-De acuerdo, déjame ver si entendí- le dijo la peliblanca sin dejar de ver la pantalla -tu hermano mayor esta como que ¿obsesionado conmigo?, y dice que cuando los Black Dragons, banda de la que tu hermano es líder, encuentren donde vivo, ¿armarán un plan para secuestrarme?- preguntó mirando a la castaña por unos segundos

-Si, creo que lo entendiste bien- comentó esta riendo con nerviosismo

-Oh se me olvido, tendré niñeros- murmuró con sarcasmo -¿sabes que pasará cuando Okasan los vea rondar por afuera de la casa?-

-Tenemos todo pensado, tu solo...trata de no pensar en que te siguen- la ojiazul levantó una ceja con ironía

-Claro, porque tu hermano mayor no es un loco abusón que va detrás mía- suspiró  para voltear a ver a su amiga con un gesto de preocupación -¿cómo sigues?-

-Es la decimoquinta vez que me lo preguntas- murmuró sonrojada -estoy bien, no debes preocuparte- susurró tomando las blanquecinas manos de Oyuki entre las suyas

-Eres mi mejor amiga, ¿como no podría preocuparme?- preguntó abrazándola por sorpresa

Mejor amiga.

Esas palabras rondaban por el cerebro de la castaña, era un martirio constante el tan solo recordarlo. Aunque al sentir los grandes pechos de Oyuki chocando contra los suyos la hizo olvidar su enojo.

-Me agrada cuando te pones cariñosa- Yuzuha rió mientras la apretaba más contra ella, aprovechando en oler su cabello, vainilla y coco

Claro que sabía a qué olía, estaba enterada hasta de la marca de shampoo que la peliblanca compraba. El cómo le gustaba escoger los envases de hasta atrás, aunque casi siempre terminaba por escoger uno del medio.

-Ya, no te burles- la ojiazul se separó dejando a la castaña sintiéndose vacía -ahora debo volver a mi partida, ¿quieres jugar?-

-Claro, iré en un segundo- tomo su mochila y se acercó al baño de la habitación de la ojiazul

Una vez dentro sacó un pequeño pomo vacío y tomó la colonia favorita de su amiga. Lleno el pequeño frasco, lo metió dentro de su maleta, no sin antes dejar todo como estaba claro, y salió de manera tranquila.

Ahora tenía lo necesario para sentir la presencia de Oyuki en su propia habitación.

Dato: Yuzuha lleva mucho tiempo llevándose pequeñas cosas de la habitación de Oyuki, más está siempre piensa que las pierde por lo despistada que puede llegar a ser.

-¿Aquí es?- preguntó Mikey estacionando su moto fuera de una escuela, con Draken y Takemichi detrás

-Si es que Hakkai no nos dio la dirección equívoca, creo que si- respondió Draken suspirando al ver cómo algunas personas volteaban a mirarlos

-¡Ya deben estar por salir!- dijo rápidamente Takemichi al ver cómo Mikey empezaba a bostezar

Unos pocos segundos después la campana sonó anunciando el final de día, muchos alumnos empezaron a salir a toda prisa, chocando entre ellos, en grupos o simplemente solos. Aunque al ver a los tres pandilleros en sus motos frente a la puerta de salida se les bajaban las ganas de querer salir.

Draken optó por levantar un poco su cuellos para tratar de encontrar a ambas chicas.

-No las veo- dijo mientras seguía buscando, ignorando a las muchas chicas que trataban de acercarse a ellos

-¡Oyuki, deja de golpearlo!- aquel grito llamó la atención de muchos, al igual que de aquellos chicos

Vieron como un gran grupo de alumnos crearon un círculo, se podían escuchar los sonidos de golpes y quejas de dolor, todo hubiera estado bien, de no ser porque comenzaron a escuchar quejas de una chica. El primero en reaccionar y bajar de su moto fue Takemichi, aunque los otros dos lo siguieron de cerca.

Una vez se abrieron paso entre los chicos y chicas, quienes no hacían más que apoyar la pelea, pudieron ver a una chica en el piso con un chico el doble de grande sobre ella, levantando su puño para impactarlo sobre su rostro, otra vez.

-¿Qué crees qué haces?- preguntó Mikey con sus ojos más oscuros de lo normal, acercándose al centro

-¡A ti que carajos te importa!- respondió él chico antes de golpear a la fémina

-¿Eso es todo lo que tienes, bastardo?- preguntó escupiendo es su rostro una considerable cantidad de sangre

-¡Ahora si verás, perra!- y antes de que pudiera si quiera volver a levantar su brazo el chico ya yacía en el suelo desmayado

Manjiro había pateado un costado de su cabeza dejándolo en aquel estado, y a pesar de saber que había ganado su enojo seguían presente.

-¡¿Qué están mirando?!- gritó Draken exaltando a todo -¡Lárguense!- no tuvo que repetir aquellos dos veces cuando todos salieron corriendo

-¿Puedes pararte?- preguntó Takemichi acercándose a la chica con rapidez

-Si, eso creo- respondió con tranquilidad

-¡Oyuki, eres una idiota!- gritó una castaña acercándose con un kit de emergencias en mano

-Idiota o no logre golpear a ese tipo- respondió riendo, aunque calló al sentir el alcohol en su rostro

-No debiste hacerlo, mira cómo estás- reprocho para después voltear a ver a los chicos, recién notando su presencia

-¿Tu eres la hermana de Hakkai?- preguntó el rubio alto tras un par de segundos

-Si, ¿por qué?....¡oh!, es un placer conocerlos, tu debes ser Mikey- sonrío al rubio bajo, quien aún mantenía su mirada en la peliblanca

-Supongo que ella debe ser Oyuki, ¿no?- preguntó por ella, quien hablaba gustosamente con Takemichi a unos pocos metros

"¿En qué momento se fueron?" se preguntaba Yuzuha

-Si, es ella, lamentó que está fuera la manera de presentárselas- rió -vamos con ellos-

-Entonces ese tipo tocó mi trasero y yo lo golpeé en las pelotas, el resto ya lo sabes- termino de contar la ojiazul al teñido quien oía todo atentamente

-Eres muy valiente Oyuki- halago el chico -el era mucho más grande que tu y aún así lo enfrentaste-

-Pues si, pero ahora me duele la cara- se quejó tocando un poco su rostro

-Las heridas sanas, yo me gano muchas al día, soy como un imán de problemas- rió contagiando a la chica, quedando embelesado por su hermosa risa

Aunque las risas cesaron al ver a los otros tres acercarse.

-Oyuki ellos son Mikey, Draken y Takemichi, aunque creo que a él ya lo conoces, ¿no?- hablo riendo entre dientes

-¿Ellos son mis cuidadores guión niñeros?- preguntó Oyuki terminando de pasar otro algodón pro su labio

-No te ves afectada por la noticia- comentó Draken mirando los movimientos de la chica

-En realidad tengo miedo- confesó haciendo que los demás la mirarán incrédulos, no lo parecía -presencié cómo es que Taiju golpeaba a Yuzuha, tengo miedo de lo que es capaz de hacerme si me encuentra- suspiró -pero después de todo, solo puedo hacer dos cosas, quedarme escondida en mi casa a esperar a que ese sujeto me encuentre, o pelear para que ese maniático no se nos acerque a mi, a mi familia, o a las personas que quiero-

-Eso es admirable, peleas pero no solo por ti- Manjiro se acercó a ella, tomado su mentón con una mano y el algodón con alcohol en otra -vaya...tienes unos ojos muy bonitos- susurró acercándose un poco más a su rostro

"Idiota te traje para que la cuidaras, no para que trates de robármela"

-Bueno, ellos están aquí para decirte cómo serán las cosas- dijo Yuzuha tomando el hombro de Oyuki para girarla en su dirección

-Gracias por lo que harán por mí, y lamento que tengan que perder su tiempo- rió ignorando lo antes dicho por Mikey

-No, estamos encantados de hacerlo- sonrío Manjiro, sentía un extraño cosquilleo en su estómago -¿cierto, Kenchin?- preguntó a su amigo sin dejar dejar de mirar a la chica

-Seguro, será un placer conocerte Oyuki- y sonrío cuando la ojiazul volteó mirarlo, aún lastimada se veía hermosa -puedes decirme Draken, no como el enano de aquí- señaló a Mikey con la cabeza

-B-Bueno porque no mejor nos vamos al templo, ¿si?- intervino Takemichi al notar el aura que rodeaba a su presidente

-¡Vamos, Yuki!- gritó Mikey poniendo una gran sonrisa en su rostro mientras arrastraba a la de cabellos blancos hacia su moto -ella irá conmigo-

-¡Mikey, deja de arrastrarla!- gritó el del tatuaje de dragón al ver cómo la ojiazul a penas le seguía el paso

-Yo debo ir a mi casa- le dijo la castaña a los otros dos, tratando de no hacer caso a sus ganas de golpear a Manjiro, necesitaba su ayuda, así que se lo aceptaría por esta vez -Taiju no tardará en llegar, cuídenla...por favor- pidió antes de irse

Al par de chicos no les quedó más que dirigirse a sus motos también. Pasaron cerca de veinte minutos discutiendo quien llevaría a Oyuki, igual terminó ganando Mikey.

"Abrázame más fuerte, Oyuki" pedía internamente Manjiro

Dato: Cuando Oyuki tenía 7 años de edad empezó a escribir una pequeña biografía, que sigue actualizando constantemente.

-¿Es aquí?- preguntó la chica al sentir la moto detenerse

-Si, los demás no tardan en llegar- el rubio sintió cómo la chica empezaba a soltar el agarre en su torso, por lo que apretó sus manos -no me sueltes-

-Emm, ¿por q-......-

-No deberías acelerar tanto, enano suicida- reclamó Draken al llegar junto a Takemichi

-¿Tienes mis dorayakis, Kenchin?- preguntó el de baja estatura ignorando la resultante vena de enojo en su gran amigo

Pocos minutos después Mikey se encontraba degustando sus preciados dorayakis, aún con las manos de Oyuki rodeando su torso.

-¡Ya llegamos, idiotas!- gritó una nueva voz irrumpiendo el silencio del lugar

Otro par de motos de estacionaron a unos metros de ellos, un rubio y un azabache bajaron de ellas.

-Espera...¿quién es esa belleza que está con Mikey?- preguntó a su acompañante sin disimulo alguno

-Ella es Oyuki, la chica que cuidaremos- respondió Draken acercándose a él -así que modera tus comentarios-

El azabache lo miro para después sonreír socarronamente.

-Soy Keisuke Baji, puedes decirme como quieras- sonrió acercándose a la chica

-Oyuki, solo Oyuki- respondió esta sintiéndose nerviosa de repente

¿Por qué todos eran tan atractivos?
¿Por qué no mis manos no dejan de temblar?

-Mitsuya dijo que llegaría pronto- anunció el rubio dirigiendo su mirada a la chica -muy bonita....digo...soy Chifuyu- trato de disimular sus nervios

-Es un placer, Chifuyu- sonrío la chica

"Dios, si sigues sonriendo así me vas a matar"

Los cuatro chicos se habían percatado de algo, Manjiro tenía una mirada oscura dirigida hacia ellos, como una advertencia. Aún tenía las manos de Oyuki rodeándolo y podía jurar que aquello era lo mantenía del todo cuerdo.

Su tacto era todo aquello que siempre buscó, el calor que emanaba era más que suficiente.

Ella era todo lo que él quería y se aseguraría de que fuera todo para él, solo de él.

Aunque los demás lo ignoraron pro completo, a algunos se les hacía atractiva, otros ya la tenían en la mira, pero todos tenían algo en común.

Todos cayeron ante los hipnotizantes ojos azules de Oyuki.

¡Wow!, acabo de ver y ya van más de cien lecturas, se los agradezco desde el fondo de mi corazón.

En otras noticias tengo una cuenta de tiktok en la que estaré publicando algunas cosas relacionadas con la historia (además de promocionarla, claro está).

El usuario es _sadiewntr , por si desean ir a seguirme.

Espero les guste este capítulo, disfruten leyéndolo.

Comenten y exageren las estaré leyendo 7u7.