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Amor (día 9)

Cuento de hadas!

Cuenta una leyenda que cada navidad las hadas salen, las hadas salen en busca de quien será su amor de verdad. Es justo por eso que la Navidad se vuelve mágica, mientras más felicidad y alegría irradien las personas, más hadas podrán encontrar su felicidad, aquel amor verdadero. Sin embargo no todo es bueno, si algún hada no encuentra a su amor para antes del día 26, nunca más podrá ser feliz. Esto conlleva a la inevitable necesidad de lastimarse o incluso herirse para hacer felices a los demás con el único objetivo de intentar conseguir esa felicidad que no fue posible para ellas.

Las hadas son invisibles para los ojos humanos a excepción de aquella persona, su otra mitad.

—Simplemente hubiera preferido no existir —suspiraste mientras caminabas por la calle. —¡Ni siquiera puedo sentir frío! Nadie me escucha, nadie me ve y todos me ignoran...

Seguiste caminando por las calles quejándote. Tus alas se mueven debido a lo molesta que estás. Cada que tocas a una persona esta voltea pero tú al ser invisible para ellos, simplemente siguen con su camino pensando que fue una equivocación de alguien más. Aún sobraba tiempo pero mientras más caminabas la dificultad aumentaba. Lo único que temes es perder tu felicidad, no tu felicidad... En sí sería tu libertad. ¡Vaya maldición! ¿Todas las hadas realmente son así? Terminaste sentándote en frente de una tienda, al lado de un bote de basura. Abrazaste tus piernas mientras veías como la gente pasaba caminando; con amigos, parejas, mascotas... Sin embargo nadie volteaba a verte, tu presencia era irreal para los demás.

Fue entonces que alguien pasó.

Era una chica de cabello rosa con las puntas verdes, al parecer iba caminando algo rápido pero feliz. Como si estuviera jugando con alguien.

Y ese alguien apareció.

Ella paró para esperarlo, estaba a penas medio metro lejos de ti y cuando él pasó sus ojos se cruzaron con los tuyos. Desviaste la mirada varias veces, estabas confundida. «¿Realmente nos vimos o lo imaginé?» te preguntaste mientras revolvías tu cabello. Aquel hombre frunció el ceño y continuó su camino junto a esa chica. Fue entonces que te diste cuenta, sus miradas se cruzaron y sí, se vieron. Te levantaste rápido del piso, los seguiste mientras volabas por encima de ellos. «¿Cómo dirían los humanos?... ¿Los estoy acosando?» vagaste en tus pensamientos sin perderlos de vista, estabas tan emocionada que de tus alas comenzó a salir polvo de hadas.

—Uh... —los dos pararon.

Tú también.

—¿Esto es diamantina? —preguntó la de cabello rosa. —Mira Iguro, está cayendo diamantina del cielo.

«¿Cómo diablos lo vio?...» Bajaste rápidamente al piso y te encondiste. El hombre de cabello negro de nombre Iguro volteó al cielo. Tragaste saliva. «¿No se supone que solo puede verlo...?» Nunca nadie en tu vida te advirtió sobre algo así. Cuando eres invisible para los demás, lo eres en su totalidad sin excepciones aparte de la persona que será tu amor de verdad. Cuando continuaron con su camino, hiciste lo mismo, los seguiste.

Obanai dejó a Mitsuri en casa y cuando le viste solo, aprovechaste la oportunidad para acercarte. Ibas caminando detrás de él, alejada y escondiéndote algunas veces. No sabías como diablos acercarte.

—¿Qué hacías siguiendonos? —paraste en seco cuando escuchaste una voz.

—Y-yo... —no pudiste hablar.

—¿Además qué hay con ese disfraz ridículo?

—Es... De verdad —murmuraste lo último. —Me gustaría explicar no sé si pueda hacerlo correctamente. Es difícil y quizás no me creas...

Cuando terminaste de hablar, él había continuado caminando.

Corriste hacia él y le tomaste de la mano.

Iguro se detuvo algo sorprendido.

—Dejame explicarte, por favor...

• • •

—No sé como es que ella puede verme —le respondiste mientras volabas a su lado.

—Dices que eso no es posible —asentiste.

—No debería de serlo.

Te sentaste debajo de un árbol. Iguro volteó a verte y enredó una bufanda al rededor de tu cuello. Le viste sorprendida mientras tus ojos se iluminaban. Él desvió la mirada mientras tapaba su cara con la bufanda. Pese a que no tenías frío, Obanai te dio ropa más cálida. Había pasado una semana y cada vez quedaba menos tiempo. Faltan 9 días para navidad y cada vez vas perdiendo más y más las esperanzas. Iguro esperó a que continuaras hablando, su acción le dio vergüenza y no quería decir nada más hasta que tu lo hicieras primero.

—Nunca me hablaron de esto... ¿Será porque ella te gusta? Ó ¿le gustarás? Aún así no sé que tiene que ver.

—No lo creo —suspiró. —Dudo que sea eso...

Lo miraste, la sonrisa que había en tu cara se desvaneció.

—Debe ser irritante la idea de que estés atado a alguien de por vida —comentaste bromeando. —A mí realmente no me gustaría estar aquí, mis hermanas sin embargo...

—No es eso —respondió. —Esta es la cosa más rara que me ha pasado en toda mi vida.

Reíste.

—Ciertamente no es normal, después de todo no soy un hada normal. Mido casi lo mismo que tú pero tengo alas y puedo volar. Eh... También tengo una maldición así que —reíste.

—¿Sólo tengo que quererte? —preguntó.

—Eso creo...

Iguro se recargó en el árbol detrás de él. Cerró los ojos y al parecer se puso a pensar. Fue entonces cuando pensaste que estabas siendo una molestia y egoísta. El celular de Obanai sonó pero él no respondió, aún seguía pensando. Lo tomaste para ver de quien se trataba. Tus esperanzas se desmoronaron por completo al leer el nombre de Mitsuri. No podías romper una relación linda entre dos personas... Pero sí eso es verdadero, ¿por qué Iguro puede verte? Siquiera por qué ella también puede verte. Era solo un mensaje y no podías leer que decía pero imaginabas que quizás era algo lindo viniendo de ella.

El pelinegro abrió los ojos, acarició a la serpiente en sus hombros y cuando la miraste te sorprendiste.

Te dijo lo que pasaría.

Bueno, después de todo eres un hada, puedes hablar con los animales.

—¿Todo esto terminará hasta el 26? —preguntó, asentiste. —¿Debo de estar contigo?

—Me tienes que querer.

Iguro estiró sus brazos hacia ti, te rodeó con ellos y después acarició tu cabello.

¿Qué diablos le sucedió y por qué ignoró esos mensajes?



Este tuvo potencial. U.u

Hay un pedido en especial y una idea que quiero escribir, espero poder hacerlo mañana uwu

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