Au escolar/moderno! Kamaboko Squad
Ay Diosito, pido perdón ;;;
No sé que vrga escribí, hay lemon eh...
Todos son mayores, ya ((๑ 丷๑))), bonito el poliamor, vdd?
Edit 1: Aún no termino pero lol está potente este lemon
Edit2: Acabo de terminar, eh... Me gustó sisisi. Son 5k de palabras, disfruten.
Lean hasta el final por favor.
Un viaje a las montañas. Toda tu clase está yendo a un viaje a las montañas, tú y tus otros 3 amigos están sentados hasta atrás platicando, únicamente su grupo está de viaje; por ende Nezuko no viajó con ustedes. Te sentiste feliz debido a tener un respiro de tantos estudios, por fin podrían descansar y divertirse un poco.
—Tendré que quedarme con las chicas... —suspiraste mirando a tus amigos. —Ustedes estarán juntos, mou. No me llevo tan bien con nadie.
—¡Tranquila, _______-chan! Acá también tienes amigas, no te preocupes.
—Vas a poder ver a chicas tan lindas pero ninguna como tú... —Zenitsu te miró con un brillo en los ojos.
—¡No digas estupideces! —Inosuke golpeó a Zenitsu.
Casi se empiezan a pelear.
—Oigan, detenganse —frunciste el ceño.
Estabas en medio de tus amigos así que en cuanto te escucharon, retomaron sus posiciones; volviendo a sentarse derechos. Tanjiro suspiró de alivio, es tranquilo no tener que cargar con el peso de sus dos amigos, teniéndote a ti todo se vuelve tan ligero y calmado que no se queja como antes en cada pelea de su amigo rubio y el de puntas azules. No faltaba mucho para llegar pero ya te habías cansado, es un viaje largo y ya llevaban como dos horas en el autobús. Recargaste tu cabeza en el hombro del joven con pendientes, quien cuando te vio se puso nervioso. Tus ojos se encontraban cerrados y parecías relajada. No quiso hacer nada más que mirarte, aunque claro, los otros dos chicos se dieron cuenta de lo que está sucediendo, y mientras Agatsuma miraba feo a su amigo, Hashibira simplemente fingía desinterés mirando por la ventana.
Habían llegado, te encuentras sacando tu maleta del autobús, cuando lo hiciste Inosuke ya se había adelantado; aprovechó para pasar tiempo a solas contigo, te siguió.
Viste como caminaba a tu lado callado, ladeaste la cabeza, te encontrabas llena de confusión. ¿Por qué tan tranquilo? No era normal y menos de alguien como el chico azabache y musculoso.
—Dijiste que te molesta que grite tanto, tonta —te respondió al ver tu expresión.
No te enojaste por el insulto, en cambio te sorprendiste y avergonzaste debido a que te atrapó mirándolo. Una pequeña sonrisita se formó en tus labios, el color rosa de tus mejillas aún no se iba pero aún así ignoraste el sentimiento. Inosuke se confundió ante tu acción.
—Por Dios... Eres tan lindo —hablaste.
Tu comentario tan fuera de contexto y carente de sentido hizo que tu amigo se avergonzara.
—¡No digas esas mierdas! —se exaltó. —¡Yo no puedo ser lindo!
—¿Ah sí? —le miraste. —¿Por qué?
—¡Porque tú ya eres linda!
Eso te tomó por sorpresa, tus ojos y tu boca te delataron al formar esa expresión en tu rostro. Inosuke se sintió tan apenado por su comentario que decidió irse sin siquiera despedirse. En cambio tú sólo seguiste caminando, aún con las palabras del ojiverde en tu cabeza.
Llegaste al que sería tu hogar durante 4 días.
No te tocaron malas compañeras, al contrario son muy buenas. No chicas con las que te llevas perfectamente, pero, sí personas amables. Como sueles juntarte con Tanjiro y esos otros dos, no te juntas casi con chicas; únicamente Nezuko y si acaso por ser amable, le hablas a Kanao y Aoi, pero de ahí en fuera no tienes tanta interacción con tus compañeras. Había un par de ellas adentro, les saludaste y te sentaste a platicar junto con ellas.
• • •
Era la hora de la cena, todos se juntaron en el comedor para comenzar a cenar y después irse a dormir. Al día siguiente se bajarían temprano y empezarían con sus actividades. Te sentaste en la mesa junto a Tanjiro y sus amigos, comenzaron a hablar de algo cuando su profesor, Rengoku se les acercó debido a que había escuchado su plática.
—No creo que deban dar paseos nocturnos —aconsejó. —Estamos en un lugar seguro y hay caminos que seguir, sin embargo hay una leyenda que habla sobre un aterrador fantasma.
Bromeó, Zenitsu e Inosuke no lo tomaron tanto a broma.
—¡N-no puede haber un fantasma aquí!
Kyojuro le guiñó el ojo.
—Era alguien que vagaba en busca del verdadero amor, entonces una vez lo encontró le fue arrebatado por su mejor amigo —explicó. —Él hundido en furia, tenía el deseo de asesinar a tu antiguo amigo, pero su plan salió mal. Su amigo tomó provecho antes que él, quien fue asesinado... Se imaginaran.
—¡Eso suena como una falsa mierda! —insistió Inosuke.
Rengoku rió.
—Ahora su alma vaga por el bosque, por eso hay un cartel antes de entrar. Toda la gente que entra de noche, asegura ver a alguien sentado en una roca. Esa persona se encuentra de espaldas pero si lo llegas a ver, sólo te vas a encontrar con un aterrador rostro... ¡boo!
Ante el último sonido, Zenitsu e Inosuke se asustaron. Tú en cambio aunque sabías que su historia es mentira, te dio un poco de terror. Tomaste a Tanjiro del suéter por debajo de la mesa. Mientras sus otros dos amigos discutían sobre la historia de su profesor, Kamado se sonrojó y te rodeó con su brazo, sonreiste y le soltaste. Tranquila por su calidez y acción tan tierna, él sonrió.
—Pero no les recomiendo ir, Inosuke podrías llegar a asustarlo. Eres demasiado fuerte para el fantasma, ten compasión de él.
Ante ese último comentario, Rengoku se levantó y se fue, dejando de nuevo solos a los cuatro.
El de orbes verdes se cruzó de brazos con orgullo, Zenitsu le vio con el ceño fruncido y Tanjiro aún te tenía en sus brazos. Aunque este último sabía el porqué de la historia de fantasmas que Rengoku contó, el mayor lo escuchó mencionar que le gustas y quiso darle un empujoncito. Lo cual sirvió a medias.
—¡Tenemos que ir a comprobar eso! —propuso el rubio.
—Nah, soy demasiado para la escoria de fantasma —respondió con soberbia el azabache.
Zenitsu te volteó a ver a ti y a Tanjiro.
—Hablemos sobre eso después —mencionó serio y continuó comiendo.
¿Por qué diablos reaccionó así? Lo procesaste después de unos minutos.
Más tarde cuando habías terminado de comer y ya estabas en la carpa con tus compañeras, se encontraban hablando y jugando. Era el juego de la botella pero algo más suave, únicamente se estaban haciendo preguntas (aunque un tanto personales) pero no eran tan subidas de tono o retos estúpidos. Ahora es tu turno de responder y eso te puso algo nerviosa, las tres tenían una mirada complice, entonces fue que una de ellas te preguntó.
—¿Quién de tus tres amigos te gusta? —preguntó.
Una sonrisita nerviosa apareció en tu rostro, tus manos temblaban y tu cerebro quedó totalmente en blanco; sin ninguna respuesta coherente para lo que podría ser una pésima cuestión.
—Yo elegiría a Tanjiro, es un chico gentil y guapo —dijo una de ellas mientras suspiraba.
—¡Te apoyo!
—¡Chicas! Tanjiro podrá ser lindo pero Inosuke es mucho más atractivo con esa apariencia, ¿han visto sus músculos?... Ah.
—¿Y qué creen de Zenitsu? —preguntaste curiosa.
—¡Acosador! —reíste. —Bueno, también es lindo pero no para mis gustos.
Las otras dos sintieron.
Desviaste la mirada, abriste la boca para hablar pero tu celular comenzó a sonar. Saliste para responder sin embargo tus compañeras casi no te dejan. Una vez afuera, la persona que te marcó fue Zenitsu; quien te dio indicaciones de que caminaras a un lugar más alejado de tus compañeras, obedeciste aunque era una petición rara. Y ahí estaba, su cabello rubio brillando por la tenue luz del poste y sus ojos con un destello excepcional. Guardaste tu celular confundida y cuando volteaste, te diste cuenta que a su lado se encontraba Tanjiro. Ibas a hablar pero nuevamente fuiste interrumpida ahora por tu amigo.
—¡Iremos al bosque a investigar! —afirmó.
—Lo intenté detener, fue imposible —comentó Kamado con pena.
—¿E Inosuke? —preguntaste.
—No quiso venir porque dijo que era muy fuerte para el fantasma —Zenitsu frunció el ceño.
Él comenzó a caminar, Tanjiro y tú le siguieron; mientras sacaste tu celular para escribirles a tus compañeras que no volverías en un (largo) rato. Los tres caminaron hacía la entrada del bosque, siguiendo el sendero que estaba hecho, así para evitar perderse, aunque era casi imposible debido a que al ser un lugar turístico hay muchos señalamientos. Terminaron llegando hasta un lago, las esperanzas de Zenitsu de encontrar algo iban desapareciendo poco a poco; comenzaste a dudar si su pensamiento era serio o no. Si no, es muy buen juego pero sí sí es tonto.
—No escucho nada fuera de lo normal —comenzó a caminar más rápido de lo normal.
Le ibas a seguir pero la voz de Tanjiro te detuvo.
Volteaste a verlo, él estaba parado unos cuantos pasos alejado de ti, caminó hacia ti y después te tomó de las manos. Un claro y notable rubor apareció en su rostro, se le nota lo avergonzado que está y es más que obvio. Ladeaste la cabeza con algo de confusión esperando a que hablara. La manta que anteriormente tenía Zenitsu se encontraba en tus hombros. El frío comenzó a ser más presente, lo último que viste del rostro de Tanjiro fue la determinación en sus ojos, antes de que te abrazara y no puedas verle más a la cara. Él aún no decía nada pero comenzaste a jugar con su cabello, quizás eso fue lo que lo tranquilizó y cuando comenzó a hablar.
—He querido decirte algo muy importante desde hace tiempo —comentó algo indeciso.
—¿Qué es Tanjiro? —preguntaste.
Se separó de ti para poder verte a la cara.
—Me gustas —confesó.
Desviaste la mirada, él te tomó con cuidado de la mejilla y entonces los dos se volvieron a ver a los ojos. Tragaste saliva debido a que se iba acercando cada vez más a ti. Cerraste los ojos anticipando el momento; fue entonces que poco después sentiste sus labios sobre los tuyos. Tu corazón estaba latiendo rápido pero el momento se disfruta, Tanjiro acariciaba con sus dedos tu mejilla mientras su otra mano estaba en tu cintura. Fue tan dulce que parecían realmente compatibles... Cuando se separaron el rostro de Tanjiro estaba más rojo que sus ojos y cabello. Ninguno de los dos dijo algo más hasta que tú lo volviste a besar.
Kamado estaba ansioso por tu respuesta, sin embargo tu acción le pareció un "sí" indirecto; eso no le quitó la pena pero te correspondió al beso.
Levantaste con cuidado su camisa, sentiste como se sobresaltó por la sensación fría de tus manos, pero no tardó en acostumbrarse. Aún seguías tocándolo después de todo y tus manos ya no se sentían tan frías. Él te abrazó, en el acto acercando tu cuerpo al suyo; sintiendo el calor de su presencia. Los dos se separaron agitados, se le escuchaba mucho más a Tanjiro... Aunque eso no lo hizo detenerse. Sus besos no se detuvieron ahí, te dio uno en las dos mejillas haciéndote reír. En este punto el frío ya no se sentía, sus besos también se dirigieron a tu cuello, pero se separó al instante.
—No deberíamos hacer esto... —murmuró apenado mientras desviaba la mirada.
Te lo pensaste un momento, como se había alejado te tuviste que acercar. Él te miró y se quedó quieto viéndote.
—Yo creo que está bien —susurraste mirando al piso. —¿A ti no te parece bien?... Lo lamento si es muy atrevido de mi parte, no puedo aguantar el sentimiento de mi corazón acelerandose cuando estoy contigo, y, lo feliz que me siento a tu lado... Me habían preguntado si me gustaba algui-
El joven de pendientes te interrumpió, ahora con más decisión tomó valentía. De nuevo se acercó a ti, empezó a besar tu cuello y luego subió a tus labios, los lamió y después mordió tu labio inferior, sacando de tu boca un pequeño gemido.
—¿Está bien si te quito el suéter? —preguntó preocupado.
Asentiste.
Él con cuidado te quitó su suéter, su mirada bajo a tus pechos y pudiste ver como tragaba saliva. Sus manos se dirigieron a ellos y los apretó con cuidado.
—¡Oigan chicos! —cuando escucharon esa voz se separon de inmediato.
Su amigo rubio se acercó hacia ustedes, los dos estaban nerviosos y se les nota en la cara.
—¿Qué pasó? —preguntó Agatsuma con confusión, ibas a responder pero él siguió hablando. —¿Por qué no vinieron conmigo?
—Ah —suspiraste para luego reír. —me atoré con la rama de un árbol y casi rompo mi sudadera.
Mentiste aún riendo.
—Fue muy tonto, disculpa, disculpa —le diste unas palmaditas en la cabeza. —¿volvemos?
Preguntaste aún sin dejar hablar al pelirrojo, los dos asintieron y caminaron de regreso.
—Rengoku sensei mintió —dijo Zenitsu con el ceño fruncido.
—¿De verdad creíste que era verdad, Zenitsu? —le preguntó el de pendientes.
—¿Ustedes ya lo sabían verdad? Por eso no me siguieron —los volteó a ver.
—Es obvio que se trataba de una historia —respondiste.
Los tres volvieron en silencio al campamento. Tanjiro ya se había despedido de ti y se iba a ir pero Zenitsu bostezó y se estiró. Te volteó a ver.
—Tengo hambre, ¿tú no?, ¿quieres acompañarme al comedor?
—¿Tomar comida? —asintió ante tu idea. —¡Claro, acepto! Descansa Tanjiro, nos vemos mañana.
Él sonrió, se despidió de los dos y volvió donde Inosuke y los demás. Mientras tanto tú caminaste al lado de Zenitsu hacia el comedor, para tomar un poco de comida. Después de todo se tardaron un montón y era más que notable que todos ya se encuentran dormidos. Abrieron la puerta del comedor y prendieron la luz, la cerraron con cuidado. No se iba a notar que alguien estaba adentro debido a que afuera ya había la suficiente iluminación como para que pasaran desapercibidos. El rubio fue directo al buscar si había alguna clase de frituras o algo por el estilo, en cambio tú buscaste alguna fruta.
—No es normal que te dé hambre en la noche —le comentaste.
—Los escuché —confesó. —Bueno no quería fingir que no porque aparte se veían muy nerviosos, y, eso lo iba a hacer mas incómodo...
—Bueno... —te sentaste cerca de una mesa.
El comedor era realmente grande, las mesas eran largas y se notaba que muchas personas podían comer en una. Incluso había un espacio libre en la parte de atrás donde se hacían diferentes eventos algunas veces; (según la explicación que te dieron) Zenitsu se sentó a tu lado, le quitó la envoltura a un chocolate y te dio la mitad, la aceptaste y lo metiste a tu boca. Los dos se quedaron callados durante un tiempo pero entonces él volvió a hablar, ahora con un tono serio para nada típico de él.
—Yo realmente no quería decir esto _______-chan, porque sé que Tanjiro te quiere mucho y somos grades amigos —volteó a verte. —Pero yo también te amo.
Cuando dijo la última palabra, el pedazo de chocolate que estaba en tu boca terminó derritiéndose.
—Hoy ha sido un día extraño —suspiraste. —¿Se pusieron de acuerdo o algo por el estilo?
Preguntaste riendo, Zenitsu también rió.
—¿Crees que sería lo más probable? —preguntó.
—Sería lo menos extraño —respondiste. —Estoy segura de lo que le dije a Tanjiro sin embargo... ¿por qué me lo dices apenas?
—¿Un acuerdo? —preguntó riendo. —Escuchar a Tanjiro hizo que me dieron ganas de decirlo.
Te recostaste en su hombro. Los ojos de Zenitsu se posaron en ti, después sonrió. Con su otra mano acarició tu cabello.
Se acercó a ti y te besó, ibas a separarlo, tus manos se dirigían a su pecho para empujarlo pero... No lo hiciste. Fue algo sorpresivo así que reaccionaste mucho después pero no te negaste. Zenitsu te inclinó un poco y la manta que estaba sobre tus hombros se cayó al piso; te acorraló contra la mesa. Sus rostros estaban tan cerca hasta que la distancia desapareció. Él te dio un beso en la frente sin embargo era obvio que no sería lo único, bajó a tus labios y comenzó a besarlos con cuidado, no había tanta diferencia entre Zenitsu y Tanjiro, los dos eran dulces a más no poder. Agatsuma acarició tus piernas y sus manos fueron subiendo haciendo un vaivén de caricias en tus muslos. Sus labios aún seguían jugando con los tuyos, ya no era un beso normal si no que ahora se notaba más la pasión y la tensión que había entre los dos; sumándole a eso las ganas que tenías desde que sucedió lo mismo con Tanjiro.
Tú te alejaste y se miraron a los ojos; los ojos de su amigo detonban un brillo lleno de confianza, aquel color dorado brillaba como el oro.
Una sonrisa apareció en el rostro de Zenitsu. Acarició tu cabello y comenzó a hablar.
—Desde que te conocí, cuando nos volvimos amigos... Yo realmente me sentí feliz por la manera en la que me tratabas y como lo sigues haciendo. Es por eso y más que te amo, ________-chan...
Murmuró con cierto grado de excitación, el beso que se habían dado antes dejó mucho que desear. Tragaste saliva y sin decir algo más le volviste a besar; no te sentías mal por Tanjiro que pese a que te le habías confesado también, no llegaron a algo más. Aparte, desde que tus compañeras te hicieron esa pregunta te quedaste pensando, ¿quién de los tres? Habías tenido experiencias muy cercanas con dos de ellos pero no pueden gustarte los tres, ¿o sí? Zenitsu se quitó el suéter que traía, quedando sólo en una camisa blanca.
—Si tú me permites...
Aunque quería parecer decidido aún así se le notaba un poco avergonzado.
—Claro —asentiste desviando la mirada.
Zenitsu te quitó el suéter, luego abrió tu blusa. Tragaste saliva, estabas un poco apenada del hecho de que te vea en sujetador. Él sonrió tímidamente y se acercó a tus pechos para después dejar un beso encima de la prenda. Te levantaste para terminar de quitarte la blusa e hiciste lo mismo con el sujetador. Un color rojo apareció en las mejillas del rubio sin embargo no apartaba la mirada.
—Es realmente bueno que aquí esté cálido, ¿no? —preguntó acercándose a tu cuello para besarlo.
—Creo que es por nosotros dos... —respondiste murmurando.
Sentiste como su lengua hacía circulos al rededor de tus pezones y justo cuando su lengua los tocó, también sentiste una caricia inesperada en tu entrepierna que te hizo gemir. Entrecerraste los ojos y pusiste una mano sobre tu boca, tapándola. Fue realmente inesperado que tu respiración se aceleró en combinación con su lengua jugando con tus pezones. Zenitsu parece concentrado en lo que hace, tú estás más roja que nada. Cuando se alejó para poder verte, te separaste un poco, tomaste la manta que anteriormente tenías y la doblaste en dos tendiéndola sobre la mesa, luego de esto te subiste a ella y te acomodaste de tal manera que para Zenitsu fuera más fácil seguir con lo suyo. Él se puso en frente tuyo y tus manos fueron a los botones de su camisa, desabotonando uno por uno.
—No quiero ser la única que esté así —le murmuraste.
Él sonrió.
Cuando le quitaste la camisa, Zenitsu te recostó sobre la manta que tendiste. Desabrochó tu pantalón y lo quitó de manera ágil debido a la posición en que se encontraban. Ahora solo estás en bragas y con un gran sonrojo en la cara.
—De verdad eres muy linda, ______-chan... —la mirada que le dio a tu cuerpo fue muy obvia. —No entiendo porque usas toda esa ropa grande.
Hiciste un puchero.
—Deja de mirarme de esa manera, sólo me pongo más nerviosa... —desviaste la mirada.
—¡Es que eres muy bonita! —te dio un piquito.
Reíste. Sabe como calmarte de buena manera, todos esos halagos bonitos sólo provocaron que te exites aún más. Sus besos pasaron desde tu vientre hasta tu muslo derecho. Se hizo un poco para atrás y te quitó las bragas por igual, se quitó el resto de la ropa que le quedaba a él, agachándose un poco para quedar a la altura de tu entrepierna; comenzó a hacerte sexo oral mientras el se masturbaba. Tragaste saliva y te mordiste el labio mientras tapas tu boca con tu mano, tu respiración estaba muy agitada, y el placer es mayor debido a que se está concentrando en tu clítoris. Era casi imposible contener los sonidos que salían de tu boca, se te escapaba uno que otro gemido en el acto.
—E-espera, Zenitsu, yo... —él se separó al instante.
Lo viste confundida.
Él sonrió y acarició tu cabello. Hiciste un puchero.
—Lo lamento —se disculpó. —Pero mira como estoy, ¿de verdad me vas a dejar así?
Es imposible que se atreviera a hacer una cara tierna mientras decía eso. Pudiste jurar haber escuchado un ruido extraño, sin embargo la audición de Zenitsu es mejor que la tuya; él no dijo nada así pensaste que era de menor importancia. Miraste al rubio a los ojos, te mordiste el labio al ver su miembro en el acto.
—¿Puedo? —preguntó refiriéndose a meterlo.
Asentiste.
Te jaló de las caderas para acercarte más a él, entonces acomodó su miembro en tu entrada y lo metió un poco, apenas sentir el contacto un gemido salió de tu boca, te la tapaste con la mano, intentando ahogar los sonidos que estabas haciendo. Agatsuma se movía lentamente cuando su pene entró por completo, te tomó de las manos y te ayudó a sentarte en la mesa (realmente solo te levantaste un poco), para que pudieras abrazarlo y aferrarte a él. Cuando estuvieron cara a cara, una de sus manos se posó en tu cadera mientras que con la otra atrajo tu rostro hacia el suyo, para besarte. Sus labios se tocaron y no fue precisamente el mismo beso dulce y tierno que al principio. Él mordió tu labio y comenzaron a jugar con sus lenguas, chupando y lamiendo... Muy bonito el beso francés que se dieron.
—Ah... —te separaste debido a que habías escuchado un gemido y no era precisamente de Zenitsu.
Tanjiro se encontraba sentado en el piso, sin los pantalones y se estaba masturbando, fue entonces que las palabras de Zenitsu tomaron sentido; un acuerdo. Cegada por la lujuria, en lugar de molestarte simplemente continuaste observando al de pendientes. El hecho de ver como sujeta su miembro y su mano sube y baja te provocaba más excitación.
—Que traviesa eres, ______-chan... —murmuró Agatsuma. —Apenas te diste cuenta de Tanjiro-kun te pusiste mojaste más.
—Zenitsu... —lo miraste y luego a Tanjiro. —Quiero.
Él salió de ti, te levantaste de la mesa, él se hizo a un lado. Caminaste hacía Tanjiro, Agatsuma agarró la manta en la que estabas acostada y la tendió en frente de su amigo.
—¿______-chan?... —preguntó el de cabello borgoña al ver como te agachabas.
En su voz se notaba lo exitado que estaba.
Una vez sobre la manta, tomaste el miembro de Tanjiro y lo acariciaste con cuidado, subiste la cara para ver su expresión; una mirada tímida con una sonrisa nerviosa, sin embargo el simple hecho de tener una erección delata todo eso. Acercaste tu boca y primero lo lamiste, Tanjiro se aguantó el gemido mordiéndose el labio pero fue imposible cuando su pene entró a tu boca. Ahora fuiste tú quien gimió cuando sentiste a Zenitsu penetrarte desde atrás. Entonces empezaste a lamer y chupar el miembro de Tanjiro con cuidado de no lastimarle.
—N-no lo hagas tan rápido, _-_____-chan... —dijo con la voz entrecortada. —Me voy a...
No pudo terminar cuando sentiste como terminó en tu boca, te costó un poco pero lo terminaste tragando.
—Oh, no tenías que hacer eso si no querías —te dijo mientras te limpiaba el sobrante que caía de tus labios. —Pudiste haberlo escupido, ______-chan.
Tu corazón se vio tocado por tremenda dulzura, una gran sonrisa apareció en tu cara. Tanjiro tomó tu rostro y dejó un beso en tu mejilla, luego volteó a ver a su amigo rubio. Este se alejó de ti dándole espacio a Kamado para hacer lo que gustase.
—Que envidia, ______-chan —Zenitsu dijo mirándolos mientras se sentaba a un lado. —Ya iba a terminar después de todo...
Hizo un puchero el cual ignoraste.
Tanjiro te tomó en sus brazos e hizo que te sentaras encima de él
Antes de sentarte bien, tomaste su miembro y lo acomodaste en tu entrada, así para cuando te sentaste; entró por completo en ti. La expresión tierna de Tanjiro te hizo sentirte súper cómoda. Empezaste a moverte mientras él te toma de las caderas.
—Por Dios... ¿Cómo puedes ser extremadamente dulce aún así? —le preguntaste mordiendo tu labio.
Incluso en el rostro excitado de Tanjiro apareció una sonrisa.
—¿Realmente te parezco así? —preguntó con una risita. —Me alegra.
Tanjiro te acercó más a él y empezó a besar tu cuello y mordisquear tu oreja un poco, tragaste saliva porque también estaba tocando tus pezones. Te levantaste para acostarte sobre la manta, Tanjiro tomó tu cadera y la levantó para después volver a entrar en ti, ahí fue cuando sus embestidas ya no eran las mismas lentas de antes, ahora iba más rápido y se notaba en sus movimientos. No sólo tú si no que él también lo estaba disfrutando. Estiraste tu mano para agarrarle y él entrelazó sus dedos con los tuyos.
Embestida tras embestida y embestida.
Apretaste su mano con fuerza cuando sentiste que te ibas a correr, él hizo lo mismo y salió de ti antes de terminar, por ende su semen terminó cayendo en tu abdomen.
—Eres tan suertudo, Tanjiro... —Zenitsu dijo con envidia.
Estabas realmente exhausta.
—Debemos limpiar esto antes de irnos... —los dos chicos se miraron.
Tanjiro tomó sus pantalones y se levantó, fue por un par de servilletas para dárselas a Zenitsu, cuando se volvió a acercar a ti aún seguías acostada en el piso. Sacó papel de su sudadera y te limpió el abdomen.
—Lo lamento —se disculpó mientras desviaba la mirada.
—Debe ser irreal que seas tan lindo... —le dijiste aceptando el demás papel que te dio para poder limpiarte.
—Es imposible que no sea de esta manera contigo.
Se levantó para poder limpiarse y volver a ponerse su ropa. Zenitsu ya estaba cambiado y sólo faltabas tú, el rubio se encontraba limpiando el desastre que hizo en el piso debido a que manchó un poco. Tanjiro te pasó tu ropa y te ayudó a cambiarte.
—Aquí no sucedió nada... —Dijo Zenitsu. —No creo que nadie nos haya escuchado.
—Todos estaban dormidos, me aseguré de eso —afirmó el de pendientes.
—Necesito una ducha y descansar, quedé exhausta... —empezaste a caminar y sacaste tu celular para ver la hora. —Por el amor de Dios, son casi las 2 de la mañana.
Luego de despedirse y desearse buenas noches, cada quien se fue por su camino.
Habías dormido bien, sin embargo tus compañeras te despertaron temprano y desde ese momento te quedaste mirando al techo; pensando en lo que había pasado en la noche anterior y posterior a eso en la madrugada. Tragaste saliva, te pusiste toda roja y te diste cuenta de la tontería que habías cometido, ya no ibas a poder verle la cara a ninguno de los tres; a Tanjiro y Zenitsu porque tuviste relaciones con ellos y a Inosuke porque no podrías contarle lo que pasó con los otros dos.
—¿Estás bien? —preguntó la chica de cabello castaño.
Abriste los ojos de sorpresa al escucharla, ninguna había preguntado nada por el momento.
—Aún no vamos a desayunar, es temprano —habló otra. —¿Por qué no vas a tomar un paseo, ______-chan? Al parecer necesitas aire fresco.
—Creo que haré eso —suspiraste.
Te levantaste, todas dejaron de verte para que pudieras cambiarte a gusto y cuando terminaste, saliste. Había una que otra persona afuera pero nada del otro mundo, entonces el azabache de puntas azules apareció en frente de tus ojos, iba caminando por ahí con tranquilidad, no estaba exaltado ni nada por el estilo y hasta se veía más atractivo de esa manera. Esta vez en lugar de ir con el torso desnudo como siempre llevaba un suéter algo delgado pero lindo para su apariencia.
—Inosuke-kun —te acercaste a él.
Te volteó a ver.
—Normalmente despiertas tarde, eres como un gato al dormir —se burló de ti al verte.
—No digas tonterías, ¡tú despiertas incluso más tarde que yo!
—¡Callate eso es mentira!
—No lo es.
—Sí lo es.
—¡Qué no!
—¡Qué sí!
Empezaste a reír, lo dejaste extrañado pero habías olvidado por completo la vergüenza de lo que sucedió la noche anterior. Las tonterías de Inosuke son como un medicamento natural, algo para hacerte sentir feliz sin necesidad de ser forzado. Él frunció el ceño con confusión, después de todo no sabía que sucedía contigo.
—Estás loca.
—Estoy feliz gracias a ti —corregiste.
Cuando escuchó eso, un poderoso rubor se apoderó de toda su cara. Desvió la mirada para que no lo pudieras ver viendo debido a su cabello, se había avergonzado y unas palabras tan simples le hicieron feliz también; después de todo venían de ti, la chica que le gusta.
—Eso es bueno, supongo —se cruzó de brazos.
—Pero bueno, joven —comenzaron a caminar. —Sé que este tipo de lugares son lo tuyo pero ¿a qué se debe?, Me refiero a tu ropa de hoy. Te ves particularmente guapo y muy atractivo.
—Deja de decir mierdas así —te volteó a ver.
—Digo la verdad, hoy amanecí eh... No importa, pero no sabes cuando alegre estoy de que hayas sido el primero con el que me tope.
—Estás extraña, ________.
—Tú también, casi nunca me llamas por mi nombre. Es raro.
—Entonces los dos estamos raros.
—Tú más —reíste.
Inosuke se detuvo, al darte cuenta también te detuviste. Él volteó hacia ti y te tomó en sus brazos para poder abrazarte, dejó un beso en tu cabeza.
—Que bueno que te callaste —cuando le miraste al rostro te sacó la lengua.
No dijiste nada más, seguías sorprendida.
—Quita esa cara, así ya no te vas a ver linda —frunció el ceño. —¡No estoy diciendo que ya seas linda!... Sólo comentaba.
—Te quiero Inosuke —soltaste mientras sonreías.
Se volvió a sonrojar.
—¡Deja de decir babosadas de ese grado! —dijo exaltado.
—Realmente te quiero, Inosuke.
Le abrazaste de nuevo, con los ojos llorosos le apretaste fuerte para no soltarte.
—¿Realmente qué sucede contigo?... —se preguntó mientras acariciaba tu cabello. —Deja de llorar, me siento mal por tu culpa.
No hiciste caso.
—También te quiero —respondió y comenzaste a llorar aún más. —¡No era para que lloraras!
El one shot más largo que he escrito en toda mi maldita vida. Lamento haber tardado una semana en actualizar.
Sé que ninguno uso condón, ustedes ya deben de saber la importancia. Esto es una historia, por favor solo disfruten y no se fijen en temas así mientras sea ficción.
Es que tarde 4 días escribiendo esto 😔
Realmente quiero pedir disculpas, estos últimos días estuve ocupada con Twitch y Youtube, ese fue uno de mis propósitos de año nuevo. Para final de este año quiero tener tan siquiera 50k de suscriptores en Youtube, ya no tengo clases y el libro casi termina así que quiero dedicarle un poco más de tiempo a Youtube pero no dejaré esto, no se preocupen. (❁ᴗ͈ˬᴗ͈)◞
Ahorita no subo contenido taaaaan de calidad en Youtube pero si quieren seguirme me encuentro como OkLu si le dan a la opción de canales es el primero que aparece, tengo un mono con el peinado follador. En twitch estoy como Fuc0kLu nomás que voy a estar más activa en Youtube.
No es afuerza, solo si quieren apoyarme. ((๑ 丷๑)))
Con que lean este libro y me dejen sus comentarios me siento feliz. UwU
Realmente me divertí escribiendo esto, por si se preguntan... Inosuke es el canon (❁ᴗ͈ˬᴗ͈)◞ nel, eligan a quien gusten XD pero en lo personal Inosuke es mi fav en este os, no pregunten porque.
Buenas noches, l@s amo ✧⁺⸜(●˙▾˙●)⸝⁺✧💕
1:26AM - 16/01/21
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