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021

La vida muchas veces nos da muchos golpes, la mayoría de estos sirven para aprender, crecer como persona y no cometer el mismo error.

"Aprender del pasado"

Era una frase que Hanagaki Takemichi había tenido que reflexionar casi a la fuerza. Pues luego de su primer viaje entendió que si no pensaba con mayor cuidado sus pasos, probablemente condenaría a muchos en el futuro.

Hinata Tachibana, su novia, el propósito de sus viajes, la razón por la cual se enfrentaba constantemente contra el mismo pasado para que ella no muriera de la forma tan cruel a la que estaba destinada, o al menos así era.

Oyuki Okinori llegó a su vida en un punto donde no sabía que más hacer. Acababa de regresar del futuro y lo que se encontró no fue más que un camino sin salida. Nada le daba indicios y tampoco podía estar paseándose entre pasado y futuro cuantas veces le plazca.

Estaba perdido, o eso creía.

Gracias que Yuzuha pidió ayuda fue que recordó algunas de las palabras de Naoto.

"Yuzuha Shiba fue condenada a veinte años de prisión por homicidio con un arma blanca"

Había sido la castaña, ¿pero por qué?.

¿Qué hubiera hecho que esa linda chica matara a alguien de una manera tan brutal como lo decía el expediente?

Ahora lo sabía.

Y se podría decir que hasta la entendía. Él también tuvo unos profundos deseos de que Taiju alejara sus repugnantes manos del cuerpo de Oyuki.

Pero pensó a mayor escala. De alguna u otra manera, tanto Oyuki como Taiju habían salido ilesos de todo, y aunque no le agradara mucho la idea, Taiju podría vivir muchos años más.

Al menos eso pensaba hasta que el sonido de un disparo llegó a sus oídos.

Ver el cuerpo de Oyuki desplomarse en el piso fue lo que ocasionó que reaccionara. Fue el primero en correr fuera de la iglesia a pedir una ambulancia, no le importaba ir a la cárcel por estar en una pelea entre pandillas, sinceramente tampoco le importaba si capturaban a alguno de sus compañeros.

Lo único que tenía en mente era ese vestido blanco bañado en sangre, el cabello de Oyuki salpicado con la misma y su expresión cansada.

No, no podía. No podía morir, no iba dejar que lo haga.

Aún tenía mucho por vivir, aún debía decirle cuánto la amaba. Si Oyuki se iba él estaría perdido.

Porque sin Oyuki, Hagaki Takemichi ya no tendría tantas motivaciones como para regresar al futuro otra vez.

-Atrápenla- ordenó Taiju con Oyuki entre sus brazos, una gran mancha se expandía por su blanco vestido mientras sus ojos se cerraban lentamente

A los pocos segundos cuatro miembros de Black Dragon se acercaron con la mujer, quien no ponía resistencia alguna, estaba lo suficiente traumatizada como para reaccionar ante cualquier cosa.

Le había disparado a su hija. Había fallado y su hija podría morir en cualquier momento.

-¿Tienes alguna idea de lo que has hecho?- preguntó el Shiba mayor mirando con repudio a la mayor

-Oyuki....- murmuró Manjiro mirando a la chica desplomada en el suelo, la sangre había alcanzado a salpicar y su rostro tenía pequeñas gotas carmesí

Fue ahí cuando volteó a ver a la madre de Oyuki. Ella había sido, ella era la culpable de todo.

-Tenemos que llevárnosla, ahora- hablo Takemichi con desespero -ya llame a una ambulancia, no tardan el llegar-

Chifuyu lo miro mal.

-¡No voy a dejar que muera!- gritó hacia su amigo -ella no, no puede....-

-Yo la llevaré- dijo Draken al ver que nadie más lo hacía

Aunque en parte los entendía, todos tenían mucho que perder si la policía los atrapaba. Él en cambio, solo tenía a esa chica, si ella iba a estar bien, todo lo demás pasaba a segundo plano.

Incluso el pelilila se sintió mal por no hacer nada al respeto, pero tenía dos hermanas en casa a las cuales no les podía hacer falta.

Baji no podía volver a hacer llorar a su madre, era lo que menos necesitaba.

Chifuyu no podia cargar con más cosas a su madre, ya tenía suficiente con su trabajo.

Smiley por su parte seguía muy preocupado por Angry, quien no había despertado en todo ese rato.

Inui y Koko estaban más que dispuestos a llevársela, pero a otro país. Creían que habría una mejor atención médica. Aunque claro, todos se negaron a dicha idea.

Y los Shiba, ellos habían desaparecido minutos después de haber atrapado a Akira Okinori, prometiendo que irían a ver a Oyuki tan pronto como pudieran. 

No tenían un buen presentimiento de aquello.

-Ella va a estar bien Mikey- le dijo el de trenza antes de salir de la iglesia en dirección a la ambulancia

Manjiro anhelaba con todo su corazón que así sea. Porque estaría perdido si ella no volvía a sus brazos.

-Su pulso está deteniéndose- aviso uno de los paramédicos en la ambulancia

Draken, quien iba con ellos, contuvo la respiración y procuró no hacer ningún movimiento brusco. Aún seguía asimilándolo, todo había sucedido tan rápido.

-Iniciando compresiones- indicó el doctor comenzando a hacerle RCP

Una descarga fue dada en el pecho de la chica, pero no se oyó nada.

Una segunda, seguida de una tercera.

Las esperanzas de Draken se iban cada vez que los oía decir que aumentarán la potencia.

-Una ultima vez, vamos niña tú puedes- le dió ánimos antes de lanzar la cuarta y última descarga

Esos fueron los peores dos segundos en la vida del rubio.

Pero cuando oyó el pitido de la máquina se permitió soltar un par de lágrimas de todas las que había estado reteniendo.

Se acercó lentamente a la camilla y sujeto la mano de la chica, llevándola a sus labios para dejar un pequeño beso.

"Estas bien, aún estás conmigo" pensaba.

-Ya estamos llegando, bajaremos rápido así que le pido que se aparte- pidió uno de los médicos hacia Draken

En otro momento le hubiera lanzado una mirada amenazante para que se alejara, pero dado el caso sólo pudo asentir y tomar distancia.

Aunque era lo que menos deseaba.

-Ella estará bien hijo, tendrás muchos años más junto a tu novia- aseguro el doctor antes de irse

"Novia" eso había sonado muy bien.
Claro que lo sería, Oyuki iba a ser la madre de sus hijos, de eso podía estar seguro.

Aunque sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del característico motor de Mikey, juntos a muchos otros detrás.

Suspiró. Iba a ser una larga tarde.

-¿Han dicho algo más?- preguntó Mitsuya al regresar de la cafetería, repartiendo unas botellas a cada uno

-No, aún no sale de cirugía- respondió Baji mirando la puerta que daba al quirófano

Solo quería que esa maldita luz se apagara, solo quería volver a verla.

-¿Ustedes.....no, mejor olvídenlo- se cortó a sí mismo Chifuyu

-¿Qué sucede?- preguntó Keisuke aún si mirarlo

-No, no pasa nada- negó con la cabeza

-Dilo ahora o voy a ir a patearte- amenazo el azabache

Los demás somos veían seriamente la escena montada. Gracias a ellos todo estaba destentándose un poco.

-¿Ustedes creen...que la tía de Oyuki lo hizo a propósito?- preguntó Matsuno

Bueno, hasta ahí llego todo.

Mitsuya suspiro, la verdad esa pregunta también rondaba en su cabeza.

-¿Esa no era la madre de Oyuki?- preguntó Mikey con una mueca de confusión al igual que la mayoría de presentes

Takemichi y Chifuyu compartieron una mirada. Asintiendo con firmeza.

Esas fueron dos largar horas de plática sobre la verdad de Oyuki y su familia.

-Takemichi ven- llamó Chifuyu

El ojiazul se acercó con duda, ya casi eran las siete de la noche y seguían en el hospital. Aunque ahora Oyuki estaba mucho mejor, seguía sedada pero fuera de peligro.

-Creo que es hora de que vuelvas al futuro- le dijo Matsuno a penas llego a su lado -capaz así veas que sucede con Oyuki, ademas lo lograste, todos están a salvo-

Takemichi rió un poco. La verdad quería quedarse hasta que Oyuki despertara pero también creía que ir al futuro era una mejor idea.

Y luego de una breve despedida con los demás chicos, se encaminó a casa de su novia. Donde el pequeño Naoto le dio la mano totalmente confundido.

Y en un abrir y cerrar se ojos ya se encontraba nuevamente en el futuro.

"Mi cabeza duele" murmuró Hanagaki mientras abría lentamente los ojos, cosa que lo alarmo de inmediato.

Número uno, ese no era su techo.

Número dos, su cama no era tan cómoda con aquella en la que se encontraba ahora.

Y número tres, estaba desnudo y muy seguro de que había una mujer a su costado. Podía oler perfectamente el suave perfume que emanaba.

-¿Qué haces despierto tan temprano?- preguntó aquella linda voz a su lado

Se le hacía conocida. Mucho en realidad.
Pero sabía que no era Hina.

-Y-Yo lo si-........- las palabras quedaron cortar para cuando volteó la mirada

Esa cabellera peliblanca junto a esos ojos azules podía reconocerlos donde sea.

-¿Oyuki?- preguntó en un balbuceo

La chica rió, alargando su mano para acariciar su mejilla.

-Las fiestas no son tu fuerte cariño- hablo mientras se acercaba a él

Takemichi estaba en el cielo. Oyuki, la chica de sus sueños, estaba acurrucada a un lado de él, totalmente desnuda y dándole pequeños besos en el pecho.

Si, si ese era su final podría morir en paz.

-Quisiera estar asi todo el día- murmuró Takemichi mientras acariciaba la espalda de la chica

-Yo también, pero ya debemos ir con los demás, sabes que no podemos llegar tarde o se molestarán- respondió Oyuki mientras levantaba la cabeza para dejar un beso en la comisura de los labios del rubio

-¿Se molestarán?- preguntó confundido Hanagaki mientras sentía cómo la chica escapaba de sus brazos, quedando embobáis al verla envolverse en una de las sábanas y dirigieres hacia el baño

-Puede ser, pero dejemos de pensar en ellos ahora, voy a darme una ducha, ¿quieres acompañarme?- preguntó con una sonrisa la peliblanca mientras dejaba caer la sabana

Si, Takemichi podía morir ahí mismo, y sería el chico más afortunado del mundo.

-Ya estamos llegando- aviso Oyuki -y justo a tiempo- murmuró revisando su reloj de mano

Takemichi estaba totalmente embobado mirándola. No había duda de que la madurez le había sentado muy bien a Oyuki. Sus caderas anchas, su cintura más pequeña, su cuerpo en general era una obra de arte ante sus ojos.

Pero lo que más le gustaba era que seguía siendo esa linda chica, alegre, amable y amorosa que alguna vez conoció. Valiente y hermosa, esa era su Oyuki.

Porque si, vagos recuerdos empezaron a llegar a su mente mientras tomaban una ducha. Se sonrojo mucho ante las imágenes que veía pero no podía estar más feliz, ahora Oyuki si era suya.

-¡Vamos Takemichi!- habló Oyuki mientras jalaba de su muñeca

Habían llegado a un gran edificio, él no reconocía nada pero al parecer la alegre peliblanca si. Por lo que solo se dejó guiar.

-Muy bien, llegamos- murmuró la chica sacando una pequeña libreta -recuerda, no toquemos las pastillas de Sanzu, tampoco el licor de Ran y Rindo, ellos suelen molestarse por ello, tampoco los Dorayakis de Mikey, él siempre es delicado con ello....veamos que más....- murmuró pasando las hojas -no hay que mirar a Kakucho de frente, uh tampoco mencionemos la palabra quebrar delante de Kokonoi, se pondrá como loco- rió

-E-Espera, ¿por qué me dices todo esto?- preguntó Takemichi aturdido por la información

-Oh, es que como eres relativamente nuevo en nuestra relación es algo que debes saber, todos estamos a gusto con todos- sonrío la chica -por ahora Izana no puede acompañarnos, pues sigue de viaje, pero cuando venga te daré las pautas para que no tengamos problemas-

"¿Izana?" Se preguntó el ahora pelinegro en su mente.

-Muy bien, allá vamos- suspiró Oyuki mientras abría las puertas -lamentamos la demora, nos distrajimos un poco- dijo rascándose la nuca

Takemichi quedó desconcertado ante lo que vieron sus ojos. Ilegal gritó su mente una vez miro todo lo que sucedía en esa habitación.

Un chico con el cabello rosa tenía una katana apuntando hacia uno de cabello morado corto. Con una gran sonrisa en su rostro, haciendo resaltar aquellas cicatrices de las comisuras de sus labios.

El de cabello morado, simplemente hablaba con un chico con su mismo color de cabello, con la diferencia de que este era largo y portaba un cigarrillo entre sus dedos. Y una mirada desinteresada adornaba su rostro.

Un tipo de pelo negro estaba sentando mientras jugaba con una pequeña navaja entre sus manos, para luego lanzarla hacia algún lado de la habitación, encajándose en la pared con fuerza.

No reconoció a ninguno de aquellos cuatro.

Sin embargo pudo reconocer a Koko, quien a pesar de tener el cabello largo y blanco, seguía teniendo esa sonrisa que tanto lo molestaba. Emanaba un aura de superioridad muy notorio y parecía aburrido mientas contaba un fajo de billetes.

Y por último Manjiro, cabello blanco y corto, tenía una minúscula sonrisa en su rostro mientras tomaba un dorayaki del centro de la gran mesa. Estaba delgado y se le veía algo cansa, no parecía ser el Mikey que alguna vez conoció.

Todos ellos voltearon la mirada al mismo tiempo. Haciendo que le recorra una escalofrío.

-Escuchamos su pequeña conversación linda, no es necesario disculparse- habló el de cabello morado corto

-Solo le daba algunas pautas para que no esté muy perdido- dijo sonriendo mientras apretaba la mano de Takemichi, llevándolo con ella cuando se acercó al chico -Takemichi, él es Ran Haitani, su hermano Rindo- presentó a ambos de cabellos morados -el de cabello rosa es Sanzu- murmuró recibiendo un ligero beso en la cabeza de parte de este -Kakucho, aunque creo que ya se conocen- la chica dejo un beso en los labios del mencionado antes de seguir caminando -él es Koko, a quien también conoces- mencionó señalando

Hajime solo se acercó a la chica antes de dejar un sonoro beso en su cuello, ella solo rió ante la acción.

-Y por último pero no menos importante Mikey- dijo soltando la mano del rubio antes irse a sentar en las piernas del mencionado

-¿Estás bien? ¿No ocurrió nada malo?- preguntó Manjiro

-Descuida todo está bien, ya desayune y tome una ducha- respondió dejando un beso en sus labios -hoy tendremos todo el día para nosotros-

Ok, Takemichi no entendía nada.

PERO NADA.

-Que bueno que aceptaras unirte, Hanagaki- felicitó Koko mientras le daba algunas palmadas en la espalda al pelinegro

-¿U-Unirme?- preguntó este confundido

-Se refieren a nuestra relación cariño- aclaró la chica mientras se dejaba abrazar por los Haitani

-El poliamor no es bien visto actualmente, pensamos que tendríamos que matarte si llegabas a hacer un comentario incómodo al respecto- río Sanzu

-Descuida Takemichi, él solo está bromeando, ¿cierto Haru?- le preguntó mientras lo abrazaba

Sanzu murmuró algunas cosas pero luego solo asintió a lo dicho.

"Relación poliamorosa" resonaba en la cabeza de Hanagaki una y otra, y otra vez.

-Bienvenido Takemichi, ahora que eres un miembro oficial de Bonten y compartimos a nuestra reina, hay un par de cosas más que debes saber- dijo Manjiro mientras se paraba de su asunto para caminar hacia el chico

Ese sería su futuro.

A menos que decida cambiarlo.

Pero....¿Lo haría?.


Aaaaaa ok, ahora si, llegamos al fin del primer acto.

No puedo creer de todo el amor que ha tenido este fic y lo agradezco de todo corazón. Estoy feliz con el final, hay algunas cosas que se que quedaron sin respuesta pero créanme que resolveré todas sus dudas en el siguiente acto.

Me tomare un pequeño lapso para poder plantear muy bien lo que sigue.

Espero les guste mucho, no olviden votar, comentar y seguirme en caso lo hagan.

Un beso enorme para todas/os/es.

Tengan una linda noche. <3

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