Luego de terminar su sesión de "cariño" tanto como Jungkook y Jimin debían  de partir hacia el consejo, ellos darían inicio a el decreto que propuso Jungkook.

ㅡ No sé como se lo vayan a tomar. - pronuncio el omega, aun miedoso por las represalias que tendría su propuesta. -  ¿Y si aun no es tiempo? ¿y si ellos aun no aceptan esto?. - pregunto nervioso.

Jimin lo observo enternecido, ya que el castaño tenia los ojos bien abiertos mientras pensaba, y su boca rosada tenia una perfecta "O", era sin duda una hermoso omega el que tenia a su lado.

ㅡ No pienses nada, todo saldrá bien. - acarició el dorso de la mano del castaño. - Estaré a tu lado, todo estara bien.

El omega lo miro y sonrió, sin duda Jimin estaría a su lado y le reconfortaba saberlo.

ㅡ Rey Park, ya llegamos. - pronunció Mark, que iba manejando ese día. -  Los espero aquí.

Jimin salio primero y fue al lado contrario para abrirle la puerta a el castaño. Al ya estar fuera del vehículo dieron un suspiro, ya era la hora. Caminaron tomados de la mano, pero fueron interrumpidos por la señora Park que los esperaba en la puerta del inmenso lugar, ella traía un documento en las manos.

ㅡ Jimin hijo. - dijo llamando la atención de la pareja. Se aproximo a paso firme y se puso frente a su hijo. - Los de la corte tomaron una decisión. Ellos promulgaron el decreto de tu luna. - miro algo feliz a Jungkook, que por su lado se extraño demasiado de la actitud tan sospechosa que tenia la señora Park, porque vamos, ninguna persona cambia de parecer de la anoche a la mañana, y Jungkook sabia muy bien que no le caía nada bien a la señora, y que ahora se mostrara de esa forma tan buena, tan cariñosa haría dudar a cualquiera. - pero ellos tiene una petición. - miro de nuevo a su hijo, en su expresión se veía la duda.

ㅡ ¿Que fue lo que pidieron Madre? - pregunto el rubio.

ㅡ Ellos solicitaron que el hechicero y consejero Choi Juni Fan estuviera presente a la hora de promulgar la ley, quieren sus conocimientos y creen que es una parte muy importante de esto. - se encogió de hombros.

A Jimin no le pareció nada de otro mundo, a su parecer era lo mas predecible ya que el hechicero Choi era una parte muy importante de el Consejo. Solo que había un problema, el vivía en las afueras de Corea, Junto a la carretera,que daba hacia el bosque.

ㅡ Lo entiendo madre, pero ¿quien mandara a llamarlo?  El solo viene a las ceremonias, y sabemos que si alguien quiere solicitar su presencia para cualquier cosa necesita solicitarlo personalmente. - la señora asintió algo incomoda.

ㅡ Lo se hijo, aunque los del consejo llegaron a un acuerdo ellos solo promulgaran su decreto cuando el consejero Choi este presente, así... que tu tendrás que ir a buscarlo.

ㅡ Pero Madre, no puedo solo marcharme. - objeto.

ㅡ Jimin. - pronuncio el omega que hasta el momento se encontraba callado, analizando la situación, el ya tenia una decisión, solo era cuestión de que su alfa aceptase. - Tu puedes ser el que baya a llamarlo. Sabes que no te pediría esto pero es necesario, solo hazlo, yo estaré muy bien aquí, estaré en la casa de mis padres hasta tu regreso. - le dijo sonriendo, porque el ni loco se quedaría bajo el mismo techo que la bruja de su suegra, el sabia que su suegra estaba demente si creía que el se quedaría con ella. No señor.

ㅡ Jungkook... - se quejo el rubio, el no quería dejar a su omega solo, aunque solo fueran dos días, había ese algo en su interior que le gritaba que no lo dejase, pero también estaban los ojos brillosos de su omega. Esos que le gritaban que fuese. Resignado solo asintió, y fue estrechado en un inmenso abrazo de su pareja.

La señora Park reía en su interior, su plan estaba funcionando.

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ㅡ Prometeme que no saldrás de casa. - le dijo para luego besarlo en los labios, esos que extrañaría demasiado.

ㅡ lo... prometo. - apenas y pudo pronunciar.

Para llegar aun mas rápido Jimin debía de partir de inmediato, y es por eso que ahora se encontraban los dos despidiéndose del otro, Jimin no quería dejar a su omega, y Jungkook no quería soltar a su alfa, ambos sentían esa pequeña parte de ellos que les gritaba que algo saldría mal, que ambos ya no se podrían volver a encontrar, pero ninguno hacia caso.

ㅡ Regresare lo mas rápido que pueda. - le susurro. Se aparto del rostro del castaño, le dio una ultima mirada y se monto en el automóvil que ya lo esperaba.

Jungkook se despidió con la mano y lo vio partir, a el nunca le gusto decir adiós, porque solo se dice adiós a los muertos, a aquellos que van a dios.

Resoplando se metió a la casa de sus padres, extrañaba estar con ellos pero no quería. El quería estar con su alfa, en los últimos días había sentido una necesidad inmensa de ser mimado, y amado, no sabia que era que le pasaba, ya que siempre fue arrisco, aunque ahora el se sentía todo lo contrario.

ㅡ Hijo, Jungkookiiee. - grito su madre desde adentro, el alzo la vista y vio a su madre recargada en la ventana de la cocina. - ven amor, hoy haremos un pastel de plátano, tu favorito. - le dijo animada la mujer.

Jungkook sonrió, su mamá era tan dulce.

ㅡ Ya voy mamá. - empezó a caminar a la casa.

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ㅡ Ya esta, el esta de camino, ya sabes que hacer. - pronuncio con una voz escalofriante, si quería deshacerse de ese omega, primero se tendría que deshacer de su hijo, y era un riesgo que estaba dispuesta a cumplir.

El hombre frente a ella dio una reverencia y salio de la oficina, justo detrás de el entro Kang, el hombre traía una cara seria.

ㅡ Me puedes explicar que es lo que pretendes hacer. - le cuestiono.

La omega solo tomo su copa de vino y le dio un gran sorbo, ya tenia suficiente con todas sus ideas, como para andar contestando las dudas de este alfa.

ㅡ Yo se lo que hago. - batió la copa en su dedos, tan roja, que parecía sangre, sonrió al imaginarse que bebía sangre en lugar de vino. - ¿y el ya esta listo?

Pregunto refiriéndose a Zico.

ㅡ Si, en estos momentos ya debe estar dando marcha a el plan, en unas horas ya no existirá ese engendro. - soltó, para luego sonreir ciniestramente.

ㅡ Espero que sea así, solo no quiero que salga algo mal. -

ㅡ No lo hará, ya veras que todo resultara como lo planeamos.

ㅡ Eso espero. - susurro. 

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ㅡ  Hijo ¿estas bien? - le dijo la mujer.

Jungkook habia empezado a vomitar todo, después de oler la crema de plátano que su mamá saco para el pastel. Ella no sabia que es lo que paso ya que antes su hijo solía comer y oler de esa crema a cada hora, era su plato favorito, aunque muchas ideas comenzaron a rondar por su mente.

ㅡ Si mamá, estoy bien. - grito del otro lado de la puerta, tiro de la llave y se lavo el rostro. Por unos instantes se quedo perdido en su reflejo, mirando directo a sus propios ojos.

Estamos Jodidos. - le susurro su omega. Sonriendo como condenado, el ya sabia lo que pasaba pero se haría el misterioso.

El castaño fruncio su ceño al escucharlo.

- ¿A que te refieres?. - pregunto.

El lobo se contorneo en su mente, camino en círculos y se dejo caer al suelo, con una expresión traviesa.

¿sabes lo que pasa cuando un omega es llenado por su alfa? Le pregunto sumiso.

- No. - respondió este con firmeza, aun no entendía a su parte lobuna, y creía que nunca lo iba  a hacer.

El lobo rodó los ojos. Mira, estamos preñados, en cinta, con cachorro en el vientre, con semillita en la tierra, el lo metió y nosotros recibimos, ¿ya entendiste? Pregunto fastidiado

El omega quedo en Shock, ¿el estaba en cinta? , eso solo podía significar que seria padre, y Jimin... Jimin también.

Una enorme sonrisa se poso sobre sus labios. Seria padre, el seria papá.

ㅡ No lo puedo creer. - susurro, poso una de sus manos por sobre su vientre y lo sitio, sintió una calidez inexplicable, era tan lindo, tan acogedor, el no veía la hora de contarle a Jimin, a sus amigos, a sus padres, al mundo entero, estaba tan contento- Loboooo. Esto, esto es tan hermoso. - se susurro.

Con una sonrisa aun mayor salio del baño, con dirección a la sala, le diría a su mamá.

ㅡ Mamá... - no pudo continuar porque Zico estaba sentado en uno de los sillones de su casa, al lado suyo estaba su mamá muy feliz. - Hola Zico. - saludo igual de contento.

El pelinegro solo sonrió, su pecho oprimía dentro suyo. El no quería hacerlo pero debía de hacerlo.

ㅡ Mi amor, tu amigo vino a llevarte a un fiesta que te harán en la casa de Yoongi, para despedirte de la banda de locos que son. - contó animada la señora Jeon, ella estuvo hablando un rato con el pelinegro, le parecía una persona tan buena y linda. - Que esperas hijo, vamos ve a arreglarte. - se paro y empujo un poco a su hijo, el castaño le sonrió a Zico y subió saltando los escalones, el quería contarle a sus amigos, y que mejor que hacerlo en la fiesta que le organizaron.

Al llegar a su recamara, tomo el teléfono que estaba sobre la mesita de noche y marco el numero de su amigo Yoongi, la linea sonó varias veces pero nadie contesto, asi que decidió dejar un mensaje de voz.

*- Hola Yoongi, te quiero contar algo, se que me organizaron una fiesta, y espero verlos haya, debo de contarles a todos, asegúrate que esten ahí, no te preocupes por mi, Zico me traerá sano y salvo, nos vemos allá. - canturreo, dejo el teléfono a un lado y se cambio de ropa. Al ya estar listo bajo las escaleras.

ㅡ Ya estoy, vamos Zico. - tomo de la mano a el pelinegro y salio de la casa. Sin saber a lo que se enfrentaba.

Ambos subieron en silencio a el motorizado, la misión de Zico era llevar a Jeon a un local abandonado en las afueras de Corea.

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ㅡ Señor ¿cuanto falta?. - pregunto cansado el omega, ellos llevaban caminando ya varias horas, todos estaban cansados.

ㅡ Vamos Suho, debemos de seguir. - dijo mientras saltaba.

Suho solo rodó los ojos.

ㅡ Señor perdone mi intromisión pero... ¿era necesario quemar nuestros motorizados y la mansión? Entiendo que quería cambiar de aires pero me parece muy descabellado. - soltó.

El omega castaño detuvo su andar (que era saltar como conejo, no lo culpen el aun se sentía joven) miro a su fiel ayudante, que tenia una mueca en la cara. Sonrió, porque solo veía a su amigo haciendo un berrinche.

ㅡ  Suho, sabes que lo mejor para un criminal es no dejar rastros, lo mejor era eliminar la evidencia, y que mejor que eso. - levantó sus hombros, restandole importancia al asunto.

ㅡ Señor lo entiendo, pero, no hubiera sido mejor quemarlos luego, y en estos momentos no hubiéramos tenido que caminar tanto. - se quejo.

ㅡ Ya lo se, aunque no me arrepiento, mira atrás de ti. -le dijo, el omega algo confundido dio la vuelta.

La escena no podía ser mas conmovedora, los pequeños niños omegas saltando de un lugar a otro, todos felices jugando entre si, las omegas que antes habían estado enojadas por tener que caminar, estaban cantando, el no supo como es que sucedió.

ㅡ La mansión les hacia mal. - el omega castaño puso una de sus manos por sobre el hombro de su ayudante. - ahora empezaremos de nuevo, ya no habrá mas sangre, todos seremos felices. - le dijo, ambos se miraron a los ojos. - quise quemar todo porque nos recordaba el pasado, y no hay que vivir mas en ello, lo mejor es mirar al frente. - dejo de mirarlo y miro el inmenso paisaje frente a el, suspirando, llenándose los pulmones de aire fresco. - ahora empezaremos de nuevo.

ㅡ Empezaremos de nuevo. - susurro Suho al lado de el, ambos en paz, Juntos.

El omega castaño había decidido quemar todo lo que les recordaba a su pasado, eso incluía la mansión, los autos, el dinero no lo quemo porque lo necesitarían, aun no tenían un lugar al cual llegar y ese dinero les ayudaría. Así fue como ellos empezaron una nueva vida, llena de alegrías, y con tristezas, pero pocas tristezas.

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          🌸Ever Dreams🌸