon - murmuró con un bostezo de por medio -

La puerta se abrió dejando ver a un bien vestido azabache pasar a través de ella.

Killua no pudo evitar mirarlo con descaro, y es que, ahora que lo veía bien... Gon tenía una buena cintura y largas pero finas piernas.

Vaya que ese uniforme resaltaba lo indicado.

- buenos días - saludo sacándolo de su charco de baba mientras destapaba la charola dejando ver unos relucientes y esponjosos panqueques cubiertos de jarabe y fresas - buen provecho

Killua, quien todo el tiempo se quedó estático, sacudió su cabeza para acto seguido acercarse hacia su cama para poder degustar su desayuno.

Espero y le guste

- ¿se le antoja jugo de naranja o café? - preguntó al ver cómo los zafiros del albino se iluminaban con cada bocado -

- el jugo de naranja estaría bien

El azabache asintió para tomar la tetera de cristal y servir el líquido solicitado en un vaso del mismo material.

Tenía tantas ganas de preguntarle que tal le había quedado el plato, pero recordó uno de los múltiples consejos que le dio Kurapika y desistió.

- ¿algo más? - preguntó enderezando su postura -

Killua pareció meditarlo.

- no, ya puedes retirarte a mi oficina - ordenó para tomar un sorbo del jugo - estaré allí enseguida, espero que ya sepas lo que quiero ver cuando llegue

- si señor

Sin más, Gon dejo la habitación para caminar con rapidez hacia la oficina del albino.

- creo que un vestido resaltaría más sus caderas - soltó pensativo para terminar esos dulces panqueques -

Y es que el poderoso Killua Zoldyck no podía negar que tenía un lado pervertido que destacar.


























- tonto, no puedes olvidarte de comer - regaño Retz al encontrarlo desganado limpiando los muebles -

- lo se, pero me levante tarde y... No tuve tiempo - musitó - de hecho, fue un milagro no llevarle tarde el desayuno

La rubia negó con la cabeza, metió su mano en el bolsillo para sacar una barra de granola y entregarsela al ojimiel.

- ciertamente no es desayuno pero te ayudará a recuperar fuerzas - explicó - agradece que Kurapika me envió

- gracias Retz, por supuesto que lo haré

La nombrada asintió para salir de la oficina, sabía que Killua no demoraba en entrar por lo que no debía estar allí más tiempo.

- oh vaya, que atento es Kurapika - soltó una risita para acto seguido comer rápidamente la barra y seguir con su labor de limpiar el polvo -

Dicho y hecho, Killua entró sigilosamente para hecharle una ojeada al lugar y darse cuenta de que Gon era rápido aprendiendo. Al ser vampiro sus sentidos eran mil veces más desarrollados por lo que, el mínimo polvo que entrará por su nariz, lo dejaría con una horrible serie de estornudos el resto de la semana.

El azabache, que no se daba cuenta de la presencia contraria, seguia desempolvando con gentileza los últimos muebles y mesas que quedaban al compás de un tarareo que se hizo presente en sus labios.

El de mayor estatura no pudo evitar acercarse para observar sus sutiles movimientos mejor, pero no cayó en cuenta de que los sentidos de Gon tendían a ser muy agudos... Por lo que apenas llegó a su rango de espacio personal el azabache ya había brincado en su lugar.

- amo Killua, no me de esos sustos por favor - balbuceo sin dejar de limpiar -

- no prometo nada - alegó con vos demandante - además... Tú no estás en posición de pedirme nada

Ansioso esperaba la cara horrorizada contraria, pero su gesto cambió al ver que Gon ni se inmutaba ante esto.

- tiene razón - dejó de limpiar para poder mirarlo - lo siento mucho, trataré de acostumbrarme entonces

- eres extraño - soltó para soltar una risita un tanto... Gatuna para el oído del azabache - me intrigas Gon

Por alguna extraña razón, el nombrado se sonrojo al escuchar aquello, cosa que no pasó desapercibido por los enormes ojos de Killua.

- Gon

- ¿s–si?

- tengo hambre

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