Uzui Tengen
—Después de todo si mi familia me envió aquí es por algo —suspiraste caminando al lado de Tengen.
—¿Por qué una mujer tan linda cómo tú tiene esa expresión? —preguntó él. —Eres preciosa, ¡debes de sonreír! Puede que tu familia sepa sobre lo demonios pero si te estoy acompañando nada va a suceder.
—Por el amor de Dios, Tengen... Pudieron haberse desecho de mí de cualquier otra forma.
Uzui suspiró. No era tu personalidad, es tu sentir. Si tan solo pudiera hacerte entender lo importante y valiosa que eres incluso hasta le seguirías las bromas y el narcisismo. Tu familia te envió a hablar con una persona importante (ignoraste que en realidad no te dieron algún tipo de dato relevante), y al saber de la existencia de los demonios en aquel lugar; no dudaron en contratar el servicio de los cazadores, siendo el pilar del sonido, la persona elegida para ser tu acompañante debido a que ya se conocían desde antes. Así que... No eran amigos pero podían mantener una conversación y cosas relacionadas al tema, quizás esta vez hasta una amistad puedan formar. El problema de todo esto es que; no es la primera vez ni será la última que tu familia te manda a misiones así, parece que quieren que suceda algún "accidente" y mueras.
Los dos llegaron a la posada donde se hospedan, es un viaje algo largo y antes de continuar se quedaron en un pueblo para conseguir energía.
—No seas tan pesimista —comentó el peliblanco. —¡Deja que Uzui Tengen te ayude! Verás como tu autoestima sube.
Su egocentrismo te sacó una sonrisa, la pose que hizo mientras se señalaba te hizo reír. Tu acompañante quedó confundido por tu acción y hasta le molestó un poco tu risa repentina, pero más que nada se sintió feliz de verte de esa manera; alegre. Te pasaste la boca al reír y cuando paraste te secaste las lágrimas que te habían salido.
—¿Qué te resultó tan gracioso? —preguntó por fin.
—Me gustaría ser como tú —respondiste con una sonrisita. —Así de extravagante y confiada, ¡wow!
—Con mi ayuda podrás lograrlo, conviertete en mi discípula y pasa más tiempo conmigo —te guiñó un ojo.
—¿Realmente quieres enseñarme? O quizás sólo quieres pasar tiempo conmigo... —bromeaste.
—Me gusta tu presencia, las dos cosas son correctas. ¡Bien hecho!
Te sonrojaste al mil. Tragaste saliva y antes de que Uzui pudiera decir algo más te despediste y cerrando la puerta de tu cuarto, te pusiste a pensar. Tengen, satisfechó con lo que logró en ti, volvió a su habitación pensando en su reciente victoria: hacerte reír y ponerte nerviosa. Al respecto contigo, sólo te tiraste sobre el futón para así echarte a pensar.
No sólo en tu familia, si no también en Uzui.
• • •
D
ebían pasar por el bosque, después llegarían a otro pueblo y ahí esperarán a otra persona. Apenas estaba amaneciendo pero Uzui y tú ya estaba por salir. Caminaron hasta la salida y en vez de tomar el camino recto, se fueron por el camino de la derecha que es la entrada al bosque. Sujetaste con fuerza la bolsa que cargabas con sus cosas. Tú llevabas pocas y Tengen tuvo que llevar sólo lo necesario así que el peso es relativamente poco. Aparte cargar las cosas era lo único que podías hacer, te sientes como una inútil al no poder defenderte tú sola.
—Muy pensativa, eh —comentó Uzui rompiendo el hielo.
El color granate de sus ojos brilló en cuanto se encontraron con los tuyos. Tragaste saliva.
—Siempre soy así, debo de estar preparada para todo —respondiste desviando la mirada.
—Si la señorita no pone atención en el camino podrá tropezar —te dijo. —Eres distraída pero es propósito, ¿verdad?
Se detuvo acercándose a ti.
—N-no sé de que hablas... —respondiste. —Sólo soy yo.
—¡No puedes mentirme! —suspiró. —He visto cosas tan extravagantes pero nunca alguien como tú. Lo más peculiar es lo menos esperado y lo que la gente puede considerar normal pero también raro...
—¡Uzui, no sé de qué hablas! Ya callate —le dijiste dándole un leve empujón y volviendo a caminar. —Para tu actitud de hombre excéntrico, narcisista y hasta mujeriego a veces dices cosas muy complicadas.
—Así es nuestra relación —río.
«Nuestra relación...» y de nuevo volviste a hundirte en tus pensamientos.
Salieron del bosque casi pasado el medio día, te pareció extraño que Tengen supiera la hora sólo por ver a un gato. Poco después comprobaron que lo que dijo el pilar era cercano a la hora real. «¿Por qué tenemos que esperar hasta la noche?... ¿Por qué no irnos más temprano?» Te preguntaste, era una duda que tienes desde hace ya un par de días atrás. Tenías un mal presentimiento y esperas no sea lo que piensas. Al ser el último día que tendrían que moverse de esa manera, decidiste gastar un poco más de dinero. Corriste a buscar un puesto de dangos o mochis, algún dulce rico para poder compartirlo con Uzui. Él te siguió persiguiéndote, no podía alejarse mucho de ti y si te perdía de vista sería malo para los dos.
—Toma esto —le dijiste invitándole del mochi que ya habías mordido. —Es de té verde, ¡está riquísimo!
En su rostro se formó una gran sonrisa.
—Eres realmente atrevida, ________... Con una invitación de esta manera. No es tan extravagante pero viniendo de ti sí lo es.
—¿Eh? —preguntaste confundida.
Viste como le dio un mordisco al lado de donde tú, ahí fue cuando tu cerebro comenzó a procesar las palabras que te dijo y luego te pusiste totalmente roja.
—¡No fue nada de eso! —negaste repetidas veces. —No lo pensé, ¿entiendes? No es nada de eso, no no no, no pienses eso Tengen.
—Deberías usar más mi nombre.
—Busquemos un lugar donde pasar la noche —él preguntó porque. —Quiero descansar un poco...
Primero comieron y después buscaron un lugar donde descansar, fue difícil encontrar un lugar y debieron quedarse en la misma habitación. Te desataste el cabello, Uzui también lo hizo y se quitó sus accesorios.
—¿No es molesto llevar eso? —preguntaste. —Te ves más atractivo con el cabello suelto.
—Me veo atractivo de todas las formas posibles —se acercó a ti. —Me siento halagado de parecerte atractivo.
Te quitó el peine que tenías en las manos.
—Volteate —pidió.
Obedeciste, él tomó con cuidado tu cabello y empezó a cepillarlo.
—Después de todo tú también eres linda —dijo. —Voy atreverme a decir que eres más linda que yo.
En cuanto lo escuchaste tu corazón empezó a latir muy rápido. Cuando Uzui terminó de cepillar tu cabello te tomó con cuidado de los hombros para darte la vuelta. Se acercó a ti y dejó un beso en tu frente.
—Eres hermosa, ______...-
No lo dejaste terminar porque le tomaste de la cara y lo besaste.
Alguien vino a interrumpirme a media escritura y tuve que pararle para hacerle plática y no parecer mal educada (ง'-̀̀'́)ง
Tenía esta idea desde hace un tiempo pero... No recordaba XD revisé mis notas en la tarde y la encontré.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro