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-𝟶𝟶𝟸-

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Ella mordió su paleta, buscando masticar ese sabor cereza que tanto adoraba, aquello lo hizo mie tras ojeaba la información de la clase de héroes, no era muy interesante, sin embargo, si quería pasar desapercibida debía deshacerse de pequeño y molestos obstáculos. ¿Los mataría? Claro que no, haría algo mucho mejor, los haría enamorarse tan perdidamente que jamás se atreverían a dudar de ella.

La alarma de su teléfono sonó, indicando que ya eran las diez de la noche, era la hora de salir de la residencia y hacer su trabajo, usualmente no era nada más que vigilancia, después de todo, uno de sus contratistas le había pedido vigilar un almacén con drogas durante un lapso de once a doce de la madrugada, después de todo esa era la hora estipulada para la siesta de sus guardias.

Con rapidez la chica cambió su pijama por un par de pantalones negros y un buzo manga larga de cuello alto, tomó un tapabocas negro que solía usar para luego atar su largo cabello en una coleta alta. La chica deslizó un pequeño tablón de su habitación, sacando dos pequeñas pistolas con silenciador y un ar de guantes con tecnología suministrada por Daruma Ujiko, el único e inigualable científico de All for one.

Aquellos guantes fueros especiamente diseñados para almacenar energía cinética de su al rededor, al momento de golpear a alguien usando aquellos guantes este liberaría toda la energía almacenada, haciendo que el golpe fuera letal, después de todo la chica los mantenía cerca de fuentes de energía. Al colocarse aquellos guantes la chica apretó sus dedos, prosiguiendo en colocarse un par de botas negras que solía usar al momento de hacer cualquier vigilancia, después de todo las botas para cuando asesinaba personas eran mucho más elegantes.

Ser una asesina y ser fuerte no significaba que no debía verse fabulosa al momento de matar personas.

Con delicadeza la chica puso el seguro de la Perijá de su habitación, codificando los archivos importantes de su computadora y llevando tu teléfono en su bolsillo, rápidamente la chica procedió a salir por la ventana de su habitación, dejando esta ligeramente abierta para poder volver a entrar. Al salir la chica se balanceó en el árbol frente a su habitación, usando este para caer ilesa en el suelo y comenzar su camino hacia aquel almacén.

Eran aproximadamente las once y cincuenta, los vigilantes que cambiarían de turno con ella se encontraban charlando animadamente, después de todo habían llegado más temprano:— de verdad le agradecemos mucho esto, la última vez que el señor Shikamura nos visitó sin avisar me quedé dormido.— la chica de cabellos azabache negó.

— No se preocupen, por eso me pagan.— el hombre más alto y formino acaricio el cabello de la chica.

El hombre, con una expresión que haría llorar incluso a un adulto, dijo:— Debes concentrarte en tus estudios.— podía ser rudo, sin embargo, aquel gesto tierno hizo que la chica soltara una risa.

— Eso haré, nos vemos.— la chica comenzó a alejarse, despidiéndose de los dos hombres.

La chica escondió sus armas, de tal manera que si encontraba algún héroe o oficial en el camino este no se diera cuenta que cargaba estas, con delicadeza la azabache bajó su cubrebocas, metiendo una paleta a su boca, pensando en su siguiente movimiento. No planeaba eliminar a la clase A, mucho menos a la B, eso sería algo estupido, teniendo en cuenta los objetivos de la liga, la cual nunca había visto en persona, ella planeaba hacer algo más, teniendo en cuenta también sus propios propósitos, ella planeaba hacer que todos cayeran a sus pies. Sería algo realmente duro, después de todo sabía con certeza que el hueso más duro de roer sería cierto chico de cabellos rubios y ojos carmín.

El más difícil de seducir sería Katsuki Bakugo.

Ella cerró sus ojos mientras masajeaba el puente de su nariz con el ceño ligeramente fruncido, según la información que había obtenido el era alguien realmente difícil con quien tratar y, seguramente, su personalidad sería algo que constantemente chocaría con la suya, después de todo algo que jamás podría tolerar es a alguien que la tratara como inferior, cosa que aprendió gracias a su madre.

"Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento" es fue la frase que su madre robó de las películas de barbie para explicar su punto, aunque era una frase muy buena el hecho de fuera una buena frase no evitaba que la chica riera cada vez que pensaba que su madre la tomó de una película de princesas. La chica tomo la liga que ataba su cabello, liberando este y acomodandolo para que pudiera caer a los lados de su rostro, así podría pasar un poco más inadvertida.

Sin embargo, aquello no fue suficiente para que un grupo de tres hombre la abarcara, comenzando a acosarla:— Algún día Tom se comerá a Jerry, Silvestre a Piolín y yo a ti.— comenzó diciendo uno de ellos.

— Linda, no tengas miedo, muerdo pero muy suave.— dijo otro, razón por la cual los tres soltaron risas.

La chica detuvo su caminata, observandolos con el ceño fruncido:— Ni bañándome se me quitó todo lo sucio que quiero hacerte.— dijo otro, la chica se cruzó de brazos.

— Disculpen, pero, no los conozco. No tienen porque hablarme.— los tres hombres rieron.

— Solo estamos diciendo que eres hermosa.— dijo el que parecía ser el más alto de los tres.

— Como ya dije, no los conozco, no tienen porque decirme cosas que para ustedes significan que soy hermosa. Eso se llama acoso sexual y eso es algo que puedo llevar a juicio.— los tres hombres rieron.

— ¿y enserio crees que vas a lograr hacerlo? Linda.— el hombre, apuntó de tocar a la chica, fue interrumpido por una patada que lo mandó a volar.

Un destello verde hizo que los tres hombre terminaran noqueados en el suelo, la azabache suspiró, soltando el mango de su pistola y escondiendo esta de manera segura, cuando su "Salvador" terminó con su trabajo se acercó a ella, asegurándose de que estuviera bien. Sus cabello verdes lo hacían resaltar, sus músculos eran marcados y su altura lo hacía imponente, sin embargo, su rostro solo demostraba que era un chico tierno. La última vez que ella había notado la existencia del de ojos verdosos el apenas era un niño de baja estatura demasiado tierno para ser real.

— ¿Estas bien? ¿Puedo ayudarla en algo?— preguntó el más alto con una sonrisa nerviosa y un lijero sonrojo.

Aún no podía hablar con las mujeres, después de todo:— Majakutsu ______ y, tú, ¿tienes un nombre a demas de esos músculos y ese ajustado traje?— preguntó coqueta, obvio sabia quien era.

Midoriya Izuku, clase 1-A, el chico que Shigaraki quiere llevar a la tumba, el peliverde comenzó a balbucear mientras observaba los orbes ónix de la chica, a pesar de su falta de brillo podía jurar que en ellos podía haber una galaxia completa:— ¿Sienpre eres tan elocuente?— preguntó ella, colocando una mano en su cintura mientras sonreía.

El sonrojado peliverde sonrió:— Izuku Midoriya, pero puedes decirme Deku.— dijo el pecoso tartamudeando, desviando la mirada.

— creo que prefiero Izuku.— dijo ella, acariciando su cuello.

— ¿Y cómo te involucraste con...?— comenzó a tartamudear el peliverde, sin embargo fue interrumpido por la azabache.

— ¿Los tres idiotas? Bueno, los hombres creen que un no significa si.— dijo ella, jugando con su cabello.— creo que es hora de irme, nos vemos luego, Izuku.

Una sonrisa distorsionada no tardó en formarse en los labios del chico:— ¿No quieres que te acompañe?— dijo él con una voz ligeramente más aguda de lo normal, razón por la cual tocó su cuello.

— Gracias, pero, puedo ir yo solita. No todos los hombres son tan imbeciles.— dijo ella, haciendo un gesto de despedida, caminando hacia un lugar con un poco más de luz y alejándose del peliverde.— a demas si intentan algo metere una bala en sus cabezas.

Izuku, al ver como la chica se iba sonrió, sin embargo, un gesto de confusión se hizo en su rostro cuando pensó en el nombre de la chica:— ¿no es la chica Quirkless de la que hablaban Kaminari y Shinso? — el chico golpeó su frente al notar que era así, el había estado deseando encontrarse con la chica para asi poder saber más de ella y tener una amistad, a pesar de todo el, en su mente, seguía siendo un Quirkless. Después de todo aquel era un poder que se le heredó tiempo después.

Un chico chocó hombros, esperando un grito de parte del chico Izuku se tensó:— Oye amigo me pegaste en el hombro.— dijo el chico pelinegro con una sonrisa.

— Yo... lo siento.— comezó a tartamudear el peliverde, el azabache solo comenzó a reír.

— Todo pasa por algo, todo está escrito.— dijo el con tranquilidad.— yo creo que hay aliens, es imposible que estemos solos. Ten buena noche amiguito.

El drogado azabache comenzó a caminar felizmente mientras sonreía, Izuku solo suspiro al ver como se iba, pasando por encima de los cuerpos de los hombres que se mantenían noqueados en el suelo.

— Bien hecho, Majakutsu, aprobaste con cien puntos el examen de matemáticas. Me alegra que poco a poco se noten mejoras.— la mencionada recibió el examen con interés fingido, doblandolo y metiendo este dentro de uno de sus cuadernos.

Probablemente se le olvidaría donde lo había dejado, sin embargo, no era como si algo como eso le importara, después de todo la razón principal para estar en Yūei era obtener información que posteriormente le daría a Giran para asuntos de la liga. Ella sentía curiosidad sobre la liga, si bien quería conocerlos nunca se dio la tarea de buscarlos el internet o en la Darkweb, después de todo no quería hacer trabajo de más, ese era uno de sus defectos, era demasiado floja.

Asesina despiadada de noche, morsa floja durante el resto del tiempo, solo se levantaba para buscar comida o por asuntos del trabajo, si bien era una vida sedentaria, en su retorcida mente, no era para nada aburrida:— ¿Como puedes sacar un puntaje como ese?— dijo Sakura, acercándose a ella junto a Inuko.

— Así lo quiso Itachi.— se limitó a decir la azabache, encogiéndose de hombros mientras recogía sus libros, después de todo pronto sería hora del almuerzo.

La de orbes ónix hizo que su cuello sonara, asustando a sus dos amigas:— ¿estas bien?— pregunto Inuko, acariciando su cuello, después de todo podía jurar que la azabache casi rompía el suyo.

— Mucho mejor, vamos a almorzar.— dijo ella, tomando su almuerzo previamente hecho y dirigiéndose a la puerta de salida del aula.

— Pero si todavía no...— antes de que la rubia terminara su oración la campana sonó, haciendo que se callarabpor un breve instante.— ¿visionaria?

La chica que ya iba caminando hacia la clase del chico que había conocido hace unos días suspiró, asomándose en el salón del chico y observando como todos se preparaban para salir a la hora del almuerzo:— ¡______!— gritó el rubio, apresurandose para luego correr hacia el lugar en donde la chica lo esperaba.

— Viene porque quería que almorzaramos juntos.— dijo ella con una sonrisa.

Toda la clase de héroes se quedó observando a los dos chicos, en especial cierto pelimorado que observaba ma escena con evidente molestia, cosa que hizo que Mina riera por lo bajo, Izuku sonrió cuando cruzó miradas con la chica, saludando a esta tímidamente con su mano mientras la azabache lo imitaba.

Con ilusión Denki sonrió:— Claro, traeré el dinero del almuerzo que...— antes de poder terminar el chico se sonrojó al ver como ella rió ligeramente con los ojos cerrados mientras sus mejillas se enrojecian.

Shinso tenía sus mejillas sonrojadas en aquel momento, después de todo nunca la había visto de aquella manera:— de hecho, hice almuerzo de más y, bueno, básicamente te traje un bento.— dijo ella, fingiendo estar avergonzada.

Una flecha atravesó el corazón de Denki en aquel momento, ninguna chica había hecho algo parecido por el:— No se que decir.— dijo el rubio, tartamudeando, estaba muy feliz en aquel momento.

— ¡Amigo! Si no aceptas yo iré a almorzar con esa hermosura.— dijo Mineta, empujando a su amigo y haciendo que se acercara más a la azabache, cosa que lo hizo avergonzarse aún mas.

Shinso se levantó y rápidamente se acercó a la puerta:— quítense, estorban.— el pelimorado salió de aquel lugar, pasando por en medio del de ojos ámbar y la chica que solía ser su compañera de clases.

Mina río por lo bajo de manera juguetona:— Entonces, ¿nos vamos?— dijo la azabache con una sonrisa.

— ¡Claro!— exclamó el rubio, comenzando a caminar hacia la cafetería a un lado de la chica.

Ochako ladeo su cabeza con confusión:— Deku-kun, ¿conoces que esa chica?— preguntó ella, curiosa ante la misteriosa chica que hizo que, notoriamente, Shinso se pusiera celoso.

— Ella está en estudios generales, de ahí conoce a Shinso-kun y la última vez Kaminari dijo que tropezó con ella y así se conocieron, al parecer se están haciendo amigos.— la castaña sonrió, definitivamente quería ser amiga de esa chica.

Por su parte, Shinso, quien ya se encontraba sentado en una de las mesas de la cafetería mientras comía, observaba al rubio y la azabache caminar hacia una mesa, al cruzar miradas con la azabache por un milisegundo este desvió la mirada, haciendo a la chica fruncir ligeramente el ceño, sin embargo, después de un rato la de orbes ónix volvió a centrar su atención en el rubio a su lado, sentándose en una mesa frente a la de Shinso.

— Espero que sea de tu agrado, usualmente también compro en la cafetería, pero, no se...— dijo ella, fingiendo nerviosismo y haciendo que la sonrisa de Denki se agrandada, no podía creer aún que una chica estuviera tan interesada en el.

— ¡Se que me encantara!— dijo él con emoción, abriendo el porta comidas y encontrándose con algo que realmente disfrutaba.— ¡Hamburguesa!

La chica sonrió:— coloque algo de arroz y unos cuantos pulpos de salchicha, pero, he visto que comes mucho hamburguesas así que creí que te gustaría:— dijo ella con una sonrisa, haciendo que el chico eléctrico se derritiera.

Lo cierto era que aquella comida había sido preparada por Sakura e Inuko, si bien ella tenía muchas habilidades preparar comida no era una de ellas, cosa que había heredado de su madre:— come, no dejes que se enfríe.— dijo ella, abriendo su porta comidas y encontrándose con una deliciosa comida.

Shinso apuñaló brutalmente su arroz con uno de sus palillos, observando con cara de pocos amigos como Kaminari se deleitaba con la hamburguesa que la azabache había traído para el, incluso el sabía que ella no era buena cocinando, cosa que aprendió a las malas, probando uno de los horribles e improvisados platos de la de orbes ónix:— Eso lo hicieron sus amigas, estoy seguro.— dijo el, frunciendo ligeramente el ceño mientras seguía apuñalando el arroz.

Denki observo el almuerzo de la chica, no había tardado mucho en devorar su hamburguesa, razón por la cual lo único que quedaban eran las salchichas y el arroz que comía gustoso:— ¿Quieres un poco?— preguntó la azabache, tomando un trozo de cerdo con sus palillos y extendiendo este hacia el rubio.

— pruébalo y, si te gusta, te daré más.— dijo ella con una sonrisa.— extendiendo aquel trozo de cerdo y colocandolo frente a Kaminari, quien rápidamente abrió la boca y comenzó a masticar mientras sonreía.— ¿Te gustó?

Con su otro palillo Shinso apuñaló su arroz, asustando a Mina, quien se encontraba sentada a su lado observando a los dos chicos que comían juntos frente a ellos, entre más observaba a la chica junto a su compañero más constantes eran las beses que apuñalaba a su arroz con sus palillos. Eijiro, quien pasaba por allí charlando animadamente con Sero, observó el plato de comida de Shinso, emocionandose al ver este.

— Bro no sabia que hoy había puré de papa, hay que ver si aún queda un poco.— dijo el pelirrojo, el azabache asintió y juntos se adentraron en el tumulto de gente que pedía por comida.

Mina al escuchar aquello no pudo evitar reír, haciendo que el chico sentado a su lado la mirara de mala manera:— Lo siento, es que, es obvio que te molesta que ella esté con Kaminari.— dijo la de tes rosa.

— ¿por que me importaría?— dijo el pelimorado.— tampoco estoy molesto, estoy ablandando mi comida.

El chico no pudo evitar gruñir al ver como la azabache pasaba comida de su porta comidas al que había traído para Denki, golpeando con las plamas de su mano la mesa el chico aw levantó, dirigiéndose hacia donde los dos chicos se encontraban:— Kaminari, sabias que esa comida fue preparada...— antes de poder terminar la boca del pelimorado fue cubierta por las amigas de la azabache.

— Con mucho amor, Majakutsu incluso preparó los ingredientes el día anterior.— dijo Inuko con una sonrisa nerviosa.

— Mo, cuanto pagaría por tener una comida preparada por Maja-chan, incluso te dio comida en la boca. Te envidio Kaminari-san.— dijo Sakura, haciendo un puchero.

Shinso intentó hablar, sin embargo Inuko y Sakura pisaron sus pies:— Tanto tiempo Shinso-kun, tenemos mucho de que hablar, nos vemos.— dijo Sakura, llevándose al pelimorado consigo y Inuko.

La azabache dejó salir una pequeña y sincera sonrisa, estaba agradecida con sus amigas por salvarla en aquel momento, por impulso, la chica comenzó a enredar su cabello al rededor de su dedo, cosa que Denki vio como algo lindo, después de todo parecía una muñeca de porcelana en aquel momento. Con atrevimiento el chico tomó una de las manos de la de ojos ónix, haciéndola volver a al realidad.

— Si quieres podemos almorzar juntos todos los viernes a partir de ahora.— la chica sonrió y asintió repetidas veces, cosa que enternecio a Denki aún más.— seria un gusto Denki.

Shinso, quien era obligado a observar aquella escena gruño mientras se sarandeba, intentando liberarse de las cintas que Inuko había atado a su alrededor para retenerlo:— ¿Realmente crees que le guste?— dijo la castaña, observando la escena para luego suspirar.

— No lo se, pero, me gusta verla así de feliz. No es usual verla sonreír tanto.— dijo la rubia.— la amo mucho, es mi mejor amiga, la conozco desde hace cinco años. Lo único que quiero es que sea feliz.

— ¿sabes que no es necesario que digas cuánto tiempo la conoces?— dijo la castaña.— me transferí a su escuela el día de la graduación, pero, de todas maneras también la conozco desde antes de entrar a UA.

Sakura soltó un suspiro largo.

La azabache acomodó sus lentes de lectura, pasando a la siguiente página de su libro mientras se acomodaba en el mueble de la sala común de su residencia, usualmente leía muchos libros del estilo battle royal, solía disfrutarlos plenamente, sobre todo por el hecho de que su negocio era matar gente. En aquel momento Sakura e Inuko aparecieron, la rubia llevaba una bandeja de galletas mientras que la castaña llevaba una bandeja con su juego de té favorito, usualmente ella obligaban a la chica a bajar a la sala común para socializar y probar postres y té que ellas mismas hacían.

Inuko era una aficionada a coleccionar juegos de té, hábito que adopto de su padre, quien coleccionaba estas mismas, sin embargo, ella era la única que sabía como hacer un buen té:— el día de hoy te preparé u  Earl grey, le coloqué algo de leche y miel para que puedas disfrutarlo mucho más.— dijo la castaña, sentándose al lado de su amiga.

— Yo hice galletas con cacao y las bañe con chocolate blanco, justo como te gusta.— dijo la rubia, sentándose al otro lado de su amiga.

La de orbes ónix retiró sus lentes, dejándolos sobre el libro que colocó a un lado de las galletas que Yuko había preparado, con usual delicadeza la chica tomó la taza de té que Inuko le había servido, oliendo el dulce aroma a bergamota, el distintivo del té Earl grey, siendo este contrarrestado con una dulce base de miel, vainilla y leche. Una auténtica delicia tanto para el paladar como para el olfato. Con delicadeza la chica colocó sus labios sobre el borde de la taza, enfriando un poco el té antes de tomarlo y saboreando el dulce y amado sabor de Earl grey. Inuko, expectante por su respuesta, la observó con una sonrisa.

— Está mucho mejor que el anterior. Diez de diez.— la castaña saltó en su puesto con emoción.

Todos los demás que se encontraban en la sala común celebraron junto a Inuko, después de todo, no era usual que la chica diera tan alta calificación:— ¡Felicidades Inuko!— dijeron algunos.

La castaña dejó salir una risa avergonzada:— ¡Ahora es mi turno!— gritó Sakura con emoción, haciendo que todos callaran y esperaran mientras observaban a la azabache.

Con delicadeza la chica de usual rostro neutro tomó una de las galletas de la rubia, metiendo la mitad de esta en su boca y mordiendola en el acto, mientras más masticaba la ojiazul movia más su pierna con nerviosismo, quería tener una calificación tan alta como la de la castaña que anteriormente había dado a probar de su té. Cuando la chica tragó lo que tenía en su boca colocó una mano en su mejilla y con un lijero sonrojo dijo:— están deliciosas.— cuando la azabache dijo aquello toda la sala común se quedó en silencio mientras ella comía su galleta con felicidad poco usual.

— ¿lo logré?— dijo la rubia, en estado de Shock.

— lo lograste.— dijo la castaña, en el mismo estado que la rubia.

— ¿En serio lo logré?— dijo la rubia, razón por la cual Inuko asintió repetidas veces.

— ¡Lo lograste!— gritaron todos al tiempo, felicitando a la chica.

Por su parte la azabache acompañaba aquellas deliciosas galletas con su té, hace mucho tiempo que no disfrutaba algo tan delicioso, exactamente el tiempo que llevaba fuera de casa:— ¿por qué es tan sorprendente que algo que guste a Majakutsu? — preguntó el chico nuevo de la clase.

— Sus padre no permiten que coma lo que sea, ella proviene de una familia militar adinerada así que solo los mejores chef cocinan para ella.— explico Sakura con una gran sonrisa.— ¡Y dijo que mi comida estaba deliciosa!

Extra:

Con pereza la de cabellos negros bostezo, había estado todo su tiempo libre investigando algunas cosas que Giran le pidió, razón por la cual no había podido disfrutar de su usual siesta por la tarde. Por su parte Sakura trenzada felizmente el cabello de su amiga mientras que por su parte Inuko colocaba pequeñas flores en su cabello:— ¿Hacemos lo mismo mañana?— preguntó la castaña.

— Si, va a estar demasiado cansada como para darse cuenta, seguro a Shinso y a Kaminari les encantará.— dijo Sakura con una sonrisa.

— A demas, mañana no le toca lavarse el cabello.— dijo la castaña con una sonrisa.— ¿crees que Shinso le dijo a Kaminari que nosotras hicimos la comida?

La rubia suspiró:— si lo hizo lo mataré.

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Bienvenides a este que es el segundo capítulo de este, my new proyect.

No tengo mucho que decir, apenas esta comenzando así que no puedo hacer más que la Rayis conozca a los personajes de la clase de héroes, poco a poco le iré explicando cómo va todo y les mostraré el pasado de nuestra misteriosa protagonista.

Dejen sus opiniones del capítulo aquí por favor.

Me encanta leer los comentarios.

Nos vemos, gracias por leer.

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