Tanjiro Kamado
—¡Llegó la caballería! ~ —le dijiste al de cabello borgoña mientras le quitabas un demonio de encima, decapitándolo con tu espada.
—¡______-chan! —Tanjiro sonrió.
—¿Qué tal, dulzura? —preguntaste con una risita. —Me alegra que también me hayan enviado aquí.
Respondiste guardando de nuevo tu espada mientras te acercabas al chico de los pendientes. Estiraste los brazos detrás de la espalda sujetando tus manos una con la otra, te inclinaste hacía un lado mientras inspeccionabas al de orbes rojos con la mirada; arriba, abajo, arriba, abajo... Lo tomaste del haori alzándolo para buscar alguna herida que también haya roto su ropa, todo esto hizo que Kamado se pusiera rojo. Te separaste de él, volviendo a darle su espacio personal y mientras sonreías le tomaste de las manos.
—¡Estoy alegre de verte! —comentaste con entusiasmo, haciendo que Tanjiro riera un poco.
Te jaló de las manos y terminaste con sus brazos al rededor de ti, cerraste los ojos disfrutando del calor que emanaba el joven de pendientes y también le rodeaste con tus brazos.
—Me alegra mucho más a mí tener tu presencia aquí, ¿estás bien?, ¿no te lastimaste al llegar? —preguntó en tono gentil mientras acariciaba tu cabello.
—¡No! Maté a un par de demonios, bueno fueron tres contando a este. El trabajo está terminado ahora, a veces no eres tan bueno sin Nezuko, ¿eh? —reíste.
—También necesito de ti —te separaste para verle a la cara.
No sólo sus palabras, también su sonrisa hicieron que te avergonzaras. Imitaste su acción curvando tus labios y le diste un beso en la mejilla.
—Es hora de irnos, Tanji-kun —dijiste tomando su mano. —No puedo esperar para la paga para comprar el libro de Naomi ~
La expresión en el rostro del chico de cabello borgoña se suavizó, apretó un poco más tu mano con cariño y se acercó para dejar en beso en tu cabello, lo miraste y soltaste una pequeña risita.
• • •
Agradecieron a las niñas de la finca mariposa por los onigiris que les habían regalado con la excusa de que se veían cansados, obvio los aceptaron gustosos. En cuanto regresaron a la habitación donde se encontraban tus amigos, ellos; Inosuke y Zenitsu se lanzaron a abrazarte una vez te vieron. Correspondiste con dificultad mientras que Tanjiro veía la dramática escena sentado, de nuevo con ese sentimiento incomprensible en el corazón. En cuanto el rubio y azabache te dejaron pudiste volver a respirar mejor, les enseñaste un par de onigiris que tenías en cada mano, ellos lo tomaron y comieron.
—¡Pensé que no volvería a verte! —habló Inosuke mientras se comía gustoso tu regalo.
—¡No fue el único! Tanjiro y yo también lo pensamos, en realidad nos preocupamos muchísimo —insistió el rubio. —¡Estamos realmente felices de volver a verte!
Cuando Zenitsu dijo eso volteaste a ver a Kamado, quien tenía una sonrisa tímida en el rostro cuando lo miraste.
—También me alegra volver a verlos chicos —respondiste.
—______-chan debe de ir a descansar ya —Tanjiro se levantó de donde estaba sentado y fue a tu lado. —¿Me permites llevarte a tu habitación?
—¡Por fa-...!
—¡Tanjiro no vayas a aprovecharte de ella sólo porque eres su favorito y tienes privilegios! —habló el de ojos dorados mientras señalaba a su amigo.
—¡Zenitsu! No digas cosas así...
Tomaste de la mano al joven del haori y después de despedirte salieron de aquella habitación. Caminaron de esa forma hasta llegar a tu habitación en un completo pero cómodo silencio, una vez estaban frente a la puerta de tu cuarto los dos se quedaron esperando a que alguno dijera algo, nadie habló. Los dos estaban notoriamente ruborizados, sin palabras en la boca.
Cuando iba a hablar Tanjiro, también abriste la boca para hacerlo, los dos emitieron un sonidos pero luego terminaron callándose a la vez.
—Bueno... En todo este tiempo me puse a escribir más —dijiste con pena mientras desviabas la mirada.
—Escribir... ¡Oh, claro! Escritura —Kamado recordó lo que iba a hacer y había olvidado. —¿Puedo entrar en tu habitación, _______?
Preguntó con una gran sonrisa.
—Siempre eres bienvenido —respondiste.
—¡Por favor disculpame! Espérame dentro se tu habitación, volveré rápido, sólo espérame.
Asentiste confundida mientras veías como Tanjiro se iba caminando a un paso rápido, abriste la puerta de tu cuarto para entrar, la dejaste abierta para el momento en que volviera tu pareja. Te quitaste la capa de los hombros, dejándola sobre la cama luego te sentaste en la cama mientras te recostabas. Un largo viaje debido a una difícil misión y a penas regresar te enviaron a otra de nuevo, no te molestó tanto debido a que viste a Tanjiro y te alegró la madrugada pero aún así fue difícil y si no hubiese sido por Kamado habría sido aún más duro.
Tocó la puerta, lo viste parado ahí y en cuanto lo miraste entró. Tenía las manos detrás de su espalda, parecía esconder algo, se detuvo un par de pasos en frente tuyo.
—Te tengo un regalo —la suavidad se su voz te hizo sonrojar. —Espero realmente que te guste...
—¿Qué es? —preguntaste sorprendida.
—Cierra los ojos.
Obedeciste.
Sentiste un peso sobre tu regazo, era algo pesado y en cuanto lo tocaste te diste cuenta de lo que era. Seguido de eso, los cálidos labios de Tanjiro se posaron sobre los tuyos mientras que su mano derecha iba a tu mejilla acariciándola con delicadeza. Decidiste corresponder justo antes de que se separara, esto evitó que lo hiciera y logró que la cara de los dos se pintara de un colorido tono rubí. Los labios de los dos se movían al compás, encajando perfectamente... Sin embargo Tanjiro se separó luego de unos segundos más, si seguían de esa forma sería difícil detenerse.
—______-chan, yo lo sien...
Le interrumpiste.
—Shhh... —le guiñaste un ojo. —Realmente no hubiese podido detenerme, me encanta tu fuerza de voluntad, Tanjiro.
Hiciste que se avergonzara.
Tomó asiento a tu lado mientras dejaba un beso en tu mejilla y te rodeaba con uno de sus brazos.
—La última vez que salimos juntos, vi en tus ojos que lo querías —habló refiriéndose al libro. —¡Aparte dijiste que te ayudaría a escribir! Oh, por cierto... Habías mencionado que escribiste más, ¿qué tal te va?, ¿cuándo podré leerlo de nuevo?
—Quizás pronto ~ —tomaste el regalo, tus ojos se aguadaron al verlo. —Sólo que no esperaba esto...
—¡Yo creo mucho en ti, _______-chan! —Tanjiro dijo motivado. —Espero ver pronto que mi prometida sea una gran y popular escritora y que conozcas a tus escritores favoritos claro... Cuando termine todo esto, cuando salve a Nezuko... Tendremos una vida tranquila sin tantas molestias, entonces podré dedicarme al 100 conti-...
Kamado se detuvo en su discurso cuando escuchó tus débiles sollozos, te limpiaste las lágrimas mientras dejabas el libro a un lado para no mojarlo. En cuanto te vio te rodeó con sus brazos para poder darte un cálido abrazo al cual correspondiste. Tanjiro acarició con delicadeza y suavidad tu espalda para poder tranquilizarte.
—¿Dije algo malo? —preguntó murmurando.
Debido a su posición sus murmuros entraban a tus oídos y te hacían estremecer.
—N-no, sólo que... Me lo imaginé —respondiste intentando calmarte.
—Yo no pude evitar emocionarme —respondió con una risita. —Una vida a tu lado se ve encantadora.
Se separó para verte a la cara y limpió tus lágrimas con sus pulgares. Luego acercó su cara a la tuya, tragaste saliva, abriste un poco tu boca anticipando la llegada de sus labios y luego... Se unieron.
• • •
Al despertar miraste el reloj, te levantaste de un brinco mientras tomabas tu ropa para cambiarte. "De nuevo ese tonto sueño..." Pensaste mientras terminabas de ponerte tu uniforme, guardaste tus cosas, las cosas que ocuparías este día sin dejar de pensar en tu sueño.
Al prepararte por completo bajaste a la cocina, te despediste de tu madre y tomaste una naranja para el camino.
Debías ir a una escuela que no era la tuya por haber ganado un concurso de literatura, era una historia romántica y admitias para ti misma que te dio pena ganar con algo así pero al basarte en ese sueño que solías tener y que todo fuera tan loco como para involucrar demonios, alientos extraños para combates aún más raros pero... Lejos de todo eso lo que más te dolía era cuando soñabas con esa aventura romántica que, quizás nunca vivas ni puedas encontrar una pareja como (literalmente) el chico de tus sueños.
Ibas tan tarde que no te daba tiempo de ir a tu escuela para buscar a la trabajadora social, tragaste saliva mientras le enviabas un mensaje diciéndole que te esperara en la salida al colegio al que te dirigías mientras que con Maps te guiabas para no perderte. Ibas a paso rápido y algunas veces corrías un poco, lo suficiente para poder pelar tu naranja, tiraste su basura en la tierra de un árbol, después de todo es orgánica. Bajaste la mirada para partirla con cuidado pero seguías caminando y pensando en el sueño que casi siempre tenías.
—Y al final me muero —murmuraste mientras suspirabas.
Todas estas distracciones provocaron que chocaras contra alguien, terminaste cayendo.
—¡P-perdón voy con prisa! —levantaste la vista.
—No, no, no... Tampoco te vi, ¿se encuentra bien, señorita?
Era él, el chico de tus sueños.
—Tanjiro...
Murmuraste sin poder aceptar su mano, él sonrió y sus mejillas se ruborizaron.
—Al parecer me conoces —dijo mientras te miraba.
—Oh por Dios... —aceptaste su mano y después te fuiste corriendo. —No puede ser verdad...
Tengo planeada una segunda parte para esto :0
Me mudaré en dos semanas y dudó tener internet en un periodo de tiempo... Así que intentaré actualizar mientras me sea posible!
Les gustó?:0
Cuando pensé la idea me encantó, hasta sirve para historia.
Buenas noches <3 uwu - 12:00AM (siempre puntual).
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro