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(-Flashback-)

—¿No vas a decirme nada? —preguntó Yugyeom.

—No tengo nada que decirte, fuera de mi propiedad, ¿con qué derecho te atreves a venir? —espeto Jungkook apretando fuertemente su mandibula—. ¡Lárgate!

—Los dejare hablar a solas, yo llevaré a Park a la laguna para que se reencuentre con su amigo —avisó Yoongi dando un pequeño apretón en el hombro del escritor como acto reconfortante—. Tienen que hablar para poder cerrar el capítulo y cambiar de página. No tardo.

Yugyeom esperó a que Min se fuera para acercarse a Jungkook. Para su suerte, el no retrocedió, se quedó quieto mirándolo con los ojos tan fríos y decepcionantes.

—Sé que no tengo cara para venir aquí, pero tenía que hacerlo porque la culpa no me dejaba tranquilo. El insomnio me está cobrando con intereses las cosas que nunca te dije.

—No me importa, es lo menos que mereces, por mentiroso —contestó Jungkook desviando la mirada hacia algún otro lugar. No era capaz de seguir mirándolo—. Ví como eras feliz con alguien más y le pedí a la vida que te brindaran más de lo que yo te dí para que no volvieras, porque no quiero verte, jugaste conmigo, con mis sentimientos, me hiciste sentir como basura.

—Está bien, lo acepto, cometí un error. Todo comenzó siendo un juego, pero después se volvió real y cuando me di cuenta me asuste mucho pensando en lo que la gente diría de mí al enterarse que estaba enamorado de un hombre, mi propia familia, ¿qué diría? Fui cobarde.

—No me vengas con excusas baratas Kim. Me engañaste, estás comprometido, ¿no es así? —preguntó el escritor viendo como el hombre se tensaba—. No me interesa seguir escuchándote, ya no te quiero cerca, ya no siento nada más por ti. Estoy aprendiendo a querer, me estoy dando una nueva oportunidad con alguien que si vale la pena. Por favor vete.

—Yo no creo que hayas olvidado todo lo que vivimos juntos, esas noches que pasamos, todos los besos que compartimos —murmuró Yugyeom acercándose sigilosamente al escritor para luego posar sus manos sobre sus mejillas—. Demuéstrame con un beso que ya no sientes nada por mí. Demuéstralo y me iré de tu vida para siempre, no volveré a molestarte.

Jungkook conectó miradas con Yugyeom y cuando lo hizo pudo darse cuenta de varias cosas; su corazón ya no latía frenéticamente al tenerlo tan cerca, su piel ya no se erizaba al sentir su roce, a pesar de tener sus labios a escasos centímetros, no le apetecía besarlos.

Solo quedaba hacer una cosa más para terminar de comprobar que ya no sentía nada por el. En un acto impulsivo lo tomó de las mejillas para acercarlo y conectar sus labios en un efusivo beso que duró apenas unos cuantos segundos.

Nada.

Jungkook se separó de Yugyeom mostrando una leve sonrisa, algo que le dió al hombre frente a el la mayor de las esperanzas.

—Ya no siento nada, ahora cumple tu palabra y vete de mi vida para siempre...

Yugyeom asintió con la expresión derrotada. Ya no tenía nada más que hacer ahí. Había sido tan tonto al pensar en la posibilidad de que el escritor pudiera aceptarlo otra vez.

—Está bien, me voy. Te deseo lo mejor —espetó Yugyeom con sinceridad. Luego desvío su mirada a un costado, en donde un chico con los ojos llorosos observaba la escena—. Es... ¿es el?

Jungkook dió media vuelta para encontrarse con Taehyung. Su mirada no reflejaba enojo, no, su mirada reflejaba tristeza y decepción.

Una gran decepción.

(-Fin del flashback~)

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—Jungkook, te estoy hablando, hazme caso —habló Yoongi por tercera vez sacudiendo al escritor de los hombros para hacerla reaccionar—. Explícame lo que está pasando, no entiendo nada y me preocupas, ¿qué tienes?

Jungkook no respondió. Tan solo permanecía en silencio observando el camino por donde Taehyung había partido.

—¡Todo es tu culpa! —gritó Yoongi esta vez dirigiéndose a Yugyeom—. No debiste seguirme, yo no estaba de acuerdo. Te dije que el no quería verte.

—Yo... lo siento, solo quería disculparme.

—Eso debiste pensarlo antes de verle la cara mientras estabas comprometido, así que ahórrate tus disculpas —contestó Yoongi mientras frotaba su sien con frustración—. Lo mejor será que te vayas.

Yugyeom asintió con pesar. Dió una última mirada al escritor y susurró un "Disculpame", que solo el pudo escuchar. Después abordó su auto y se marchó dejando al escritor y a su representante a solas en aquel lugar.

—Kook, ya se ha ido, ahora háblame por favor —Yoongi volvió a insistir con la preocupación palpable en su voz—. ¿Te sientes mal? —el escritor asintió con la cabeza—. ¿Qué tienes?, ¿qué te duele?

—El corazón —respondió simplemente.

Con aquella respuesta Yoongi pudo armar pequeñas teorías, sin embargo aún no tenía clara la situación. No sabía si Jungkook estaba triste por Taehyung o por Yugyeom.

—¿Quieres contarme lo que sucedió en la cabaña estos días? —preguntó el respresentante cautelosamente. Sabía que su amigo no era una persona precisamente comunicativa, por lo que tenía que insistir un poca—. ¿Los sentimientos por Kim siguen ahí presentes?

—No, hoy comprobé que ya no siento nada más por el, por fin to logré, pude superarlo y desprenderme de su recuerdo que tanto daño me hacía —respondió en un susurro. De pronto recordó algo importante y sus pies se movieron solos por instinto hasta su camioneta—. La carta.

—Espera, ¿a dónde vas?

Jungkook entró al vehículo en la parte trasera, todo estaba tal y como lo había dejado la última vez. Encontró los libros apilados en uno de los asientos y comenzó a hojearlos todos hasta que en uno de ellos encontró un pequeño sobre blanco.

Para Jungkook ♡

Era la carta que Taehyung le dejó el dia que se quedó atrapado en su furgoneta. Sin pensarlo dos veces, abrió el sobre rápidamente para sacar aquella hoja de papel.

Hola, mi nombre es Kim Taehyung. Las probabilidades de que leas ésta carta son casi nulas, sin embargo no imposibles y aún conservo la esperanza.

Si supieras lo que mi corazón calla y mi cuerpo siente, lo que mi boca calla y mi mente grita, lo que solo mi cuerpo puede sentir y solo mi alma puede escuchar...

La primera vez que te ví, recuerdo que pensé: "Sería maravilloso estar a tu lado para siempre".

Sé que no te conozco a profundidad, que solo soy uno de tantos seguidores más que aprecian el arte de tus palabras. Estoy consciente de que tú eres arte y de que yo solo soy un simple garabato en la pared.

Tú eres un montón de atardeceres bonitos, eres la combinación perfecta entre locura y lucidez. Eres una fabrica de pensamientos gigantes y asombrosos. Brillas con naturalidad por la destreza de tu mente y la amplitud de tu encanto. Tú eres la belleza y delicadeza de una flor y al mismo tiempo eres la fuerza y potencia de un tornado. Tu existencia es la prueba irrefutable de que lo extraordinario no es imposible. Eres increíble.

No sé dónde comenzó mi querer, sí inicio en tu sonrisa o en tu mirar, lo único que tengo claro es dónde quiero que continúe, si no es mucho pedir... me gustaría que fuera en tus brazos. Quiero quedarme ahí, aunque sea un ratito, de esos ratitos que duran toda la vida.

Te quiero así, sin verte, ni tenerte. Te acaricio en mis pensamientos. No existe para mí ni la distancia ni el tiempo. Te quiero así, guardándote, con la ilusión de tan solo pensarte, de imaginarte, sin remedio, pero con el alivio de morir por ti, dulcemente y en silencio.

Atte: Tu más grande y fiel admirador, Kim Taehyung.

Una pequeña lágrima cayó sobre la carta que había terminado de leer.

—Jungkook, ¿qué pasa? No entiendo nada —dijo su representante con frustración.

—Regresaremos a la ciudad ahora mismo —avisó el escritor.

—¿A-ahora mismo? Pero... hay que empacar.

—No empacaremos una mierda, nos vamos en este preciso momento, tengo que volver a la ciudad ya.

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