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-037.-

Este capítulo contiene escenas de lemon y de conductas obsesivas, si no te gustan este tipo de escenas no leas este capítulo.

037.—

Pequeños pasos apresurados se escuchaban por los pasillos de apariencia fúnebre, una pequeña niña de cabellos largos y negros corría, porque su vida dependía de ello, las lágrimas no paraban de correr por sus mejillas y una mueca de desesperación se había formado en su rostro pálido.

— Te tengo — dijo una voz masculina y rasposa, mientras la tomaba dem cabello—. Eres unas pequeña zorra muy escurridiza.

La niña observó al hombre, aterrada, sintiendo como su corazón latía tan rápido que incluso podía creer que estallaría en cualquier momento.

Jadeante, Akira despertó de aquella pesadilla, observando a sus alrededores y suspirando al ver en donde se encontraba, sintiendo el pavor que esa pequeña niña había sentido en sueño, mientras su se atiborraba contra su pecho.

La mujer de cortos cabellos pasó su mano por su rostro, soltando un largo suspiro mientras hacia aquello, y procediendo a extender su mano hasta su mesita de noche, tomando un frasco con pastillas y procediendo a meter dos de estas en su boca.

— Todo está bien — dijo para si misma, intentando convencerse de que aquello era verdad.

Con impaciencia, observó a su asistente, quien dormía en una de las sillas de su habitación:— Meira, llama a mi hija — dijo de repente, haciendo que el mencionado se levantara, sobresaltado.

— Señora son...— Meira observó el reloj de su muñeca con sus ojos entre cerrados — las dos de la madrugada.

— No te pregunté qué hora era, te dije que llamaras a mi hija— dijo Akira entredientes, irritada, observando al hombre con molestia.

El pelinegro sacó un teléfono de su bolsillo, con eviendente pesadez, achinando los ojos al sentir el brillo de la pantalla molestar en su visión, a duras penas pudo marcar el número de la mujer, pasándole el teléfono a esta para luego acurrucarse e intentar dormir de nuevo en aquella incómoda silla.

— ¿Hola?— respondió una voz femenina, adormilada, del otro lado de la línea— madre, si no estas muriendo, más vale que te cuides la espalda. Muy pocos han sobrevivido después de interrumpir mis siestas.

Akira suspiró con alivio al escuchar la madura voz de su hija, sonriendo ligeramente:— Queria pedirte que vinieras a la residencia durante tus vacaciones de primavera— dijo la mujer, inventando alguna excusa que justificara su llamada.

— Ya hice un compromiso con los Todoroki —Akira logró escuchar como, por un instante, su hija bostezaba y maldecía en voz baja—, le dije a Shoto que pasaría las vacaciones de primavera con él.

La mujer apretó sus labios con descontento:— ¿Ya lo llamas por su nombre?— un quejido de su hija no tardó en escucharse.

— No empieces, son las dos de la madrugada, mañana quiero tener un buen día— Akira puso los ojos en blanco ante el descarado comportamiento de su hija—. Shoto es el prometido que escogiste para mí, debo actuar amable con él, fue tú idea, no mía.

— Solo quería decirte que vinieras en primavera— interrumpió la mujer—, pero, mantener una buena imagen ante los Todoroki es primordial, haz lo que debas hacer.

— Como sea.

En aquel momento, su primogénita colgó la llamada, haciendo que Akira suspirara con alivio, sintiendo como un peso se liberaba de sus hombros.

La joven azabache de cabellos largos bostezó, observando con pereza el pizarrón en el que se encontraba escrita su lección de matemáticas, misma que Rina se había encargado de copiar por ella, después de todo, se sentía muy cansada e, incluso a ella, se le dificultaba aclarar sus pensamientos en aquel estado.

— Tienes cara de que alguien morirá hoy— dijo Kora en modo de burla, haciendo que una sonrisa se plasmará en los labios de la asesina gracias a la ironía.

— Me imagino a Majakutsu golpeandonos con cosas, pero, no creo que ella sea capaz de matar una mosca— agregó Natsume, acercándose a su melliza y observandola con una ceja levantada.

《Esa es la idea》, pensó la mercenaria para sus adentros, bostezando y manteniendo su rostro inexpresivo.

— Siento que, quien es más probable de matar a alguien, es Rina— confesó Kora, observando como su prima se desesperaba al haber escrito mal una palabra en su perfecta lección recién escrita.

— No lo creo, seguramente al final creería que es mucho trabajo y dejaría todo a la mitad— dijo Natsume, bostezando—. Majakutsu es buena con las armas de largo alcance, pero, no creo que sea capaz de asesinar a alguien. Mira esa hermosa carita, esa es la cara de alguien inocente.

La chica de orbes ónix miró mal a Natsume al sentir como sus manos estrujar sus mejillas:— mejor me quedo quieto.— dijo el castaño, apartándose y jugando con sus manos.

— Larguense— dijo la asesina, observando a sus compañeros de clase y acomodonandose para dormir sobre su pupitre.

— a tus órdenes.— dijeron ambos al unísono, cosa que espantó a quienes los escucharon, después de todo, eran mellizos y, que concordaran en algo era un suceso extraño.

Por el rabillo del ojo, la azabache pudo ver una figura rubia que se asomaba por la puerta de entrada a su aula y, gracias a que su vista periférica era realmente amplia gracias a la mutación en su vista, aquella persona fue identificada casi de inmediato, a pesar de la brevedad de su visita.

Con pereza, la azabache tomó su teléfono y marcó al número del asistente de su madre:— Geoffrey, consigue una correa para perros grandes— ordenó ella antes de colgar, bostezando y reposando su cabeza en su pupitre mientras sonreía.

Los pasos lentos y elegantes se escuchaban por los corredores de UA, una adolescente de cabellos largos y negros caminaba tranquilamente, acomodando los lentes sin aumento que había comprado recientemente para proteger su vista.

Después de todo, de ella trabajaba.

Eran las seis se la tarde y la jornada escolar había terminado, por ende, aquella academia estaba prácticamente vacía.

Mientras ella caminaba, acomodaba las libretas que sostenía en sus manos, sonriendo al llegar a su destino. La sala de profesores. Al entrar a aquel salón, ella se encontró con Aizawa, quien revisaba algunos exámenes de sus estudiantes.

— Lo siento, solo vine a dejar esto aquí para que mi maestro lo revise— dijo ella con una sonrisa, dejando aquellos libros en la mesa—. Con permiso.

Antes de poder retirarse, la voz de Shota la detuvo:— espera—. Dijo el héroe, haciendo que la azabache sonriera.

La chica se giró hacia el mayor y lo observó con una sonrisa y un gesto de curiosidad:— ¿Pasa algo? Sensei— Aizawa se estremeció ante la forma tan seductora en la que aquella femenina había dicho aquella última palabra.

El mayor se levantó, acercándose a la chica y cerrando la puerta detrás de esta, haciendo que la menor desviara la mirada por un instante, mismo que Shota aprovechó para avanzar y acorralarla contra la puerta de madera.

— No sé que me hiciste, pero, desde aquella última vez me siento enfermo por el deseo de besarte—. La voz de Shota se agravó en aquel momento, mientras sus labios rozaban contra los de la contraria.

Ella bajó su mirada a los labios de Shota, para luego de un rato devolver la vista a los oscurecidos ojos del héroe, quien parecía realmente necesitado por tocarla y esperaba cualquier indicio de aprobación para hacerlo.

— usted fue quien...— antes que la menor pudiera terminar, los labios de héroe se posaron sobre los suyos, besandola con ansias y desesperación.

Se sentía como un adicto drogándose después de meses de abstinencia.

Ella, por supuesto, siguió el beso, deslizando sus delicadas manos por el pecho del mayor hasta llegar su cuello, donde acomodó sus brazos de tal manera que pudiera profundizar aquel necesitado beso.

Sus lenguas jueguetaban mientras Shota le ponía seguro a la puerta, asegurándose que las persianas estuvieran cerradas.

Ella enrolló sus piernas alrededor de la cintura de Aizawa, quien comenzó a caminar hacia la mesa, donde descansó el cuerpo de la menor y siguió con su trabajo, bajando sus besos hacia su cuello, mientras su mano bajaba lentamente hasta posarse en una de las piernas de la femenina.

— ¿puedo?— preguntó él entre besos.

Ella accedió, no tardando mucho en sentir como la curiosa mano de Shota se mentía por debajo de su falda, haciendo a un lado su  ropa interior. A la azabache se escapó un jadeo contra los labios de Shota al sentir como este tocaba su feminidad.

Shota sonrió, complacido, mientras hacía círculos con su dedo que provocaron que ella hiciera la cabeza para atrás mientras reprimía otro gemido.

Al héroe se le hacía cada vez más difícil controlar su erección.

Ambos se volvieron a unir en un ardiente beso, siendo en ese momento cuando el mayor aprovechó para introducir dos dedos en la entrada de la chica, moviendo estos y haciéndola gemir aún más contra sus labios, siendo el quien intentaba callarla a besos.

— No sé si soporté más.— susurró el azabache en un tono sensual contra el oído de la menor.

Entonces, fue cuando la situación tomó un pequeño giro y las cosas comenzaron a hacerse un poco más interesantes.

— Shota.— susurró ella contra sus labios, cuando el mayor aumentó el movimiento de sus dedos y la hizo llegar a su primer orgasmo.

Ella jadeo, observando al mayor mientras us pecho subia y bajaba, este, por su parte, se había sentado en una de las sillas frente a la mesa, dirigiendo su rostro hacia la intimidad de la chica, siendo detenido, después de todo, ella había cerrado sus piernas.

— Wow, Shota Aizawa teniendo sexo con una estudiante en la escuela, esto si es algo interesante— dijo ella con un tono juguetón que hizo que Aizawa soltara una risa mientras se quitaba la camisa.

— Solo cállate y déjame hacerte sentir como la reina que eres— dijo él con una sonrisa, lamiendo su labios superior mientras colocaba su mano en el abdomen de la chica, haciendo que recostada su espalda contra la mesa y abriera sus piernas.

El hombre sonrió:— como maestro, mi deber es enseñar, entonces, ¿qué te parece una lección de anatomía.— susurró, deshaciéndose de la ropa interior de la femenina y sonriendo mientras levantaba su falda hasta el abdomen de la chica.

— Esto se llama clitoris— dijo, tocando aquel sensible botón y haciendo que la azabache suspirara—. Es algo que sirve específicamente para dar placer a una mujer, puede estimularse con los dedos o con la lengua.

Shota pasó la lengua por la intimidad de la chica, haciéndola gemir, mientras que, con su mano libre, desabrochaba la camisa de esta, haciéndola gemir sin parar gracias a los movimientos de su lengua. Cuando la intimidad de la chica se encontraba completamente lubricada, Shota sonrió, comenzando a desabrochar sus pantalones.

— Pero, esto, solo es un juego previo para el acto principal— Aizawa sacó su miembro de sus boxers, haciendo que la azabache lo observara mientras pasaba su lengua por encima de su labio inferior— ¿estás lista? Mi hermosa alumna favorita.

Ella asintió, sintiendo como de a poco Shota introducía su miembro en su feminidad:— Por Dios...— susurró el hombre, echando la cabeza hacia atrás, producto del placer que comenzó a sentir.

Simplemente hacer aquello con ella lo hacía sentir en el mismo cielo, haciendo que su lujuria aumentara mientras su longitud salía y entraba en ella, embistiendola y haciendo que varios gemidos salieran de su boca, mientras Shota mantenía una de sus manos en sus piernas, para así, poder abrir estas mejor y llegar a penetrarla con más profundidad.

Las muñecas de la menor fueron tomadas por Shota, colocando sus manos por encima de su cabeza mientras continuaba con su acción, haciéndola gemir aún más mientras él besaba su cuello.

— Joder—. Exclamó el pelinegro al sentir su miembro chocando contra lo más profundo de la intimidad de la menor, disfrutando de lo bien que eso le hacía sentir.

Cuando, sin quererlo, ella apretó las paredes de su intimidad, Aizawa soltó un gruñido, después de todo, aquello se había sentido realmente bien:— ________, eres una diosa.— dijo entre jadeos el mayor, acelerando sus movimientos mientras dirigía la mano que pasaba en la pierna de la chica hasta la intimidad de esta, humedeciendo su pulgar con saliva antes de comenzar a masajear su clitoris con este y seguir con sus embestidas.

Ella encorvó su espalda al sentir aquel inmenso placer, sintiendo como un cosquilleo se posaba en su abdomen bajo:— Shota—. Dijo ella entre jadeos, intentando avisarle al mayor que estaba a punto de llegar al orgasmo.

Cuando aquel momento llegó, ella soltó un largo gemido, mientras Aizawa retiraba su miembro, después de todo también estaba por llegar al clímax y no podía permitir tener un orgasmo en el interior de aquella chica.

— Hoy aprendí mucho— dijo ella, juguetona, observando a Shota con una sonrisa.

— Y todavía hay cosas que te faltan por aprender— dijo él con una sonrisa.

Tarareando una canción inexistente, la azabache se encontraba saliendo de las instalaciones de Yūei, observando su teléfono con una sonrisa luego de que Aizawa agendara su número en este.

— Tú serás las siguiente— dijo con una sonrisa, observando una foto de una sonriente castaña, quien anunciaba en sus redes sociales que ella e Izuku eran pareja.

《Que lindo será seducir a ambos al mismo tiempo.》, pensó ella, bloqueando su teléfono y sonriendo al observar el camino frente a ella.

Su sonrisa se desvaneció casi al instante al observar al rubio que se encontraba observandola desde la entrada al campus de residencias:— Denki— dijo, simulando estar sorprendida.

Al escuchar su nombre salir de los labios de quien era su ex novia, el rubio sonrió con felicidad, caminando hasta ella:— ¡Usaste mi nombre! Estoy tan feliz— dijo, abrazandola y tomandola desprevenida.

La chica se separó de él, simulando estar ligeramente incómoda, aunque ya esperaba esa clase de comportamiento por parte del aspirante a héroe:— ¿Sucede algo?— preguntó sin más.

— ví que no saliste con Sakura como lo sueles hacer a las seis treinta, así que, decidí esperarte para que no volvieras sola— dijo él con entusiasmo, tomando la mano de la chica—. Yo te protegeré.

La chica mordió su labio ligeramente, después de todo, le divertía aquella situación que había causado con un simple propósito.

Queria que Denki se obsesionara con ella.

Los orbes ámbar del chico se dirigieron a los rojizos labios de la muchacha, queria besarla, pero, no podía hacerlo sin su consentimiento, por más que lo anhelara, el no sería capaz de hacer algo en contra de su voluntad.

— ¿puedo besarte?— preguntó él, observandola con ansiedad.

— Denki, no creo que eso sea bueno para ninguno de los dos— dijo ella con una sonrisa, fingiendo estar apenada y ligeramente lastimada.

— Por favor, solo te quiero a ti, déjame pertenecerte— rogó, haciendo que ella mordiera su labio inferior con más fuerza, reprimiendo una amplia sonrisa.

— Denki...— susurró ella, sintiendo como la mano del mencionado acariciaba su rostro.

— Solo soy tuyo, incluso— el chico se puso de rodillas frente a ella—...podría jurarte que jamás querré a nadie más.

Denki tomó la mano de la chica y la hizo poner esta en su mejilla, disfrutando el tacto de aquella delicada mano sobre su rostro:— te lo ruego, haría cualquier cosa por ti, moriría por ti. Incluso mataría a alguien por ti.— la mirada ansiosa y urgida del chico se posó sobre los orbes negros y sin brillo de la chica.

Ella tuvo que evitar que una risa burlona saliera de sus labios, aquella era una situación realmente perfecta:— haré lo que digas, incluso, no me molestaré si sales con otros hombres con tal de que estés conmigo y me ames.— y aquel comentario solo la había hecho mejor.

— podría pensarlo.— Aquellas dos palabras, para ella insignificantes, fueron suficientes para que Denki sonriera ampliamente, feliz ante aquello.

Después de todo, ella consideraría dejarlo estar con ella.

— ¿De verdad?— el chico se levantó, eufórico, sosteniendo entre sus manos una de las manos de la femenina, quien sonrió y asintió— prometo hacerte feliz y hacer lo que quieras si decides estar conmigo.

Ella sonrió:— Te diré mi respuesta a penas lo decida.— el chico asintió, entusiasmado.

La azabache abrazó el brazo de Denki, haciendo que se sonrojara:— Caminemos juntos hasta la residencia— dijo, regalandole una sonrisa de aquellas que enamoraría a cualquiera.

Ella sabía que los observaban y, por supuesto, aquello evidentemente le convenía, porque, de hecho, aquello desataría un evento realmente importante, despertando la curiosidad de alguien ajeno a sus planes, alguien a quien no tenía previsto conquistar, pero que, al final, sería una excelente diversión una carta realmente útil.

El héroe novato que los observó y siguió con su camino realmente no sabia que aquello lo llevaría directamente a caer en los hechizos de aquella hermosa muchacha, quien, podría pronto si siguiente movimiento en marcha, sin tampoco saber que le deparaba para el futuro.

— ¿No son lindos?— dijo la heroína, efusiva, con una amplia sonrisa mientras codeaba a sus amigos y los invitaba a observar aquella escena con ella— ¿serán pareja? Nunca antes había visto a esa chica.

— Creo que es la que quedó en segundo lugar en el festival deportivo— respondió el heroe, sonriente—. Fue realmente genial, es una lástima que no haya podido combatir contra Deku.

— ¿En serio? Si quedó de segunda, ¿porque no está en el departamento de heroes?— preguntó la heroína.

— no lo sé, nunca vimos su particularidad, solo se sabe que es buena en combate cuerpo a cuerpo— respondió el con una sonrisa—. Parecía que Deku era realmente feliz de tenerla como compañera.

— ¡Un triángulo amoroso! Seguramente le gusta, pero no se atreve a hablarle porque tiene novio.— dijo ella con una amplia sonrisa.

— No lo creo.— dijo el rubio entre risas.

— ¿Podemos hacer esto rápido? Quiero ir a casa.— dijo el tímido héroe con cansancio, después de todo, había sido un largo día.

— ¡Vamos Tamaki! ¿Donde está tu curiosidad por la vida de los heroes del futuro?— exclamó la femenina con una amplia sonrisa.

— Vamos, Nejire, no lo hostigues— dijo el rubio mientras reia—. Debo cuidar a Eri, así que, también necesito volver a casa.

— Lo esperaba de Tamaki, pero no de ti, Mirio.— dijo Nejire, fingiendo estar dolida.

Nejire y Mirio rieron mientras caminaban, por otro lado, Tamaki desvió su vista hacia la joven pareja, para luego devolver su vista al camino y seguir la charla de sus amigos.

Hola ¿cómo están?

Espero que bien.

Bueno bueno, ya se acerca la parte más importante de la historia, el punto de quiebre.

Espero les esté gustando la historia, no olviden dejarme su opinión en los comentarios.

Gracias por leer.🥀

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