Kyojuro Rengoku
El pueblo estaba casi destruido, quedaban casas aún pero habían algunas que se estaban derrumbando. Era de día por lo cual no había señal alguna sobre algún demonio pero suponiendo que seguían yendo ahí es porque queda gente viva. El pilar comenzó a caminar por lo largo del terreno, las casas que estaban en ruinas eran inhabitables por lo cual está descartado que haya presencia alguna de alguien (al menos que ya esté muerto). Ahora seguían las casas que de alguna manera no estaban tan destruidas. El desastre que había ahí no lo pudo haber hecho solo un demonio, no sólo en el reporte decía que era más de uno... Para destruir un pueblo de esta manera y que algunos cazadores ya no regresaran lo hace un tema importante.
Kyojuro encontró un lugar donde se podría quedar era la casa más alejada pero en la que mejores condiciones estaba.
El pueblo no era tan grande pero las casas se encontraban alejadas una de otra por lo cual dificultaba más patrullar. Inspeccionar el terreno también fue importante, Kyojuro dio una vuelta para ver los distintos caminos por donde podrían llegar estos demonios. El objetivo de su misión es acabar con todos y será exactamente lo que cumplirá.
Después de examinar el lugar se sentó a comer la comida que su hermano había hecho para él. Estaba comiendo tranquilo hasta que escuchó un grito y fue corriendo al lugar, teniendo que dejar la comida atrás y quizás derramando algo de ella.
Era una casa grande y oscura, quizá el hogar más grande en todo el pueblo. Cuando entró sacó su espada, volvió a escuchar otro grito y siguiendo el sonido se dirigió ahí.
Ahí fue donde lo viste, fue tenue la imagen que tenías de él. Pudiste ver el brillante color rubio de su cabello sin embargo perdiste la conciencia antes de que poder ver algo más.
Abriste los ojos y todo te dolía.
Veías borroso, todo era extraño.
Recordabas que aquel monstruo te había tomando de las piernas y no te dejaba escapar, desde que te hizo era herida en la espalda los siguientes recuerdos que tenías eran borrosos. Ni siquiera reconociste el lugar donde estabas, no era tu casa... ¿Entonces? Será que de alguna forma moriste y despertaste en el cielo, el hecho de no ver a nadie estaba haciendo que tus delirios de chica casi muerta se volvieran más fuertes. Fue entonces que cuando ya lo habías "aceptado" escuchaste el rechinar de la puerta, tu corazón se aceleró y te sacó el segundo susto de tu vida. Aún tenías los ojos cerrados, pensando que ya habían ido para recogerte sin embargo una voz te sacó de tu locura.
—¿Se encuentra bien, señorita? —preguntó una voz masculina.
Intentaste levantarte mientras abrías los ojos pero un quejido fue su respuesta.
—Me alegro haber llegado a tiempo y salvarla —habló con alegría. —Usted es la única que he visto por aquí, ¿recuerda que sucedió?
¿Qué sucedió? Cierto, ¿cómo terminaste en esa situación? Tu familia y el pueblo estaban celebrando algo, de repente tu padre corrió contigo hacia casa y después de eso ya no recuerdas nada.
—¿Quizás realmente le afectó? —se preguntó Rengoku.
Fue entonces que viste al sol por primera vez, no lastimaba la vista; es espléndida. Irradia un aura acogedora y cálida que hasta tus ojos se iluminaron por él. Kyojuro tomó el atrevimiento dejando de lado la formalidad, un sonrisa grande apareció en su rostro, una sonrisa demasiado bonita... Inspira seguridad. El pilar de la llama te pareció eso: un sol. No sólo fue la sonrisa si no también su aura, la tranquilidad que te daba y el tono en que habló, fuerte sin molestar y entusiasta, fue entonces que procesaste a lo que se dedicaba.
—¡Soy Kyojuro Rengoku! El pilar de la llama, cazador de demonios —se presentó.
Cazador
de
demonios.
Esas 3 palabras se quedaron pasmadas en tu cerebro, un cazador de demonios que por obviedad mata demonios. Cerraste los ojos al recordar todo, ahora todo cobraba sentido. Esos demonios a los que les llamabas monstruos atacaron tu pueblo mientras celebraban.
—Estábamos celebrando —hablaste mientras agachabas la mirada. —Ellos llegaron cuando la gente estaba tomando alcohol, mi padre me llevó a casa pero sé que no pudieron hacer mucho. Escuchaba sus gritos y a esos demonios, mi padre dijo que no me abandonaría y...
Rengoku se puso serio al escucharte.
—Señorita —lo volteaste a ver, había lágrimas en tus ojos. —¡Le prometo que mataré a todos esos demonios! Me encargaré de vengar a su familia y pueblo por usted.
Una sonrisa triste apareció en tu rostro mientras te echabas a llorar.
—Me llamo ________.
—Deberías de comer algo, ________ —Kyojuro se levantó y se fue por un momento.
Te secaste las lágrimas mientras volvías a acomodarte sobre la cama con cuidado, te levantaste la camisa que llevabas para ver como se encontraba tu herida. Pensaste que estaría abierta o algo por el estilo pero se encontraba vendada con cuidado. Tus ojos se aguadaron nuevamente, ¿tanta suerte tenías? Un hombre que mata demonios, al mismo tiempo tu salvador... Te ayudó y después del infierno que viviste es como estar en el cielo pero sin delirios. Él entró poco después, lo pudiste apreciar mejor y más de cerca. Cabello rubio con las puntas rojas, su cabello es largo y una parte la lleva amarrada. Efectivamente porta el uniforme de los cazadores lo pudiste leer por el kanji en su espalda.
Cuando entró, volvió a sentarse a un lado de la cama. Llevaba comida entre las manos.
—¿Aún tienes frío? —preguntó.
Miraste el objeto con el que te encuentras tapada, una capa blanca con llamas en ella. Tragaste saliva mientras negabas apenada.
—¿Segura? Será apropido que te quedes así, ________. Por si acaso.
—Si quieres tomarla hazlo —te quitaste de encima la capa y se la devolviste. —puede que usted también tenga frío, Rengoku-san...
—Está bien —rió. —Toma come esto.
Te dio un onigiri y una gyoza¹ las recibiste tímidamente y le diste una mordida al onigiri.
—¿Está rico? —preguntó.
Asentiste comiendo aún más.
—Mi hermano cocina bien —comentó intentando sacar plática. —Él me dio comida antes de venir acá pero es mucha.
—¿No te preocupa?... —preguntaste cuando tenías la boca vacía. —Que no vuelvas a ver a tu familia debido a tu trabajo...
Él se dio cuenta del tono en que lo preguntaste. Una sonrisa dulce se formó en su rostro mientras se acomodaba en el respaldo de la silla. Desvió la mirada y puso una cara pensativa.
—¿Lo preguntas por lo que sucedió? Pues no, no me preocupa. Es algo que ha sucedido en mi familia desde hace mucho quizás sea la costumbre. Pero tú no te preocupes tanto por eso, lo estás sobrellevando de buena manera. ~
—Rengoku-san...
—Tengo que irme, debo ir a revisar si hay más demonios allá afuera.
—Por favor tenga cuidado, Rengoku-san...
—Está bien, volveré para cuidarte.
• • •
Era de madrugada te despertaste debido a que escuchaste el sonido de la puerta. Te moviste con cuidado tratando de no quejarte por el dolor, cuando levantaste la mirada viste a Rengoku con una cobija. Él se acercó a ti y se dio cuenta de que estabas despierta. Desdobló la cobija y la acomodó con cuidado sobre ti, arropándote.
—Deberías de estar dormida.
—Me despertó el ruido de la puerta —desviaste la mirada. —Usted también debería dormir.
—No puedo, debo vigilar el lugar. Mañana van a venir más cazadores y nos aseguraremos de que la zona esté limpia de demonios para que los pueblos de alrededor estén seguros.
—Bien...
—Descansa, ________.
Asentiste y te acomodaste.
Volviste a intentar dormir.
Al día siguiente te despertaste e ignorando todo el dolor que sentías intentaste pararte de la cama pero no pudiste, el pilar entró por la puerta y te vio batallando por lo mismo. Se acercó rápido a ti y te ayudó a acostarte de nuevo. Traía más vendajes en su mano algo de agua y jabón.
—Tenemos que cambiar tu vendaje, no intentes moverte una herida no cura en dos días —te dijo mientras se lavaba las manos una vez estabas costada.
—No quiero quedarme aquí, ¿dormiste algo?
—Dormí una hora hace un rato —respondió secándose las manos y desenvolviendo las vendas. —Es suficiente para mí porque estoy bien, tú me preocupas.
—Yo también estoy bien, esto no es nada —desviaste la mirada. —Recordé algo más mientras dormía. Cuando los demonios llegaron aquí lo hicieron de una manera sigilosa, todo estaba bien y de repente empezaron a haber muchos gritos... Parece que saben trabajar en equipo.
—La información sirve mucho, gracias. Me encargaré de avisar en un rato ahora debemos cambiar tu venda. ¿Podrías subir tu camisa?
Asentiste. Levantaste tu camisa y después el empezó a quitar la venda poco a poco para así quitar la venda, lavó la herida con agua no mucha pero si la suficiente para limpiar la sangre. Luego aplicó el nuevo vendaje, aún te dolía pero se sentía mucho diferente a antes. Le miraste con curiosidad, querías hablar con él e intentar sacar plática pero no se te ocurría nada debido a que seguías pensando en tu familia. Aún así una pregunta pasó por tu cabeza, así que con toda la valentía que te quedaba hablaste.
—¿Sabes sobre medicina? —preguntaste.
—Sólo un poco, una de mis compañeras es quien me enseñó —respondió alejándose para lavarse de nuevo las manos.
—Parecen ser una gran familia en la organización —dijiste con una leve sonrisa.
—Así te ves más linda —su comentario te agarró desprevenida. —¡Y lo somos!
—Yo no tendré a donde ir después de esto... ¿Qué tan difícil es ser un cazador? Son realmente admirables —lo miraste. —¿Podría ir contigo y podrías enseñarme?
—Es una propuesta realmente interesante, ¿qué te llevó a tomar esa decisión? Debes de estar segura, es un trabajo con el cual te comprometes y no sólo lo eliges por la emoción del momento.
—Quizás sea la emoción pero no sólo fui yo, más personas pudieron haber quedado como yo... Simplemente tuve suerte de seguir aquí y que me estés cuidando pero si puedo ayudar a los demás, si las demás familias pueden tener la felicidad que yo no, me sentiré aliviada.
—¡Bien! Esforcémonos. Cuidaré de ti, asegúrate de dar lo mejor pero no abuses de tu condición; no quiero perfección, quiero a alguien que se sepa defender —sonrió y acarició tu cabello. —Parece que aún sigues triste por lo que sucedió y entiendo que sea difícil pero tendrás una nueva vida, te ayudaré a conseguirlo.
—Kyojuro-san...
—Ahora cambia esa mirada triste, serás feliz a mi lado.
Te sonrojaste.
Te sonrojaste aún más cuando besó tu frente.
Esta madre merece segunda parte.
Neta netaaaa les juro que amo a Rengoku, siento que sería el novio perfecto. Él y Tanjiro están en el mismo lugar ಥ⌣ಥ♡.
De lo que voy a hablar a continuación es spoiler de la película, si no sabes lo que sucedió no leas al menos que quieras spoilearte. :c
No había escuchado el tema de la película hasta que mi hermano me enseñó la canción y es más que obvio que es para Rengoku. NO HE VISTO LA PELÍCULA NI LOS SPOILERS :'u si ustedes sí porfa no me digan que pasa
Sé que la van a sacar en México de ley pero saben? Kyojuro podrá no existir y todo lo que quieran pero su muerte me dolió y eso que me caía mal en ese momento :c👊🏻, lloré apenas escuchar la canción y no me siento preparada para verla animada, he intentado evitar todo spoiler más que nada por la animación porque ya sé que pasa y ah.
Por eso escribí esto XD
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