Tanjiro Kamado.
La forma más rara de conocer y enamorarte de alguien es por medio de un beso, pero no un beso normal. Un beso en la boca, dado por una extraña que se encontraba huyendo de alguna persona que quizás quería lastimarla.
• • •
Era de día, pronto oscurecería y Tanjiro tenía que encontrar un lugar donde pudiera comer ya que se encontraba cansado por la misión anterior. Con una sonrisa y temple calmado, caminaba por las calles del lugar girando la cabeza una que otra vez, le pareció raro no encontrar aún un lugar donde vendieran comida, ¡tan siquiera ramen!
Una chica, lo pudo notar por su largo cabello; se acercó corriendo a él sin embargo, Tanjiro no pensó que realmente fuera él.
Ella paró a unos centimetros del de cabello rojizo, por unos segundos se tomó un tiempo para controlar su respiración, daba la impresión de haber corrido durante mucho tiempo.
—¿Estás bi...? —El joven Kamado fue interrumpido por una chica que se encontraba besándolo.
Él de pura sorpresa no se movió, ni siquiera reaccionó para apartarla, sólo dejó que pasara.
Cuando ella se separó, se dio cuenta de un gran sonrojo en la cara del chico. Sonrió un poco provocando que se sonrojara aún más pero ella también se encontraba sonrojada.
—¿Sigue ahí? —preguntó la extraña muchacha a Tanjiro, quien salió de su shock al escuchar sus palabras.
—No... —Respondió inseguro, no veía a nadie ni tampoco olía a alguien más.
—Gracias.
Fueron las únicas palabras antes de dejar a un Tanjiro confundido en medio del lugar, tan siquiera pudo haber preguntado donde podría comer.
El corazón de Tanjiro latia con fuerza, nunca imaginó que su primer beso sería de una forma tan... Peculiar ni mucho menos con una chica que conoció cuando lo besó.
Dio un gran suspiro aún con aquel rubor en las mejillas, que ya era mucho menos que antes.
• • •
Había pasado un tiempo, _____ se sentía culpable aún pero... Pese a que sólo fue un roce de labios (porque ni en broma fue un beso "bien".) lo poco que llegó a tocarlos, los sintió suaves de las pocas beses que había besado a alguien, aquel roce fue lo mejor.
—¡Concentrate _____! —se dijo a sí misma mientras se daba unos golpes sutiles en las mejillas.
Iba en camino a una misión, quería terminar rápido y tomar un descanso.
Cuando llegó vio a alguien más caminando por ahí, «oh no...» pensó y dio un par de pasos retrocediendo al ver al muchacho que se encontraba a sólo unos pasos.
—¡Es aquel chico! ¿Cómo diablos no me di cuenta que también era asesino?... —murmuró para si misma.
Tanjiro volteó a verla al reconocer su olor de aquella vez, cuando confirmó que sí era ella casi se distrajó. _____ caminó hacía él, no le quedaba de otra.
—Mucho gusto... —dijo haciendo una reverencia —me llamo _____.
A diferencia de ella, en cambio Tanjiro sonrió mientras le daba la mano.
—Tanjiro Kamado, un gusto que seamos compañeros.
Ella decidió darle la mano también, hundida en sus pensamientos cuando lo tocó. "manos grandes..." fue lo que pensó al tocarlo, se quedaron así por un momento.
—Me gusta... —pronunció en voz baja.
—¿_____?, ¿qué te gusta? Te pusiste roja... ¿estás bien?
La voz de su compañero la sacó de sus pensamientos y se puso aún más roja. Desvío la mirada rápidamente.
—No es nada, pensé en voz al... Sólo estaba pensando en algo.
_____ para evitar el momento incómodo decidió comenzar a caminar, Tanjiro la siguió.
Los dos estaban alerta pero tampoco fue impedimento para que platicaran un poco, sobre sus vidas y diversas cosas más. En el transcurso Tanjiro se dio cuenta de lo distraída que era _____, pues algunas ocasiones casi caía, él terminó atrapándola.
Después de un silencio incómodo que duró no mucho ella procedió a hablar.
—Me disculpo —dijo formalmente. —Aquella vez no era mi intención... Bueno, no de la forma en que sucedió besarte, sólo que eras la única persona que había en el camino y mi compañero me estaba molestando con algo que no quiero recordar.
—No te preocupes, _____. ~ Lo entiendo. —contestó amablemente el de cabello rojo.
• • •
La vida es rara y lo sabemos, el destino es extraño y lo tenemos en cuenta y el amor perfecto no siempre es inalcanzable.
Una tarde que te encontrabas descansando de tu trabajo, en tu casa dabas vueltas y vueltas aburrida. Que alegría tomarse unos días pero no matar demonios es molesto cuando estás acostumbrada.
Sumándole a eso que tenía un tiempo que no veías a tu mejor amigo Tanjiro, tanto tiempo en reposo te dio tiempo de pensar y hacerlo de una forma correcta.
Te sientes feliz a su lado, estás enamorada de él aunque lo niegues, esa es la completa verdad.
Tomaste la mejor decisión, cuando pudieras verlo le dirías. Le dirás a la cara al chico amable que lo amas con todo tu corazón, siendo tu la chica que se volvió su amiga de una forma rara.
Al anochecer tu madre caminó había tu cuarto como lo hacía habitualmente desde que te torciste el tobillo, sólo que se encontraba acompañada de alguien. Le dio la comida a tu amor y después tocó la puerta para después abrirla.
Tardaste en voltear pero lograste escuchar un "los dejo solos." de parte de tu madre.
—¿Cómo te encuentras, _____? —preguntó Tanjiro acercándose a ti, dejando la comida en el piso para después quitarse la caja donde cargaba a Nezuko y dejarla a un lado del futón.
—Pésimo, llevaba tiempo sin verte y no dejaba de pensar en ti ni que iba a hacer.
Cuando dijiste la primera palabra lo viste durante unos segundos para después desviar la mirada, la tú distraída había salido y fuiste muy sincera. Tanjiro se movió para sentarse a tu lado, con uno de sus brazos te rodeó; cuando procesaste lo que habías dicho tu cara se puso roja a explotar, por reflejos volteaste a verlo y te encontraste con su sonrisa tan linda y sincera.
Ahí fue donde lo sentiste de nuevo, tu corazón empezó a hacer pum, pum, pum cuando lo viste.
—Pero... —intentaste cambiar el tema —¿qué haces aquí?
—¿Por qué no dejabas de pensar en mí? —preguntó con curiosidad mirándote.
Te quedaste callada sin saber que decir, sólo esperaste a que siguiera hablando y por suerte lo hizo.
—Yo tampoco dejé de pensar en ti, aquella chica tan despistada que es muy inteligente me tenía dando vueltas como loco porque no podía sacarla de mi mente.
Con cuidado y delicadeza, sin quitar su brazo te acercó a su pecho, no sin antes acomodarse para poder abrazarte bien. Como los dos estaban sentados y tu acurrucada en su pecho podías escuchar su corazón, el cual latía con fuerza.
Empezó a acariciar tu cabello, pensando en que diría después.
—Desde el momento en el que me besaste —cuando escuchaste esa palabra diste un pequeño salto, sonrojandote. —Tranquila, dejame terminar por favor... Desde ese momento sentí algo por ti.
Tú corazón estaba peor que el de él, Tanjiro comenzaba a ponerse tranquilo.
Subiste la mirada y te diste cuenta de que en realidad estaba tranquilo, respirando un par de veces y su sonrisa te inspiraba confianza junto con lo que escuchaste de su parte.
Sonreiste por igual.
—Así que... —te miró. —Dejame ser yo quien de el paso esta vez, por favor.
En su cara apareció un sonrojo notorio mientras que llevaba sus manos a tus mejillas. Acercó sus frentes hasta pegarlas, suavemente. La respiración de los dos comenzaba a ser más rápida por los nervios.
—Te amo ____-chan y me siento alegre de poder decirlo al fin.
Después de aquellas palabras que terminaron por llenar tu corazón de amor, giró un poco la cabeza mientras miraba tus labios y casi acercándose a ellos cerró los ojos, hasta que estuvieran completamente unidos.
Abrió lo suficiente los labios y comenzó a moverlos junto a los tuyos, sólo te dejaste llevar, cerrando los ojos desde el primer momento que sus labios se tocaron, y disfrutando de las caricias que daba con sus manos a tus mejillas.
Cuando él se separó iba a quitar sus manos de tu cara pero no lo dejaste, la cara de los dos era un tomate.
—Me alegra tener buenos gustos y... A ti —bromeaste.
Quitaste sus manos de tu cara y entrelazaste sus dedos con los tuyos.
—También te amo Tanjiro, pensaba en decirlo primero pero me ganaste. Podría describir un montón de cualidades tuyas y nunca terminaría por lo lindo que eres.
—Entonces... ¿quieres ser mi novia?
—¡obvio que sí!
Soltaste sus manos y te lanzaste a abrazarlo, haciendo que cayeran al piso los dos.
—Ay... Recuerda que tienes que cenar o si no, no podrás recuperarte.
Sus siguientes palabras te hicieron sonreír.
—Te amo.
Todo mi amor depositado en él, uffas. :'v
Para ser el primero está 2/3, a ver quien sigue espero poder actualizar rápido. uwu
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro