El amanecer marcaba el inicio de una nueva etapa para Flash. Después de despedirse de Spitfire y Soarin, se dirigió al castillo para preparar su ingreso oficial a la Guardia Real. Sin embargo, una preocupación lo acompañaba como una sombra: su nombre. "Flash Hoof" era un nombre conocido en ciertos círculos, y aunque la mayoría de los guardias probablemente no lo relacionarían con su pasado, no podía correr riesgos. Si alguien llegara a reconocerlo, su misión estaría condenada antes de comenzar.

Mientras se acercaba al área de inscripción en el cuartel de la Guardia Real, tomó una decisión. Si iba a infiltrarse en el sistema, necesitaba más que un uniforme. Necesitaba una nueva identidad.

Cuando llegó, un joven unicornio con gafas y un pergamino flotando frente a él lo recibió con un gesto apresurado.

—Nombre —dijo el unicornio sin siquiera levantar la vista.

Flash respiró hondo. Este era el momento de dejar atrás a Flash Hoof.

—Flash Sentry —respondió con firmeza, asegurándose de que su voz no temblara.

El unicornio levantó una ceja por un instante, pero luego escribió el nombre en el pergamino con su pluma mágica.

—Edad y procedencia —continuó el unicornio.

—Quince años. Soy de Ponyville —dijo Flash, inventando rápidamente algo creíble. Había pasado suficiente tiempo en Ponyville durante sus aventuras como ladrón para conocerlo bien y mantener su coartada.

El unicornio asintió y señaló una puerta al final del pasillo.

—Entra por ahí. Te harán un breve examen físico y te entregarán tu uniforme. Bienvenido a la Guardia Real, Flash Sentry.

El pegaso se dirigió hacia la puerta, pero no pudo evitar sentir un escalofrío al escuchar su nuevo nombre. Era extraño, como si estuviera dejando atrás una parte de sí mismo, pero también sintió que este cambio era necesario. Flash Sentry sería el rostro que mostraría al mundo, mientras que Flash Hoof se mantendría en las sombras, un recordatorio de quién era realmente y lo que estaba en juego.

El primer día en la academia de la Guardia Real fue agotador. Entrenamientos físicos intensos, prácticas de vuelo, y, por supuesto, lecciones de disciplina y obediencia. Flash se esforzó por encajar, evitando destacar demasiado pero demostrando suficiente habilidad para no levantar sospechas.

Por la noche, mientras los reclutas se reunían en el comedor para cenar, Flash escuchó a algunos de sus compañeros hablar sobre los recientes incidentes en el castillo.

—Dicen que la princesa Twilight estuvo a punto de ser atacada por unos terroristas la semana pasada —comentó uno de los reclutas, un unicornio de aspecto nervioso. —Pero alguien la salvó. Un simple trabajador de limpieza.

Flash mantuvo la mirada en su comida, fingiendo desinterés, pero sus orejas captaron cada palabra.

—Sí, escuché que el capitán Armor Shine lo invitó a unirse a la Guardia. Parece que tiene potencial —añadió otro recluta, un pegaso musculoso que parecía disfrutar de los chismes.

—¿Quién lo diría? —dijo un tercer recluta. —Un simple trabajador de limpieza salvando a una princesa. Apostaría a que la princesa ni siquiera lo agradeció. Dicen que es bastante fría.

Flash no pudo evitar sonreír ligeramente ante ese comentario. No estaban equivocados.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, repasó mentalmente lo que debía hacer. No solo debía aprender todo sobre las rutinas y protocolos de la Guardia, sino también acercarse lo suficiente al círculo cercano de la princesa para obtener información clave. La misión apenas estaba comenzando, y sabía que el camino sería largo y lleno de peligros.

Reunión en el bosque

Unos días después, Flash encontró un momento para escapar del castillo y reunirse con Spitfire y Soarin en el bosque. Al llegar a la casa del árbol, se encontró con ambos ya esperándolo, sus expresiones reflejando impaciencia.

—¿Y bien? ¿Cómo va tu gran infiltración, Flash Sentry? —preguntó Spitfire con una sonrisa burlona, enfatizando su nuevo nombre.

Flash suspiró y se sentó en una de las ramas.

—Es más difícil de lo que pensaba —admitió. —La rutina es agotadora, y tengo que tener cuidado de no llamar demasiado la atención. Pero ya he comenzado a observar las áreas importantes del castillo. Hay horarios de patrullas que podrían ser útiles.

—Eso está bien —respondió Soarin, aunque su tono seguía siendo algo reticente. —Pero, ¿estás seguro de que nadie sospecha de ti?

—Nadie —dijo Flash con seguridad. —Me aseguré de usar un nombre nuevo. Ahora soy Flash Sentry para todos ellos.

Spitfire lo miró fijamente, evaluándolo como siempre.

—Eso es un buen comienzo. Pero recuerda, Flash, esto no es un juego. Cada paso en falso podría costarnos todo. Necesitamos algo más concreto que simples horarios. Necesitamos acceso a los planes de seguridad para la corona.

—Lo sé —dijo Flash, sintiendo el peso de sus palabras. —Solo necesito más tiempo.

Spitfire asintió lentamente, y su expresión se suavizó un poco.

—Está bien. Pero no te distraigas. Recuerda por qué estamos haciendo esto.

Flash asintió, pero no pudo evitar sentir un conflicto interno. Cada vez que interactuaba con Twilight o veía a los guardias entrenar con dedicación, se preguntaba si realmente estaba haciendo lo correcto. Pero no tenía tiempo para dudar. Sombra no le permitiría fallar, y sus amigos dependían de él.

Mientras volaba de regreso al castillo esa noche, Flash sabía que estaba caminando por una línea muy fina. Flash Sentry tenía que cumplir con su deber como guardia, pero Flash Hoof seguía siendo el ladrón que debía completar la misión.

🌌 Brightss Sentry 🌌