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-055.-

Capítulo 55:
"El juego de Enchantess."

Los pasos de _______ resonaron por todo el pasillo de Tartaros hasta que llegó a la recepción, donde se encontraba un hombre que parecía estar realmente agotado.

— Diculpe, estoy buscando a All for one, su querida amiga quiere hacerle una visita —antes de que el hombre pudiera formular un rotundo "no" un par de personas, hombre y mujer, aparecieron detrás de ella.

La mujer hizo de su brazo una espada y la incrustó en el cuello del hombre, haciendo que este no lograra siquiera gritar antes de caer muerto.

— Bueno, supongo que tendré que buscarlo por mi misma —.

Sonrió ampliamente, disfrutando de lo próximo que pasaría. Siguió su camino mientras los dos Nomu le adelantaban en el paso, ellos ya tenían órdenes previas, debían matar a cualquiera que se les cruzara en frente a menos que ella ordenara lo contrario.

Ellos cumplieron fielmente su orden.

Mientras caminaban, mataban a quien se le cruzara. No importaba si fueran guardias o vigilantes, los Nomu fueron implacables, fueron despiadados.

Un pobre guardia se seguridad de bajo rango, quien se posó detrás de Majakutsu, la apuntó con una pistola eléctrica. Ella lo notó y ladeo la cabeza, retandolo. Él elevó su mano y disparó. Majakutsu tomó los cables y los torció, sorprendiendo al guardia, la electricidad parecía no tener efecto en ella, sin embargo, lo cierto era que ella le había pedido a Denki que le diera descargas eléctricas cada día para poder soportar algunos voltios. De un movimiento rápido, ella hizo que el guardia soltara la pistola, lanzó la pistola al suelo.

No tardó mucho tiempo en sacar un arma y disparar directo a la frente del hombre, matandolo. Ella siguió con su camino.

Las luces comenzaron a parpadear, lo cual, significaba que Denki había hecho su trabajo. Para no alertar a los heroes, Majakutsu ordenó a Denki manipular el sistema eléctrico de Tartaros, así, las alarmas no podrían sonar, sin embargo, no debía desactivarlo en su totalidad, después de todo, de esa manera se abrirían las celdas, lo cual, a ella no le convenía, a pesar de que podía usar a los Nomu para matar a todos los prisioneros, sería una molestia.

Ella solo necesitaba sacar a uno.

La mujer guardó de nuevo el arma en la funda que era sostenida por una correa alrededor de su muslo. Con calma, siguió caminando detrás de los Nomu, cuidando de de no ensuciar sus botas con sangre.

Al llegar al lugar deseado, _______ sonrió, aprovechando un espabilo en la electricidad para disparar a la cerradura de la puerta y que esta se abriera con facilidad. Como Kai s encontraba inhabilitando las cámaras, no se preocupó.

— Bueno, que tenemos aquí, un personaje inesperado en la historia —la voz de All for one retumbó por la celda—...Sabes, a pesar de tu inteligencia jamás pensé que te atreverías a llegar a estas alturas, lo esperaba de tu madre. Nunca lo esperé de ti.

— Tal vez somos más parecidas de lo que me gustaría admitir —dijo ella, cruzándose de brazos y analizando al hombre.

— Entonces, ¿cuál es tu plan? ¿Me liberarás para que? ¿qué te hace creer que no te traicionaré si lo haces?

La menor soltó una risa al escuchar lo dicho por el mayor.

— ¿Liberarte? Creo que estás un poco confundido sobre mis planes para ti —dijo—. Sabes, no puede haber dos símbolos del mal, en el mundo no caben dos reyes para los villanos.

El mayor se movió bruscamente, sin embargo, sus ataduras se lo impidieron.

— Mis planes a futuro no te incluyen, a demas, tú jamás fuiste un buen símbolo del mal. Es decir ¿Que fue todo ese teatro con Tomura? Por favor, pudiste haberlo hecho mejor, aunque formular aquel plan a futuro fue algo admirable. A pesar de que no viste las evidentes fallas —siguió—. Veras, no puedes imponer tu poder, por muchos que tengas, si muchas otras personas se unen en tu contra las cosas no resultaran. La rebelión te  superaría en número y por más poderoso que fueras no podrías con ellos porque también tiene particularidades individuales.

》también debes pensar en las consecuencias, ¿qué tal si fallas? ¿Que plan de respaldo te queda? Vivirías huyendo toda tu vida, como la maldita rata que eres —ella sonrió—. Puede que tengas la visión a futuro, pero sin un buen plan, sin analizar antes tus opciones y los posibles fallos de tu plan no podrás ejecutar las cosas de manera apropiada y meticulosa. Por eso soy mejor que tú.

— ¿crees que después de más de cien años de vida una niña como tú va a poder matarme? —All for one sonrió.

— Pensé lo mismo al principio —ella se acercó a paso seguro, estando a un lado del hombre y retirando aquello que le permitía respirar—..., pero luego caí en cuenta que eres humano, necesitas respiras, a demas. No eres a prueba de balas.

Allí, ella puso su arma a un costado de la cabeza de All for one y disparó.

En el departamento de Izuku, el peliverde observaba petrificado hacia el televisor mientras sostenía una taza de café en su mano. La noticia de la muerte de All for one lo había dejado sin habla, sin embargo, la masacre de los demás inocentes que tuvieron que pagar con su vida por ello había dejado un mal sabor en su boca.

Cuando apagó el televisor, se acercó al sofá y se deslizó entre las piernas de _______, quien había pasado la noche con él. Extrañamente ella no se le había insinuado, por lo cual, aquella noche no hicieron nada. Aunque realmente se sintió feliz de saber que ella no estaba detrás de aquella masacre.

Al recibir un mensaje, ella se apartó enseguida:— Espera un momento, ya vuelvo —dijo con una sonrisa.

La muchacha salió del departamento, volviendo minutos después mientras sonreía, Izuku la imitó.

— ¿Pasó algo? —preguntó el peliverde.

Ella negó.

— Papá me confirmó que la producción de los cicatrizadores instantáneos está yendo de maravilla, si todo sale bien, las personas solo tendrán que comprarlo y, sin importar que tan grande sea la herida, el producto la sanará de inmediato —dijo ella con una gran sonrisa. Su felicidad contagio a Izuku, quien la tomó de la cintura y la abrazó.

Él sabía que dentro de aquella villana había una gran mujer que se preocupaba por los demás y eso lo aliviaba.

En aquel momento, Izuku recibió una llamada:— Midoriya, soy yo, estoy en la entrada de tu edificio. Deberias reclamarle a los celadores, hay un charco de lodo en la entrada, cualquier visitante se disgustaría al ver eso —dijo Iida, riendo rato después.

— Iida, lo siento mucho, ahora mismo tengo una visita. Estoy saliendo con alguien así que...

— ¡Entiendo! —interrumpió el ingenium—. No olvides usar protección.

Iida colgó e Izuku se sintió avergonzado de inmediato mientras _______ reía a carcajadas.

— ¿Ah si? Te voy a dar una razón para reírte —dijo el pecoso con una sonrisa, colocándose sobre la chica y haciéndole cosquillas.

— ¡No! —exclamó ella entre risas—. Basta, haré lo que quieras.

El más alto sonrió, coqueto.

— ¿Lo que quiera? —Izuku meneó las cejas de arriba a abajo.

— Pervertido.

— Mierda —susurró ella mientras huía de Bakugo.

Él aún no quería dejarla libre por las calles, por lo cual, al encontrarsela en un parque él había comenzado a perseguirla para atraparla.

Al notar que Katsuki la alcanzaba ella se posicionó a un lado del rubio y tiró del cuello de su camisa, involuntariamente, él se encorvó, perdiendo el equilibrio, facilitando la tarea de Majakutsu al patear las articulaciones de sus rodillas y dejarlo arrodillado en el suelo.

Bakugo levantó la cabeza y le lanzó una mirada arrogante, repleta de desdén, que solo ella pudo apreciar. Él jaló de su antebrazo y la obligó a caer debajo suyo, sosteniendo su cabeza con el dorso de la mano para que esta no se golpeara ante la caída. Bakugo la tomó de cuello, ahorcandola suavemente.

Él cinismo en la sonrisa tranquilizadora que Katsuki dirigía a quienes lo rodeaban la hizo sonreír con burla.

— Solo es entrenamiento —dijo, haciendo que el grupo de civiles que los observaban sonrieran y aplaudieran la gran habilidad de Dynamight.

Ante aquella humillación, la mujer enredó sus piernas ágilmente alrededor del cuello de Katsuki, ahorcandolo con suavidad. Con moderación, oprimió un punto específico de la mano del héroe, provocando que él soltara el agarre sobre su cuello casi de inmediato. ________ se impulsó con las manos en el suelo, cambiando así de posiciones, ahora Bakugo se encontraba recostado debajo de ella, con el rostro enterrado entre los muslos de su ex amante, sonrió, mirándola a los ojos y, aprovechando que nadie podía descubrirlo, pasó si lengua lentamente por la tela de aquel pantalón delgado y ceñido. La villana suspiró mientras un escalofrío recorría su espalda.

— ¡Eso chica! Enseñale quien manda, que tu novio no te someta —gritó una voz femenina a la distancia, ella sonrió.

La mujer se levantó rápidamente, ayudando a Katsuki a hacer lo mismo:— No harás una escena frente a estas personas ¿verdad? —dijo ella con una sonrisa.

— Depende —respondió— ¿me dejarás atraparte?

— No.

— Entonces no, lo siento, pero pasó —dijo él con una sonrisa arrogante.

Ella sonrió.

— ¿Y si te ofrezco algo mejor que atraparme?

Katsuki levantó una de sus cejas y cruzó sus brazos, marcando sus músculos.

— ¿Qué?

La azabache se acercó a él y susurró:— Sexo prohibido entre héroe y villana.

— No me puedes chantajear con sexo.

Bakugo Katsuki.

Estaba embriagado en excitación...., Devoré sus pechos con mi boca y los mordí, hacienla soltar leves gemidos de placer. Ella quería que la hiciera mía, mia completa, eso era lo único que yo también quería en ese momento.

— Debo confesar mis crimines —dijo ella en un tono bajo y seductor, la tomé de las caderas y presioné mi erección sobre la tela de su ropa interior. Frotandonos uno contra el otro—. Hace unos años conocí a estudiante de UA que ahora es un héroe...y ese héroe me excita tanto que quiero perder mis bragas cada vez que lo veo.

Sus susurros contra su oído me hicieron jadear, estaba a punto de perder el control:— Quiero que me folle, tan duro que me haga disculparme por mis crimines —lo perdí.

Llevé dos de mis dedos hacia su boca para que los chupara. Lo hizo, y sentí que mi glande explotaría. Ya saltaba en mi pantalon por querer atravesar el interior de esta preciosidad.

Fue ella misma la que llevó sus manos a mi entrepierna y comenzó a desabrochar mi pantalon, y cuando lo hizo, metió su mano por debajo de este hasta alcanzar mi miembro.

— Estás húmedo —me susurró, liberando mi erección.

Lo masajeó, haciendo que yo apretara los dientes ante su roce. Sus manos habían mejorado con el tiempo, me pregunté si estar dentro de ella también había mejorado.

— Mira quien habla —llevé las manos hasta su ropa interior y la eché a un lado para masajear sus pliegues, ella ya estaba húmeda y lista para recibirme.

Estaba ansioso, no podía mentir, pero tampoco pretendía hacer que se me notara. Quería disfrutar, pero sobre todo verla disfrutar a ella, que me pidiera por más. Esto está muy mal, de muchas maneras. Solo pido que, si tengo que morir, sea aquí mismo.

Mejor pedir perdón que pedir permiso.

Ella solita agarró mi falo y lo alineó con su entrada. Ya lo notaba caliente, y poco a poco, se dejó caer sobre él.

— Agh —gimió, podía notar lo apretada que estaba. Iba a volverme loco.

Ella se adheria tan bien a mi polla que lo sentía divino, como si nos unieramos tan maravillosamente porque los dioses nos hicieron como dos piezas que encajaban a la perfección. Mierda, ella estaba tan húmeda que follarla sería tan fácil como respirar.

Hacia un año que no tenía sexo, de hecho, nunca había tenido sexo con alguien que no fuese ella. Pero incluso, habido tenido sexo cinco minutos antes, ella me habría parecido lo más tentador que había visto en mi vida.

Su cadera se movía adelante y atrás y hacía que mi pene se moviera en su interior. Estaba tan duro que en verdad quería hasta atravesarla. Ella me estaba montando tan bien.

Ella botaba sobre mi y eso hacía que mi dura polla le entrara hasta el fondo, de nuevo siendo perfectamente combinados. Joder, no puedo más.

La tomé y salí con ella enredada en mi cintura del pasillo de mi departamento, ni siquiera habíamos llegado al sofá. Sabía que esto estaba mal, por supuesto, ¿pero qué más podía hacer? Para cuando me quise dar cuenta ya no podía parar.

La follé duro dejándola caer sobre mi endurecido miembro hasta que sentí su interior deslizarse aun más y apretarme le falo, se había venido. Más, quería follarla más, quería su boca.

La dejé en el suelo de pie y aprovechó para arrancharme la camisa haciendo estallar los botones, mi pantalón y boxer cayeron por mis piernas también. Yo le arranqué lanropa que le quedaba y volví a besarla.

—¿Quieres que te perdone por tus crímenes? —agarré su mentón y escupí ligeramente sobre su boca, volviendo a morder sus labios—. Pues arrodíllate.

Y me obedeció ciegamente dejándose caer de rodillas frente a mi, tomó mi falo entre sus manos y se lo llevó a la boca. Ese lápiz labial rojo ya estaba algo disperso por su boca así que imaginé que por la mía también. Ahora también quiero que me manche de labial la polla.

—Ven, nena...—acaricié su cabello—. Pide perdón.

Ella tenía mi polla en la boca y no se le entendía nada lo que quería decía.

— ¿cómo dices, cielo? No te entiendo.

— Perdón —no la entendí, pero sabía que trataba de pedir perdón.

Mi pene sólo le entraba hasta la mitad de su longitud y lo comprendía, no la iba a forzar a meter más en su boca, pero si quería mi perdón iba a tener que cumplir mis fantasías.

—Te voy a follar las tetas...—tiré de uno de sus pezones—. Y luego me voy a correr en tu boca.

En lugar de decir algo, apretó sus dedos y sacó la lengua. No debería hacer juramentos, pero esto no es vano, que creí que había muerto y ella era el ángel encargado de llevarme al cielo.

La fricción de mi glande entre sus senos no tenía explicación. Sólo era tan placentero que no podía hacer más que gemir. Me masturbe ligeramente frente a su cara y acabé corriéndome sobre su lengua. Mi Ángel era obediente, no desperdició nada de lo que tenía para ella.

No dejé que reaccionara y la senté con las piernas abiertas sobre uno de los bancos del desayunador de mi cocina. Quería probarla, quería que ella también se viniera una vez más, y esta vez en mi boca. La queria toda ella para mi.

Delineé los labios de su vagina con mis dedos y toqueteé su botón nervioso haciéndola echar su cabeza para atrás.

Así es, nena, deja que papi se encargue de esto.

Lamí su interior, no quería parar de probarla, cuanto más juguetaba con mis dedos, más se mojaba:— Katsuki, me voy a...

Ella se vino sobre mi boca, dejándome inmerso en el placer y en la locura. Me permití saborearla un rato más mientras ella disfrutaba de la sensibilidad que sentía al acabar de venirse y mi lengua seguir andando en ella.

Subí mi cabeza hasta la suya y la besé. Mi esencia se mezcló con la suya pero nada se sintió más sucio y rico a la vez.

— Todos tus crímenes han sido perdonados.

— Pero..., he cometido muchos más —jadeó.

Sonreí.

Que bueno que hoy tenía el día libre.

Narrador omnisciente.

Majakutsu llegó a casa, agotada, suspirando mientras se recostaba en su cama. Se había dado un baño en el departamento de Katsuki, sin embargo, sentia que debía darse uno más profundo.

— Supongo que tenía razón sobre el héroe rubio —dijo Dabi—. Tiene una moral cuestionable, como el otro idiota, después de todo, se le caen los pantalones cuando vé a una linda villana frente a él.

— Katsuki es alguien indispensable para controlar a Shoto si decide hacer algo impulsivo, he intentado abstenerme de hacer algo con tu hermano.

— Está bien, Majakutsu, no tienes que mentirme —se burló el hombre.

Ella sonrió.

— ¿Mentirte? ¿Eso crees? —la mujer se levantó, posicionándose frente a su esposo—. Desde que nos casamos jamás te he mentido, sobre nada, te he dicho las cosas he hecho. Incluso cuando son previamente planeadas.

Touya desvió la mirada. Estaba dolido, nunca pensó que las cosas habrían sido de aquella manera, a pesar de que su esposa le dejó la cosas claras desde un principio.

—...y lo lamento, en verdad lamento que tengas que pasar por esto, tengo una deuda contigo después de hacer todas estas cosas. Pero sabías en lo que te metías cuando te casaste conmigo —siguió—..., no eres un mártir, Touya, y mucho menos inocente. Nunca, jamás me faltes al respeto. U olvida que alguna vez te amé.

— Cariño, lo sien...

— Callate —ordenó, molesta—. Lo creas o no tengo cosas más importantes que atender tu drama y narcismo ahora

Haber tenido que lidiar con todos los problemas de la noche pasada y todo aquel día había sido suficiente como para hacer que el pequeño drama de Dabi la molestara.

Entre cambiar de lugar con el clon que le habia hecho Twice para que Izuku no sospechara y la tarde con Katsuki ella se encontraba agotada. En aquellos instantes, ella salió de la habitación que compartía con sus esposos y fue al laboratorio, encontrándose con Kai, quien revisaba varios tanques grandes de gas.

— ¿Todo está bien, dulzura? —preguntó el castaño al verla entrar con el ceño fruncido.

La mujer asintió.

— Serán enviados en unas horas hacia el aeropuerto —explicó Kai al ver el interés de su novia en aquello tanques—. Todos los empleados fueron manipulados mentalmente por tu hermano para cumplir tus órdenes cuando el producto llegue a sus estaciones.

— Perfecto —ella sonrió—. Gracias por ser tan útil, Kai.

Ella le dio un tierno beso y ambos sonrieron.

Majakutsu se recostó en el césped, observando las estrellas, la mayoría de sus problemas habían sido resueltos. La noche en que asesino a Daruma, Kotaro borró las memorias de Momo e Izuku, por lo cual, ninguno de los dos recordaba haber sido drogado.

Se preguntó lo su yo de hace seis años habría pensado sobre ella.

Seguramente Sakura y Rina habrían hecho un escándalo al ver tal cosa, sin embargo, luego la habrían apoyado. Así eran ellas, siempre que veían que no podían detenerla, la ayudaban y la apoyaban.

— Bueno, suficiente autocompasion por hoy —se levantó del césped y suspiró—. La próxima semana será algo complicada.

Un sentimiento efímero se depositó en ella, esa sensación de desear ser protegida, esa sensación de querer ser débil por un instante y no ser destruida en el proceso. Esa emoción se había convertido en un círculo vicioso cuando sus amigas murieron. La tristeza la envolvía con un suave lazo de nostalgia.

Estaba agotada, pero ya no había vuelta atrás.

Mientras caminaba, adentrándose en su casa, ella comenzó a recordar pequeños detalles sobre Touya, con quien no le gustaba estar enojada; el lugar en donde solía dejar su gabardina, el olor a humo que parecía ser parte de su colonia. En cuanto se dio cuenta ya se encontraba en su habitación, abrazando a su esposo.

— No me gusta pelear.

— A mi tampoco —respondió él—. Siento haber dicho eso, aveces me pongo muy celoso de que otros estén contigo, sé que solo me amas a mi. Pero me duele.

— Lo siento, Touya —dijo ella, depositando un beso en la frente del albino—. No puedo prometerte monogamia, lo único que puedo prometerte es amor.

El albino sonrió:— Eso es suficiente para mi.

Majakutsu observó el paisaje a travez de la ventana de la cabina en la que se encontraba. Era tan calmado que, sinceramente, le costaba un poco interrumpir esa calma.

Se recordó a si misma que lo que sucedería ahora no sería el final, aquello sería el comienzo de su nueva vida, el comienzo de una vida feliz.

Detrás de ella, se encontraban inconscientes Izuku, Shoto y Bakugo, quienes al despertar, observaron su entorno con confusión, hasta detener sus miradas en la mujer que los acompañaba.

— Al principio seguramente creyeron que estaba loca, por un segundo, yo también lo creí —comenzó a hablar—. Hace un año mi vida se convirtió en un vórtice de miseria que ni yo podía controlar.

La mujer caminó alrededor de ellos, dándole un vistazo a cada uno.

— Les daré una oportunidad, no me estorben y los dejaré conservarlos —dijo—. Sean míos.

— ¿A que te refieres con conservarlos?

La pregunta de Shoto hizo que ella sonriera con diversión.

— Sus particularidades —sonrió—. Veras, de una o otra manera, después de todos los sucesos desafortunados que me convirtieron en quien soy, me di cuenta que yo no era el problema. La sociedad es el problema.

》 Todo esto, las muertes, las traiciones. Todo se hubiera evitado si los heroes hubieran hecho su trabajo en un principio. Si me hubieran rescatado cuando era niña, si hubieran rescatado a Sakura y a Rina, yo estaría en Paris y sería feliz —dijo—. Pero no le puedo echar toda la culpa a los heroes, verán, estamos en épocas en las que, aunque sea en una pequeña proporción, todos tienen algo de poder. Eso hace que las personas crean que pueden levantarse contra el sistema. Los villanos se crean a partir de muchas variantes, sin embargo, la ausencia de una verdadera figura autoritaria que ejerza su poder es lo que les da la libertad de dañar a otros.

La azabache hizo su cabello a un lado.

— En resumen, las particularidades son el problema —los tres heroes se pusieron en guardia en aquel momento, sabiendo lo que la villana les quería decir—. Son buenos, por eso les estoy dando la oportunidad de conservar sus poderes, pero veo que, por mucho que me amen, es inútil razonar con ustedes en estos momentos. Ya me buscarán cuando llegue el momento.

Ella se acercó al mando de control.

— ¡Espera! Esto no tiene porque ser así, _______, sé que eres buena —dijo Izuku—. Sakura e Inuko...

— ¡No hables de ellas!

Izuku asintió.

— Piensalo bien, ¿esto es realmente lo que quieres?, _______, aún tienes una oportunidad para vivir tu vida lejos de todo este rencor —ella relajó su postura, lo que le permitió a Izuku acercarse—. Puedes ir a Paris, vivir por ellas, cumplir tu sueño. La venganza no solucionará nada.

— ¿Que sabes tú? Todos tus amigos están vivos y tienes una madre que te ama —dijo ella—. Yo fui secuestrada y violada cuando era apenas una niña, fui usada como arma por mi propia madre, vi a las dos personas que más amaba morir y no pude hacer nada más que acabar con el sufrimiento de una de ellas. Soy una asesina.

— Eres mucho más que eso, pero, la elección de ser buena es tuya —Izuku extendió su mano—. Déjanos ayudarte.

Majakutsu dudo antes de tomarla, sin embargo, lo hizo. Abrazó a Izuku y sollozó  en sus brazos:— Lo siento..., lo siento mucho —dijo entre lágrimas.

Bakugo y Shoto sonrieron y suspiraron.

— Siento que sean tan ingenuos —una explosión aturdió a los tres héroes, ella sonrió y se apartó de Izuku— ¿Creen que hice ese discurso estupido para darles tiempo para pensar en un plan? Lo hizo para dar tiempo a las bombas para explorar, y se supone que ustedes son la mejor generación de heroes, patético.

》Ah, no puedo creerlo, los engañé a todos. Gané. Sabes Izuku, puede este dañada, pero ahora todos son tan débiles que mi madre podría acabar fácilmente con todos uno por uno. Oh, y la diversión no termina ahora, este es solo el comienzo.

Los tres heroes vieron como un humo violeta se expandía por toda la ciudad, incluso hacia donde ellos se encontraban. La villana sonrió ampliamente, lo había logrado, había eliminado a los heroes y a los villanos de una sola estocada.

— Los heroes de otros países te detendrán —ella soltó una risa ante lo dicho por Katsuki.

— ¿En serio creer que solo quiero quitarle las particularidades a Musutafu? No seas ridículo —la mujer sonrió—. Hace una semana envié tanques de esta misma sustancia antiquirk a cada continente, ahora mismo el gas debe estarse expandiendo por todo el mundo y, ahora que no están los Quirks. Mi empresa armas, medicina, ingeniería y negocios será el sustento principal para el trabajo y la protección.

La azabache echó su cabello hacia atrás.

— Después de hacerla una empresa mundial, solo queda esperar a que quienes antes dependían de su particularidad recurran a mi, a demas, quieran o no. Soy quien les da los recursos, la electricidad, puedo acabar con todos sin siquiera usar mi particularidad —la sonrisa cínica de mujer los heló a los tres—. Una orden y todos están acabados.

Todo habia terminado para ellos, poco a poco, sentían como parte de su fuerza disminuía. Un sentimiento de familiaridad volvió a Deku cuando su particularidad se fue por completo.

— Supongo que siempre estuve destinada a esto, nunca he estado conforme con poco, siempre quiero más y más. Supongo que lo único que quería era una experiencia de cada cosa, un poco de todo, y sin embargo mira, terminé siendo de quien todos dependen. Esto será divertido.

Ella comenzó a caminar hacia la salida. Ninguno de los tres se atrevió a acercarse a ella o lastimarla, no podían, porque ella estaba tan incrustada en sus pieles que el simple hecho de imaginarla herida hacia que sus corazones doliera.

— Tu indiferencia hacia la situación de los demás es mala.

Ella no lo miró antes de responder.

— El aburrimiento es malo.

Anteriormente, ella se habría limitado a vivir una vida normal, sin embargo, la satisfacción que sentía en aquel momento era incomparable a cualquier sentimiento posterior de felicidad que alguna vez había sentido.

Tenia a todo el mundo sobre la palma de su mano, una orden y podría modificar por completo el desarrollo de los países, un movimiento de su mano y podía hacer que sus armas destruyeran un continente.

Ahora todos eran solo personas normales, quirkless. Después de formular un antídoto en el que trabajaron previamente, ahora su familia sería la única con aquellos dones especiales. Ahora tenia un poder del que los demás no gozaban, tenía conocimiento, tenia dinero. Controlaba todo lo que le rodeaba y podía eliminar fácilmente a quien se le opusiera. Por fin había terminado de jugar aquel juego monótono en el que había estado participando durante tantos años, sin embargo, permanecería allí, manipulando los hilos de lo que ahora sería una sociedad controlada por ella, una sociedad que dependía de ella. Ahora todos eran solo personas sin ningún don especial.

El juego de heroes y villanos había terminado.

Ahora comenzaba un nuevo juego.

El juego de Enchantress.

Fin.


Espero les haya gustado el final, no puedo creer que ya haya terminado.

El siguiente capítulo será el epílogo con el que terminaré la historia, allí, verán que pasó después de este final.

Espero les haya gustado, nos leemos luego ♡.

No olviden dejarme su opinión.

Gracias por leer.

Especial fin de historia, ______ Majakutsu.

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