Chico dulce.
Basado en dos canciones! (*╹▽╹*)
AU mediaval! Kyojuro Rengoku
Suspiraste mientras te sentabas en la silla frente al tocador. Por el espejo le echaste un vistazo a tu mayordomo; Kyojuro. Él con un peine comenzó a cepillar tu cabello de la forma más suave y delicada posible, había pasado poco más de medio año desde que no estabas en casa y aún así es extraño. Tu cara llena de un abrumador aburrimiento se hizo presente, el rubio se percató de esto y para mostrar su preocupación preguntó que te sucedía.
—¿Sucede algo, su alteza? —preguntó con una sonrisita que te hizo imitarlo.
—¿Has pensado en tener hijos? —tú pregunta hizo que su curiosidad saliera a flote.
—Me gustaría tenerlos sólo si mi pareja también lo desea. En estos tiempos es normal tener descendencia pero si amo en verdad a una mujer no la obligaré.
Su respuesta en verdad te hizo sonreír y hasta tus mejillas se pusieron rojas y calientes. Un suspiro salió de tu boca haciendo que Kyojuro ponga más atención en ti. Le pareció raro verte tan pensativa en la mañana, quizás en la tarde cuanto estuvieras ocupada pero en la mañana es extraño. Cuando terminó de cepillar tu cabello lo dejó suelto y se puso a un lado tuyo. En frente del espejo se encontraba una horquilla, la agarró y también tomó un poco de tu cabello para después poner la horquilla ahí. Tal vez si estabas pensando de más.
—Yo no quiero tener hijos con una persona a la que no amo —respondiste desviando la mirada.
Él estaba a tu lado y si volteabas un poco te encontrarías con su rostro, cosa que no deseabas... Por lo menos no ahora.
—¿A qué se refiere? —preguntó.
—Realmente siento que si lo digo, la gente de este lugar querrá matarme —reíste. —Son tres palabras.
No.
Estoy.
Enamorada.
Sin contexto sería difícil de entender. Moviste los labios hablando en el tono más bajo que podría haber existido, la relación entre Kyojuro y tú es tan estrecha que son capaces de entenderse mutuamente. Es por esa razón que lo elegiste a él como mayordomo y no buscaste a una dama de compañía. Le guiñaste el ojo y Rengoku sólo sonrió con suavidad, puso su mano encima de tu cabello y la movió de izquierda a derecha con cuidado de no despeinarte. Esa mirada energética y gentil no se fue de su rostro, tú le veías por el espejo y él también hacía lo mismo. Ni siquiera se necesitaron más palabras para comprender lo que los dos pensaban, sólo fue un corto y tranquilo silencio.
—Es hora de que tome su baño, ________ —mencionó.
—¿Por qué me cepillaste el cabello si aún no me bañaba? —le preguntaste ladeando la cabeza.
—Quiera gastar un poco de su tiempo y conversar con usted —te guiñó un ojo mientras quitaba la horquilla de tu cabello. —Te daré lo que necesites, vamos allá.
• • •
E
stabas sentada leyendo un libro, Kyojuro fue a prepararte un café mientras tú te sumes en tu aburrimiento. Al estar en el castillo las probabilidades de divertirse son ciertamente mínimas a diferencia de tu hogar. Ya no podías quitarle de su tiempo a Shinobu o dejar que Mitsuri eligiera tu ropa. Tampoco podías probar el pan que Tanjiro cocinaba o escuchar los consejos tontos para ligar de Uzui, toda esa diversión y sensación de calidad casi se va en su totalidad. Sin embargo... Él se mantuvo contigo. En cuanto Kyojuro se enteró de los rumores de tu matrimonio dejó su puesto de caballero, ignoró la furia de su padre y se quedó a tu lado. En parte fue bueno debido a que ya no estaría en peligro pero no sólo hizo eso, también abandonó a su familia en cuanto te mudaste; familia, amigos... Todos se quedaron en tu hogar pero Kyojuro siguió contigo.
—Aquí tiene, mi señora —dijo mientras dejaba la bandeja con el café sobre la mesa.
Frunciste el ceño.
—No me digas así, me haces sentir vieja —hablaste tomando la taza.
—Es el protocolo, como se le debe de hablar a los nobles —respondió.
Había una sonrisa traviesa en su rostro, lo estaba haciendo a propósito, quería molestarte.
—Sin embargo, Sir Rengoku, pese a que usted es mi mayordomo ahora; antes tenía un puesto muy importante como comandante.
—Estar al lado de mi Reina es mucho mejor que cualquier otra cosa —hizo uns reverencia. —Después de todo si puedo usar mis habilidades para cuidarte, también estoy siendo de provecho, _______.
—Me choca siquiera escuchar la palabra "reina" —le diste un trago al café.
Te quemaste la lengua, aún seguía caliente.
—¿Me faltó enfriarlo?, permítame por favor —una de sus manos agarró con cuidado la tuya.
Se agachó un poco y empezó a soplarle al café. Desviaste la mirada; pese a que Kyojuro decía que te siguió por querer protegerte, tú sentías que había algo más ahí. Puedes hasta jurar que está enamorado de ti pero no lo admite por esas tontas reglas. Lo miraste de reojo, ver su rostro de cerca le hace lucir más guapo pero esta vez se encuentra serio, todo rastro de juego o diversión desapareció de él; sólo tenía una cara seria. Tal vez estés sufriendo pero... ¿Qué hay de él? Dejó a sus amigos, familia y abandonó un buen puesto sólo por ti, ¿tener que verte con tu esposo no es una tortura para él? A ti no te gusta, pero, esta acción fue buena para el país. Sólo tienes que sonreír al estar con él, fingir ser feliz y listo, con que se trague ese cuento todo se resuelve.
—¿Cuándo tienes pensado visitar a tu familia? —preguntaste una vez se alejó, volviste a darle un trago al café.
—Cuando vayas de visita al reino, _______.
Suspiraste.
—¿No planeas dejarme ni un momento? —bromeaste. —Por Dios... Nos conocemos desde niños y pareces conocerme mejor que yo misma.
—Quizás este fue mi destino desde un principio —rió.
—Quiero pensar que hay destinos mejores que servirme durante toda tu vida —suspiraste dejando la taza sobre la mesa.
—Soy feliz con eso —se acercó a ti y colocó una de sus manos sobre tu cabello. —¿Tú no eres feliz conmigo?
—Lo soy...-
Te interrumpió apenas terminaste la primera frase. Se excusó con ir a trabajar.
Salió del lugar dejándote sola.
Más tarde ese mismo día decidiste dar un paseo por el jardín. Obviamente te encuentras acompañada de Kyojuro, quien está caminando a tu lado. La tranquilidad del paisaje, los distintos colores brillantes y olores ricos de las flores; todo un escenario que inspira confianza y calma. Incluso se volvió algo nostálgico para los dos.
—¿Por qué eres tan alto? —le preguntaste a Kyojuro.
Él te miró con curiosidad.
—No soy tan alto —respondió con una sonrisa.
—Lo eres más que yo, sí eres alto. —Insististe. —Antes yo era más grande que tú, odio mis genes.
—Si usted quiere podríamos... —volteaste a verlo. Negó riendo. —No es nada, olvídalo.
—¡Kyo! —lo llamaste como solías hacerlo.
—¿________? —preguntó ladeando la cabeza aún sin quitar esa sonrisa.
—Nuestros genes combinarían bien juntos —respondiste dejando de verlo y cruzando los brazos.
Lo miraste de reojo, la sonrisa desapareció de su cara siendo reemplazada por una total expresión de sorpresa, realmente no lo esperó. Sus ojos brillaron de una manera diferente a las demás, le hizo lucir más atractivo, sonreíste a tus adentros; había un tenue y poco visible sonrojo en su rostro, fue entonces que comprobaste tu hipótesis. Le gustas a Kyojuro.
—Mi reina —escuchaste una voz masculina diferente.
Cerraste los ojos, tu sonrisa verdadera dio lugar a una falsa, en cuestión de segundos el lindo momento terminó. Abriste los ojos, habías parado al escuchar esa voz. Volteaste y te encontraste a Rengoku quien estaba haciendo una reverencia.
—Dejanos solos —le dijo tu esposo a Kyojuro. —Lárgate.
Apretaste la tela de tu vestido, aguantando las ganas de insultarlo. ¿Modales? Al carajo los modales.
—Rey, él es mi mayordomo. Sólo yo puedo hablarle de esa manera —dijiste sonriendo. —Recuerde que él viene conmigo, por favor respetelo.
—Está bien, su alteza —se nota la felicidad del rubio. —Me retiraré, con permiso.
Kyojuro caminó alejándose, pese a que ya llevaba un año siendo tu sirviente, seguía caminando con el mismo porte de cuando era un caballero. Las viejas costumbres nunca se quitan, con Kyojuro se fue tus esperanzas de pasar una tarde tranquila. Sólo querías volver a cuando eran niños y que te contara una de las tantas historias de su padre en la guerra o volver a jugar con Senjuro una vez más. Volteaste a ver al hombre en frente tuyo, esperando poder deshacerte de él rápido para volver con Rengoku.
• • •
T
e tiraste a la cama, Kyojuro tocó la puerta y después entró a tu cuarto. Caminó hacía donde tú y se sentó en la orilla.
—¿Estás bien, _______? —preguntó.
—Tú haces todo tan divertido y motivante, Kyo —murmuraste. —Tienes una sonrita tan brillante... E incluso cuidas tus palabras para no lastimarme.
Sus ojos mostraron una mirada tranquila.
—Sabes porque lo hago, ¿no es así, _______?
Te levantaste, ignoraste su pregunta.
—Hazme un favor —te miró con curiosidad mientras asentía.
—Lo que desees.
—Sólo tómame y llévame lejos.
Estiró sus brazos, te acercaste de inmediato y te viste envuelta en ellos. Kyojuro acarició tu cabello. Para después tomarte de la cara y dejar un beso en tu frente. Sonreíste, tú también le besaste, y luego él te devolvió el beso, repetiste la acción y así jugaron un rato.
Luego se echaron a reír.
—¿Quieres regresar a casa? —preguntó.
—Quiero hacerlo, pero cuando lo haga por favor no me dejes, eres todo lo que quiero.
Él negó.
—¡Nunca abandonar a alguien es la primera regla de un caballero! —dijo con ese tono energético típico de él.
—¿De verdad? —preguntaste.
—No, realmente no —río. —Podemos hablar de eso después, hay que irnos ahora.
—Kyojuro...
—¿Sí?
—Te amo.
—Yo te amo más, ________.
Este me gustò un chingo, me sentí enamorada y me lo creí ಥ⌣ಥ
Omg ayer empecé a ver Dororo, recién hoy lo terminé (XD), me dio una idea muy buena y me enamoré por supuesto. Anime recomendadisimo al 10,000,000,000%
Para hacer esto me base en la canción "Sweet boi"
Se la dedico a los chicos de Kimetsu 😔👊🏻
Nos vemos mañana! Buenas noches.
14/12/2020.
11:55PM.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro