💋 Two 💋
Lisa mordió su labio inferior, sus manos sudaban frío y sus nervios los tenía a flote. Miraba seguido hacia el frente, allí podía contemplar seguido los movimientos de su sexy vecino. Ya casi era medianoche, y JungKook aún seguía despierto.
Diez minutos más.
Observó el reloj en su pared, faltaba menos de diez minutos para que sus padres apagaran las luces. Esperaba que el medicamento para dormir hiciera efecto. Vamos, ya pasó media hora.
—Lisa, hora de dormir.—llamó su madre detrás de la puerta.
—Está bien, deja termino de escribir un ensayo. Me falta poco.—aclaró.
—De acuerdo hija, no tardes mucho.—pidió. Lisa esboza un "ok" afirmando su petición. Oyó a su madre ingresar a la habitación matrimonial, también escuchó cuando cerró la puerta.
Con el corazón acelerado, miró a JungKook apagar un poco de luces. Demonios, no te duermas aun.
Lisa deslizó suavemente el pestillo, todo se encontraba oscuro. De puntillas, caminó hacia el cuarto de sus padres, despacio abrió la puerta y cómo supuso, estos ya se encontraban profundamente dormidos.
Es ahora o nunca.
Bajó silenciosamente, respiró hondo y exhalo tratando de calmarse. Trataría de volver antes a casa, sin dejar ninguna sospecha de por medio. Saliendo del hogar Manoban, cruzó la calle. No podía describir con exactitud que estaba sintiendo en esos momentos pero si tenía claro que, no daría marcha atrás.
Una vez frente a la propiedad de Jeon, notó desde una de las ventanas el brillo del televisor encendido.
Espero haya comido la tarta que le preparé.
Porque sí, Lisa se encargó de hornear una tarta de fresas con ingredientes extras en agradecimiento y personalmente hizo entrega de ésta.
El siguiente paso a seguir fue buscar por dónde entraría. Rodeando la casa, halló la ventana del cuarto de JungKook abierta. Cierto, es verano. No queriendo perder otro valioso segundo, encontró unas escaleras que su vecino usaba de vez en cuando para cortar las ramas de su árbol.
Posicionó correctamente la misma. Parezco una ladrona. Pensó al estar dentro de la habitación masculina. Cerró las cortinas, nadie tendría que saber a quién se follaría su sexy vecino.
—No puedo creer que logré mi cometido—susurra observando la amplia cama, sonrió de lado e inspeccionó el lugar—. Bueno, no del todo. Falta un solo paso que concretar.—dijo sacándose la sudadera negra, dejando a vista, un provocador camisón de seda beige acompañado de una diminuta lencería que su mejor amiga le obsequió para su cumpleaños.
Soltó su largo cabello rubio dejándolo caer en cascada con pequeñas ondas sobre la terminación de éste. Maquilló levemente sus carnosos labios. ¿Debía esperar o bajar a buscarlo?.
No tuvo tiempo de decidirse ya que JungKook abrió la puerta, Lisa se ocultó detrás. Jeon ni siquiera había percatado la figura femenina. Entró al baño y Manoban aprovechó ese momento para recostarse sobre la cama del azabache, dedujo que tardaría minutos en salir por lo que pensó una pose con la cual iba a recibirlo.
—Al diablo.—sentándose, esperó por él.
Jeon poco tiempo después, salió.
¿Qué?. Parpadeó varias veces. ¿Acaso estaba alucinando o por qué de pronto una hermosa mujer se hallaba esperando por él sobre su cama?.
—¿Quién eres?.—preguntó, una risita provino de aquella persona.
—Soy la persona que desea tu amor, JungKook.—menciona.
—¿Qué?.
Lisa de pie, con sus manos cruzadas por detrás se acercó hasta quedar frente a Jeon. La diferencia de altura era abismal para ella, mordía seguido sus labios sin dejar de admirar el cuerpo de JungKook. Deseaba tocar cada parte de él, deseaba enormemente que fuera sólo de ella.
—Ámame, deséame, tócame, abrázame y no me dejes ir nunca.—murmuró poniéndose de puntillas, atrapando el afilado rostro de JungKook entre sus manitos.
Jeon tragó en seco, dichas palabras hicieron eco en su mente. Sintió como su leve erección creció a más no poder y sin duda, tomó de los muslos a la mujer oyendo el pequeño chillido al ser tomada por sorpresa. JungKook en desesperación, atacó los labios contrarios en un beso pasional y hambriento. Lisa siendo inexperta, procuró seguirle el ritmo y no quedarse atrás. Restregándose seguido cual gata en celo, fue empujada bruscamente sobre la cama. Todo en ella palpitó cuando su sexy vecino se colocó sobre ella, Manoban por inercia abrió sus piernas, dejando acceso total para que JungKook lograse posicionarse entre éstas.
—Serás mía, únicamente mía.—expresó para acto seguido, proporcionar besar y marcar el cuello de Lisa.
La tailandesa con los ojos en blanco y sin detener su movimiento de caderas, gimió. JungKook no tardó en unirse a la danza iniciada, simulando embestidas que sólo generaban en Manoban sensaciones de placer inexplicables, sentir el duro miembro de su vecino era una delicia que jamás se cansaría de disfrutar.
—Sólo tuya, JungKookie.—jadeo antes de sus labios ser devorados por los de Jeon.
Ambos poco a poco fueron deshaciéndose de sus prendas o las escasas que llevaban puestas.
Esa noche, Lisa experimentó el goce y complacencia del sexo en sí. Y que mejor que su vecino para enseñárselo. Bajo la brillante luz tenue de la luna, JungKook comprobó por primera vez la necesidad de tener consigo a una persona a su lado, implorando su querer.
Lástima que sólo fuera un sueño.
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Con los rayos del sol iluminando su habitación, JungKook despertó. En ningún momento se percató del cómo llegó a su cuarto, sólo abrió sus ojos con pereza. Viendo la hora en su teléfono, Jeon bufó. Faltaban cinco minutos para las nueve de la mañana. Dio un par de vueltas en la cama, con flojera logró levantarse.
—¡Adiós madre, adiós padre!—escuchó a Lisa despedirse. Se aproximó a la ventana y allí la vio salir de su casa—. ¡Buen día!.—gritó en su dirección.
Jeon sonrió de lado, elevando una de sus manos saludó a la chica, quien, le devolvió el gesto sonriendo ampliamente.
—Que te vaya bien, Lisa.—espetó lo suficientemente audible para Manoban.
—Gracias, usted tenga un excelente comienzo de día.—vociferó como última frase. Realizó una rápida reverencia y prosiguió con su camino.
Amaneció muy animada. Pensó.
JungKook cerró la ventana y las cortinas. Prendió el aire acondicionado de su habitación y se metió de lleno a ducharse.
Mediante el transcurso de su baño, Jeon recordó el sueño que tuvo durante su dormir. Frunció el ceño debido a que, en éste, la voz de una mujer se hizo presente, como si fuera aquella persona por la cual el deseó tener consigo. Lo que más le sorprendía era tener aquellas palabras instaladas en su mente.
Ámame, deséame, tócame, abrázame. No me dejes ir nunca.
Cerró los grifos de golpe. Apoyó sus manos sobre la pared y negó seguido.
—Sólo fue un sueño.—quería creer eso.
Tantos años solo, JungKook no pensaba que le afectaría de tal manera. Parte de él sabía bien que ya no tendría sentido enamorarse a su edad mientras que otra le gritaba que aun habia tiempo, que no bajara los brazos y se animara a abrir sus sentimientos.
—Idiota.—fue lo último que expresó antes de empezar su aburrida rutina del día.
Mientras que, una Lalisa corrió felizmente hacía JiSoo, quien, la esperaba en el mismo lugar de siempre para irse juntas a clases.
—¡Chu!.—pronunció al lanzarse a los brazos de su mejor amiga.
—Hey! ¿Por qué tan feliz, Manoban?—cuestionó correspondiendo el abrazo de Lisa—. No me digas que...
—¡Exacto! Tuve la mejor noche de puta vida—suspiró tocando seguido sus mejillas sonrojadas—. Dios, que hombre tan perfecto.
JiSoo y Lisa siguieron caminando, en el transcurso de éste, Manoban le contó cada jugoso detalle de su apasionada noche junto a JungKook. De cómo aquel hombre se apropió de ella y la manera en qué la hizo sentirse una mujer deseada.
—Folla tan bien...
—¿Cuántas veces lo hicieron?.
—Dos veces más, JungKook es todo lo que necesito y busco en un hombre.
—Me sorprende que, al ser tu primera vez no sientas dolor alguno al caminar.
—¿Qué dices? Mis piernas están temblando y el ardor en mi... Ya sabes.. Sin embargo tengo que simular bien, tomé algo antes de venir.—explica.
—¿Lo hicieron con o sin condón?.
—Sin—respondió—. Igual no te preocupes que antes de irme, también tomé un anticonceptivo.
—Sabes, me alegro mucho por tí. No obstante, espero que esto no se te salga de las manos. JungKook tarde o temprano sabrá y debes estar preparada—dijo seriamente. Lisa asiente pero mientras tanto, aprovecharía la oportunidad de no sólo seducir a su vecino si no también enamorarlo. Esperaba pronto no tener que recurrir a tal método y entregarse de manera consciente—. ¿No dejaste mancha de sangre? ¿Verdad?.
—Me aseguré de cambiar las posiciones. Descuida JiSoo, JungKook no sospechará nada.—sonríe segura.
Tenía todo fríamente calculado.
Un mensaje interrumpió su conversación. JiSoo sacó del bolso, su celular y no evitó ensanchar una boba sonrisa.
Baby Bear 🐻💜
Deseo mi beso de buenos días. Nos vemos en el mismo lugar de siempre. No tardes mucho, Kim. ❤
Por supuesto, Lisa no se perdió del contexto. Empujó suavemente el hombro de JiSoo con toda intención de molestarla.
—Romeo quiere ver a su Julieta, que romántico.—menciona. Ambas rieron, JiSoo le respondió a su profesor favorito con una afirmación.
—Oye, ¿planeas escabullirte todas las noches?.
—No, pero si dos veces a la semana. Ahora que comprobé lo bueno que es JungKook en la cama, no desaprovecharé la chance.
Esto apenas empieza.
Ujum, prometo dar más detalles a medida que avance el fic. 👁👄👁🤙🏻
Espero les guste mucho el capítulo.<3
Lxs amodoro musho mis poshuelitos lindxs!!!!!!!.💛💛🤧🤧💛
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