Sanemi Shinazugawa y Giyu Tomioka
—¿Por qué carajos te gusta ______? —cuestionó el de cabello blanco al azabache.
—¿Por qué te importa tanto que ella me guste? —evadiendo su pregunta formuló otra.
—No tienes derecho a estar con ella —el pilar del viento se cruzó de brazos sin quitar su mirada del pilar del agua.
—Sin embargo yo paso más tiempo junto a ella.
—Tú no pasas tiempo con ella, ella siempre está con Tokito... Como si fuera realmente importante, cuando ______ está contigo es solo porque se relaciona con trabajo.
Los dos se callaron de inmediato al ver como te acercabas, una vez cerca de ellos dos saludaste a los dos mientras movías las manos de tu espalda para que pudieran verlas; les habías cocinado para que tuvieran el estómago lleno y no se cansaran al entrenar. Sus afiladas, asesinas y amenazantes miradas se posaron sobre ti a lo que retrocediste unos pasos pensando que no era el momento indicado.
—Pero puedo volver en un rato...
—¡No! —demandaron los dos gritando a lo que paraste de inmediato.
—Me quedo entonces —dijiste con una sonrisa nerviosa.
—¿A qué veniste _____-chan? —preguntó Sanemi acercándose unos pasos a ti cambiando totalmente su temperamento de hace unos momentos.
—Bueno, quería preparar algo para ustedes como estaban entrenando... La última vez los dos me dieron algo de comer y ahora quiero hacerlo yo ~
—Gracias.
Ahora fue Giyu quien se acercó.
Ellos tomaron de tus manos la caja de bento que habías preparado. Se sentaste en el piso en medio de los dos sacando otra caja de una bolsa que llevabas, ellos imitaron tu acción sentándose en el piso para después abrir sus bentos. Empezaron a comer en silencio, sabías que si tu no empezabas comiendo ellos nunca lo harían al menos que estuvieras con los dos o alguno de ellos.
Giyu miró tu cara, expresión tranquila. No sabía porque se había enamorado de ti pero se sentía realmente feliz de estarlo al ser tú la única que le demuestra un cariño verdadero, para Sanemi es casi lo mismo, mientras que la mayoría le teme o cosas por el estilo, tú te le acercaste normal; con una sonrisa en la cara y palabras cálidas lo cual, sin saberlo le hizo caer profundamente en tus encantos. Los dos se enamoraron de ti por las mismas razones; tu sencillo cariño hacia todos, tanto que empezaron un tipo de competencia extraña para ver quien de los dos se ganaba tu cariño mucho antes que el otro.
—¿Sabe rico, chicos? —preguntaste con una sonrisa al pasar tu bocado para después verlos.
—Mucho —respondió Sanemi.
Volteaste a ver a Giyu, sonrió cerrando los ojos mientras asentía al parecer no podía hablar porque aún tenía comida en la boca.
La sonrisa de los dos, tan hermosa...
—Me alegra mucho tenerlos, chicos —les dijiste volviendo a comer causando un visible rubor en los dos. —Cuando Muichiro sale de misión no puedo entrenar con él por obvias razones pero ustedes siempre están para mí...
—Al igual que tú con nosotros —habló Tomioka, por fin.
• • •
Te encontrabas entrenando con Sanemi, había prometido dulce de mochi si le ganabas en una pelea pero pese a ello no atacaba con toda su fuerza, quería dejarte ganar para poder darte los dulces y ver tu sonrisa de alegría.
—¡Así no es divertido! —le dijiste parando haciendo que el hiciera lo mismo.
—¿Ah? —preguntó acercándose a ti.
—¡No atacas de verdad! —le dijiste dando un par de brinquitos —tienes que atacarme, de verdad... Con toda tu fuerza, por favor.
Pediste mientras juntabas tus dos manos e inclinabas un poco tu cabeza. Se escuchó como bufó, tomó una de tus manos separándolas para después agarrar las dos y jalarte hacia él; dándote un abrazo. Comenzó a acariciar su cabello, tus músculos se relajaron ante su acción dulce y repentina, la estatura, la personalidad explosiva, la mayoría de cosas de Sanemi te hacían sentir cálida y protegida. También lo rodeaste con tus brazos mientras cerrabas los ojos ante sus caricias con las cuales era cuidadoso en su totalidad, no quería lastimarte ni ser brusco contigo, no quería que pensaras mal de él.
—Te quiero, Nemi-kun ~ —lo llamaste por ese apodo que odiaba los demás le dijeran.
Contigo era otra cosa totalmente diferente, le hiciste sonreír.
—Yo te amo, ______-chan —respondió con el tono más calmado que había hecho en años.
Abriste los ojos separándote un poco para poder verlo a la cara, lo tomaste de las mejillas y poniéndote de puntitas; besaste sus cicatrices. Eso le hizo sonrojar un montón quería quitarte pero su cuerpo le impedía hacerlo, si le gustaba la sensación. Bajaste a besar incluso las cicatrices de su pecho, ahí fue cuando no aguantó más y decidió separarte de él, sonreíste y volviste a abrazarlo.
—Te quiero mucho... ~
Tu cuervo llegó llamándote, tuviste que despedirte de Sanemi. Él antes de que te fueras, cuando te estabas despidiendo te tomó de la mano y jaló para poder besarte. Su plan era solo besar la comisura de tus labios para calculó mal y besó tus labios mismos.
No duró mucho, después de que te soltó el también se fue en la dirección opuesta a ti. No pudiste hacer nada más que irte con tu cuervo quien te estaba guiando, sin dejar de tocar tus labios pensabas en los de Sanemi, de lejos podría verse que casi todo él es muy rudo y áspero pero sus labios en realidad... Son más suaves de lo que imaginabas.
El sonido de tu cuervo te sacó de tus pensamientos, habías llegado con Giyu o bueno... Llegaste a la finca de Tomioka, supusiste que era muy urgente por como te llamaba tu cuervo así que entraste rápido al lugar.
Fuiste hacia su habitación y te diste cuenta que estaba tendido en su cama, te acercaste para tocar su frente.
¿Cómo diablos se enfermó hasta el punto donde le dio un resfriado?
—Tienes suerte de que mi cuervo y el tuyo sean amigos —le dijiste mientras le quitabas el haori, dejándolo sólo en el uniforme. —También tienes suerte de que mis familiares fueran médicos gracias a ellos y Shinobu senpai aprendí un par de cosas.
Él sólo desvió la mirada sin querer decir nada más.
—También tienes suerte de que te quiera y tenga tiempo libre.
Cuando mencionaste lo de quererlo su corazón se aceleró, empezó a latir con fuerza. Respiro hondo.
—No hace falta que estés aquí...
Fue lo único que dijo.
—No soy tan mala, Tomioka-san —le dijiste desabotonando su uniforme.
—Tú siempre eres muy buena, ja... —cerró los ojos, le habías quitado la parte de arriba del uniforme.
Te alejaste y fuiste a buscar otro tipo de ropa más cómoda que no fuera el uniforme, una vez encontraste lo que buscabas regresaste con Giyu y se lo diste; "pontelo". Él obedeció sin decir otra cosa, fuiste a buscar que más cosas tenía por el lugar que pudieras usar, suspiraste. No había casi nada.
Tomaste una toalla y un poco de agua en un balde par después volver a la habitación de Tomioka, mojaste el trapo en el agua exprimiendolo un poco, para que pudieras ponerlo sobre la frente del pilar de agua.
—Sería gracioso que te enfermaras por algo relacionado al agua, ya sabes... Pilar del agua —bromeaste para romper el hielo.
—Ni siquiera yo sé porque estoy así.
—No te intoxique, ¿verdad? No pude, Sanemi sí está bien —empezaste a balbucear.
—Tú comida no fue, hace poco tuve una misión algo lejos quizá fue eso —respondió cerrando los ojos.
—Hum...
Seguiste haciendo tu trabajo, te sentaste en el piso a un lado de su cama.
—Que mal que seas sucesora de Tokito... —habló Tomioka de repente y volteaste a verlo —habrías hecho un excelente trabajo con el aliento de agua.
—Lo creo, pero Mui-kun me ayudó, él me rescató, cuidó y dio una razón para que quisiera vivir ~ —dijiste con notoria alegría. —Pero tú, Sanemi y los demás también fueron buenos conmigo y también me siento feliz por eso, me alegra mucho al menos tenerlos a ustedes dos siempre apoyándome en mis decisiones, Muichi también lo hace pero con él es otra historia. ~
Tus palabras fueron como un rayo de esperanza para Tomioka, sonrió al escucharte.
—Bueno, regresaré en un rato. Iré a pedirle a Shinobu un par de cosas para tratarte, las necesitas mucho —dijiste mientras te parabas.
Giyu tomó tu muñeca, ¿hoy es el día de "detengan a _____"? Volteaste.
—Me gus...
El sonido de tu cuervo hizo que se detuviera, Giyu frunció el ceño, saliste para poder escuchar a tu compañero quien se posó en tu hombro.
Muichiro Tokito ha vuelto.
Una sonrisa de alegría apareció en tu cara, le pediste a tu cuervo de favor que le avisara a Tomioka que tardarías un poco más pero le seguirlas cuidando, corriste como nunca hacia la finca de Muichiro tenía tiempo que no lo veías y querías verlo sobretodas las cosas.
Cuando llegaste le viste caminando para entrar a la casa.
—¡Mui! —gritaste corriendo hacia él.
Volteó y al verte una sonrisa apareció en su rostro, se detuvo, dio media vuelta y abrió los brazos para recibirte.
—Hola cielo —saludó acariciando tu cabello.
—¿Qué tal te fue, cariño? —preguntaste con una evidente felicidad en la voz.
Tu pregunta también le hizo feliz.
—Fue cansado pero todo acaba de mejorar porque estás conmigo en mis brazos, ¿qué tal te fue a ti? —preguntó dejando un beso en tu cabeza.
—¡Muy bien! Me puse a entrenar obviamente y hace un rato estaba cuidando a Tomioka-san, ya sabes lo terco que es y terminó enfermándose, de hecho... —te separaste del abrazo ibas a besar sus labios pero recordaste el beso que Sanemi te había dado.
Preferiste besar su mejilla.
—¿Hum? —él te miró con una sonrisa, tomó tus mejillas —Te amo.
Fue lo que dijo para después besarte, no te negaste, no lo habías visto en un tiempo y no te ibas a negar a nada de él. Cuando se separaron volviste besar sus labios, dejándolo un pequeño piquito en ellos.
—Tengo que ir con Shinobu para dárselo, estaré sólo un par de horas con él, ¿sí? Cuando regrese hay que hacer algo juntos, dar un paseo, no sé...
—Ve, aquí te espero.
—¡Muchas gracias senpai!
A Muichiro le gusta cuando le llamas así por lo cual, fue una de las cosas que seguiste haciendo cuando se volvieron pareja. Lograste hacer que se sonrojara, te despediste y como prometiste fuiste directo con Shinobu.
Le pediste un par de hierbas y utensilios para usarlos, cuando terminaste de hablar con ella regresaste con Giyu, estaba medio dormido, despertarlo iba a ser difícil porque se veía muy tierno.
Antes de despertarlo te pusiste a hacer la medicina con las hierbas, las machacaste, moliste y juntaste con algo de jugo para que no supiera tan feo; había llegado la hora de despertarlo.
Te acercaste moviéndolo con cuidado.
—Tomioka-san —le hablaste.
Él abrió los ojos lentamente, cuando te vio sonrió, se acomodó en la cama para poder verte mejor.
—Regresé —le dijiste mientras le dabas un pequeño vaso —toma, te hará sentir mejor.
Él agarró el vaso y bebió el contenido, te diste cuenta que sí sabía feo por las muecas de su cara, una risilla salió de tu boca.
—Me voy a quedar aquí contigo una hora más, Muichiro volvió y tengo que volver con él.
Le dijiste sentándote en la orilla de la cama, él te devolvió el vaso.
—Con tu sola presencia me siento mejor —suspiró volviéndose a acostar.
—Te aseguro que mañana estarás como nuevo. ~
—Eso espero.
—Oye, por cierto... ¿Qué ibas a decirme antes de que me fuera? Parecía ser importante. —le dijiste mientras llevabas tu mano a su frente y la tocabas. —Ah, así no se puede mi mano está caliente eh...
Murmuraste, la toalla que le habías puesto estaba a un lado así que acercaste tu frente a la de él para poder sentir que tan caliente estaba, esto hizo que los dos se miraran a los ojos y lo avergonzó. Giyu desvió la mirada de la tuya, después cerró los ojos. Aún seguía caliente así que tomaste el pañuelo/toalla y lo mojaste en el agua que había en la cubeta del piso, para poder volver a ponerla en su frente.
—Me gustas... —él murmuró mientras estabas haciendo eso.
Te concentraste tanto que no lo escuchaste pero Giyu se sintió bien de soltarlo por fin.
—Ah... Listo, ¿te sientes mejor? —preguntaste ignorando totalmente sus palabras.
—Eh, sí, sí.
Sonrió un poco, tú también sonreíste.
—Tú y Sanemi han estado algo raros —le dijiste para crear plática —¿sabes? No quería pensar mucho en ello pero Nemi me besó, ah... Fue sorprendente porque no lo imagine; quedé como "wow".
—Me gustas.
Ante tu confesión volvió a repetir sus sentimientos, volteaste a verlo aún con esa sonrisa en tu cara.
—¿Te gusto? —preguntaste algo confundida.
Volteaste a ver el reloj de la pared, eras muy puntual y Muichiro lo sabía, cuando viste que ya casi pasaban las dos horas te levantaste de la cama dejando a Giyu.
—Cualquier cosa puedes hablarme, tengo que irme —le dijiste mientras empezabas a caminar.
Pero él salió de la cama poniéndose frente a ti, impidiéndote pasar. No te habían molestado sus preguntas es más si te sobrara el tiempo te quedarías a hablar con él sobre ellas pero no podías porque querías llegar con Muichiro.
En cambio Tomioka después de escuchar que Sanemi te había besado no quiso quedarse atrás, sonaba tan egoísta pero contigo... Era realmente diferente y no quería perderte. Sus labios se estamparon contra los tuyos, fue un pico al igual que el beso de Sanemi pero te dejó aún más confundida.
—Lo siento Giyu —no sólo le hablaste por su nombre, ibas a abrazarlo pero tú misma te negaste.
Saliste corriendo con el tiempo persiguiéndote detrás tuyo.
• • •
Tomioka y Sanemi estaban peleando de nuevo por ti, estaban cerca de la residencia de Muichiro para preguntarte a quien de los dos quieres más, con quien te quedarías.
Pero hubo un inconveniente y es que apareciste con Muichiro, algo que no se les hizo raro pero si la forma en la que iban; la confianza que se veía que tenían la cual, estaba lejos de ser una confianza de discípulo y maestro.
Aún así no dudaron en acercarse a ti, los dos decididos de su pregunta.
Se detuvieron al ver a Muichiro tomarte de la mano y darte un beso; un beso en los labios, de hecho fue algo que no querían ver para nada porque la pasión con la que se besaron fue mucha.
—______-chan —dijeron los dos sin pensarlo.
Tú y Muichiro voltearon.
—¿Necesitan algo? —preguntó el de ojos menta haciendo un poco más de presión en el agarre de tu mano.
Con tu otra mano tomaste el uniforme de Tokito por detrás de su espalda, tenías miedo de lo que fuera a pasar.
—¿Qué carajos hacen?, ¿qué haces con ______? —preguntó Sanemi frunciendo el ceño.
—¿Tienes algún problema en que pase tiempo con mi novia?
Novia.
Novia.
Novia...
Esa palabra no dejaba de resonar en la mente de los dos, tragaron saliva negando. ¿Qué harían ahora?
—¿Sucede algo, chicos? —ahora fuiste tú quien habló.
Muichiro soltó tu mano y te abrazó pegándote a él mientras te daba un beso en la mejilla.
Pésimo momento para estar reunidos los cuatro.
¿Podrán ser felices los cuatro?
¿Qué pasará con Tomioka y Sanemi?
¿Muichiro y tú mantendrán su relación?
JojojJOJO MUAHAHAHAHA
ESTE TAMBIÉN ERA UN PEDIDO OHHH~
_la_tia_toxic_ tardé pero aquí está uwu
No les ha pasado que están leyendo y de pronto en la lectura aparece algo que las hace ponerse como ":0" y hacer que su corazón empieza a latir o ponerse raro? :0
Les ha pasado con el libro? :O
Apenas un mes y ya hay 50 partes alv
F porque no hago Two Shots :v
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