POV Jimin

¿Quién es ese tipo?

¿Un asesino?

¿Violador?

¿Ladrón?

Sea lo que sea que sea. ¿Por qué demonios está desnudo?

Miles de pensamientos pasaron por mi mente mientras bajaba las escaleras corriendo, me metí en la cocina, ese sería mi escondite. Cerré la puerta a la velocidad de la luz y recosté mi espalda mientras recorrí con la vista todo el espacio.

Un cuchillo.

En caso de que el tipo intentara entrar y hacerme algo, lo intimidare con un cuchillo.

Pasos se escucharon en la sala. Me puse en posición esperando cualquier cosa.

― ¿Jimin?

Oh por dios, sabe mi nombre.

― ¿Dónde estás? No te hare nada. Soy Suga, tu gato, suena loco pero soy un hibrido y me puedo convertir en un gato, bueno gata. Vengo de la isla Niʻihau mi verdadero nombre es Min Yoongi...

Este tipo está loco.

Lo ignoré mientras pensaba un plan.

La ventana.

Tenía que escapar de allí o no viviría para contarlo.

Con mi arma aun en la mano, me acerqué a la venta y tratando de no hacer ruido me monte sobre el mesón, con toda mi fuerza intenté abrir mi vía de escape, pero parecía estar atorada. En un segundo intento logré abrirla pero tropecé con un vaso, un puto vaso de cristal. Vi como en cámara lenta el vaso caía hasta llegar al suelo dividiéndose en miles de pedazos, causando un estruendo.

En ese momento me di por muerto.

Mi posible asesino forcejeó con la puerta hasta que logro que el seguro cediera, permitiendo que entrara y me encontrara a punto de escapar.

―Jimin bájate de ahí, te harás daño.

No lo pensé mucho, con la vista del tipo sobre mí, saqué mi cuerpo por la ventana dejándome abrazar por el viento sin importar donde caería.

POV Yoongi

Este chico está realmente loco.

Se acaba de lanzar por la ventana como si fuera un puto suicida.

Aun desnudo, corrí hacia la ventana y comprobé dos cosas; la caída no era muy alta, afortunadamente, y Jimin seguía vivo, se veía en una posición incómoda, parecía haberse roto algo, pequeños quejidos salían de entre sus esponjosos labios.

Me convertí en gato y hábilmente me subí al mesón para luego salir por la misma ventana que Jimin, claro que yo al ser un gato, aterricé sobre mis cuatro patas sin hacerme ni un solo rasguño.

Una vez estuve al lado del chico volví a mi forma humana, a Jimin casi se le salen los ojos mientras veía como mi pelaje blanco era reemplazado por piel, no me impresionó ver que hasta se froto los ojos como si se tratara de un sueño.

Aun bajo su escrutinio me levanté y le ofrecí mi mano para que se levantara, no la recibió, se levantó por su propio pie, sacudió su ropa y pude notar que su brazo sangraba.

― ¿Qué diablos eres? ―me señaló son su dedo acusador ― ¿Co-como rayos? eras un gato y ahora un...humano.

―Te lo estaba tratando de contar antes de que te aventaras por la ventada ―se notaba en mi tono de voz la molestia que sentía ― Mi nombre es Min Yoongi, soy un híbrido que a diferencia de ti, un simple humano, me puedo convertir en un gato. Vengo de la isla Niʻihau y-

― ¿Cómo esperas que crea toda esa estupidez?... Dios estoy enloqueciendo ―se tomó la cabeza entre los brazo y se puso de cuclillas.

―Si tanto te cuesta creerme, observa ―tomo la forma que tenía antes de que Jimin me encontrara, cola y orejas de gato adornaban mi desnudez ―Como dije, también me puedo convertir en un gato por completo pero ya estoy muy débil para transformarme.

Jimin me observó por un largo tiempo, cada parte de mi cuerpo se sentía vigilada.

― ¿No me vas a matar? ―había temor en su tono de voz.

―No Jimin, solo estaba tocando la guitarra. No fue mi intención asustarte.

―Pero no comprendo cómo es posible q-que tu... humano luego baam gato ―mientras Jimin balbuceaba noté que su brazo seguía sangrando.

― ¿No te duele? ―señalé su herida.

Observo su brazo y negó como respuesta.

―Sigues desnudo ―señaló mi cuerpo expuesto.

―Bueno no me diste tiempo de vestirme ―me encogí de hombros restándole importancia ― Deberíamos entrar ―sugerí.

Jimin observo la ventana por la que se lanzó y luego me rodeó y camino directo hacia su hogar.

No sé cómo le explicaré todo sin que termine llamando a la policía...

POV Jimin

Estamos en la sala, sentados uno frente al otro.

Por fin se había puesto ropa y yo estaba esperando que me explicara toda su extraña situación.

―Primero que todo, no tengas miedo de mí... No te voy a hacer nada no te voy a comer así que quita esa expresión de pavor ―hablaba tan fluidamente.

― ¿Cómo sabes hablar? Eres un animal ―tal vez mi pregunta es estúpida.

―Que pueda transformarme en gato no quiere decir que sea analfabeta ―se aclaró la garganta y comenzó su historia ―Como dije, vengo de otra isla allí todos somos híbridos, podemos transformarnos en nuestro felino interior. Accidentalmente bebí una pócima que creó un amigo que es científico y eso terminó haciendo que mi felino interior se convirtiera en hembra...―hizo una pausa y me observó como si esperará algo. Mi mente estaba en blanco ―me querían poner en cuarentena o algo así por lo que escapé. Una cosa llevó a la otra y terminé siendo cuidado por ti ― terminó su relato.

― ¿Podrías transformarte? ―pedí cuidadosamente.

Poco a poco vi como su apariencia cambiaba y aparecían todos los atributos de un gato, toda la ropa se amontonó a su alrededor.

Salió de entre la ropa como una blanca y tierna gatita.

― Esto es tan impresionante... ―la tomé entre mis manos y la inspeccioné como si se tratara de un tesoro.

La devolví a él sofá en el que se encontraba sentada y de nuevo observé como su cuerpo cambiaba.

Rápidamente se puso la ropa de nuevo.

―Entonces... Yoongi ¿Verdad? ―asintió rápidamente como respuesta ― ¿Qué harás ahora? No te puedes quedar toda la vida en mi casa actuando como un gato ―me sentí mala persona al prácticamente decirle que no es bienvenido.

―Sí, lo sé pero te agradecería mucho si me permitiera estar unos días más ―se sonrojó al hacer aquella petición ― Hoseok vino, y creamos un plan él me adoptará cuando tú me devuelvas al Centro de Adopción.

― ¿Hoseok? ¿El secretario de papá? ―mi cara era una interrogante.

―Si él, es un viejo amigo vine aquí con intención de encontrarlo. Hoy vino a decirte que hoy tienen una cena con tu padre.

― ¿Entonces él también es un híbrido? ―cuestioné.

―No lo es, por eso no vive en la isla con los demás ―noté un atisbo de tristeza en su voz.

―Wow, todo esto es demasiado para mí. Creo que me está doliendo la cabeza ―masajeé mis sienes para calmar los pinchazos que sentía.

―Lo siento por estresarte y traerte problemas ―otro sonrojo acompañado de una mirada tímida.

Este chico se está comportando tan gay.

―No preocupes... ―le resté importancia ― Yoongi ¿Cuántos años tienes? ―intenté entablar conversación.

―24...años ― contestó en voz baja.

―Estoy esperando que me devuelvas la pregunta ―esto es muy incómodo, ni siquiera me miró a la cara al responder.

―Lo siento, es que esto es muy raro ―se removió un poco y me dejó ver sus ojos ― ¿Cuántos años tienes?

Yoongi realmente es muy lindo ahora que lo veo bien.

―Eres mi hyung, yo tengo 23 años en poco cumpliré 24 ―inflé mi pecho orgulloso.

No obtuve ninguna reacción, solo más silencio incómodo.

―Eres muy callado ¿Es timidez?

―En realidad no, sólo que tú eres como mi ¿dueño? Y se siente incómodo pensar que has visto todo de mí, literalmente.

―Te sientes incómodo porque te vi desnudo... Bueno tu igual me viste con poca ropa esta mañana ―tan poco es para tanto ― Te sonrojas mucho.

―Es porque soy muy blanco, no lo puedo controlar ―suena a escusa ―Disculpa la intromisión pero como te fue tu cita con Jungkook, parecías haber llorado cuando llegaste.

Justo en la herida, ya había olvidado ese mal momento.

―Pues solo pasó que me dijo que yo no le gustaba y que me quería solo como amigo ―solté una risita tonta. Es raro decirlo en voz alta.

―Debe tener problemas más de vista. Si estuviera en su lugar no te habría rechazado ―hizo algo parecido a un puchero y nuestras miradas se encontraron.

Se siente como si mi corazón se rehusara a calmarse.

Hubiéramos durado horas viéndonos a los ojos si no fuera porque Taehyung llegó y arruinó el momento.

Thighs~

DATO
El rubor (sonrojo) es el enrojecimiento de la piel de la cara se corresponde a una respuesta emocional, ante ciertas emociones como la vergüenza, culpa, ansiedad, el nerviosismo, amor o la modestia.