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ᴏᴄʜᴏ🦋

—¿Celoso? ¿Él siente celos por mí? — los vellos de sus brazos se erizaron y su corazón comenzó a latir desenfrenado como lo hizo anteriormente en la presencia de Jungkook. Ni siquiera se esforzó en esconder la sonrisa de su rostro y sus manos comenzaron a sudar.

HoSeok lo miró de manera burlona por unos escasos segundos y luego continuó con lo que hacía. — ¿Cómo cree, señor Park? En realidad sentía celos por Irene. — Le respondió sin mirarlo. — De ella y de su cabello quebrado.

JiMin rodó los ojos. — ¿Tienes que ser sarcástico todo el tiempo? — sobó con dos de sus dedos el puente de su nariz y suspiró un poco.

—Sí, esa es mi personalidad. — Se encogió de hombros y secó sus manos con una toalla para por fin mirar al hombre a su lado. —¿Por qué te sorprendes tanto? ¿Soy el único que nota la tensión entre ustedes?

—¿Qué tensión? ¿De qué hablas? No existe tal cosa, estás enloqueciendo.—  JiMin frunció el ceño cuando HoSeok miró hacia arriba, susurró algo inentendible y luego suspiró. El rubio iba a responderle después de eso, pero JiMin lo interrumpió. —Si dices algo sarcástico de nuevo, te despido. — HoSeok volvió a cerrar su boca y luego bufó. —Tú… ¿Crees que deba hacer algo al respecto?

—En realidad, te estás tardando en hacerlo.— Regañó HoSeok y siguió acomodando las cosas de la cocina.

Lo que ninguno de los dos sabían era que detrás de las puertas de la cocina habían un par de oídos traviesos escuchando aquella conversación, con una mano tapando su boca para no emitir ningún sonido que delate y sus mejillas teñidas de rojo.

[…]

—Buen día, amores.— Jungkook se acercó a los tres menores y besó sus mejillas sonoramente haciéndolos sonreír y devolverle el saludo. — Señor Park. — Asintió hacia su jefe y después de una mueca en el rostro de JiMin, le devolvió el saludo de la misma forma. HoSeok detrás de ellos rodó los ojos y negó repetidas veces.

Luego de que HoSeok colocó el platillo de Jungkook en el mismo lugar donde siempre se sienta éste, el rizado lo saludó también a él con una sonrisa antes de darle las gracias. Y una vez que Jungkook comenzó con su desayuno, JiMin también lo hizo en silencio.

Los mayores escuchaban atentos a Rosé, quien les hablaba muy emocionada sobre las nuevas amigas que hizo y sobre como ha podido socializar más con sus compañeros. Jungkook le sonreía orgulloso mientras que JiMin la felicitó y la animó por el buen trabajo que ella hacía. Luego fue el turno de Félix de hablarles acerca de que en su salón estaban organizando una competencia para elegir al presidente del comité de alumnos, y él estaba participando en dicha competencia. Jungkook le deseó éxito y le dijo que si él quería podrían trabajar en algunas propuestas para que Félix pueda ofrecer, el castaño asintió efusivo y le dio las gracias.

Después de unos minutos, JiMin y Jungkook esperaron pacientemente a escuchar la voz de Lisa, pero eso no pasó. Inmediatamente se miraron confundidos y luego miraron de nuevo a la castaña, quien movía su piernita constantemente y mordía sus labios. Jungkook  pudo notar el nerviosismo en ella así que rápido acercó más a su lado y tiró del labio de la pequeña con los dedos.

—Te vas a lastimar, cariño.— Le dijo dulcemente, Lisa apretó sus labios y luego asintió. — ¿Esta todo bien Lili? — Los ojos de la pequeña rápidamente se volvieron acuosos y se lanzó a los brazos de Jungkook quien la atrapó en un movimiento rápido, la acunó entre sus brazos y la menor escondió su carita en el hueco del cuello de Jungkook.

Los sollozos de Lisa se hicieron presentes en el comedor, y JiMin y Jungkook se preocuparon al instante. Jungkook se levantó de su silla con una llorosa Lisa entre sus brazos y salió del comedor, JiMin rápidamente lo imitó y salió detrás de él, dejando a Rosé, Félix y HoSeok muy preocupados y compartiendo miradas sin saber que decir.

Jungkook llegó a la estancia y se sentó en uno de los acolchados sillones, JiMin llegó a su lado y se puso de cuclillas delante de su hija. Su cuerpecito aún tenía espasmos por el llanto y los sollozos eran menos audibles.

—Nena…— Llamó JiMin con voz suave, casi en un susurro. —¿Qué es lo que te pasa, amor? ¿Qué está mal? — JiMin alargó una mano y comenzó a acariciar el cabello castaño de su hija, Lisa se encogió un poco por el tacto y se acurrucó más en los brazos de Jungkook.

—Puedes decirnos lo que sea, bebita.— susurró esta vez Jungkook, acariciando una de las sonrojadas mejillas de la menor con sus nudillos. Lisa sorbió su nariz y luego miró a JiMin  con un poco de inseguridad.

—Te enojarás.— Le dijo a su padre y luego volvió a esconder su cara en el pecho de Jungkook, comenzando con los sollozos nuevamente. Jungkook la apretó más contra él y dejó varios besos en la mejilla de la nena.

—No, amor.— JiMin volvió a acariciar su cabello. —Lo que sea que tengas que decirme, te prometo que no me enojaré. — Lisa lo miró de nuevo, con sus ojos llorosos y su nariz rojiza. JiMin le sonrió en un intento de transmitir seguridad y volvió a acariciar du mejilla.

—¿Pinky promise? —La pequeña extendió su dedo meñique en dirección a su padre y él la miró más enternecido que nunca. Jungkook los miraba de la misma forma y aún más después de que JiMin tomara el meñique de su hija con el propio y lo apretara levemente.

—Pinky promise, preciosa.— JiMin besó los pequeños dedos de su hija y se sintió mejor después de verla sonreír un poco, después miró hacia arriba y juro que se sintió perfectamente cuando vio la misma sonrisa en Jungkook.

—L-la doctora Suzy me dijo que q-quería hablar contigo.— Explicó temerosa —Y-y yo lo s-siento. — Lisa rompió en llanto de nuevo y volvió a abrazarse a Jungkook.

JiMin ladeó su cabeza igual que un cachorrito confundido, Jungkook sonrió al verlo pero la borró al instante cuando notó que JiMin le devolvió la mirada. Sintiendo aún la mirada de JiMin en él, acarició el cabello de la nena y ella lo miró con una mirada llena de amor que hizo que Jungkook muriera de ternura en silencio.

—¿Eso es todo? — Preguntó Jungkook y vio asentir lentamente a Lisa. —¿Entonces por que lloras, cariño? No pasa nada.— Jungkook la consoló y besó sonoramente sus mejillas, haciendo reír un poco a la menor por la sensación que los besos causaban. —Tu papi no está enojado, cielo. ¿Cierto que no, papi? — JiMin abrió sus ojos con sorpresa y el aire se fue de sus pulmones, Jungkook hizo lo mismo una vez que se dio cuenta lo que dijo. Las mejillas de ambos se volvieron rojizas y JiMin aclaró su garganta antes de hablar.

—No estoy enojado amor, esta todo bien.— Tomó la manita de su hija y besó sus nudillos. —¿Por qué no querías decirme?

—Yo… No quiero que pienses que no me estoy esforzando por superarlo.— Respondió entre hipidos y su vocecita quebrada, que terminó de romper el corazón de ambos. Jungkook volvió a sostenerla en un fuerte abrazo y JiMin apretó cariñosamente su manita.

—Nunca podría pensar eso, Lili. Todo lo estás haciendo muy bien y estoy muy orgulloso de ti, hija. — Lisa sacó su cabecita de su escondite y miró a su padre con un brillo en sus ojos. JiMin extendió sus brazos para recibirla y ella se tiró a sus brazos, luego del fuerte abrazo la dejó sobre el suelo.

De inmediato Jungkook peinó su cabello, alisó su ropa y limpió los restos de lágrimas de la cara de la pequeña. —Ya esta… — susurró mientras terminaba de acomodar su cabello. — ¿Bien? — Lisa asintió y volvió a acurrucarse en Jungkook.

—¿Puedes acompañarme hoy con Suzy? — Preguntó tímida al rizado, él sonrió y le dio un fugaz beso sobre su nariz que la hizo sonreír.

—Claro cielo.

[…]

—Es la primera vez que vengo en un auto contigo manejado, ¿Debería temer por mi vida? — JiMin rodó sus ojos y frenó de golpe a propósito, haciendo que Jungkook se fuera al frente de manera repentina.

—No volveré a repetir que pongas tu cinturón, Jeon. — Advirtió y siguió manejando a velocidad moderada. Jungkook llevó su mano a su pecho en un intento inútil de calmar su desenfrenado corazón y luego lo miró con furia.

—¡Eres un idiota! ¿Cómo se te ocurre hacer eso? — Jungkook elevó un poco (mucho) su voz, aún así JiMin no volteó a mirarlo en ningún momento.

—Ponte el cinturón. — Volvió a repetir el castaño, de reojo vio a Jungkook fruncir su ceño y cruzarse de brazos. JiMin esperó hasta que llegó a un semáforo en rojo, entonces desabrochó su cinturón, se estiró hasta el lugar de Jungkook y tomó el cinturón de su lado, se aseguró de que el cinturón estuviera bien cerrado alrededor del rizado y antes de alejarse dejó un beso rápido en la mejilla de Jungkook. Volvió a su lugar y de inmediato el semáforo cambió a verde, abrochó su propio cinturón y continuó conduciendo.

Luego de aquel pequeño inconveniente y de un largo silencio, llegaron al consultorio de la psicóloga Suzy. Jungkook quitó con prisa el molesto cinturón e intentó abrir la puerta para salir del auto pero ésta no abrió, miró a JiMin con una ceja alzada pero él solo rio, bajó del auto, lo rodeó y abrió la puerta del copiloto dejando salir al rizado.

Jungkook le agradeció con un asentamiento y luego lo pasó de largo para adentrarse al consultorio y poder buscar a la pequeña Lisa que ya los esperaba. JiMin lo alcanzó momentos después y una vez que saludó a su hija se adentró a una oficina un poco más privada para hablar con la psicóloga.

Luego de un saludo cordial y una invitación a JiMin para tomar asiento, Suzy empezó la conversación.

—Bien, esto será rápido.— JiMin asintió. —Solo quería comentarle que, a mi ver, Lisa no necesitará la mismas sesiones que antes, ahora con una hora a la semana creo que sería suficiente para ella. — Explicó a la vez que leía unas hojas que, JiMin suponía, contenían apuntes. —Además, los calmantes que suele utilizar ya no son necesarios. Con tenerlos solo en caso de emergencia es suficiente.

—O sea… ¿Ella está mejorando? — Preguntó confundido y esperanzado. Anhelaba más que nadie que su hija tan pequeña pudiera superar aquellas batallas internas.

—Verá, ella ingresó aquí por la ausencia de su madre ¿No es así? — JiMin asintió despacio. —La falta de una figura materna a temprana edad puede tener consecuencias como los que vivió Lisa, es completamente normal. Y por lo general este tipo de traumas se solucionan con ayuda profesional, pero al parecer Lisa decidió solucionarlo adoptando a otra figura materna.— El castaño la miró con nada más que confusión en sus ojos. —Ella llenó aquel vacío con alguien más, y no me malinterprete, no quiero decir que ella ha olvidado a su madre sino que ella se ha encariñado con alguien más de esa forma, creando un vínculo madre e hija sin darse cuenta. Tal vez pasó porque aquella persona le recuerda a su propia madre o porque le ha tomado demasiado confianza.

JiMin parpadeó aturdido por la información que estaba recibiendo. —Pero… No entiendo, no tengo idea de quién podría ser.

Suzy sonrió y le indicó que esperara un momento en lo que ella revisaba sus apuntes. —¡Oh, aquí está! Según Lisa, Kookie es su nombre.

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