Au moderno! Senjuro Rengoku
Ya, ya, ya. Perdón está es la última lo juro :c — Continuación de la parte anterior.
Edit: agregué 600 palabras más, te sugiero volver a leerlo ♡´・ᴗ・'♡
Senjuro esperó tu respuesta con ansias, una sonrisa nerviosa apareció en tu rostro mientras desviabas la mirada, el joven rubio estaba sujetando tus manos con delicadeza, cerraste los ojos buscando una buena excusa pero nadia apareció.
—Te amo más que a nada... —respondiste en voz baja, murmurando. —¡Pero no lo merezco! ¿Es por allá? Dios... Tiene un tiempo que no voy a tu casa.
Lo agarraste de una mano para que empezaran a correr, no soltó queja alguna pero tampoco había escuchado del todo bien tu respuesta sin embargo con el "no lo merezco" se imaginaba de todo. Por lo menos estar platicando de una forma tan amigable aunque algo incómoda, después de mucho tiempo se agradece de todo.
C
uando llegaron ibas a abrir la puerta para entrar pero él te ganó, te dejó pasar mientras dejaba sus cosas a un lado de la puerta.
—Uh... No está mi padre espero que no te moleste —habló nervioso mientras te quitaba la mochila.
Su acción fue tan repentina que no te dio tiempo de reaccionar, sus palabras te hicieron sonrojar, desviaste la mirada para que no pudiera ver tu cara. Diste un par de pasos dándole de nuevo un vistazo al lugar, tenía más de seis meses que no veías su hogar, antes solías visitarlo cada vez que él te invitaba o incluso llegabas sin invitación...
—¿Quieres comer primero? —preguntó mientras se ponía al lado tuyo. —Estuve prometiendo por tanto tiempo que te cocinaría y nunca se dio la oportunidad hasta ahora...
—Senjuro... —Tragaste saliva por sus palabras tan dulces. —¿Puedo ayudarte?
—¡No!... Digo, eres la invitada. —Habló rápido. —Sería maleducado de mi parte si te pusiera a ayudarme.
—¿Por qué eres tan lindo? —murmuraste mientras lo tomabas de la mano. —Dejame ayudarte en cosas simples, no será mucho.
—Pero —se detuvo al ver tus ojos. —¿S-sólo en cosas simples?... Primero habría que ver que quieres comer.
Cuando lo tomaste de la mano fue de sorpresa, no se lo esperó por lo cual tartamudeó en lo que quería decir. Asintió, le soltaste la mano y lo seguiste para ver que podrían comer; "dejame probar lo que mejor sepas hacer" tus palabras aunque inocentes parecía que tenían doble sentido, Senjuro debido a las bromas que antes solías hacer con él, no pudo evitar pensar de otra forma, te diste cuenta pero no sabías a que se debía hasta que procesaste tus palabras y los dos estuvieron disculpándose mutuamente como por diez minutos, hasta que se quedaron callados y siguieron con su plan.
Aunque tardó en estar la comida al final los dos se sentaron a comer, tú en frente del rubio.
—Tenía tiempo que no comía acompañada —comentaste con una pequeña sonrisa mientras el cubierto.
—¿No? —preguntó el de orbes dorados con curiosidad —¿Por qué?... Oh, perdón estoy siendo muy-
Hiciste que parara de hablar.
—Desde la pelea que tuve con mi madre solemos estar separadas las dos, ella en su trabajo y yo estudiando o perdiendo el tiempo en algo más —respondiste.
—_______-chan...
—Pero no quiero seguir hablando, sentirás lastima por mí. ¡Empecemos a comer! Buen provecho ~
Los dos empezaron a comer, Senjuro quería decir algo pero no se atrevió.
Al terminar, el Rengoku menor lavó los trastes rápido y empezaron a hacer la tarea que Kyojuro les dejó.
—¿Quieres hacerlo aquí o en mi habitación? —preguntó el rubio mientras tomaba sus libretas.
—¿En...? Oh, este... —Te tapaste el rostro con las manos.
¿Por qué tanto doble sentido? Casi todo de lo que estaban hablando lo interpretabas de otra forma sin querer. A diferencia de lo demás que dijeron esto si lo malpensaste muy feo, creo que hasta se puede llegar a sentir esa tensión entre los dos, sin llegar a lo incómodo. Senjuro estaba confundido por tu reacción así que se disculpó pero lo tomaste de la mano haciendo que se callara de inmediato.
—S-sólo vayamos a trabajar y ya —le dijiste mientras caminaban hacía su habitación.
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro.
Abriste la puerta de su cuarto antes de que él lo hiciera y una vez adentro soltaste su mano. Una gran tranquilidad te invadió, su cuarto tiene esa vibra de calma que te hizo sentir relajada aparte huele rico, igual que Senjuro... Fuiste a su cama para sentarte, él se siguió. Dejó las libretas a un lado de la cama, te volteó a ver y sus miradas se cruzaron, a diferencia de ti él tenía una sonrisa mientras que tu cara estaba toda roja, tu nerviosismo se hacía presente. Tenía tiempo que no lo mirabas a los ojos de esa forma debido a que habías estado evitándolo desde que terminaron.
—Por Dios... Tu cama es tan suave, no lo recordaba —comentaste intentando cambiar el tema.
—¡Oh! Creo que esa era una de las cosas que más solías decir cuando venías —soltó una dulce risita. —¿Aún te sigue gustando? Yo como siempre no noto su suavidad.
—¡Me encanta! —respondiste con una gran sonrisa, volteándolo a ver. —Digo... Es que a diferencia de mí, tú cama es matrimonial y pues... Es más grande.
—¿Es por eso? —preguntó sorprendido. —A veces queda algo de espacio debido a que duermo solo, siento que falta algo...
—Creo que deberíamos empezar —Senjuro ladeó la cabeza con confusión. —A... A trabajar, la tarea que dejó tu hermano...
—¡Cierto! Estaba tan cómodo contigo que lo había olvidado —sus labios se curvaron mientras desviaba la mirada. —¿Con qué deberíamos empezar?...
• • •
Estabas sentada en el piso mientras terminabas de colorear un dibujo, le sacaste punta al lápiz por décima vez, viste a Senjuro de reojo quien estaba cortando papel para decorar el trabajo. Habían decidido hacer una línea del tiempo y un mini comic para explicar todo lo que sucedió en la era Taisho. Tú estabas haciendo el comic mientras que el lindo rubio se encargara de escribir la información y pegar algunos recortes de apoyo.
Miraste el reloj de tu muñeca, te sorprendía lo increíblemente temprano que era, apenas iban a ser las 4 de la tarde y habían avanzado un montón... Quizás era porque no se encontraban platicando mucho y cada quien estaba centrado en su trabajo.
—Senju —lo llamaste por aquel apodo. —Lo lamento y quizás una disculpa no sirva de mucho por todo lo que hice pero en verdad lo siento.
Hablaste causándole escalofríos, el tono se voz suave y dulce que usaste, la culpa en tu rostro levemente teñido de rojo y tus ojos brillando por las lágrimas acumuladas en ellos le hizo sentirse raro en verdad. Dejó el trabajo que se encontraba haciendo con toda la valentía y el atrevimiento que este ser de luz pudo juntar, te tomó de las manos haciendo que te levantaras y después los dos fueron a la cama a sentarse, para poder relajarse un rato de todo el trabajo duro que habían hecho.
—¿De qué te estás disculpando? —preguntó mientras te atrapaba entre sus brazos.
De verdad huele rico... Te tranquilizaste tanto que no pudiste evitar soltarlo, las lágrimas salían de tus ojos pero estabas en silencio, escuchándolo nada más; aprovechando el abrazo para que no te viera. No quieres ni necesitas seguir haciéndote la víctima más tiempo por lo cual estabas callada, esperando que no te viera y tener la oportunidad perfecta para secar tus lágrimas.
—No hay nada de que disculparse, dulzura...
Cuando usó ese apodo tu corazón se aceleró, sentiste dolor al escucharlo, como una punzada al corazón. No sabías si estar feliz o sentirte peor que la basura.
—No digas cosas así, es doloroso... —apenas hablaste.
Tenías la voz entrecortada y un nudo en la garganta que apenas te dejó hablar. Senjuro se alejó de ti para verte, preocupado al escucharte tomó tu rostro para que le miraras a los ojos.
—________...
De nuevo tu nombre sin ningún honorífico.
Con la manga de su suéter, Senjuro limpió tus lágrimas y las demás que salían de tus ojos, por cada acción linda que te demostraba tu corazón dolía mucho más.
—Soy alguien sensible, ______-chan... —dijo con un tono de voz suave, rió. —Me duele que estés llorando, no lo hagas más, por favor...
—A mí me duele que sigas intentándolo conmigo, no te merezco —negaste. —Hice un montón de cosas malas, ¿lo recuerdas? Aún así me quieres, no te merezco...
—Nunca podría enojarme contigo, dulzura —nuevamente ese apodo. —Sé lo que hiciste y no puedo culparte, no puedo decir que estoy acostumbrado pero tengo experiencia en estas cosas y confio en que eres buena persona, podrás mejorar... ¡Estaré a tu lado, apoyándote!
—Senjuro, por favor...
—Mi padre también llegó a pasar malos momentos y no se portó de una forma adecuada pero... Mi hermano y yo pudimos ayudarlo —tomó una de tus manos y entrelazó sus dedos con los tuyos. —Quiero que me amas de la misma forma en que te amo a ti, quiero enseñarte a amar.
Al decir todo eso, la radiante sonrisa que lleva la mayoría de veces nunca desapareció de su cara.
—¡Oh!... Creo que mis palabras me llegaron al corazón a mí también —Senjuro se limpió una lagrimita que había salido de sus ojos. —¿Dije mucho? Lo lamen-
—¡Para de disculparte, tú no tienes la culpa! —lo interrumpiste haciendo que se sobresaltara. —Eres lo mejor que me ha pasado, eres como mi sol... Iluminas mi oscuridad y no me dejas hundirme en ella sin embargo, ¿qué hice yo por ti? Tengo miedo de volver a estar juntos y que me comporté igual de estúpida que antes... En cuanto a tu pregunta, la de antes de llegar aquí, sí. ¡Te amo y mucho! Te amo tanto que me duele que seas amable conmigo después de como me comportaba contigo, te amo tanto que podría dar mi vida por ti y quizás suene tonto porque somos adolescentes pero en verdad te amo...
—_______-chan —su otra mano limpió tus lágrimas y después acarició tu mejilla. —¿Acaso no me escuchaste? Quiero seguir siendo la persona que te guíe por el buen camino... Puede que tengas miedo pero no es nada que no se supere con amor.
—Senjuro, yo...
—Te amo, _______. Permiteme demostrartelo si hace falta —te dijo acercando su rostro al tuyo. —Tal vez no fuiste la mejor persona pero te ganaste mi amor por una razón y sigo amándote por lo mismo.
Abriste la boca para hablar, para poder responderle pero en cuanto lo hiciste sentiste los labios del rubio sobre los tuyos. Tan suaves... Incluso sabían al postre que habían comido hace un rato. Senjuro soltó tu mano para poder rodearte con sus brazos, sin separarse del beso. Su calor... Simplemente todo él te hizo sentirte en la nubes, hipnotizada por sus palabras y sus labios te relajaste por completo, tus lágrimas pararon y en cuanto sus bocas se alejaron pudiste ver el gran rubor en su rostro junto a esa espléndida sonrisa que tiene.
—¡Ya te amo lo suficiente pero quiero aprender a amarte bien! —le dijiste abrazándolo con fuerza. —Te amo mucho, perdón de nuevo...
—No, está bien, _______-chan. —Correspondió el abrazo.
Luego de unos segundos se alejó un poco para poder volverte a besar, fue un piquito debido a que se separó rápido.
—Perdón, me emocio-... —lo interrumpiste tomándole de las mejillas acercándote.
Los dos cayeron sobre la cama debido a tu acción, cuando lo tomaste de las mejillas te inclinaste y todo tu peso se fue sobre él, reíste y mientras te acomodabas para no estorbar tanto, siguiendo arriba suyo besaste a Senjuro.
—_______-chan... N-no te muevas de esa forma —te dijo entre el beso, casi en un murmuro.
—¿Uh? —te separaste, moviéndote más.
Te moviste para poder verle a la cara sin embargo en cuanto lo miraste te encontraste con su rostro completamente rojo, no entendías porque había dicho que no te movieras de esa forma, de hecho ni siquiera sabías de que forma; sólo estabas sentada encima de él pero no notabas nada raro en tu posición.
—¿Moverme de qué forma? —preguntaste mientras tomabas sus manos para entrelazar sus dedos.
Te inclinaste y por obviedad te moviste un poco. Senjuro tragó saliva mientras desviaba la mirada intentando pensar en cosas sanas, estabas algo confundida por sus acciones así que decidiste soltar una de sus manos para después acariciarle el rostro, sus ojos se encontraron con los tuyos y como pudo te dio una sonrisa forzosa.
—¿Está bien que aún siga aquí? —preguntaste alejando tu mano.
No habías echado todo tu peso sobre él, estabas sentada pero aún así te apoyabas sobre tus piernas para no hacer que cargara todo el peso de una... Pero ya que habías cansado así que decidiste tomar una buena posición sentándote realmente bien encima suyo, sólo para descansar un poco. Senjuro sintió eso, cuando realizaste esa acción lo único que pudo hacer fue taparse la boca con su mano, evitando soltar algún sonido inapropiado. El rubor de su rostro se hizo más presente, sus ojos brillaban y te fijaste en ciertos detalles de sus ojos, así que te acercaste para ver mejor sus ojos, hiciste que el joven rubio se pusiera aún más nervioso.
—Tus pupilas se dilataron... —murmuraste observando sus ojos.
—¿T-te fijaste en mis pupilas?... —preguntó tartamudeando. —N-no sé porque podría ser.
—Senjuro —lo llamaste seria mientras sonreías. —Tus ojos son realmente hermosos.
Tu cumplido aceleró su corazón, tragó saliva mientras reía nerviosamente agradeciendote. Lo tomaste de las mejillas y te inclinaste un poco más, teniendo que hacerte un poco para atrás y así estar en el ángulo perfecto. Tus labios fueron a dar a los de él en par a tus movimientos, cuando besaste a Senjuro un sonido escapó de sus labios pero se vio interrumpido por los tuyos así que sólo pudiste escuchar un; mmhp... De su parte. Las nerviosas manos de Rengoku menor no sabían a donde ir; ¿a tu cadera? No, muy atrevido. ¿A un costado suyo? No, muy simple... El de orbes dorados no tenía idea de como hacer que pararas porque él tampoco quería que sucediera, así que fue incluso más difícil resistirse a tus movimientos sin ninguna intención detrás.
—_______-chan... —apenas pudo murmurar tu nombre, se le notaba agitado. —P-por favor no te muevas así, estás... Ah.
—¡Oh! Oh por Dios, Senjuro...
Te quitaste de encima parándote de la cama mientras empezabas a hacer un montón de reverencias con los ojos cerrados, la curiosidad te ganaba pero no querías ver, tragaste saliva mientras retrocedías un par de pasos.
—¡C-creo que será mejor que me vaya! Terminaré mi parte en casa —dijiste recogiendo los materiales que casi pisas. —¡Un placer haber arreglado todo contigo, Sen...-!
Él también se paró y te detuvo al hablar, besándote... Muy diferente a las demás veces.
—Te amo, piensa en lo que dije por favor —pidió avergonzado al separarse. —¿Quieres que te vaya a de-?...
—¡N-no! Digo puedo ir sola, está cerca, sí, sí... Nos vemos mañana, también te amo. Saludame a Kyojuro —habías terminado de recoger todas tus cosas, intentaste evitar mirarlo a cualquier costo, tus ojos querían ir a partes donde no.
Y así fue como Senjuro se quedó en su cuarto, con un gran... Digo, un problema. Suspiró mientras se aventaba a su cama bocabajo, aún sentía que estaba exitado y se sentía mal de no haber podido decir nada o hacer que paradas, suspiró.
me emocioné feO al escribir esto xD
Hay actualización diaria siempre pero no se nota porque siempre publico en la madrugada y esta fue la excepción.
Espero que lo hayan disfrutado, se viene uno d
e Iguro en el au! Escolar 😉👌🏻(͡° ͜ʖ ͡°)
Esto tengo planeado hacerlo una historia así que si quieren leer el agua de limón esperen la historia o agarrenme de buenas UwU
Hace unos días o más xD salió el tomo 3 y 4 de Kimetsu, obvio los compré pero dudé debido a que en la página oficial de Panini costaban 178 con descuento y envio gratis... Pero en un Panini Point daban los mangas con un póster gratis pero el envio era aparte...
Adivinen que elegí.
.
.
.
.
.
Obvio los mangas con mi poderosisimo póster :D
(Parezco loca obsesionada con Tanjiro, tengo puras cosas de él nomás...)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro