Despedidas y Solitaria Soledad
Narradora:
Twilight caminaba con rapidez por los pasillos del castillo, su corazón palpitando con fuerza en su pecho. El peso de la noticia aún la asfixiaba, pero había tomado una decisión. Necesitaba hablar con Flash, necesitaba encontrar una solución a la creciente angustia que sentía. A lo largo de los últimos días, había intentado mantener la compostura, pero ahora las lágrimas ya no podían ser contenidas.
Al llegar frente a la puerta de su habitación, algo parecía extraño. La puerta estaba entreabierta, y la luz suave de la mañana se filtraba a través de las rendijas. Sus manos temblaban mientras empujaba la puerta lentamente, entrando al espacio vacío que antes había compartido con él.
No había señales de Flash. No estaba en la cama ni en el escritorio. La habitación estaba completamente ordenada, excepto por una carta que descansaba sobre la mesa. El corazón de Twilight se detuvo por un momento, y se acercó a la mesa con pasos vacilantes.
Con manos temblorosas, tomó la carta y rompió el sello. Mientras leía, las palabras comenzaron a nublarse ante sus ojos.
"Twilight,
Perdóname por no haberte dicho esto antes. Lo que estoy a punto de hacer no es porque no quiera estar a tu lado, sino porque creo que es lo mejor para ti. He hecho cosas que no puedo deshacer, y te he lastimado más de lo que podría imaginar. No puedo quedarme. No puedo ser la causa de más sufrimiento para ti.
Te quiero, pero debo irme. No sé si algún día podrás perdonarme.
Flash"
La carta cayó de sus cascos y se desplomó al suelo. Twilight dejó escapar un grito ahogado, sus rodillas cedieron y se desplomó en el suelo, completamente devastada. Los sollozos que había estado reprimiendo se desbordaron, llenando la habitación con el eco de su dolor.
¿Cómo podía hacerle esto? ¿Cómo podía él irse sin darle una oportunidad de entender? La confusión y la tristeza la inundaron mientras sus pensamientos se apoderaban de ella. ¿Acaso su amor había sido tan pequeño? ¿Acaso todo lo que habían vivido no había sido suficiente para él?
Con la mente aturdida y el corazón roto, se levantó tambaleándose, decidida a buscar respuestas. Necesitaba encontrarlo.
(...)
El castillo parecía aún más vacío que nunca mientras Twilight recorría sus pasillos. Buscó por todo el lugar, preguntando a los sirvientes y buscando en cada rincón. Nadie había visto a Flash desde la mañana anterior. Nadie sabía dónde estaba. La desesperación comenzaba a apoderarse de ella, pero no se rendiría.
De repente, recordó a su hermano, Shining Armor. Quizás él sabía algo. Tal vez él podría ayudarla a encontrarlo. Pero cuando se acercó al despacho de Shining, se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada, y un mensaje colgaba en la pared.
"Mis queridos,
He recibido una misión urgente hacia el norte de Equestria,lamento no poder despedirme como es adecuado, pero debía irme lo antes posible. No regresará hasta dentro de cinco años, ya que existe una amenaza de guerra. Cuiden del castillo y de todos aquí.
Con amor,
Shining Armor"
La noticia cayó sobre Twilight como un golpe mortal. No solo Flash se había ido, sino que también su hermano se marchaba durante años, dejándola sola con sus pensamientos y temores. No tenía a nadie. Nadie para apoyarla. Nadie que pudiera calmar sus dudas.
Desgarrada, Twilight volvió a su habitación, con el corazón completamente vacío. Pero justo cuando cerraba la puerta detrás de ella, una pequeña voz interior la llamó. Starlight.
Starlight Glimmer, quien había estado observando a Twilight desde la distancia, apareció en el umbral de la puerta. La preocupación en su rostro era evidente, pero su voz estaba llena de comprensión.
—Twilight, ¿estás bien? —preguntó suavemente, acercándose a su amiga.
Twilight no pudo más. Las lágrimas volvieron a caer, y sin pensarlo, se acercó a Starlight, buscando consuelo.
—No lo entiendo, Starlight —dijo entre sollozos—. ¿Por qué me dejó? ¿Por qué me hizo esto? Yo... yo solo quiero entender por qué. ¿Por qué no pudo quedarse?
Starlight abrazó a su amiga, dejándola llorar en sus brazos. Mientras lo hacía, se dio cuenta de lo vulnerable que era Twilight en ese momento. La fortaleza que había mostrado tantas veces en el pasado parecía haberse desvanecido, y ahora solo quedaba una joven princesa atrapada en su propio dolor.
—Twilight, no tienes que cargar con esto sola —dijo Starlight, su voz reconociendo el peso de la situación—. Estoy aquí para ti. Siempre lo estaré.
Twilight, temblorosa, asintió lentamente. Sabía que no podía hacer frente a todo esto sin ayuda, y en este momento, Starlight era su única compañera.
—Gracias, Starlight... —murmuró Twilight, abrazándola con fuerza, buscando un refugio en su amiga.
Ambas se quedaron en silencio por un largo rato, pero Twilight sabía que, aunque la situación era dolorosa, al menos no estaba completamente sola. Mientras las horas pasaban, con la sombra de la tristeza envolviendo su corazón, Twilight prometió que encontraría una forma de superar esto. Ya sea sola o con la ayuda de Starlight, sabía que tenía que seguir adelante.
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Narradora:
El sonido del silbato del tren lo despertó. Flash parpadeó varias veces, aturdido, mientras la vibración del suelo le recordaba que ya estaba en marcha. El tren avanzaba a gran velocidad hacia Vanhoover, alejándolo de todo lo que conocía, de todo lo que había dejado atrás. Su mirada se fijó en la ventana, observando cómo el paisaje cambiaba lentamente, la ciudad quedando atrás y las montañas cubiertas de nieve asomando a lo lejos.
Él ya había hecho su elección. No era fácil, pero en su corazón sentía que era lo correcto. No podía quedarse, no después de lo que había pasado. No podía arriesgarse a ser una carga más para Twilight.
Las noches en las que había compartido risas y momentos juntos con ella seguían rondando en su mente, y aunque su decisión parecía correcta, algo dentro de él seguía oprimido, lleno de dudas.
—Lo hice por ella —se repitió, aunque no se sentía convencido.
Se frotó los ojos con cansancio, todavía asimilando lo que había dejado atrás. En sus cascos sentía el peso de la corona robada, la corona que había entregado a Sombra. El miedo de que sus actos pudieran haberle causado más dolor a Twilight lo consumía.
El tren seguía su curso, y Flash no podía dejar de pensar en los días que había pasado en el castillo, en los momentos compartidos con la princesa. Sentía que una parte de él se quedaba en el castillo con ella, pero también sabía que su presencia allí ya no era adecuada.
Su corazón latía fuerte en su pecho, como si la decisión de marcharse fuera la única forma de aliviar el dolor que sentía por traicionar su confianza. Pero el simple pensamiento de Twilight, de sus ojos tristes, de su fragilidad que intentaba esconder, lo hacía sentirse aún más incapaz.
"¿Qué hice?, ¿Cómo pude dejarla?"
Se recostó en su asiento, mirando el techo del tren, tratando de calmar su mente. La brisa que entraba por la ventana le acariciaba el rostro, dándole un toque de frescura en medio de su tormenta interna.
El sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de tonos naranjas y morados. Flash observó el horizonte, su mente centrada en lo que dejaba atrás, pero sin dejar de pensar en el futuro incierto que ahora enfrentaba.
Un profundo suspiro escapó de sus labios, mientras su mano buscaba su bolsillo. Ahí estaba, el retrato de Twilight que había guardado. Lo sacó y lo miró, la sonrisa de la princesa capturada en el dibujo, como un recuerdo que sabía que siempre llevaría consigo.
"Te fallé, Twilight. Y lo siento. Pero tal vez esto sea lo mejor."
Un nudo se formó en su garganta, pero trató de ignorarlo. Había tomado su decisión. Ahora, lo único que podía hacer era seguir adelante, dejando atrás el dolor y la culpa.
Sin embargo, sabía que no sería fácil olvidar a la persona que había significado tanto para él en tan poco tiempo. Las dudas y los sentimientos mezclados lo atormentaban, pero él había tomado el primer paso. Y aunque las palabras nunca se dijeron en voz alta, sabía que lo que había hecho por ella, lo había hecho por amor.
Con una última mirada al retrato de Twilight, guardó el dibujo en su bolsillo y se recostó de nuevo en su asiento. Los ojos se le cerraron lentamente, pero su mente no dejaba de darle vueltas a lo que estaba dejando atrás. Y aunque había hecho lo correcto en su mente, su corazón seguía atrapado en Equestria, con la princesa que había dejado atrás.
Fin.
🌃Brightss Sentry 🌃
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