— Papá, ¿Hoy puedo ir a con Jungkook?— preguntó la castaña, interrumpiendo la conversación que Irene  sostenía con él, y la verdad es que le importaba muy poco.

— Cariño, es el día libre de Jungkook. Ya hemos hablado sobre eso. — la menor hizo un puchero con sus labios y asintió despacio, devolviendo su vista a su plato.

Irene  vio aquello como una oportunidad. Es decir, ¿Jungkook no estará? Pues perfecto, podría aprovechar el día para familiarizarse con los chiquillos y así poder deshacerse del rizado en menos tiempo. A fin de cuentas tendría que hacerlo sí o sí, claro, solo si quería terminar su historia con una familia feliz… Aun incluso cuando planeaba deshacerse de cada uno a penas y cumplieran la mayoría de edad.

Era un plan un poco — villana de Disney— , pero para ella todo se acomodaba perfecto y sin ningún tipo de inconveniente. A veces los adultos podían ser más imaginativos que los niños.

— Podríamos ir a zoológico, sólo nosotros.— habló la castaña una vez que salió de sus ideas. Todos en la mesa la miraron confundidos, pues nunca habían hecho algo como eso.

Los menores miraron enseguida a su padre y comenzaron a negar disimuladamente, pero JiMin  decidió ignorarlos. — Creo que sería buena idea—  respondió mirando el reloj que descansaba en su brazo — yo tengo unas cosas que hacer, pero puedes ir con los niños.— los ojos de los cuatro contrarios a él se abrieron a la par y Irene se arrepintió al instante. ¿Para qué iba a fingir si JiMin  no iba a estar ahí para verlo? No quería salir sola con tres engendros molestándola.

Los hermanos Park son no dijeron nada, solo se quejaban en voz baja y le lanzaban miradas furiosas a su padre, quien de nuevo decidió ignorarlos. Y es que a JiMin le parecía buena idea que los niños comenzaran a frecuentar a Irene, tal vez no mucho pero si lo suficiente para que no la odien.

Irene  bien podría ser alguien con carácter un poco fuerte y fuera de lugar y entendía el por qué nadie en casa se sentía cómodo con su presencia, pero también hay que decir que en el aspecto laboral Irene  es magnífica, ha sacado a JiMin  de apuros numerosas veces y siempre ha sido muy productiva. Es por eso que JiMin  quiere tan siquiera luchar un poco porque el ambiente pueda calmarse un poco, ya que no quisiera despedir a Irene .

Porque claro, si sus hijos insistían en no sentirse cómodos con ella JiMin  claro que la despediría, su familia siempre estará por arriba de todos. Y aunque las cosas no estaban del todo mal porque gracias al cielo sus hijos son muy educados, aún quería que todo mejorara al menos un 5%.

Pero… ¿Eran sus hijos el problema? O quizá solo quería aligerar todo por cierto chico rizado.

[…]

El día avanzó; Jungkook ya se había ido, Irene y los niños también, JiMin estaba encerrado en su oficina como de costumbre y HoSeok  estaba en la cocina porque ¿Qué mejor que cocinar en su tiempo libre? JiMin creía que tendría que comprar más neveras y hornos tomando en cuenta la cantidad de postres que horneaba HoSeok  casi a diario.

El timbre distrajo a HoSeok de su ocupación, así que limpió sus manos con un trapo y se dirigió a abrir la puerta, dejando ver del otro lado a nada más y nada menor que Taehyung , el amigo de Jungkook.

— ¿Qué tal, rubio? ¿Está Kook? — HoSeok sonrió y se hizo a un lado para dejarlo entrar, después le hizo señas para que lo siguiera hasta la cocina. 

— No está, si no me equivoco está en la boda de su prima.— respondió HoSeok  mientras avanzaban a donde él se encontraba con anterioridad.

— Oh, es cierto, olvidé que la boda de Nayeon es hoy. — una vez que llegaron HoSeok continuó con su postre y Taehyung  se sentó en uno de los bancos de nuevo. — ¿Qué estás preparando hoy?— pregunto con gracia al ver la mezcla de harina y los utensilios se repostería.

— Brownies, ¿Te quedas a comer?—  preguntó amable y con una sonrisa mientras seguía batiendo la mezcla en un bowl.

Taehyung se encogió de hombros y sonrió. — Ya que tanto insistes.— bromeó haciendo reír a HoSeok , y antes de que pudiera decir algo más llevó su dedo a la mezcla que batía HoSeok  y luego lo probó. — Mhm, van a quedar ricos.

— ¡Ewk! Ahora tendré que tirar toda la mezcla y volverla hacer. — Fingió muecas de asco, Taehyung  rodó los ojos.

— No puede ser, que exagerado que eres.

HoSeok iba a responder aquello pero JiMin entró a la cocina, los saludó a ambos y entabló una pequeña conversación con Taehyung  en lo que se dirigía a la nevera a tomar una botella de agua. Al instante se percató de lo que HoSeok  hacía y elevó una ceja.

— ¿Qué es lo que haces ahora? Aún no se acaban las galletas que horneaste hoy con Lisa. — regañó el castaño y Taehyung rio por aquello, sin duda HoSeok  tenía un pequeño problema con la repostería.

— Brownies. — fue todo lo que dijo HoSeok, JiMin rodó los ojos y luego se acercó hasta él.

HoSeok jura que vio en cámara lenta como el castaño hacía lo mismo que Taehyung  hizo momentos antes.

— Mhnm, está rico.— habló JiMin  mientras chupaba su dedo, Taehyung  estalló carcajadas y HoSeok golpeó con la palma de la mano su frente.

[…]

— Ya quiero irme a casa. — Lisa hizo un puchero, repitiendo la misma frase desde que llegaron, colmando la poca paciendia que tiene Irene .

— Llevamos solo 1 hora aquí, ¿no quieres ver, no sé… A los elefantes?— le respondió la castaña, dando su mejor intento de ser amable con ella, por los otros dos ya ni se preocupaba, llevaban ignorándola desde que llegaron.

Lisa negó, con el puchero de sus labios intacto. — Quiero ir a ver a Jungkook.

Aquello fue suficiente para Irene , se puso en cuclillas a la altura de la menor y habló entre dientes. — Escucha, niña, recuerda que Jungkook solo te cuida porque le pagan por ello y hoy no puede hacerlo porque es su día libre, sin embargo yo estoy aquí y a comparación de él yo no estoy recibiendo ninguna paga por eso, así que pasaremos por lo menos una hora más acá y luego nos iremos.— Rosé enseguida tomó la mano de su hermana pequeña y la alejó de Irene , sin decirle nada más que una mirada cargada de odio siguió caminado tomada de la mano con Lisa .

La hora pasó rápido para los menores una vez que decidieron ignorar a la castaña, así que volvieron a casa como Irene  lo había prometido.

JiMin los recibió con una sonrisa y les preguntó como les fue, y claro que Irene  se llenó la boca de mentiras acerca de lo bien que lo habían pasado y como pensaban repetirlo, al contrario de ella, los tres menores subieron a sus habitaciones, o… Al menos eso creía JiMin .

[…]

— Este vestido es ridículo. — se quejó Hwasa haciendo un puchero inconscientemente.

Hyuna rodó los ojos y acomodó un poco el vestido de su hija. — Y no has visto lo que tiene puesto tu hermano…—  Se burló la mayor, sacándole una risa a Hwasa.

Y justo como si haya escuchado a su madre, Jungkook gritó desde la habitación en la que se encontraba. — ¡Esto es Vergonzoso, no saldré así! — Hwasa rio aun más fuerte.

— Venga Kook, si vamos a pasar vergúenza hay que hacerlo juntos. — animó Hwasa , abriendo lentamente la puerta de la habitación.

Los dos se quedaron mirando un par de segundos, Jungkook vestía un traje rosa con una camisa blanca debajo y una corbata amarilla, mientras que Hwasa  vestía con un vestido del mismo rosa y con flores amarillas casi al final del vestido, aparte de que tenía mucho vuelo y un poco de hombreras.

Ambos miraron su madre después de asimilarse mutuamente y hablaron en sincronización — No iremos.—  Sentenciaron, y antes de que Hyuna pudiera retarlos el timbre retumbó por todo el lugar. Su madre les dio una mirada de advertencia antes de dirigirse a abrir.

Y vaya sorpresa que se llevó a ver a una pequeña castaña del otro lado de la puerta, la saludó un poco desconcertado y luego la invitó a pasar.

— Jungkook, creo que te buscan.—  Jungkook miró a su dirección confundió y sus ojos casi se salen de su órbita al ver a Lisa  al lado de su madre, sin pensarlo corrió hasta ella y se hincó para estar más o menos a su altura.

— ¿Pero qué haces aquí? ¿Quién te ha traído? ¿Estás bien?—  La miró preocupado pues en ningún momento vio a JiMin  o a HoSeok  asomarse por aquella puerta. — ¿Has venido sola?—  Preguntó alarmado.

Lisa  asintió tímidamente y lo abrazó por el cuello. — Es que te extrañaba.—  Jungkook pareció salir de su shock por un momento y le devolvió el abrazo. — Le pedí a el chófer de papá que me trajera. — Jungkook suspiró aliviado y la abrazó aún más fuerte.

— ¿Quién te estaba cuidando?

— Pues papá y Irene estaban en la oficina y HoSeok y Taehyung en la cocina.—  Jungkook se extrañó de escuchar el nombre de su mejor amigo pero aún así le restó importancia. Se levantó del piso con Lisa  entre sus brazos y luego se sentó en el sillón con ella en su regazo.

— Haré algo pero necesito que te quedes en silencio ¿Esta bien? — Lisa asintió.

Jungkook tomó su celular y marcó al número de JiMin , después de 3 timbres el castaño contestó.

— ¿Está todo bien? — Fue lo primero que escuchó Jungkook apenas inició la llamada, quiso sonreír pero se contuvo. Estaba enojado porque al parecer JiMin  estaba lo suficientemente ocupado con Irene  para no darse cuenta que su hija menor no estaba en casa.

— Hola señor Park, ¿Cómo les fue a los niños en el zoológico?

— ¿Señor Park? — escuchó a JiMin susurrar del otro lado de la línea, después limpió su garganta y siguió hablando. — Ellos eh… Les fue muy bien, acaban de llegar hace un rato.

— ¿En serio? Y… ¿Podría hablar con Lisa? Quisiera que ella me platique qué tal le fue. — Lili rio un poco por eso, así que llevó ambas manos a su boca para no producir ningún sonido, Jungkook sonrió al verla.

— Eh… Claro, espera.

Escuchó como JiMin caminaba por la casa y luego se abría una puerta, Jungkook luchaba por contener la risa.

— Espera, que creí que estaba en su habitación. Iré a con Taehyung  y HoSeok  que seguro está allá. —  Habló el castaño un poco descuidado, buscando a su hija con la mirada mientras avanzaba.

Escuchó un par de murmullos a lo que reconoció como las voces de HoSeok  y Taehyung y luego más pasos un poco apresurados. Escuchó como les preguntaba también a sus otros dos hijos y ellos le respondían que no tenían ni idea.

— ¿Está todo bien?

— No la encuentro por ningún lado. —  la voz de luz salió un poco más ahogada y con desespero.

Jungkook suspiró. — Está acá conmigo, JiMin.

— ¿Q-qué? ¿Cómo…

— Sí, eso me pregunto yo también. — volvió a suspirar viendo a la menor entre sus brazos. — Escucha, yo puedo tenerla acá, no hay problema. — escuchó a JiMin suspirar del otro lado de la línea. — Pero, tú y yo hablaremos en la casa ¿Bien?

— S-sí, sí. — respondió con la voz entrecortada. — Yo… Puedo ir ahora, si quieres.

— Uhm, ya estoy por irme a la boda pero puedes llegar allá. Te paso la dirección.

— Vale, allá te veo.

La llamada cortó y Jungkook dejó su celular a un lado para desviar su atención a la menor. Se sorprendió al ver que lo miraba con miedo.

— ¿Qué pasa, amor?

— ¿Estás enojado?— susurró, sintiéndose aún más pequeña de lo que es. Jungkook sonrió y negó.

— No lo estoy, es solo que… Tienes un papá muy descuidado.— La menor rio un poco.

— ¿Ser descuidado es malo?

— Mhm, solo algunas veces, pero es algo normal. Yo también lo soy a veces.

— ¿Ser descuidado es como cuando olvido la tarea por estar cocinando con HoSeok?— preguntó curiosa, haciendo sonreír más ancho al rizado.

— Sí, eso es ser descuidado.—  Le respondió tranquilo mientras acariciaba su cabello castaño.

— O ¿también puede ser cuando tú no te das cuenta que papá te mira porque tu miras hacia otro lado?