Las almas gemelas se encontrarán en distintas ocasiones: algunas raras, otras extrañas pero siempre para apoyarse.

Se siente el ambiente del lugar para nada relajado. Zenitsu tuvo la maravillosa idea de ir a un bar debido a que Zenitsu había cumplido recién sus 20 años. Tanjiro se negó por completo iba a quedarse en casa con Nezuko pero justo ella salió con Mitsuri, Shinobu y las demás chicas. Inosuke por su lado aceptó de inmediato, tenía curiosidad debido a que nunca había visto alguno y quería estar en uno. Así que Kamado no tuvo más remedio que aceptar, acordaron una fecha y hoy es ese día. Cuando llegaron al bar fueron a una mesa y ahí se sentaron.

—¿Van a tomar alcohol? —preguntó el joven de pendientes. —No deberían de hacerlo. Pueden pe-...

—¡No, Tanjiro! —respondió Zenitsu de inmediato. —Hoy será la primera y última en mucho tiempo, no te preocupes.

—¡No somos débiles ante eso!

El de orbes rojos suspiró, sería una larga noche.

Sus amigos pidieron sus bebidas y él también, algo sin alcohol pero sí que sepa bien para no perder la supuesta "diversión". Tendría que tomar el papel como padre de los dos y cuidarlos para no dejar que tomen tanto. Les trajeron sus bebidas y apenas dieron el primer trago hicieron una mueca. Tanjiro rió al ver como sólo habían hablado de más, el rubio intento seguir tomando pero es tan simple decir que le fue imposible. Entonces pidieron algo más, al parecer a Agatsuma no le importó tanto la cantidad de dinero que iba a gastar. Kamado fue más comprensivo en cuanto a lo que pedía, cosas sencillas pero ricas y de su agrado. Los otros dos entendieron y ya no pidieron más bebidas con alcohol, al contrario le copiaron a su amigo quien ahora pareciendo aburrido sus gustos les sirvieron de mucho; pidieron lo mismo que Tanjiro, y les terminó gustando.

—¿Han visto chicas lindas? —preguntó el rubio. —¡Podríamos hablar con alguna!

—Si te les acercas como un acosador se burlaran de ti —Inosuke comentó.

—Inosuke tiene algo de razón —apoyó Tanjiro. —No puedes simplemente llegar así como así.

—¿Cómo sugieren ustedes que lo haga, señores expertos? ¡Les recuerdo que nadie aquí tiene pareja!

—Todo a su momento —respondió el de cabello borgoña con tranquilidad, dándole un trago a su bebida.

—Al parecer no tienes interés en eso, Tan-ji-ro.

—Todo a su momento —repitió.

—¡Inosuke! —volteó a ver al azabache. —Te reto a algo, no podrás hacerlo.

Había una sonrisa juguetona en el rostro del de ojos dorados. Uso la combinación de palabras perfectas para llamar la atención de su amigo, quien no tardó en responder. Zenitsu rio.

—¡Qué es!

—Te apuesto a que las chicas me van a hablar a mi primero, antes que a ti. Estoy seguro de que no ganaras.

Y seguía usando una combinación de palabras perfecta. El de puntas azules se levantó de su silla y le siguió el rubio, Tanjiro suspiró, no le quedó más remedio que seguir a sus amigos quienes probablemente harían una tontería. Fueron de la parte cercana a la barra hasta la más alejada, caminando algo apresurados mientras que Kamado se detenía a observar el lugar y el ambiente que hay en el mismo. Fue entonces que sus ojos dieron con una chica la cual se encontraba sentada en un sillón con otro tipo. No supo porque pero tenía un mal presentimiento, algo olía mal.

Quizás fue por instinto pero se acercó a ella, esperando no molestar y que su corazonada fuera correcta.

Efectivamente había pensado con claridad, apenas acercarse escucho las obsesionades que el tipo te decía y tú sólo balbuceabas cosas sin sentido, tal vez bajo los efectos del alcohol.

Tanjiro se sentó a tu lado, el tipo volteó a verlo y frunció el ceño al no saber que estaba sucediendo, parecía molesto en que el protagonista de este one shot haya interrumpido, y no se quedó callado. En un tono molesto y algo elevado (sin alejarse mucho de lo normal) el hombre comenzó a quejarse.

—¿Quién carajos eres tú? ¿qué diablos haces aquí?, ¿quién te invitó o qué?

—¡Yo...! —iba a hablar pero tú lo interrumpiste.

—No sé quien sea pero míralo, es precioso —lo tomaste de la cara y acariciaste su mejilla. —Antes nadie lo había invitado pero ahora lo invito yo.

—¿Qué carajos dices? —preguntó el tipo.

—Chico, eres muuuuuy muy lindo. ~

Ignorando al otro tipo centraste tu atención en Tanjiro. El hombre iba a tomarte del brazo pero Kamado se lo impidió.

—Señorita, no es seguro que esté con él. Permítame llevarla a-

—No tengo a donde ir —respondiste.

El hombre se marchó enojado.

—¿Vino a este lugar sola? ¡Eso no debe ser así! Puede ser peligroso para usted. Debe volver a casa, alguien ha de estarla esperando —negaste. —¿No hay nadie esperando por ti?

Asentiste.

—Irse sola en taxi también podría ser peligroso... —Tanjiro se puso a pensar, suspiró cuando se le ocurrió una idea. —Puedo tomarme el atrevimiento de llevarla a casa, solo si usted me lo permite.

• • •

Así es como llegamos al momento donde te encuentras en su espalda y llorando. Mojando su hombro mientras te sujetas a él con fuerza para no caer. Se habían presentado y Tanjiro hizo una pregunta que te dio directo en el corazón, no aguantaste mal y terminaste derrumbándote ante su tono tan dulce y tranquilo de hablar. Se encontraban camino a tu casa, los pies te dolían por los tacones así que comenzó a cargarte a medio camino, pensaste que le molestaría pero no fue nada de eso en absoluto.

—Desde que terminé la preparatoria comencé a vivir sola, solía vivir con una tía que me apoyaba —empezaste a hablar más tranquila. —Pero en la tarde me dieron la noticia de que falleció hoy...

—Lo sien mucho... ¡No por ello debes decaer tanto! No te pongas en peligro de esa forma, hay mucha gente mala-

—Pero tuve la suerte de encontrarme a alguien como tú, ¿será el destino? Es imposible que alguien sea tan lindo —reíste. —Pudiste haberme llevado a otro lugar y sin embargo aún estamos camino a mi casa.

—Yo no podría hacer algo así —respondió.

—¿Serás mi alma gemela? —reíste —oh...

En cuanto escuchó esas palabras su corazón se aceleró, desvió la mirada. Suspiró.

—¿Ya llegamos a tu casa?

—Es en la calle que sigue.

Cuando llegaron Tanjiro te dejó en la cama, te quitó los tacones y después te arropó.

—Insisto en que tengas más cuidado _______.

En cuanto tocaste la cama y sentiste la suavidad de esta te quedaste dormida.

«¿Está bien si le dejo mi número?» Kamado suspiró. Curiosamente habían unos post it y una pluma en el buró. Lo tomó y después de escribir se fue.

No pregunten como se me ocurrió 🤭
Dkfkskdjs
Ahora sí, hago la segunda parte de Kagaya y a seguirle a los.pedidos ajfjskak

¿Ya se olvidaron de Muichiro?:0 no he visto a nadie pedir sobre él dkxksks :00