Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

;;🍎32;; ᴏᴘᴏʀᴛᴜɴɪᴅᴀᴅ🍎;;

;;🍎T/N dio varios pasos hacia atrás, con el entrecejo fruncido.

Vaggie.—¡T/N!... ¡Tranquila!

T/N.—¡No iré con él! No quiero ocasionar más problemas ya —dijo de manera firme y un poco fuera de sí.

Alastor.—Querida, ¿me dejarías con ella un rato? —le dijo a Vaggie. Ella iba a decir algo pero...

T/N.—¡No! No quiero que nadie se meta con esto. ¡Nadie! —exclamó, y de un movimiento rápido se acercó a la ventana, la abrió y salió por ella.

Vaggie.—¡Esto es una puta locura! —se quejó, cerrando sus puños en su cabello—. Mejor iré con Charlie antes de que se despierte —susurró de mala gana y se fue.

Alastor entrecerró sus ojos y fue abajo, dirigiéndose a la puerta.

Lucifer.—¿Entonces? —cuestionó serio, capaz de causar escalofríos a cualquier demonio, pero Alastor mantenía su sonrisa.

Alastor.—Oh, se fue —respondió con burla—. Su magestad, ¿no cree que debería dejar sola a la criaturilla? Los dos se han hecho mucho daño ya: ella te arrebató a Lilith y tú... nunca la has amado como ella lo hace o lo hizo —susurró sin interés.

Lucifer entrecerró sus ojos.

Alastor.—Si no es molestia, claro... Deberías de hacerlo. Dejarla en paz

Lucifer.—Mira, pedazo de... Bambi —se interrumpió—, hasta hoy la encuentro, y sino hago algo al respecto con... esa mujer, se irá de aquí.

Alastor.—¡Ja! ¿Piensas... piensas matar a un ángel? —carcajeó.

Lucifer.—Me refiero a que se irá allá arriba —murmuró señalando al cielo—. No consigo nada con matarla —añadió.

Alastor abrió sus ojos con sorpresa. No quería que ella se fuera. Él carraspeó un poco:

Alastor.—¿Se va a «redimir»? —burló.

Lucifer.—En efecto, sí.

Alastor suavizó la mirada de una manera sería.

Alastor.—Eso es imposible. El castigo que ella ahora recibe aquí es permanente, ¿o no?

Lucifer.—Al parecer no. Bien, mejor me voy.

Alastor cerró sus puños.

Alastor.—Bien —dijo cortante y cuando ya iba a cerrar las puertas:

Lucifer.—Ah, por cierto, si ella llega aquí de nuevo, le das esto —Alastor lo miró fijamente y Lucifer le entregó un collar de perlas—. Ella siempre llevaba uno, pero bueno... con todo lo que pasó en la mansión, tú sabes... Se reventó —y se fue en la limusina.

Alastor miró el collar con curiosidad, era el mismo, pero arreglado. Él se tensó un poco.

«¿Ella? ¿Irse? ¿Por qué? ¿Acaso los ángeles caídos se pueden ‹redimir›? ¿Qué estará haciendo ella para irse? ¿Quiere ella dejar el infierno?», pensaba Alastor.

Niffty.—¿Te encuentras bien, Al? —le preguntó al mayor de manera tranquila y éste salió de sus pensamientos, Alastor de inmediato guardó el collar en uno de los bolsillos de su pantalón.

Alastor.—¡Mejor que otro demonio, mi pequeña lindura! —regocijó, despeinando el cabello de la menor y ésta rió.

Niffty.—¡Bien! Solo era que te miraba algo pensativo, pero bueno, seguiré con mis deberes —dijo algo apresurada y se fue con velocidad para seguir limpiando.

Alastor vio a su amiga irse con velocidad, el bar estaba vacío, comúnmente, la actividad en el hotel empezaba cuando Charlie estaba despierta pero aún era temprano. Él soltó un suspiro, en ese momento su sombra apareció, pero molesta por lo que él le había hecho cuando estaba con T/N.

Alastor.—Oh, vaya, querido. ¿Estuvo buena la siesta? —dijo con diversión—. Pero mira nada más, estoy bien. Ella no me hizo nada, ¿ves? —canturreó, extendiendo sus brazos.

Su sombra entrecerró sus ojos no del todo conforme.

🍎

T/N.—¿Hablar con él? ¡Lo quiera Dios! —murmuraba en voz baja mientras caminaba en el peligroso camino del País de las maravillas. No le tomaba importancia a las criaturas salvajes que la acechaban desde los arbustos y árboles—. No, no quiero. ¡Para nada! Solo quiero eso... —susurró viendo el punto blanco que se miraba desde el cielo rojizo del infierno, ella se abrazó a sí misma—. Acordándome bien, creo que fue aquí la primera vez donde vine junto a Lucifer, pero ya qué, si quiero irme de aquí es mejor que olvide todo.

Ella hizo aparecer su única ala y llevó un pequeño vuelo a la rama de un árbol y se sentó.

Se puso a pensar en los últimos meses, toda la felicidad que había vivido en ese lugar. Amigos, pareja... ¿Todo para nada?

¿Acaso todo quedaría en vano? Las buenas amistades que ella tenía ¿quedarían a un lado, en un olvido eterno? A la vez quería eso y a la vez no.

T/N.—¿Por qué a mí? —susurró cerrando sus puños, y bajó la mirada, viendo el suelo donde criaturas salvajes se peleaban entre sí dejando escuchar gruñidos y otras cosas como carne separándose del cuerpo—. ¿Qué más puedo hacer ya? Creo entender por qué muchos dicen que el amor es pasajero —dijo con desdén—. Solo queda poco para el siguiente exterminio anual. Ésa será mi oportunidad para irme de aquí —se dijo a sí misma con seguridad.

«Pero nuestras amistades...», pensó ella de la nada. «¿Las olvidaremos así, como si nada? ¡Como si nunca hubiesen existido!».

T/N.—Nada volverá a la normalidad pues. Esta alma está... Contaminada ya. Voy a deshacerme de ella, creo que una vez Gabriel habló sobre lo que nuestras almas pueden hacer. Así que... Que Lucifer se quede satisfecho.

🍎

T/N entró a su habitación por medio de la ventana al abrirla. Al estar adentro se asustó al ver una sombra en la pared.

T/N.—¡Qué haces aquí! —cuestionó, molesta y algo nerviosa.

Lucifer.—Esperando. ¿Qué más? Pensé que nunca vendrías de nuevo. Llevo aquí como dos horas —respondió tomando su físico normal.

T/N frunció el ceño y vio a un lado de reojo.

Lucifer.—¿Nerviosa?

«No te descontroles, T/N, no lo hagas...», pensaba para sí misma.

T/N.—¿Qué quieres ahora? —musitó.

Lucifer.—Hablar de manera civilizada. Sin peleas. Ni armas. Sin transformaciones. Solo... Palabras.

Ella suavizó la mirada.

Lucifer.—¿Te parece?

«¿Podríamos arreglar las cosas?», pensó una parte de ella con esperanza. «No», se respondió a sí misma.

T/N sonrió levemente, mostrando una amena tranquilidad, haciendo que el más tenso fuera Lucifer.

T/N.—¿Entonces?

Lucifer.—¿Sabes que si sigues llorando esa sangre te irás de aquí?

T/N.—¿Ah...? Bien a mi parecer —susurró—. ¿Solo eso?

Lucifer.—¡Carajo, T/N! ¿Acaso quieres olvidarte de todo? ¡No mientas sobre que no has olvidado muchas cosas aquí!

T/N.—No mentiré sobre ello.

Lucifer bajó un poco la mirada.

T/N.—¿Te arrepientes de todo ahora? ¿Después de todo el daño físico y emocional? —dijo con desdén.

Lucifer.—¿Yo? —burló y ella asintió—. Pues... No —mintió.

Ambos se quedaron callados. Ella ya no lo soportaba más hasta que sus palabras se escaparon de la nada:

T/N.—Pensé que me amabas, de veras... ¡Por qué nunca me dijiste que la seguías amando! De haber sido así... ¡De haber sido así esto no estuviera pasando! ¡Para nada!

Lucifer.—¡Y qué tenía ella para que le hicieras eso! —murmuró, acercándose a ella de manera brusca.

T/N.—Nada. ¡Es el maldito deber de todo exterminador: matar! Que ella saliera en el exterminio no es mi culpa. Solo cumplía las malditas órdenes —se defendió—. Y no lo hice por nada personal. Si tú no hubieses salido del hotel Charlie, Vaggie y Alastor ya no estuvieran aquí. Si piensas que lo hice por odio o quién sabe qué, no es así.

Lucifer frunció el ceño, molesto.

T/N.—Mejor vete de aquí ya —musitó de mala gana al darse cuenta de las cosas que dijo y llevó su mano a su frente de manera molesta—. Solo... Solo hazlo. Por favor.

Lucifer cerró sus puños. T/N solo puso sus manos en sus ojos, soltando un pesado suspiro. Dio varios pasos hacia adelante separándose de él.

T/N.—Mucho daño ya. Esto no es sano. Vete ya. Y sí, si quiero irme de aquí —añadió lo último y cuando ya estaba apunto de salir de la habitación:

Lucifer.—¿Aun sabiendo que tienes la amistad de todos aquí y de Stolas y su hija; de Valentino y sus otros dos amigos?

T/N.—Toma mi decisión solo por mi bien personal. Nada más. No todo volverá a la normalidad ya. Nunca... —susurró con algo de sorna—. ¿Te irás?

Lucifer pudo notar realmente todo el daño que ella llevaba ya. ¿Qué podía hacer él? Nada. Absolutamente nada. Aun siendo el rey, ella no le iba a hacer caso.

Él desapareció del lugar. T/N se volteó. No había nada más, solo ella, ahí, sola.

Fue cuestión de segundos para que las lágrimas fueran corriendo por sus mejillas y se hicieron rojas.

T/N.—¿Amistades? Sí, claro... Es que... Simplemente es verdad... —susurró, triste, dejándose sentar en el suelo recostada en la pared—. Oh, Dios, Padre, ¿tendré yo otra oportunidad para volver allá arriba?... —y abrazó sus piernas ocultando su rostro en ella.

Claro que sí, hija mía...

...🍎

Y weno, quería decir que mi inteligente ayudante perdió su cuenta por haberse olvidado de la contraseña X,D

Así que ahora sería así: 4r4f4txxx0u0 y yo nos despedimos con este capítulo uwu

Creemos que esta historia acabará ya :v

Por cierto gracias por las 3k lecturas que se encuentra en mi cuenta vieja uwu💓💓

;;🍎¡Bye :3!🍎;;

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro