
Au moderno! Uzui Tengen
Esto se tornó algo oscuro... Es profesor x alumna.
⚠Bull1yng⚠; temas fuertes, sigue siendo algo serio.
No fue sólo Uzui, fueron dos más. Ellos supieron mantener su distancia pese a la "relación" tan complicada. Tú también mantuviste la distancia, ni siquiera pasó por tu cabeza que tenías sentimientos por alguno. Tu corazón no latía rápido, no te sentías nerviosa al lado de ellos, tampoco te importaba si se descubría su secreto... Tu sentir seguía siendo nulo, pero llegó él. ¿Por qué lo hiciste con Uzui? Simplemente un día estabas en clase de artes, él había dejado una investigación la cual es obvio que realizaste; el día anterior te sentiste feliz e inspirada mientras investigabas sobre el tema y esto se demostró con la calificación que sacaste pero... Volviendo a lo nuestro.
Tengen dejó una actividad, te dejó pensando por un buen rato. «Dibujen a su tipo». Fueron 4 palabras, no dio ninguna otra indicación así que les dejó el resto a su imaginación.
«¿Dibujar a mi tipo?» pensaste durante casi 15 minutos, no parabas de ver el reloj en tu muñeca. Mientras los demás comenzaron a trabajar tu seguías pensando. La referencia a "tipo" podría significar muchas cosas, sin embargo no pasó nada por tu cabeza. Comenzaste a hacer líneas sin idea alguna, después cuando ya estaban las suficientes empezaste a darle forma al dibujo con las formas que se habían hecho gracias a las líneas. Suspiraste, de alguna manera e inconscientemente hiciste a dos personas abrazándose. Esto no tiene sentido con lo que tu profesor pidió.
—¿Listos? —preguntó el peliblanco levantándose de su silla y yendo a verlos. —Quedan 20 minutos de clase así que quiero que 6 personas me expliquen porque dibujaron lo que dibujaron y cual es el significado que le dan.
Cerraste los ojos, suspiraste.
«¿Es psicólogo o qué?»
—Sé que na... —lo interrumpiste mientras levantabas la mano.
—Yo quiero hacerlo primero —bajaste la mano de inmediato al darte cuenta de lo estúpida que fuiste.
Uzui sonrió.
Su sonrisa te gustó, tragaste saliva al sentir como tu cara se ponía caliente. ¿La razón? Te pareció lindo.
—Está bien, no te preocupes —respondió él. —Ahora no será con voluntarios. Elegiré a las 6 personas en base a sus calificaciones.
—¡Profesor! —alguien se quejo. —Ella quiere participar, aún así la va a ignorar.
—Seguiremos las indicaciones, por favor —rió. —________ es casi siempre la única que participa, necesito que los demás también lo hagan.
Ese día... Era especialmente ¿amable? Nunca le habías puesto tanta atención hasta esa vez. No pudiste evitar compararlo con Rengoku o Giyu, Tengen es completamente diferente... De alguna buena manera. Te dio mucha alegría escuchar que no ibas a participar, a juzgar por lo que dijo, no lo harías incluso por tus calificaciones, pero te iba a esperar un infierno después de esto.
Al salir del aula de artes uno de tus compañeros te empujó, mientras que dos chicas se pusieron tus costados.
—¿Por qué no le insististe al profesor que te dejara participar? —preguntó la de la derecha.
«No de nuevo...»
—¡Debiste de haberle dicho que con tu participación era suficiente! —insistió la otra.
—Él dijo que siguiéramos las indicaciones —respondiste murmurando.
—No seas estúpida —te iba a golpear pero ella se detuvo.
Sanemi había pasado por el lugar, al no golpearte en cambio jaló tus mejillas como si jugaran. Shinazugawa frunció el ceño y les dijo que dejaran de jugar y fueran a clase. Lo único que hiciste fue asentir con una sonrisa.
• • •
¿Fue por qué él no te pidió una sonrisa? Al estar con Kyojuro o Tomioka solías sonreír, no era de felicidad sólo mantenías el mismo papel que en el colegio. De alguna manera pensaste que el placer ayudaría a hacerte feliz pero no sirvió. Al estar con Giyu creíste que no era el indicado, me refiero a su personalidad. No puedes juntar a alguien serio con alguien que también es seria, penosa y tiene problemas... Por eso creíste que cuando conseguiste la atención de Rengoku sería tu oportunidad perfecta para conseguir lo que tanto anhelabas: felicidad.
Es obvio que estar con ninguno de los dos funcionó. Todo siguió igual pero de una manera diferente ni siquiera tus calificaciones cambiaron porque ya eran buenas.
El arte siempre te interesó pero nunca tuviste el impulso de practicar tu sola. Ni siquiera tuviste la valentia de unirte al club. Así que únicamente te esforzabas lo suficiente en clase de Uzui, para aprender y practicar al mismo tiempo.
—¿Por qué no te unes? —escuchaste como alguien preguntó detrás tuyo y te sobresaltaste.
—¡Ah! —volteaste para verlo. —Yo... No me interesa en realidad.
Respondiste desviando la mirada, él sonrió.
—¡Tomar riesgos es algo bueno a veces! —aconsejó. —Si tomas el riesgo de hacer algo y te esfuerzas, terminarás haciendo cosas extravagantes que les gustarán a todos.
—¿Cosas extravagantes?... —preguntaste confundida.
—Tan sólo mírame a mí, por algo soy profesor de artes —te guiñó el ojo.
Desviaste la mirada.
—No me atrevo, no tengo tal deseo —respondiste nerviosa.
—Yo creo lo contrario —se cruzó de brazos y se acercó a ti un poco más. —Dime, _______, ¿qué significado tuvo el dibujo que hiciste?
—¿Eh? —volteaste a verlo. —Realmente... No lo pensé, sólo dibujé por dibujar —reíste y cerraste los ojos.
Sentiste unos brazos rodearte, el olor a perfume masculino llegó a ti, era imposible de negar; olía realmente rico. Esa fragancia elegante pero extravagante a la vez, fue tranquilizadora. En pocos segundos te relajaste por completo, la inercia se apoderó de ti y también lo rodeaste a él con tus brazos. La notable diferencia de altura hizo que el abrazo fuera más lindo, tu corazón no se detenía; golpeaba como loco tu pecho. Las lágrimas comenzaban a acumularse en tus ojos, se pusieron llorosos y una vez Tengen se separó, toda esa tranquilidad siguió por un momento, cuando te diste cuenta que ya no estaba cerca.
—Cuando quieras otro, dime —su sonrisa coqueta lo fue todo, él rió. —No lo tomes a mal, por favor.
Te quedaste sin palabras.
—Tengo que irme, debo ir a ver a Kyojuro. Regresa a casa con cuidado.
Asentiste, se despidió y se fue del lugar.
¿Un abrazo? Quizás necesitabas un abrazo.
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*
Estabas arrinconada en el piso, había una chica y tres chicos más. Tragaste saliva, quizás de esta no saldrías bien. No podías hacer nada, no había escapatoria y difícilmente podrías levantarte y escapar. Uno de los chicos se acercó, agachándose en el acto. Bruscamente te tomó del mentón y giró tu rostro de derecha a izquierda, era rudo; parecía inspeccionarte. Las cosas no podrían ir peor, los otros dos chicos también se agacharon poniéndose al lado de su amigo. En la cara de tu compañera había una sonrisa de satisfacción, mientras que tú no tenías idea de las emociones que sentías.
—Tampoco estás tan mal, siempre te hacemos de menos —habló quien te tenía agarrada y se acercó. —Que no nos damos cuenta de cuando nos podemos divertir...
Tu miedo, sí, tu miedo creció cuando ese chico se acercó a ti y lamió tu mejilla. No sólo fue miedo, también fue asco.
—Entre los tres podríamos hacer tantas cosas contigo —habló el otro.
Las lágrimas se empezaron a acumular en tus ojos al sentir la mano de uno de ellos. Estaba en tus muslos y podías sentir como iba subiendo poco a poco.
—T-tenemos clase, por favor... —hablaste como pudiste.
Había un nudo en tu garganta.
—Mirenla, probrecita ya va a llorar —la chica se rió. —Hagan que nunca olvide esto, chicos.
Para mala suerte de todos habían estado un largo tiempo afuera.
Tengen se encontraba en el aula pasando lista. Sin embargo le pareció extraño que aparte de ti, faltaran otras cuatro personas. No todas podían estar enfermas y después de la conversación que tuvo contigo y todo lo que sabe; algo tiene muy en claro y es que nunca habías faltado a una de sus clases debido a tu pasión en el tema. Dando una excusa barata salió del lugar, desde que vio tu mirada, tu dibujo y tu reacción al abrazarte se dio cuenta de que había algo mal. Tenía un mal presentimiento.
Iba a bajar las escaleras cuando justo escuchó una voz que reconoció de inmediato.
—S-sólo me puse a practicar un momento —también se escuchaba el llanto. —Quería pintar algo p-pero les juro que haré sus trabajos... Dejenme.
Esa fue la gota que derramó el vaso.
Uzui no se lo pensó ni un segundo y cuando bajó encontró a los otros cuatro que faltaban.
—¿Qué mierda están haciendo? —preguntó con evidente enojo.
—¡Vámonos! —Dijo la chica y todos se echaron a correr.
Tengen atrapó a dos.
—D-dejelos, profesor —dijiste mientras acomodabas tu camisa y te parabas.
Tengen obedeció.
Ellos igual se fueron corriendo. Él se acercó a ti.
—¿Estás bien? —preguntó recogiendo tu suéter y dándotelo.
—S-sí —sonreíste. —C-cosa de nada...
—No digas esas cosas, ¿cuánto tiempo lleva esto?
Desviaste la mirada.
—Desde que empezó el año...
Cuando ya habías acomodado tu ropa, te echaste a llorar. Él te abrazó. ¿Tranquilidad? Sí, Uzui era la primera persona a la que le respondiste con la verdad sobre el bullying que te hacen. Aparte... Una relación consensuada a una forzosa es totalmente diferente.
—¿Por qué no le habías dicho a nadie? —preguntó. —No debiste haber dejado que te trataran así.
—Tenía que pretender que todo estaba bien, toda mi vida va mal. Quería tan siquiera pensar que de alguna manera me sentiría viva y feliz, ni siquiera tengo amigos. Todos me tratan igual —respondiste mientras tomabas su sudadera.
Tus lágrimas la mojaron.
—Esto no se va a quedar así, ¿está bien? No puedo dejarte sola y que regresen para que ahora todo sea mucho peor. Vamos al salón y te quedas conmigo una vez terminen las clases.
Asentiste.
¿Eso es el amor? Sentirte tranquila con alguien, contarle tus problemas y al mismo tiempo saber que no te va a juzgar. No solo la atracción de las maripositas y todo eso, es algo que se siente de verdad hasta el punto en donde duele el pecho debido al sentimiento.
Te secaste las lágrimas y siguiendo a Uzui volvieron a clase, no habían perdido tanto tiempo.
Te sentaste en tu lugar y sacaste una libreta, la libreta en donde habías dibujado la noche anterior. Con el lápiz que tenías te distrajiste de todo lo que había sucedido; este fue un consejo de Tengen.
Cuando terminó la clase, él tuvo un ahora libre; fue cuando se sentaron a platicar.
Estaba en su escritorio, tú te sentaste en frente.
—Platicame todo lo que puedas, intentaremos solucionar lo que podamos.
—Es algo largo pero comenzaré desde el principio... Mis padres murieron hace tiempo y me quedé sola, tuve que dejar de estudiar un año para trabajar y estudiar. Actualmente tengo 19 y eso no era un problema en un principio, en los primeros años a nadie le importó mi edad, al parecer fue a finales de segundo cuando empezaron darle importancia y molestarme por ello. Al principio eran burlas pequeñas, nada malo que no pudiera soportar pero después... Me empezaron a gritar, tuve que hacer sus tareas y...
—¿Y?
Dudaste si contarle los detalles.
—Llegó un punto donde no aguanté e intenté distraerme de otra forma —tragaste saliva mientras bajabas la mirada y jugabas con tus dedos. —¿Seducí? Y me acosté con un profesor, no duró mucho sin embargo lo hice de nuevo.
—Bueno, realmente no lo esperaba de ti pero no me sorprende tanto —dijo y sonrió. —¿Puedo saber quienes son?
—Tomioka y Rengoku.
Tengen rió, lo volteaste a ver.
—¡Lo podría esperar más de mí!... Quizás de Kyojuro un poco pero, ¿Tomioka? —estabas confundida y apenada. —Tienes mis respetos, _______. Realmente eres alguien grandiosa.
Esas palabras te sorprendieron, tragaste saliva. Tus ojos se abrieron en par y una sonrisita apareció en tu rostro debido al halago.
—Iba a hacer una broma pero no es apropiado en esta situación. Continua.
—Entonces llegamos hasta ahora, pensaba darme de baja de la escuela, quizás vaya a otra o deje de estudiar...
—¿Dejar de estudiar? —preguntó. —Esa no es buena opción después de lo que pasó. Te propongo algo.
Escuchaste con atención.
• • •
Habían pasado tres semanas. Sí te diste de baja, sin embargo hubo un giro drástico en tu vida. Ahora vivías con Tengen, curiosa propuesta a la cual no pudiste negarte. Dijo que podrías ayudarlo con una pequeña cantidad de dinero, fue mucho más poco en comparación a lo que pagabas por tu departamento. Sin embargo al llegar a su casa y ver que era grande terminaste pensando que lo que le darías sería realmente poco y le ofreciste más a lo que él se negó.
Sí, era un lugar extravagante al igual que él y sus propuestas.
Lo siguiente fue empezar a practicar más tu técnica de dibujo y arte, cuando dijo eso tus ojos se iluminaron y cuando completó la oración fue que aceptaste.
«Vas a aprender a dibujar mejor, será entonces cuando verdaderamente te ayude en tu meta».
Sin embargo que tus sentimientos estén de por medio, lo hace algo irritante.
Uzui solía recibir llamadas de mujeres, de tres en particular pero últimamente son mucho menos frecuentes y ya no las escuchas.
Tu autoestima en cambio, subió más.
Todo por los elogios de Tengen, también en como te ayudó en cuanto a tu vestimenta y la vez en que le dijiste que necesitabas un cambio.
Tu ahorro de dinero creció más.
Y un montón de cosas buenas hechas por él, haciendo que tu enamoramiento creciera y por fin consiguieras la valentía para decirlo.
Tomaste el lienzo que te regaló y te dirigiste al taller para poder pintar. Otra cosa de la que te diste cuenta es que las planeaciones de clase de Uzui, suelen ser bastante flojas. Te sorprendió lo bien que desarrollaba los temas fuera de las planeaciones. Primero hiciste el boceto con sumo cuidado, la pintura sin dudarlo le haría feliz.
El regresó a casa y te encontrabas leyendo, en cuanto escuchaste la puerta fuiste a darle la bievenida.
—¡Uzui! —él sonrió al verte. —Hoy te ves muy apuesto.
—Gracias, lo supe desde la mañana —respondió mientras se acercaba a ti y acariciaba su cabeza. —Ya te estás volviendo atrevida, huh.
Te pusiste roja.
—¡Sólo era honesta! —rieron.
—¿Qué tal estuviste?, ¿ya te adaptaste mejor?
Ibas a responderle la pregunta pero una idea pasó por tu cabeza.
—Me gustas.
De la bolsa de tu sudadera sacaste el pequeño lienzo con la pintura que habías hecho, el mayor la tomó mientras sonreía.
—Que peculiar... —se le notaba feliz. —Sabía que lo dirías pero tomaste el momento perfecto. ¡Me gusta!
—Eh...
Tengen se agachó un poco, te tomó de la mejillas y sus labios se posaron sobre los tuyos.
—Llevaba algo de tiempo esperando a que lo dijeras... —habló por encima de estos. —Me alegra que mejoraras para bien, mmhp...
¿Es obvio lo que pasó después?
Ya se imaginaran.
El amor en verdad es algo difícil de comprender.
AY NOOOO.
AMÉ ESTE AHHH
O sea ahhh
Lo iba a hacer de Sanemi pero dije nmmms Uzui alvvv AHHH
Desarrollé la historia bien bonito y hasta tuvo sentido O(≧∇≦)O
Sigue uno de MuichirOoo bb.
Ando medio oscura estos días así que el de Muichiro va a ser algo parecido a este, o sea no pero sí. Cuando lo publique van a ver :v
Espero les hya gustado!!!!
Neta me encantó {{(°△°; "}}!
Ptm Uzui está bien guapo :'u
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro