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Sus ojos brillaban con alegría al ver ese cuerpo tan familiar descansando en una de las camas de su mansión.
- Buenas noches Alluka - susurró con dulzura mientras acomodaba un mechón azabache detrás de su orejita -
No espero respuesta ya que la nombrada se encontraba profundamente dormida.
- que tierno - escucho decir -
Sus zafiros viajaron hacia donde provino esa empalagosa voz, topandose con esos ojos ambar que lo estaban volviendo loco de a poco a poco.
- ¿desde hace cuanto estas allí parado? - preguntó mientras se levantaba de la silla que estaba al lado de la cama -
- l–lo siento, pero usted solicito mi presencia joven amo - explicó avergonzado, no pensó que su susurró sería escuchado -
La tarde se había pasado rápido, luego de la pequeña discusión de hermanos, se la pasaron riendo y escuchando las anécdotas de la pequeña Alluka.
- aaaahhh es verdad - suspiro acercándose a la salida del cuarto - sígueme Gon
- esta bien - contestó para comenzar a caminar detrás del vampiro -
Killua se la había pasado jugando con su hermana después del almuerzo, por lo que, cuando se fueron a dar una vuelta fuera de la mansión, Gon y los demás se la pasaron arreglando el pequeño desorden que habían dejado.
- eh... Señor - llamó nervioso - ¿e-esta no es su habitación?
- si, si lo es ¿por qué? - con lentitud abrió la puerta para proceder a entrar -
Ya era de noche cuando regresaron de su caminata, Killua traía a Alluka en sus brazos ya que se encontraba agotada.
- ¿que estas esperando? - preguntó mirándolo gatunamente según Gon - entra
El azabache trago pesado, esta situación era muy extraña para el.
- con su permiso - musitó rendido mientras entraba -
Un pequeño brinco dio en su lugar al escuchar la perilla de la puerta ser cerrada con pestillo a sus espaldas.
- quisiera pedirte algo - susurró cerca de su acanelada oreja -
Gon se estremeció ante aquello, más cuando sintió las rapidas manos de Killua posarse en sus finas caderas.
- d–dime joven am—AAH~
La áspera pero a la vez suave lengua de Killua paseo por su ya no tan virgen cuello.
- j–joven amo Killu—Ngh~
Le encantaba cuando se ponía asi de cariñoso con el, pero le daba vergüenza decírselo.
- lo siento Gon - aspiro el dulce aroma contrario - desde esta mañana tengo hambre de ti
El de cabellos puntiagudos se sonrojó fuertemente con ello, es que sonó tan íntimo para el.
- si lo que querías era alimentarte solo tenias que hacerlo Killua - murmuró entrecerrando sus ojos al sentir la cálida respiración en su cuello - s–sabes que no tengo problemas con e—aAh!~
El albino había succionado con sus labios, sin pudor alguno, la conexión de su hombro y cuello por encima de la tela negra del uniforme.
- no digas eso - musitó - nunca podría hacerte algo sin tú consentimiento
- p–pero si acabas de... Agh olvídalo, solo hazlo - pidió apretando la tela de su delantal blanco -
Sintió los colmillos perforar casi al instante de haber dicho eso, pero como ya era costumbre, solo cerró sus ojos dejándose llevar por el momento mientras que de su boca salían leves jadeos.
Killua por su parte disfrutaba tener al mortal así entre sus brazos, pero como le daba pena admitirlo, siempre utilizaba la excusa de querer alimentarse para poder atraparlo justo como lo tenia ahora.
- Mmmm~ - suspiró al sentir nuevamente la lengua cerrando la herida mientras su cabeza se iba instintivamente hacia atrás, dándole más acceso al contrario sin darse cuenta - Ngh~
- gracias - dijo para proceder a acomodar su cabeza en el hombro contrario para regular su pesada respiración - ya me siento mucho mejor
- m–me alegra saberlo - respondió sin dejar de apretar la tela de su delantal -
Killua iba a responder, pero el fuerte bostezo de Gon lo interrumpió.
- ¿tienes sueño?
-.... Si
- ya veo - murmuró entrelazando sus brazos en la cintura contraria - cámbiate de ropa y vente a dormir conmigo
Sus piernas temblaron y sus mejillas se saturáron, pero sus brazos se posaron encima de los blanquecinos contrarios.
- esta bien - respondió suavemente - como usted desee
Justo como Killua se lo pidió fue a su habitación y se cambió su uniforme por una pijama verde lima con estampado de sapitos, no sin antes atender su pequeño problemita en el baño, y después volvió a dirigirse hacia la habitación de su amo.
- definitivamente el amo Killua no es malo - afirmó en un pequeño susurró antes de tocar la puerta -
- creí que nunca llegarías ¿que tanto haci.... - lo miró detenidamente -
Otra vez esa mirada pensó nervioso Gon.
- ¿no te cansas de ser tan tierno?
- ¿e-eh?
- olvídalo - dijo para agarrar la muñeca de Gon y encerrarlo con el en su habitación - ponte cómodo
- gracias - apartó suavemente su muñeca del agarre contrario para acostarse lentamente en la enorme cama de su amo - ¡oh perdón! No deje que tu te recostaras prime—¡Ay!
El albino se acomodo entre el pecho y torso contrarios mientras abrazaba fuertemente la cintura de Gon.
- asi estoy bien - respondió ronco - ¿te molesta si dormimos así?
- ¡oh! N–no tranquilo... No me molesta - respondió para abrazar la cabeza contraria y hundirse en los cabellos blancos de esta - buenas noches Killua
Afianzando un poco más el agarre, el de ojos zafiro respondió.
- buenas noches Gon
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