CAPÍTULO DOS:
mantente bien.

      —Esto no es posible—, mencionó Jasper por la millonésima vez desde que habían entrado a la casa de los Cullen. Mientras Jasper enloquecía después de que Cassadee anunciara que ella creía estar embarazada, ella tuvo que sonreír y desearle un hermoso viaje de luna de miel a Bella.

      —Obviamente lo es—, dijo Cassadee, descansando en el sofá —. Seamos honestos, todo es posible conmigo.

      —Bueno, por si no lo notaste, estoy muerto—, replicó Jasper, caminando de un lado al otro —. Y tú también lo estás. ¡No es posible!

      —Deja de moverte, me mareas—, Cassadee alzó su pierna para detener a Jasper.

       — ¿Cómo puedes estar tan segura de que estás embarazada?—, cuestionó, sentándose en la mesa de café frente a Cassadee.

      —Solo lo sé. Es como parte de mi habilidad si no lo notaste—, replicó Cassadee antes de tomar las manos de su esposo entre las suyas —. Realmente no es difícil de suponer cuando piensas sobre ello.

      — ¿Cómo?—, la miró Jasper, confundido.

      — ¿Realmente no notaste que subí de peso?

      Jasper se encogió de hombros mientras la miraba —. No pienso mucho en eso, no es como si me importara.

      —Eres el chico perfecto—, sonrió Cassadee, y apretó la mano de Jasper —. Pero piensa. Subí de peso, lo suficiente como para que no pueda usar el vestido original que Alice me trajo, y he estado realmente cansada últimamente. No he estado cansada físicamente desde que cambié.

      —Carlisle, necesitamos tu ayuda—, llamó Jasper, aunque él solo quería que su padre adoptivo viniera, sabía que el resto de su familia lo escucharía.

      — ¿Puede esperar?—, respondió Alice por el doctor —. Va a tomarnos un poco más de tiempo limpiar ya que ustedes dos decidieron no ayudar.

      —Lo siento, tenemos cosas más importantes por las que preocuparnos—, replicó Cassadee y Jasper besó sus manos para calmarla.

      — ¿Qué te molesta?—, inquirió Alice.

      —Eso es lo que intentamos averiguar.

      —Suena misterioso—, rió Emmett —. ¿Les importa si me uno?

      — ¿Se supone que eso sea una indirecta?—, preguntó Cassadee, consiguiendo que el vampiro rodara los ojos.

      —Probablemente—, respondió Rosalie por su esposo —. Solo ignóralo.

      Carlisle estaba parado al lado de la pareja Hale antes de que alguien tuviera oportunidad de decir algo más —. ¿Qué sucede?—, preguntó, la preocupación clara en su voz mientras los miraba.

      Jasper se levantó sin soltar la mano de su esposa, resultando en que ella casi haya sido obligada a pararse también —. Cassie necesita un ultrasonido.

      —Puedo hablar, Jazz—, Cassadee rodó los ojos, y miró al doctor —. Necesito un ultrasonido.

      Carlisle frunció el ceño, mirando el abdomen de Cassadee —. No es posible.

      Cassadee tiró a Jasper hacia ella antes de retroceder y tomar por la cintura a Carlisle para llevarlo con ella hacia las escaleras, yendo hacia su oficina —. Podemos hablar de lo imposible que es cuando veamos qué tanto llevo.

      Los tres quedaron en silencio mientras entraban a la oficina de Carlisle y éste preparó la cama de hospital y el monitor. Cassadee reposó en la cama y levantó su remera.

      —Es extrañamente conveniente que tuvieras todo esto aquí—, comentó Cassadee.

      —Cuando tú y tu hermana comenzaron a involucrarse con mis hijos, decidí que era mejor estar preparado para cualquier cosa—, dijo Carlisle, colocando el transductor sobre el estómago de Cassadee y produciendo la imagen de un feto en la pantalla.

      —Oh, por Dios—, jadeó Cassadee, mirando la imagen. Miró a su esposo, quién lucía aún más shockeado que antes.

      —Eso definitivamente un bebé—, habló Jasper finalmente.

      —Parece que llevas cuatro meses—, informó Carlisle, observando el monitor.

      —Bueno, creo que hay que tener en consideración que era virgen hace un mes.

      —El feto crece mucho más deprisa—, señaló Carlisle, mirando a la pareja —. Esto puede lastimarte seriamente, Cassadee. Desearía saber más sobre esto, pero temo que estoy tan confundido como ustedes.

      —Necesitamos sacar esa cosa de ti—, habló Jasper, su expresión imposible de descifrar.

      Cassadee se sentó, inmediatamente a la defensiva —. ¡Esa cosa se llama bebé, Jasper! ¡Y de la única forma que él o ella saldrá de mí es cuando esté dando a luz!

      — ¡Cassadee, podría matarte!—, gritó Jasper, su ira y miedo creciendo cuánto más pensaba en las posibilidades.

      — ¡No!—, Cassadee se levantó de la cama —. Es mi hijo. Y, ya que pareces olvidarlo, déjame recordarte que también es tuyo.

      Cassadee sabía que el resto de la familia estaba escuchando la pelea. Estaría sorprendida si no fuera así. De todos modos, le sorprendió que Esme abriera la puerta de la oficina y entrara con su usual cálida sonrisa en su rostro. Igualmente, pero era obvio que estaba estresada —. Toda esta pelea no es buena para el bebé.

      — ¡Dile eso a él!—, Cassadee apuntó a Jasper.

      Jasper suspiró, atentando calmarse mientras miraba a su madre adoptiva —. Esme, ¿puedes decirle que está equivocada?

      —Temo que no está equivocada, Jasper—, Esme caminó hacia Cassadee y colocó su brazo alrededor de los hombros de la Igualadora —. Tan imposible como esto sea, está sucediendo, y Cassie va a decidir qué sucederá con su cuerpo.

      — ¿Cassie está embarazada?—, preguntó Rosalie al entrar al cuarto, Emmett y Alice detrás de ella —. ¿Cómo?

      Emmett rió —. Creo que todos sabemos.

      Si Cassadee no estuviera tan enfadada, hubiera reído. Pero su atención permaneció en su esposo y su mano descansando sobre su estómago —. ¡No voy a dejar que nadie toque a mi bebé!

      —No puedo ver al feto—, habló Alice, antes de mirar a Jasper —. He dejado de ver el futuro de Cassie hace un rato. No dije nada porque estaba segura que ella diría algo si algo iba mal.

      — ¡Nada está mal!—, Cassadee alzó las manos al aire —. ¡No hay nada malo conmigo teniendo un bebé!

      — ¡Lo hay cuando podría matarte!—, gritó Jasper, acercándose a su esposa.

      —Y a todos nosotros—, agregó Emmett, consiguiendo que Rosalie le pegara.

      — ¿No entiendes lo serio que es esto?—, cuestionó Jasper.

      — ¡Solo es un bebé!—, gritó Rosalie, poniéndose del lado de Cassadee —. ¡No ha ni nacido y ustedes ya están sonando como si hubiera asesinado a alguien!

      —No voy a seguir discutiendo, voy a quedarme con mi papá esta noche—, suspiró Cassadee, saliendo de la oficina antes de dirigirse a su antiguo hogar, tomando las llaves de su BMW en el camino. Escuchó a Jasper llamarla, lo que solo la hizo enfurecer aún más y apurar su ritmo.

      El viaje a la casa de Charlie fue corto, considerando que Cassadee iba a treinta millas por sobre el límite de velocidad, una mano en el volante y la otra sobre su barriga —. No dejaré que nada te suceda—, repetía una y otra vez, hablando consigo misma.

      Cuando estacionó en la vieja casa, se dirigió a la puerta a velocidad vampírica. Necesitaba a su padre ahora mismo, él era el único que lograba tranquilizarla cuando más lo necesitaba. Tan pronto como abrió la puerta, Charlie la miró desde la cocina.

      — ¿Qué sucedió, hija?—, preguntó tan pronto como vio la expresión triste de su hija. Supo que algo sucedía al segundo que la vio cruzar la puerta, ella siempre lo llamaba al menos para asegurarse que se encontraba en casa para pasar tiempo con él.

      Cassadee no respondió a la pregunta, solo abrazó a su padre al segundo que se acercó lo suficiente, casi golpeándolo por la rapidez.

      —Me estás asustando, Cass—, dijo Charlie, acariciando la espalda de su hija —. ¿Qué sucedió? Estabas bien hace unas horas. ¿Jasper te hizo algo? Le dije que si alguna vez te hacía algo--.

      —Solo tuvimos una pelea, estoy bien. Quiero estar contigo ahora.

      — ¿Sobre qué fue?

      Cassadee le quería decir a Charlie que estaba embarazada, realmente quería hacerlo. Diablos, estaba segura que él sospechaba que algo sucedía desde el momento en que la vio. Si le dijera, podría decirle que estaba embarazada de cuatro meses, pero sabía que eso no justificaría todo al final. Si el bebé crecía tan rápido, en menos de un mes daría a luz —. No es nada, papá. Solo fue una pelea tonta.

      —Obviamente fue algo si decidiste venir aquí—, señaló Charlie —. Vienes conmigo cuando algo realmente te molesta.

      Cassadee se separó de su padre —. No quiero hablar sobre ello ahora. Solo quiero ir a dormir, ¿puedo quedarme aquí esta noche?

      —Por supuesto, Cassie Atrevida—, acarició su espalda —. Siempre serás bienvenida aquí—, besó su frente antes de que ella subiera las escaleras —. ¿Aún vamos a mirar los Jóvenes Titanes mañana?

      —No me lo perdería por nada en el mundo, papá—, sonrió Cassadee antes de dirigirse a su cuarto.

      La castaña no desperdició un segundo para tirarse sobre la cama. Se cubrió con las sábanas y rodó hacia un lado. A pesar que no se encontraba cansada, se sentía mejor con solo estar acostada. Claro que estaba cómoda en su nuevo hogar, pero nunca se compararía con estar en el lugar que ella llamó hogar por dieciocho años, incluso aunque ya no viviera allí.

      —Realmente no quiero hablar si lo único que vamos a hacer es pelear—, dijo Cassadee cuando escuchó la ventana abrirse, ni siquiera se giró a mirar para asegurarse que se trataba de Jasper.

      —Lo siento, Cassadee—, se disculpó, sentándose lentamente en el borde de la cama, sin saber si ella iba a permitirle que se quedara —. Es demasiado para asimilar. Crear un bebé no debería ni ser posible, y que podría hacerte daño no ayudó.

      Cassadee se dio la vuelta para enfrentar a Jasper, al principio no iba a decir nada, pero cambió de opinión —. Siento que no considere tu posición pero, aún así, no voy a dejar que nadie le haga daño a este bebé.

      — ¿Y qué si te lastima?

      Cassadee se encogió de hombros —. Entonces, me lastima. Además, si muero no me extrañarás, tú también morirás.

      Jasper casi rió y se estableció en el lado contrario a su mujer, atrayéndole a su lado —. Te amo tanto, querida. Voy a apoyarte a ti y a tus decisiones sin importar cuáles sean—, besó su cabeza y pasó un dedo por su oscuro cabello —. Y sé que voy a amar a este bebé, solo espero que podamos verlo realmente.

      —Estaremos bien—, aseguró Cassadee —. Siempre lo estamos.