Au moderno/escolar! Kyojuro Rengoku 2/2
«Profesor a estudiante ²/2»
Que pena admitirlo pero en serio te habías quedado no sólo con las ganas si no también con la duda, la duda de si la cama de Kyojuro era suave, ni siquiera te llevó a su habitación. Te cargó de vuelta a la sala donde te dejó en el sillón, se sentó a tu lado y se pusieron a ver la televisión hasta que la lluvia pasó, querías quedarte en su casa pero también se negó.
Ya eres legal.
Estabas caminando tranquila por los pasillos de la escuela, lejos de tus amigas las cuales no dejaban de preguntar cosas (ya que te vieron feliz), y al huir de ellas estabas tranquila. Querías ver a Kyojuro pero su hora era la última, su clase era la que concluía el día. No ibas a buscarlo para lanzarte a abrazarlo diciéndole; "—¡Hola amor! ¿Ya nos vamos a casa?" porque tampoco deseabas volver a tu casa después de la pelea con tu familia, te daba pena, rabia y flojera aparte Rengoku no se negó a que fueras a su hogar, así que eso te hizo sentir feliz ya que aceptaste ir sin pensarlo.
Te topaste por el pasillo a quien menos querías ver, tu ex novio.
¿Olvidé mencionar que Kyojuro ya es tu pareja? Pues ya son pareja, tienes su número y sabes donde vive, él te lo pidió también. ¿Así o más pareja?
—Hola _____, estudiamos en la misma escuela pero tenía tiempo que no te veía... Bueno ayer te vi —dijo desviando la mirada mientras desviaba la mirada con nerviosismo.
Son razones tontas sí, pero tengo que mencionar porque cortaste con tu ex. Según tus amigas, los amigos de él y básicamente los dos salones decían que eran una pareja linda, pero por más lindos que fueran no te sentías del todo cómoda. Quizá sólo durante un día estuviste en una intimidad mayor a la normal con Kyojuro sin embargo... Su mirada, tacto, movimientos, todo era cómodo, su caballerosidad, su decisión al decir las cosas. Las pensaba lo suficiente para hablar adecuadamente pero no tardaba mucho, sus palabras eran pulcras e incluso se disculpó cuando dijo algo atrevido y ante tus indirectas no reaccionó de mala forma, en cambio aunque se negó, no negó que pasaría una vez fueras mayor de edad.
En cambio el chico frente a ti... Se entiende que son niños de tercer año, mientras los demás tienen 17, tú tienes 18 eras mayor que tus compañeros por unos meses pero él, se trababa al decir las cosas; terminó contigo dos veces y dos veces volvieron, era incómodo hablar con él, ni siquiera hablaban y su relación parecía de adorno; esa fue la razón por la que terminaste con él, dos años de pura duda.
—Yo no quería verte —dijiste directo cambiando la sonrisa que tenías en ka cara por pensar en Rengoku —sé que suena feo y perdoname pero en serio, no quería verte.
Aunque hayan terminado eras muy infantil, posesiva e incluso algo celoso pero nunca hiciste un show o drama por eso, aunque lo fueras te reprimías los sentimientos para no causar problemas, algo muy diferente a él.
—Hey, sólo quiero pedirte algo nunca se lo niegas a nadie, ¿verdad? —dijo abriendo los brazos.
No podías ocultarlo, en tu cara apareció una mueca.
Rengoku quien iba pasando por ahí para buscarte los vio, vio como él iba hacia tus brazos y claro pese a conocer su antigua relación sólo se acercó a ustedes con una sonrisa, él fue quien vio a su profesor de historia primero, tú te separaste de inmediato al escuchar su voz.
—¿Todo está bien? —su tono suave, gentil y dulce entró a tus oídos —no tienes una cara de gusto, _____-chan.
Cuando mencionó eso, tu ex iba a responder por ti hasta que te vio sonreirle al profesor, en cambio cuando volteaste a verlo volviste a poner esa mueca, horror.
—¡Todo está bien sensei! —inclinaste un poco tu cuerpo sin quitar tu sonrisa —Nei-kun ya se iba, ¿verdad?
Volteaste a verlo, él asintió también con una sonrisa, hizo una reverencia y se largó.
Pese a la forma en que Kyojuro los vio no sintió celos, en cambio sintió preocupación al verte con esa cara, pensó que algo malo sucedía y por esa razón se acercó.
—¿Estaba todo bien, _____-chan? —preguntó mientras te devolvía tu libreta.
Sonreiste mirando tu cuaderno, su preocupación, el tono que usó... Tan tierno. ♡
—Sólo molestó un poco, nada importante —respondiste subiendo la mirada para verlo a los ojos.
—Si te molestaba entonces puedo ponerle un repor... —negaste haciendo que se callara.
—¿Puedo decirle que cualquiera me molestó y les pondrá reporte pero no me va a pasar con 10 aunque no entregue nada? —preguntaste con una sonrisa burlona en la cara —que extraño, Rengoku sensei.
Toda su preocupación se fue, lo hiciste reír.
—Bien, bien, está bien, ya entendí —dijo con una sonrisa —¿irás a mi casa hoy?
—¡Claro! Quiero mi regalo, profesor —abrazaste tu cuaderno.
Viste a un par de chicas corriendo hacia donde te encontrabas sin embargo seguiste hablando despreocupada con Kyojuro. Ellas llegaron para tomarte de los brazos y después llevarte (claro que fuero educadas con el profesor), lejos para hacerte un montón de preguntas.
—¿Qué pasó con Nei? —preguntó una de ellas.
—¿Por qué Shinobu no vino hoy?... —murmuraste mientras desviabas la mirada. —No pasó nada, ya no hablamos, todo quedó en el pasado.
—¡Feliz cumpleaños _____-chan! Disculpa, sólo queríamos ser dramáticas —la otra dijo mientras las dos te abrazaban.
—Gracias chicas... —sonreíste.
• • •
Estabas tomando apuntes de lo que explicaba Rengoku, hasta que sonó el timbre. Aún así seguiste escribiendo, tus amigas te esperaron pero les dijiste que hoy tampoco irías con ellas, lo aceptaron muy rápido y se fueron. Quedaste solo tú con Kyojuro.
Te paraste para ir a su escritorio, ibas a besarlo pero cuando te estabas acercando (ya tenías la mochila de los hombros), el chico menos esperado apareció en la puerta, dejándote confundida. Viste a tu profesor esperando su aprobación y él sólo sonrió, fuiste con Nei, tu ex.
Él tenía una sonrisa en la cara y un regalo en las manos, frunciste el ceño pero él ni se inmutó.
—Feliz cumpleaños, ______. —dijo dándote la caja.
Cuando dejó la caja en tus manos, cerró los ojos; iba a besar tus labios pero te alejaste de inmediato. Kyojuro quien había terminado de guardar sus cosas se percató de esto y fue contigo.
Te puso detrás de él, al ser más grande que tú era imponente, para ti y para tu ex; Nei. Frunció el ceño quitando su típica mirada energética, puso una de esas caras que ponía cuando algo le disgustaba mucho, el joven frente a él también frunció el ceño.
—Eso es acoso escolar, jovencito —Kyojuro soltó como cuchillos.
Imaginando esto de una forma cómica, tu ex sería el terrible dragón con el que la princesa no quiere estar y Rengoku el caballero; quien salva el día.
—No era la primera vez que la beso —retó a su profesor.
Nop, Rengoku no es alguien problemático, es un hombre, un adulto. No se va a ver afectado por algo que un niño dijese.
Querías tomar su mano y apretarla, apretarla tan fuerte para poder sentir que está contigo. Sin embargo tu celular sonó, para contestarlo empujaste a Nei, no sin antes pedirle permiso a Rengoku para que te dejara pasar, lo hizo. Kyojuro quien llevaba su maletín sólo salió detrás de ti, te hizo una seña con la cabeza y asentiste disimuladamente, como si fuera parte de la llamada.
Él se fue pero no tardaste en seguirlo, sentías miedo de Nei, quien te siguió igual hasta la salida.
—Si no dejas de seguirme pediré que te reporten a la dirección —le dijiste frunciendo el ceño, ya molesta.
—No me importa —te dijo bajando una escalera.
Como ayer, estaba lloviendo nuevamente, aún tenías el regalo en las manos; iba a verse muy grosero pero no había otra forma de deshacerse de él. Aventaste la caja del regalo hacia él, después te fuiste corriendo hacia el estacionamiento.
Kyojuro se encontraba esperándote ahí, en su auto. Entraste atrás, te recostaste sobre los asientos mientras te tapabas el cuerpo con tu sudadera, no querías que nadie te viera; (aunque aún así podrían hacerlo).
—¿Todo bien _____-chan? —preguntó el hombre rubio una vez se alejaron de la escuela.
Saliste de tu escondite, te sentaste bien.
—Quiero llegar ya a tu casa —dijiste impaciente mientras veías por la ventana.
—¡Oh, sí! Tengo que enseñarte tu regalo. ~ Seguro te gustará, lo pediste ayer así que espero te guste —dijo sonriendo.
Te sonrojaste, tapaste tu cara con tus manos mientras sonreías como estúpida. ¿En serio había aceptado? Ahora ya no estabas preparada y quizá hasta te daría pena.
Las platicas continuaron en el trayecto hasta llegar a casa de Kyojuro, donde una vez los dos salieron del auto entraron a la casa (valgame la redundancia.)
Dejaste tu mochila medio mojada en el piso, te desataste el cabello y quitaste el suéter del uniforme, quedando en el chaleco únicamente.
—Tu ropa está mojada, no vayas a enfermarte... —pensó un momento mientras dejaba sus llaves en la mesa. —¿Quieres una de mis playeras?
De nuevo un sonrojo invadió tu rostro, asentiste tímidamente mientras ibas a la cocina. Aunque tú y Kyojuro fueran pareja, aún te causaba algo de pena andar como si nada por su casa, después de todo seguía siendo alguien mayor a quien por obvias razones le debes respeto.
Fuiste a la cocina para poner un café o té pero Rengoku regresó antes con la playera.
—¿Te gusta el chocolate caliente? —preguntó mientras tu tomabas la playera.
—¿Hay? No lo vi por ningún lado... —dijiste volteando para revisar una vez más.
—No hay, lo decía por si querías que te hiciera un poco, bebé —su repentino apodo entró a tu corazón, se quedó ahí cono fuego.
Toda tu cara empezó a arder, no sólo el apodo cariñoso y cursi si no también lo que dijo, hacer algo para ti. ¿Tan simple? Sólo porque lo quieres... Tragaste saliva, abriste los brazos corriendo hacia él para poder darle un fuerte abrazo, hundiste tu cabeza en su pecho oliendo su perfume, él correspondió a tu abrazo gustoso, sabía que necesitabas amor, alguien quien no tuviera problemas de demostrarte su amor tan abiertamente.
—Por favor... —dijiste en un susurro.
—Te amo.
En lo que tú pronunciaste ese por favor, el pronunció su "te amo". Te dio un beso en la coronilla, te soltaste de él para que pudiera hacer el chocolate.
Fuiste al baño para cambiarte, sólo te quitarías el chaleco y la camisa de la escuela, te dejarías la falda junto a las mallas. No, al final decidiste también quitarte la falda (ya que se había mojado), la camisa era lo suficiente grande por la diferencia de altura y también por el músculo que tiene Kyojuro, es más grande su ropa por eso, así que la playera te tapaba un poco más de 5 dedos arriba de la rodilla (pero era suficiente para que no te vieras tan "mal").
Cuando saliste habías doblado tu ropa, la dejaste en el sillón de la sala mientras volvías con Rengoku, abrazándolo por la espalda, él se encontraba buscando algo en la alacena.
—¿Quieres mimos? —pregunto girando un poco la cabeza para poder verte.
Obvio no te veía bien.
—Espera un poco, por favor —pidió mientras colocaba una de sus manos encima de la tuya —aparte aún tengo que enseñarte tu regalo.
Lo soltaste yendo a sentarte, él se quedó un rato haciendo el chocolate, después puso una taza frente a ti con una mantecada, te sorprendiste, lo notó en tu cara.
—Casi siempre las comes cuando estamos en clase —respondió sentándose a tu lado.
—¿Observardor, eh? —preguntaste con una sonrisa.
Le diste una mordida al pan y después un traguito a tu chocolate.
—¿Qué hay de ti Kyojuro? —preguntaste mirándolo.
Se aflojó la corbata y desabotonó los primeros botones de su camisa mientras te sonreía.
—Iré a cambiarme para después poder enseñarte tu regalo. ~
Casi te ahogas con el pan, sonreiste mientras asentías, él se fue. Querías pararte para ver cual era su habitación pero no, te negaste, querías que él mismo te la enseñara. Llegó unos minutos después, fueron casi como diez, tenía su maletín en la mano. Se sentó a tu lado y sacó las listas de tu grupo.
—¡Tienes 10! No te preocupes, no hace falta que me entregues nada ya —dijo con una gran sonrisa en la cara.
Intentando ignorar su mal regalo, lo observaste. Vistiendo casual, tan lindo. Una playera azul marino y un pantalón de pijama, le hacían ver muy bien, muy atractivo.
—¿_____-chan? —preguntó al ver tu cara, estabas embobada observándolo —no te gusto, ¿verdad?
Soltó una pequeña risa que te sacó de tu trance, desviaste la mirada apenada.
—Lo sabía, aún así quería hacer esto —dijo mientras guardaba las listas y se paraba tomando tu mano. —Vamos, te voy a dar el regalo de verdad.
Tomaste su mano agarrándolo bien, empezaron a caminar hasta la habitación de Kyojuro, él abrió y te dejó entrar. El ambiente era lindo, tranquilo y el lugar estaba incluso más ordenado que el resto de la casa, con un tono amarillo pastel que no era molesto a la viste se adornaban las paredes, sus cortinas eran naranjas y estaban amarradas dejando ver bien la ventana, se notaba como caía la lluvia afuera, te acercaste a la ventana para ver.
—¡Es muy linda! —dijiste volviendo a mirar todo.
—¿Te gusta? —preguntó con una sonrisa.
Fue a sentarse a su cama, palmeó a su lado para que te sentaras a su lado, lo hiciste de inmediato, dios su cama también era suave, muy suave, demasiado suave. Agarró el control de la televisión, en su habitación había de todo. Te subiste a la cama con cuidado, él se subió contigo. Se acomodaron y mientras buscaba un programa del agrado de lo dos tu jugabas dando muchas vueltas en tu lugar. Hasta que encontró el programa se acostó bien a tu lado, te tomó entre sus brazos, se estiró un poco y los tapó a los dos.
—¿Esto si era lo que querías? —preguntó con una sonrisa.
—Sí ~ —dijiste cerrando los ojos.
Te recostaste sobre su pecho, lo estabas abrazando y hasta podías escucharlos latidos de su corazón, tan tranquilos que te tranquilizaron también, no sólo eso si no que también el toque de sus manos, las acaricias que daba a tu cintura y como con su otra mano te pegaba a su cuerpo, los dos al final terminaron mirándose, frente a frente.
—Te amo _____-chan —dijo Kyojuro dejando un beso en tu frente.
—No sabe cuanto me encanta estar así con usted —le dijiste con una sonrisa mientras besabas su barbilla.
—¿Ah sí? —preguntó ahora sonriendo de manera juguetona —a mí también me gusta estar de esta forma contigo.
—Te amo Kyo-kun —le dijiste antes de besarlo.
No pudo corresponder porque cuando lo besaste lo tomaste por sorpresa, pese a eso correspondió gustoso. Tomando tus manos para entrelazar sus dedos, él fue quien dirigió el beso aunque tú fuiste quien empezó.
Todo dulce, todo lindo y gentil.
Cuando te separaste él te abrazó atrapando tus brazos, no podías moverlos debido a su agarre pero no te molestó, te quedaste así unos momentos disfrutando de la tarde junto a él.
—Kyojuro —le hablaste y él se separó un poco para que lo vieras.
—Hum... ¿sí? —preguntó curioso por lo que dirías.
—Tú no has comido —le dijiste, él asintió. —Pero puedes comerme a mí. ~
—¿Ah sí? —una sonrisa apareció en su cara.
Se movió un poco quedando encima tuyo, mientras se recargaba en con los antebrazos para no dejar caer todo su peso encima de ti; empezó a besar toda tu cara, sus lugares favoritos por excelencia fueron; tu frente y mejillas, fue hasta el último que te besó en los labios. Se quitó de encima tuyo e hizo que te sentaras al igual que él, te tomó de las mejillas apretándolas con suavidad para después besarte, besarte tan apasionadamente que parecía muy real que te quería comer, fue tanto para ti... Tu cara toda roja y tu corazón latiendo muy rápido.
—No pero en serio, quiero verte comer antes de que regrese a casa —le dijiste al separarte.
—Bien, vamos. Comamos los dos.
Se levantó de la cama y te tomó de las manos, ayudándote a levantarte también, aunque no era necesario le dio la gana de hacerlo.
Fueron nuevamente a la cocina, ¿qué podría cocinar? Pensó Kyojuro mientras veía la alacena.
—No suelo comer muchas cosas variadas —comentaste con pena —pero cualquier cosa que tú cocines, ¡la comeré!
Dijiste con entusiasmo, mirándolo.
Kyojuro también volteó a verte y sonrió, tomó un par de ingredientes para hacer algo aunque simple, delicioso. Tú te quedaste sentada sintiéndote como tonta al no preguntar si necesitaba ayuda o algo por el estilo, sólo que... Disfrutabas ver como lo hacía, la forma en que se movía, como tomaba las cosas y con que era como lo preparaba, sus movimientos eran firmes. Se notó luego, luego que es conciente de lo que hace, no tardó para sentirse un olor rico en el aire gracias a lo que se encontraba cocinando, ya te estaban dando ganas de probarlo.
—Kyojuro ~ —le hablaste mientras volteabas tu silla y después te volvías a sentar —serías un buen esposo.
Dijiste con una sonrisa, de la manera más inocente que pudo haber sonado. Ahora sí no era ningún tipo de indirecta, le decías la verdad, todo de él es perfecto para volverle un gran esposo, sus cariños... Es más podría hasta asegurar que sería tan gran esposo que sería uno de esos matrimonios perfectos. Puedo hasta asegurar que si llegas a tener celos de alguien, Kyojuro en lugar de enojarse o empeorarlo, no comprenderte lo primero que haría sería tomarte entre sus brazos con un gran cariño y luego te murmuraría las cosas por las que le gustas, así hasta que te calmaras. Tanto que terminarías pidiéndole perdón y él se negaría para después besarte.
—¿Eso crees? —preguntó después, sacándole de tus pensamientos al poner un plato de comida detrás tuyo.
Te tomó del mentón para que lo miraras a los ojos, lo hiciste.
—Me convertiré en tu esposo ~ —dijo en tono juguetón con una sonrisa inocente.
Definitivamente sí, sí lo hará.
ESTE HOMBRE... AHHHHH ♡.♡
Segunda parte porque ustedes lo pidieron, hace tiempo no escribía 3k :0
Estaría difícil etiquetar a todas las que pidieron segunda parte, reportense 🙂✊🏻
¿Conocen Tenkuu Shinpan? Supongo que no, no es muy conocido. Es un manga gore (no en exceso, es muy bueno), lo conocí hace un par de años por un personaje muy cool xD, les estoy hablando de esto porque Panini Manga va a sacar el manga en México y estoy feliz, la calidad de Panini es horrible pero que licenciaran Tenkuu Shinpan siendo que no es muy conocido me alegró un montón. 💕
Panini también va a traer Kimetsu, de innediato cuando salga lo compraré y les diré que tal y si vale la pena xD y aunque no, lo seguiré comprando sólo para tener algo original en mi colección de cosas de Kimetsu xD
¿Qué tal? Les gustó el os?
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